Claves de la Narrativa Española del Siglo XX: De Delibes al Experimentalismo

Miguel Delibes: Vida y Obra

Biografía

Miguel Delibes (1920-2010) nació y murió en Valladolid, donde vivió casi toda su vida. Comenzó estudios de Comercio y Derecho y, de joven, trabajó en el periódico El Norte de Castilla como caricaturista, y después como redactor y director. Durante su dirección, mantuvo una orientación liberal que acabó por ocasionarle problemas con el poder político, terminando con su salida del periódico.

Su carrera literaria comenzó en 1947, cuando obtuvo el Premio Nadal con La sombra del ciprés es alargada. Su segunda novela, Aún es de día (1949), fue censurada. Con todo, siguió publicando su obra y su prestigio como escritor se fue consolidando. Algunas de sus novelas se llevaron al cine. Viajó en diferentes ocasiones a América y Europa y escribió libros recogiendo crónicas de estos viajes. También escribió libros sobre la caza, la pesca y sobre Castilla. En 1973 ingresó en la Real Academia Española y, en 1974, el fallecimiento de su esposa le afectó notablemente. A partir de los años 80 fue cada vez más reconocido y recibió numerosos premios, como el Premio Nacional de las Letras Españolas en 1991 y el Premio Cervantes en 1993. Falleció el 12 de marzo de 2010, a los 89 años.

Pensamiento y Ejes Temáticos

Se le puede considerar un escritor profundamente humanista, muy marcado por el pensamiento cristiano que surge en la Iglesia a partir del Concilio Vaticano II y con grandes preocupaciones sociales. Su pensamiento se puede articular en torno a tres ejes que suelen aparecer mezclados: la crítica social, la crítica al progreso mal entendido por el alejamiento de la vida rural y natural, y la crítica política. Como trasfondo, siempre subyacen preocupaciones existenciales.

Crítica social y al progreso mal entendido

Cobra especial relevancia en Las ratas, donde denuncia la penosa situación en que viven muchos de sus paisanos, al igual que en Los santos inocentes refleja la vida de los campesinos sometidos a los terratenientes. El medio natural adquiere un papel fundamental frente al espacio urbano, al que se considera deshumanizado. En sus obras, defiende una vuelta a la Naturaleza.

Crítica política y existencial

La crítica política aparece en obras como Parábola del náufrago y Cinco horas con Mario, donde hace una denuncia de los regímenes dictatoriales. Por último, Delibes también critica en varias obras la conducta del ser humano, así como el mundo de la educación (El príncipe destronado).

Temas recurrentes y Estilo

Los temas constantes a lo largo de su obra son:

  • La muerte.
  • La infancia o la inocencia.
  • El prójimo, tema que se traduce en diferentes matices como la soledad (La hoja roja), la incomunicación (Cinco horas con Mario) y la denuncia de los totalitarismos (Parábola del náufrago).

La presencia de la Naturaleza es uno de los principales rasgos que caracteriza a Delibes, el cual dividió su obra en:

  • Novelas rurales: El camino, Las ratas, La hoja roja.
  • Novelas urbanas: Mi idolatrado hijo Sisí, Cinco horas con Mario y Parábola del náufrago.

Respecto a su estilo, busca fundamentalmente la sencillez pero con un gran dominio de la lengua, tal como puede verse en la caracterización de personajes que emplean diferentes registros conforme a su condición. Delibes trató de recrear y recuperar un castellano rural ya en franca decadencia. Así pues, emplea un vocabulario muy rico en el que encontramos las palabras propias de los ámbitos rurales o ciudadanos. También aparecen los distintos registros del lenguaje, desde el culto al coloquial, familiar e incluso vulgar y fragmentario de los personajes analfabetos o con limitaciones.

Le caracterizan sus dotes de narrador, una insuperable capacidad para reflejar tipos y ambientes, y un seguro dominio del idioma.

Cronología de su obra

Aunque es difícil establecer una periodización cerrada de sus novelas, atendiendo al criterio temporal podemos distinguir varias etapas:

  • Novelas de iniciación (1947-1949): La sombra del ciprés es alargada y Aún es de día.
  • Novelas de formación (1950-1962): El camino, Mi idolatrado hijo Sisí y La hoja roja.
  • Novelas de madurez (a partir de 1962): Las ratas, Cinco horas con Mario, Los santos inocentes y El hereje.

Contexto Literario: La Narrativa Española de la Segunda Mitad del Siglo XX

La literatura en la Transición

La muerte de Franco en 1975 marcó el inicio de la Transición Española hacia la democracia representativa. Comenzó una época de «liberación» también en el mundo literario: se publicaron las obras censuradas, se reeditaron textos íntegros y se recuperó la narrativa de los exiliados. Los escritores consiguieron una mayor proyección gracias al apoyo comercial, al marketing, a la expansión de los grupos editoriales y a los premios literarios. En estos años de la Transición coexistieron varias generaciones de escritores y se incorporaron muchas mujeres escritoras (Almudena Grandes o Rosa Montero, entre otras).

El auge del Cuento y el Microrrelato

El Cuento en la Posguerra

El cuento comenzó a resurgir en estos años y se convirtió en uno de los géneros del siglo XXI. El término, que se había utilizado para señalar los relatos breves para niños, comenzó a usarse como género literario independiente en el siglo XIX.

Poe estableció que este debía recoger la unidad de efecto con un solo tema. Cortázar añadió que debía tener una sola significación.

En la España de la posguerra encontramos cuentos de las generaciones que convivieron en esos años:

  • Generación del 27: Con exiliados como Sender, Max Aub y María Teresa León, que cultivaron un cuento testimonial.
  • Generación del 36: Cela o Delibes se ocuparon de una temática social, psicológica y existencial.
  • Generación de medio siglo: Ana María Matute y Alfonso Sastre, de corte realista.
  • Años 60 y 70: Autores como Javier Marías y Javier Tomeo modernizaron el cuento.
  • Años 80: Surgieron autores como Julio Llamazares y Cristina Fernández Cubas, que acentuaron la tendencia a lo personal.

Estos autores destacan por la originalidad estructural de sus relatos, jugando con los mitos clásicos y llenando los textos de simbologías y juegos intelectuales. A finales del siglo XX, aumentó el éxito de los cuentos gracias al incremento del número de premios, a editoriales que apostaron por el género, a revistas que los estudiaron y a la proliferación de talleres de escritura creativa. A las influencias antes señaladas, hay que añadir el dietario, el informe, el artículo periodístico, el cine, el cómic, los blogs, etc.

Tipos y Autores de Cuentos

Dentro del cuento, en las últimas décadas encontramos cinco tipos fundamentales:

  1. Cuentos líricos: Próximos a la poesía.
  2. Teóricos y ensayísticos: Donde abunda la reflexión.
  3. Dramáticos: Basados en el diálogo y con carácter teatral.
  4. Fantásticos: Que indagan en el ser humano.
  5. Relato realista: De tema urbano, intimista o psicológico.

Entre los autores hasta los años 90 destacan Paloma Díaz-Mas («En busca de un retrato») y Javier Marías («En el viaje de novios»). Entre los más jóvenes, Mercedes Abad («Amigas») y Cristina Cerrada («Naturaleza muerta»).

El Microrrelato

Puede considerarse que el microrrelato nació en el siglo XX. Entre sus precedentes ilustres se puede citar a Kafka, a los simbolistas franceses y a los modernistas hispánicos. En los inicios del siglo XXI, reapareció el gusto por este tipo de narración brevísima. Es un texto breve en prosa, de naturaleza narrativa y ficcional que, usando un lenguaje preciso y conciso, se sirve de la elipsis para contar una historia, a menudo con un componente de experimentación.

Autores y Difusión

Entre los autores hispanoamericanos destaca Augusto Monterroso (La oveja negra y demás fábulas), quien escribió uno de los microrrelatos más famosos y breves.

En España, algunos de los referentes clásicos son Ramón Gómez de la Serna, Juan Ramón Jiménez y Max Aub.

Al microrrelato se le pueden aplicar rasgos discursivos, formales, temáticos, pragmáticos, literarios y sociológicos. Uno de los medios pioneros responsables de difundir el género en España es la revista Quimera.

El Realismo Social de los Años 50

La década de los cincuenta da paso al llamado realismo social, con una narrativa que pretende denunciar la sociedad de su tiempo o reflejarla lo más fielmente posible. Estas novelas muestran la dura vida del campo y de las ciudades, así como los conflictos de la sociedad española del momento.

Características e Influencias

Las características principales son:

  • Uso de la técnica realista objetivista.
  • Fragmentarismo episódico.
  • Participación de múltiples personajes (personaje colectivo).
  • Empleo del narrador omnisciente u objetivista.
  • Tratamiento temporal complejo.

Estas novelas tienen influencia de:

  • Los narradores norteamericanos de la Lost Generation, como John Dos Passos.
  • La novela y el cine neorrealista italiano.
  • El Nouveau Roman francés.
  • La literatura comprometida y la propia novela española, sobre todo, Pío Baroja, autor de La busca.

Tendencias y Autores

Para entender el realismo de este periodo se suelen establecer dos formas:

  • Realismo crítico: Con voluntad de denuncia y cambio, más comprometido y con influencias marxistas. Autores: López Pacheco (Central eléctrica), Armando López Salinas (La mina) y García Hortelano (Nuevas amistades).
  • Realismo objetivista: Más neutro, sin grandes afanes de cambio. Autores: Ignacio Aldecoa (Gran Sol), Luis Romero (La noria) o Luis Goytisolo (Las afueras).

Aunque se haga esta distinción, en muchas de las novelas del periodo hay una clara preocupación social.

Autores de Referencia

Los autores que mejor anticipan y reflejan la novela de los cincuenta son:

  • Camilo José Cela (1916-2002): Se da a conocer en los años 40 con la polémica La familia de Pascual Duarte. En 1951 escribe La colmena, una de sus obras más importantes y considerada la obra inaugural del realismo social de los 50. Refleja la miseria existente en Madrid en 1942, mostrando la vida de las diferentes clases sociales a lo largo de tres días. Uno de los objetivos principales del autor es hacer que un conjunto de vidas se crucen, de forma que no existe un argumento fijo, sino el de casi cuatrocientos personajes. Así, el argumento se reduce al mínimo, y los personajes se mueven por dos motivos constantes: el sexo y el hambre.
  • Rafael Sánchez Ferlosio (1927-2019): Está considerado el máximo exponente de la novela objetivista, ya que no introduce juicios de valor en la narración. Se dio a conocer con El Jarama, obra a la que se le otorgó el Premio Nadal en 1955. Narra la historia de unos jóvenes durante un domingo en el que acuden a bañarse a la orilla del río Jarama y de unos adultos que se encuentran en una taberna cercana. La obra se desarrolla durante dieciséis horas y cuenta la monótona jornada, que se ve interrumpida por la muerte en el río de una de las muchachas.

La Renovación Narrativa de los Años 60: La Novela Experimental

Entre 1955 y 1965 se produce un cambio fundamental en el largo período franquista. Se generó un importante éxodo rural y una emigración hacia el extranjero, hubo un gran crecimiento de las ciudades y se afianzaron nuevas clases obreras y medias. España fue aceptada en la comunidad internacional como consecuencia de la Guerra Fría y el régimen se alejó de la autarquía para adoptar políticas con un criterio más técnico. Estos cambios también se reflejaron en la literatura: los años sesenta se caracterizaron por una narrativa de tipo experimental.

A partir de 1960 comenzaron a manifestarse signos de cansancio del realismo dominante. Temáticamente, la sociedad española continuó siendo el referente, pero el acento recayó en los aspectos formales. En esta renovación fue fundamental la influencia del boom de la narrativa hispanoamericana.

Rasgos de la Novela Experimental

La principal novedad consiste en que se concibe como una obra abierta en la que el lector debe asumir un papel activo, realizando su propia interpretación. Tiempo de silencio (1962), de Luis Martín-Santos, marca un antes y un después. Entre los rasgos y técnicas propias de esta novela experimental podemos destacar:

  • Narrador con punto de vista múltiple.
  • Limitación de la importancia del argumento.
  • Estructura sin capítulos, compuesta de secuencias.
  • Uso del contrapunto y la perspectiva caleidoscópica.
  • Caos cronológico (ruptura de la linealidad temporal).
  • Protagonista en conflicto con su entorno o consigo mismo.
  • Uso del monólogo interior.
  • El narrador interviene y denuncia.
  • Gran riqueza lingüística y experimentación con el lenguaje.
  • Desaparición de la frontera entre prosa y verso y de la puntuación convencional.

Obras y Autores Fundamentales

Luis Martín-Santos y Tiempo de silencio

Gran parte de estas novedades técnicas se encuentran ya en la novela Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos (1924-1964). Nacido en Larache, cursó estudios de Medicina en Madrid y Alemania, y dirigió un sanatorio en San Sebastián. Murió en un accidente de tráfico con solo cuarenta años. Tiempo de silencio apareció en 1962, sometió a la novela del realismo social a una demoledora crítica y abrió nuevos caminos a la novela española. En su estructura externa se compone de 63 secuencias. El argumento es sencillo: en el Madrid de la posguerra, Pedro, un joven médico que investiga sobre el cáncer, necesita ratones para sus experimentos, por lo que se pone en contacto con una familia que vive en una chabola. Tras intentar salvar a una de las hijas de un aborto provocado, Pedro es detenido. Después de varios sucesos, vuelve a su pueblo a ejercer la medicina. El personaje de Pedro sirve de hilo conductor para conocer los diversos ambientes con los que se relaciona, descritos con ironía y distanciamiento esperpéntico. Lo que convierte a Tiempo de silencio en una obra maestra es su forma renovadora y su extraordinaria riqueza de técnicas narrativas y registros lingüísticos.

La consolidación del cambio

Esta obra supuso una ruptura radical con el realismo convencional. En 1966 se consolidó el cambio con la aparición de tres novelas clave:

  • Señas de identidad de Juan Goytisolo: La realidad se aborda desde distintos puntos de vista, transmitiendo las vivencias de los acontecimientos. La historia es la de un exiliado español en Francia que vuelve a España en un intento de recuperar sus raíces.
  • Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé: Cuenta las andanzas de un joven ladrón que se hace pasar por militante político clandestino para intentar conquistar a una joven de la alta burguesía barcelonesa que «juega» a ser progre.
  • Cinco horas con Mario de Miguel Delibes: Aunque de un autor consagrado, incorpora técnicas como el monólogo interior para explorar la mentalidad de la España de la época.

Apéndice: Nociones de Diseño de Interiores

Conceptos Fundamentales

El diseño de interiores es la disciplina que resuelve problemas relacionados con el espacio, teniendo en cuenta el uso que se le dará, así como aspectos de tránsito y psicológicos. Los diseñadores de interiores se encargan de proyectar espacios habitables en casas, tiendas, oficinas, restaurantes, etc. Configuran tanto el volumen espacial como la superficie, el mobiliario, las texturas y los colores dentro de un espacio arquitectónico dado o creado por ellos mismos.

Dentro de esta disciplina encontramos varias especialidades:

  • Interiorismo: Se preocupa de la disposición espacial de los interiores de edificios (viviendas, locales comerciales), teniendo en cuenta la utilización del espacio, los recorridos, las superficies y la iluminación.
  • Escaparatismo: Diseño de escaparates, atendiendo a la disposición, superficie e iluminación.
  • Escenografía: Diseño de la escena en teatro, cine o stands, creando decorados, accesorios e iluminación.

Se trata de crear un ambiente con unas características y una función determinadas para un uso específico. Todo proyecto debe incluir: presupuesto, plan de obra, plano de estructuras, plano de acabados de suelos y paredes, plano de techos con luminarias, plano de mobiliario y plano de instalaciones.

Aspectos Clave y Elementos del Diseño

Los aspectos a tener en cuenta para diseñar un espacio son:

  • Superficie y presupuesto.
  • Número de personas que lo habitan, junto con sus hábitos y costumbres.
  • Contexto económico y sociocultural.
  • Asignación de una función a cada estancia.
  • Circulación (distribución de paredes, ventanas, puertas).
  • Posición de la luz natural.
  • Uso cuidado del color, las texturas, los materiales y el mobiliario funcional, manteniendo un estilo coherente.

El objetivo es buscar soluciones que no reduzcan o recarguen el ambiente, mostrando armonía y funcionalidad.

Los elementos interiores de un edificio (paredes, suelos, techos, puertas, ventanas, asientos, mesas, superficies de trabajo, lámparas, camas, almacenamiento y accesorios) dan forma al espacio y establecen sus características. Por ejemplo:

  • Puertas: Pueden ser batientes, correderas con cámara, correderas dobles, plegables o de acordeón.
  • Aparatos de iluminación: Pueden ser empotrados (proporcionan mayor iluminación en un sector específico) o montados en superficie (brindan luz suave e indirecta y son decorativos).

Diseño de Iluminación

La iluminación interviene en la importancia de los elementos y en la calidad ambiental. Se distinguen varios tipos:

  • Luz ambiente: Proporciona un nivel de iluminación general, uniforme y difuso, sin sombras, que otorga un ambiente relajado y confortable (mediante fuentes lineales o puntuales).
  • Iluminación focal: Ofrece un contraste de luminosidad directo y crea un sentido de profundidad. Se coloca cerca de las superficies de trabajo y refuerza el carácter social (p. ej., flexos, lámparas de lectura).
  • Iluminación de detalle: Es una forma de iluminación focalizada que crea puntos de atención y sirve para acentuar las características de una habitación.

Materiales de Acabado

A la hora de especificar los materiales, deben considerarse factores funcionales (seguridad, salud, durabilidad, facilidad de limpieza), estéticos (color, textura, estampado) y económicos (coste).

Un criterio clave para un diseño sostenible es reducir el uso de materiales nuevos y reutilizar los existentes.

Materiales y Superficie

Las superficies se caracterizan por su textura, determinada por el material y su acabado. Las superficies brillantes reflejan la luz, mientras que las mates la absorben. Las superficies suaves aclaran el color y las ásperas lo oscurecen.

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