Antonio Machado y «A un Olmo Seco»: Símbolos, Estructura y el Dolor de la Generación del 98

Contexto Biográfico y Literario de Antonio Machado

Este poema se titula «A un olmo seco» y pertenece a la obra Campos de Castilla. Su autor, Antonio Machado, nació en Sevilla en el año 1875. Después de unos años de estancia en Madrid, se trasladó en 1907 a Soria, donde ejerció como catedrático de francés. Allí conoció a Leonor, con la que se casó en 1909. La muerte de Leonor en 1912 le impulsó a abandonar Soria. Entre 1926 y 1928 conoció a Guiomar, quien aparece en sus versos. Poco antes de finalizar la Guerra Civil, se exilió a Francia y se refugió en un pueblo francés, donde murió a los pocos días de llegar, en el año 1939.

Machado fue miembro de la denominada Generación del 98, junto con poetas como Ramón María del Valle-Inclán, Manuel Machado y Miguel de Unamuno, entre muchos otros. Aunque su obra inicial se suele situar en el movimiento literario del Modernismo, donde publicó dos libros: Soledades y Soledades, galerías y otros poemas.

Temas Centrales en «A un Olmo Seco»

«A un olmo seco» recoge las características típicas de la Generación del 98:

  • Interés por el paisaje castellano y por sus gentes.
  • Preocupación por la decadencia española y sentimiento patriótico.

En el texto podemos observar la importancia que el autor le da al paisaje y al estilo musical, además de la preocupación por el estado del país. En este poema, Machado describe un olmo viejo que puede evocar una España deteriorada o reflejar el dolor por la enfermedad de su mujer. El tópico utilizado a lo largo del poema es Tempus Fugit, el cual refleja el paso del tiempo de forma inexorable.

Estructura Temática y Simbólica

El poema se divide en tres partes:

  1. Descripción y Decadencia (Versos 1 al 14): Machado describe un olmo viejo y carcomido, pudiéndose referir a la situación de España y a la enfermedad de su mujer.
  2. Reflexión sobre el Destino (Verso 15 en adelante): Se produce un cambio de perspectiva y se hace una reflexión sobre el destino del olmo.
  3. Esperanza del Milagro (Versos 28 al 31): El poeta espera un milagro, un destino esperanzador para el olmo y para su amada esposa.

Desglose de la Primera Parte

En la primera parte (versos 1 al 14) existe una descripción física y general del estado del olmo. Sin embargo, en los 8 primeros versos se centra en la descripción física del olmo, mientras que del verso 9 al 11 aparece una comparación y contraposición del olmo con los álamos. Del verso 12 al 14, el poeta vuelve a la descripción del olmo.

Estilo y Lenguaje Poético

El poeta utiliza un lenguaje sencillo y antirretórico, característico de los poetas noventayochistas, cargado de lirismo, un tono poético e intimista y un lenguaje culto basado en la adjetivación para describir el estado del olmo y, por ende, el de su mujer.

La Adjetivación y el Contraste

La adjetivación es connotativa y evocadora, con un alto grado de negatividad. Lo podemos ver en adjetivos como “podrido”, “hendido”, “carcomido” o “polvoriento”. Sin embargo, existe un contraste al final del poema con muestras de esperanza como “la vida: hojas verdes, luz, milagro, primavera…”.

Predominan los sustantivos concretos (olmo, álamo, río, caseta, hogar) frente a los abstractos (milagro, gracia). A lo largo de todo el poema están presentes sentimientos universales como la melancolía, la esperanza y la muerte, transmitidos a través de símbolos.

Estructura Externa y Métrica

En cuanto a la estructura externa, el poema se divide en 5 estrofas, componiéndose de un total de 30 versos:

  • Las dos primeras estrofas están formadas por 4 versos.
  • La tercera y la cuarta por 3 versos.
  • La quinta consta de 16 versos.

Si observamos la rima, vemos que todos los versos riman en forma consonante con excepción del número. El esquema métrico es: 24 11A 7b 11A 11B/ 11C 11D 11C 11D/ 11E 11F 11E/ 11F 11G 11G/ 11H 11H 11I 11J 11I 11J 7k 11K 11L 11Ø 7i 11F 11M 7f 11M 11F. Se alternan versos endecasílabos con versos heptasílabos, ajustándose el conjunto a la forma de una silva.

Símbolos y Figuras Estilísticas

Símbolos Clave

Podemos observar la utilización de numerosos símbolos:

  • El olmo viejo: Se refiere a la enfermedad y la decadencia.
  • El álamo y la primavera: Representan la vitalidad y la esperanza de vida.
  • El río: Símbolo clásico del paso del tiempo.
  • El mar: Relacionado con la muerte (muy utilizado por Manrique).
  • El agua: Imagen de la vida.

Por otro lado, hace referencia a la destrucción, la vejez y la enfermedad con elementos destructores como el rayo, el hacha, el torbellino o el soplo, y elementos relacionados con estas últimas como el musgo amarillento, la corteza blanquecina y el tronco carcomido y amarillento.

Figuras Retóricas

En este poema aparecen varias figuras estilísticas:

  • Metáforas: “lame el Duero”, “hasta la mar te empuje” (metáfora de la muerte), “rama verdecida” y “primavera” (ambas metáforas de la vida).
  • Sinestesia: Cuando habla de “álamos cantores”.
  • Hipérbaton: Se observa en los 4 primeros versos, donde se antepone “al olmo” y “antes que te derribe” para resaltar el tiempo ante la destrucción o la muerte, ya que el orden lógico se encuentra alterado. Esta figura aporta un gran efecto rítmico y mucha expresividad.
  • Anáfora y Paralelismo: Con la repetición de la estructura “antes que te derribe (…) antes que te descuaje” y repeticiones de la palabra «olmo», lo que le aporta musicalidad al poema.
  • Apóstrofe y Exclamación: Se aprecia la emotividad en la exclamación a modo de apóstrofe para destacar la imagen del olmo: “¡El olmo centenario… Duero!” (versos 5 y 6).
  • Metonimia: En la palabra «corazón», ya que deposita en este órgano vital toda su esperanza, pero en realidad la siente en todo su ser.
  • Epítetos: Como amarillento, blanquecino o pardos, entre otros.
  • Personificaciones: Como “que guardan el camino y la ribera”.

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