Introducción
Tanto Aura como Carmilla refuerzan los arquetipos de la mujer vampiro y la mujer hechicera en la literatura gótica y fantástica.
A partir del comportamiento de los personajes y los escenarios, se puede observar a lo largo de las obras cómo los autores construyen estos arquetipos, presentando a mujeres misteriosas que ejercen una influencia sobrenatural y transforman el ambiente que las rodea.
El Comportamiento de los Personajes
Carmilla: La Seducción Vampírica
En Carmilla, su comportamiento revela su naturaleza vampírica. Desde su aparición, actúa de manera extraña, seductora y cercana con Laura. Aunque se presenta como frágil y dulce, su cercanía es excesiva y perturbadora. Carmilla busca constantemente estar junto a Laura, la acaricia, le dice que la ama y que moriría por ella. Esta intensidad no solo sugiere una relación profunda, sino que se vincula con el historial de Carmilla, quien ha tenido antes otras «amigas» que terminaron muriendo. También se menciona que «ella ya no regresará», al hablar de una de las víctimas anteriores. Esta frase, pronunciada con una casualidad inquietante, revela que Carmilla ha replicado este patrón de vínculo en el pasado, lo que sugiere que está atrapando a Laura como lo ha hecho con otras víctimas. Además, su comportamiento es contradictorio: es amorosa en ciertos momentos, pero también distante cuando se le pregunta sobre su vida o su pasado. Esta combinación de afecto y misterio hace que su figura encaje perfectamente con el arquetipo de la mujer vampiro: una entidad que atrae irresistiblemente pero que, al mismo tiempo, representa una amenaza latente.
Aura: El Enigma de la Hechicera
En Aura, el comportamiento de la protagonista revela su naturaleza de hechicera. Aura casi no habla, pero llama la atención por su exacta imitación de los movimientos de la señora Consuelo. Felipe observa que Aura mueve los labios como si repitiera las palabras de Consuelo, sugiriendo una conexión profunda entre ambas. Esta imitación no es una coincidencia; más bien, sugiere que Aura existe para reflejar a Consuelo en su juventud. Su función parece ser la de replicar las acciones de la anciana, convirtiéndola en una extensión viva de otra persona. Esto refuerza la idea de que Aura ha sido creada o invocada con un propósito específico: mantener la juventud de Consuelo y revivir su pasado. También es importante que Felipe se sienta cada vez más confundido por la presencia de Aura, lo que muestra que ella, sin decir casi nada, ejerce un poder sutil pero innegable sobre su percepción. Así, su comportamiento enigmático y su mimetismo con Consuelo consolidan el papel de Aura como una hechicera.
Los Escenarios como Refuerzo Arquetípico
Carmilla: El Castillo Aislado
En Carmilla, los escenarios refuerzan el arquetipo de la mujer vampiro porque están marcados por la oscuridad, la soledad y el misterio. La historia se desarrolla en un castillo rodeado por un bosque aislado y alejado. Este aislamiento permite que el peligro esté presente sin que nadie lo note ni pueda intervenir. Desde el inicio, Carmilla llega por un accidente extraño, y su presencia se manifiesta a través de pasillos silenciosos y habitaciones oscuras. Laura a menudo duda de la realidad de sus experiencias, lo que genera una profunda confusión. La atmósfera gótica del castillo —con su foso, su capilla y su entorno— contribuye a que la figura de Carmilla se mantenga misteriosa y poderosa. Todo lo que rodea a Laura la hace vulnerable, y la incapacidad de ayuda por parte de su padre o las trabajadoras refuerza la idea de que el escenario facilita las acciones de Carmilla. Esta combinación de aislamiento, ambiente opresivo y confusión resalta el carácter vampírico de Carmilla.
Aura: La Casona Enigmática
En Aura, los escenarios construyen el arquetipo de la hechicera a través del espacio donde se desarrolla la acción. La historia ocurre en una casona vieja, oscura y deteriorada en el centro de la Ciudad de México. Aunque no está en el campo ni alejada como el castillo de Carmilla, la casa también evoca una sensación de encierro, ya que todo lo que ocurre en su interior parece transcurrir en una realidad paralela. En esta casa, el pasado se fusiona con el presente, y el tiempo parece detenerse. Elementos como los objetos religiosos, los gatos, los muebles antiguos y la oscuridad contribuyen a crear una atmósfera inquietante. Un momento crucial es cuando Felipe descubre a Aura despellejando un macho cabrío en la cocina. Esta imagen, que desafía la explicación racional, evoca una escena de sacrificio y sugiere prácticas de hechicería. El lugar se erige como un espacio simbólico donde Consuelo revive a través de Aura. Así, el escenario refuerza el poder mágico de Aura y el hechizo que somete a Felipe.
Conclusión
A través del comportamiento de los personajes y de los escenarios, Carmilla y Aura construyen y consolidan los arquetipos de la mujer vampiro y la mujer hechicera. Carmilla se erige como una figura seductora, recurrente y enigmática, que opera en un ambiente propicio para sus acciones sin ser descubierta. Aura, por su parte, es silenciosa y mágica. En ambas obras, tanto el comportamiento de los personajes como los escenarios son elementos cruciales que revelan el poder oculto y el carácter sobrenatural de estas mujeres.