La Ilustración en el Siglo XVIII
La Ilustración fue un movimiento intelectual que pretendía modernizar la sociedad a través de la razón, cuya luz debía llegar a todo y a todos.
En Francia, las ideas políticas ilustradas fueron expuestas por Montesquieu, Rousseau y Voltaire, pensadores que defendían la libertad y la igualdad frente al absolutismo y las clases privilegiadas. Estas ideas se convirtieron en la base ideológica de la Revolución Francesa. También en Francia se publicó la Enciclopedia, que reunía el conocimiento de la época y pretendía su difusión.
En el año 1700 fue proclamado rey Felipe V, quien tuvo que hacer frente a la Guerra de Sucesión (1701-1714) para imponer su poder en toda España. Durante su reinado se crearon la RAE (Real Academia Española) y la Real Academia de la Historia. Aunque en los primeros años del siglo continuó el estilo Barroco, poco a poco se difundió el pensamiento de la Ilustración y el gusto por una nueva corriente literaria y artística: el Neoclasicismo.
El Neoclasicismo: Principios Estéticos
El Neoclasicismo fue el movimiento artístico que reflejó los principios éticos y estéticos de la Ilustración. Se inspiró en el arte grecorromano y en el del Renacimiento. Se rescataron los valores estéticos clásicos: sencillez, claridad, armonía y sobriedad, conceptos muy alejados del arte barroco.
Características Fundamentales
Sencillez, Claridad y Armonía
La lengua literaria procura ser sencilla y clara para transmitir el pensamiento ilustrado de la manera más eficaz posible. Los géneros literarios están bien diferenciados y no se mezclan en la misma obra (prosa y verso).
Didactismo y Moralidad
En este siglo no se aceptaba el arte por el arte, sino que una obra tenía que transmitir valores morales que ayudaran al ser humano a superar sus limitaciones. Todos los géneros literarios compartieron este afán didáctico.
Racionalismo (El Siglo de las Luces)
El siglo XVIII también se llamó el Siglo de las Luces porque los ilustrados rechazaron los conocimientos impuestos y solo admitieron lo que podían conocer a la luz de la razón y de la experiencia. En literatura, el racionalismo da preferencia a la razón sobre los sentimientos e impone ciertas reglas del arte a las que deben ajustarse las creaciones literarias para conseguir un alto grado de calidad.
Géneros Literarios Neoclásicos
Narrativa
La narrativa abandonó la fantasía para centrarse en mostrar de forma crítica y amena la realidad española, denunciando la afición al lujo o el afán por la nobleza.
José Cadalso y las Cartas Marruecas
José Cadalso (1741-1782) fue uno de los prosistas más destacados. Su obra Cartas marruecas está escrita en forma epistolar: tres personajes se intercambian 90 cartas.
- Nuño: Un español que escribe a su amigo marroquí, Gazel.
- Gazel: Envía cartas desde España a su maestro, Ben Beley.
- Ben Beley: Recibe las reflexiones de Gazel.
Gazel reflexiona sobre diversos temas desde su perspectiva de extranjero: las causas de la decadencia de España, el carácter de los españoles y las costumbres de las clases sociales.
Poesía
La poesía recogió en su nivel más sencillo las fábulas de animales que criticaban toda clase de vicios sociales, artísticos o morales.
A mediados de siglo triunfa la poesía neoclásica, reflexiva y culta, abandonando la poesía barroca. Esta persigue el ideal neoclásico de unir lo bello con lo útil, aprovechando los recursos de la poesía lírica para instruir y reformar la sociedad. Destaca Jovellanos.
La Fábula Neoclásica
Las fábulas de animales (destacan Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego) tienen protagonistas animales que representan a los seres humanos. Se conseguía un distanciamiento que permitía que los lectores vieran con claridad algunas virtudes y defectos que pasaban desapercibidos.
La lengua literaria era sencilla y directa, y la rima favorecía la memorización y la difusión de sus enseñanzas. Las fábulas constaban de dos partes:
- Narrativa.
- Reflexiva (moraleja).
Prensa Periódica
Los primeros periódicos defendían la nueva estética neoclásica, el desarrollo técnico y científico, y el cambio de costumbres. Se criticaba el atraso cultural y las supersticiones populares. La prensa tuvo mucha importancia en el cambio de ideas políticas, sociales y estéticas.
Teatro Neoclásico
El teatro procuraba educar denunciando viejas costumbres. En el último tercio del siglo se desarrolló la comedia de buenas costumbres o comedia neoclásica.
Características del Teatro Neoclásico
- Respeto a las tres unidades del teatro clásico: unidad de acción, de lugar y de tiempo.
- Situaciones de la vida cotidiana.
- Búsqueda de verosimilitud, expresándose con naturalidad.
- Fin didáctico.
Leandro Fernández de Moratín: El sí de las niñas
Leandro Fernández de Moratín es el autor más destacado. Su obra El sí de las niñas (1806) aborda el tema de los matrimonios desiguales y concertados, y reflexiona también sobre la educación de los jóvenes.
En la trama, Doña Francisca es obligada por su madre a contraer matrimonio con Don Diego, un hombre maduro y adinerado. Pero ella está enamorada de Don Carlos. Por no disgustar a sus mayores, los jóvenes están dispuestos a sacrificar su felicidad, pero Don Diego les permite casarse. Esta comedia tiene tres actos y respeta las tres unidades dramáticas.
El Ensayo
El ensayo difundía los ideales de los ilustrados de progreso económico y armonía social. Fue el género literario preferido de esta época para difundir las nuevas ideas estéticas y criticar los aspectos más atrasados de la sociedad.
Rasgos del Ensayo Ilustrado
- Lenguaje cuidado y sencillo.
- Presentación de los problemas y argumentación con razones y posibles soluciones.
- Recoge cualquier tema de interés.