La narrativa medieval
Los cantares de gesta
La poesía épica ha existido en todos los tiempos y lugares, ya que desde siempre los pueblos han necesitado exaltar a sus héroes para estimular a los guerreros o afianzar el sentimiento nacional. La épica románica medieval está constituida por los llamados cantares de gesta. Entre los cantares de gesta franceses destaca la Chanson de Roland y, de los cantares de gesta castellanos, se conservan pocos textos: el Cantar de Mio Cid, las Mocedades de Rodrigo, un fragmento del Cantar de Roncesvalles y el Poema de Fernán González.
El Cantar de Mio Cid
Está basado en los últimos años de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador. El poema exalta la figura del Cid, infanzón, de quien se valora su lealtad y esfuerzo, en contraposición a los ricoshombres representados por sus yernos, los infantes de Carrión, que aparecen degradados. El héroe se presenta no solo como valeroso caballero, sino también como buen esposo y padre, súbdito ejemplar y fervoroso cristiano. A diferencia de los héroes de la épica francesa, el protagonista se presenta con el rasgo fundamental de la mesura: es prudente, equilibrado, sagaz y astuto.
Nivel de la historia (Cantar de Mio Cid)
Las acciones narradas en el cantar se articulan en torno a dos asuntos: un problema público de honra y otro privado de honor.
Recuperación de la honra
En la situación inicial, el Cid es desterrado por el rey debido a falsas acusaciones. Para recuperar la honra perdida, Rodrigo lleva a cabo una serie de hazañas que aumentan su fama y riqueza, lo cual le permite reintegrarse en la comunidad y recuperar su honra gracias al perdón real.
Recuperación del honor
Posteriormente, el Cid sufre una ofensa personal de sus yernos: los infantes de Carrión maltratan y abandonan a sus hijas. El Cid consigue una segunda reposición, en este caso de su honor, haciendo uso del riepto: obtiene la victoria sobre los infantes y acuerda un nuevo matrimonio para sus hijas con los príncipes herederos de Navarra y Aragón. Al recuperar su honra y honor, el Cid asciende en la jerarquía social respecto a la situación en la que se hallaba antes del destierro y de la afrenta de Corpes.
Métrica
Presenta métrica irregular: los versos se dividen por una cesura en dos hemistiquios y se agrupan en series o tiradas. La rima es asonante.
Gonzalo de Berceo: Milagros de Nuestra Señora
En la Europa de los siglos XII y XIII se hallaba muy extendido el culto a la Virgen y eran frecuentes las peregrinaciones a santuarios marianos. Esta devoción dejó una fuerte impronta en la iconografía y la literatura de la época. En los Milagros de Nuestra Señora, Berceo exalta el poder mediador de la Virgen en la salvación de las almas. La obra se estructura en una introducción y un conjunto de 25 milagros. La Virgen María aparece caracterizada en términos humanos: es maternal, también autoritaria, fuerte y severa. En cada relato premia, castiga o socorre a sus devotos en peligro.
Libro de Buen Amor
Se presenta como una autobiografía estructurada en una serie de aventuras amorosas, por lo general fallidas, en las que suele mediar un tercero. Se introducen digresiones didácticas o moralizantes y exempla para convencer a sus interlocutores. También se intercalan piezas líricas de métrica variada y dos composiciones alegóricas: el debate del protagonista con Don Amor y la batalla de Don Carnal y Doña Cuaresma.
Sentido de la obra (Libro de Buen Amor)
En el prólogo en prosa se exponen los dos propósitos del autor: enseñar y recoger sus composiciones poéticas. Se justifica así el didactismo de las aventuras amorosas y la introducción de un cancionero. El autor manifiesta que su intención es inducir al buen amor. El didactismo aparece asociado en muchos pasajes al humor, aunque no faltan los fragmentos de tono serio. La obra se caracteriza por una constante ambigüedad: algunos críticos hacen hincapié en este carácter didáctico de la obra, otros simplemente lo consideran una manifestación de alegría vital. Introduce el lenguaje popular, que se manifiesta especialmente en el uso del refranero, en las llamadas de atención al oyente y en el empleo de eufemismos.
El Mester de Clerecía
Surge en el siglo XIII y comprende una serie de obras con características comunes:
- Son textos narrativos de carácter religioso o heroico.
- Tienen intención moral o didáctica.
- Sus autores manifiestan su erudición aludiendo a las fuentes escritas de las que parten.
- Están escritas en verso y emplean una métrica regular: la cuaderna vía.
Las obras del Mester de Clerecía se destinaban a la lectura individual o colectiva y se difundían oralmente por medio de los juglares. Un grupo de obras del Mester de Clerecía son anónimas, todas ellas compuestas en cuaderna vía. Existen otras en pareados de versos cortos y los poemas de debate. Gonzalo de Berceo, primer poeta castellano de nombre conocido, abandonó el anonimato propio de la épica y proclamó orgulloso su nombre. Como otras producciones del Mester de Clerecía, los textos de Berceo responden a un plan de la Iglesia. Los poemas de Berceo se dirigen a monjes, sacerdotes y novicios, quienes transmitían la enseñanza de la doctrina cristiana a sus fieles por medio de la predicación en lengua vernácula.
En la producción berciana se distinguen tres tipos de obras:
- Obras hagiográficas
- Obras marianas
- Obras doctrinales
Los Romances
Son poemas narrativos y anónimos destinados al canto. Los romances viejos son los documentados entre fines de la Edad Media y mediados del siglo XVI, época en que gozaron de gran popularidad. Debido a su anonimia y a la transmisión oral, son difíciles de fechar. Los romances nuevos son aquellos compuestos por los poetas desde finales del siglo XVI, imitando la forma y el estilo de los antiguos.
Clasificación de los romances
- Romances de tema épico-medieval
- Romances de tema francés (carolingio)
- Romances de tema histórico
- Romances de tema fronterizo
- Romances de ficción
- Romances bíblicos
- Romances grecorromanos
- Romances religiosos
Discurso
Los romances respetan el orden cronológico, aunque este a veces se rompe. Son habituales los comienzos in media res y los finales abruptos y en suspenso.
Estilo
Uso singular de los verbos, arcaísmos, uso de fórmulas, repeticiones y otros recursos.
Narrativa medieval en prosa
Alfonso X el Sabio
La prosa castellana se consolidó gracias al impulso del rey Alfonso X. Sus obras, fruto de un trabajo colectivo, pueden clasificarse en:
- Históricas
- Legales
- Científicas
- Recreativas
Don Juan Manuel
Sobrino de Alfonso X y perteneciente a la más alta nobleza, reflejó en sus obras su devoción hacia los dominicos y la ambición por acrecentar su poder económico y social. Su fuerte conciencia estamental se manifiesta también en sus escritos.
La novela en el siglo XV
Recoge dos grandes ideales de la sociedad cortesana:
La novela de caballerías
Narra las aventuras de un caballero andante, heroico, fiel a su dama y defensor de la justicia y de los oprimidos, que realiza un viaje en el que se enfrenta a distintas pruebas y a elementos sobrenaturales. La obra más importante es Amadís de Gaula, que narra las aventuras del caballero Amadís y los obstáculos con los que este se enfrenta para casarse con su amada Oriana, la doncella más leal, hermosa y enamorada. La acción del Amadís transcurre en espacios que alternan lugares reales con otros exóticos, y escenarios abiertos con los de carácter cortesano. Esta novela emplea la técnica del entrelazamiento.
La novela sentimental
Se concentra en los estados emocionales y los conflictos internos de los personajes, más que en la acción externa; profundización que se lleva a cabo especialmente por medio de cartas y de poemas. Estos relatos desarrollan una historia amorosa con un desenlace triste y una visión trágica del amor. En cuanto a los recursos estilísticos, abundan los característicos de la poesía cancioneril: antítesis, derivación, políptoton, paradojas y alegorías. La novela sentimental prototípica es Cárcel de amor de Diego de San Pedro, autor también del Tratado de amores de Arnalte y Lucenda.
La Celestina
Constituyó un éxito editorial en el siglo XVI; además de en España, se imprimió en castellano en otros países y se tradujo a otras lenguas.
Género: ¿Drama o novela?
Considerada drama por estar constituida solo por las palabras de los personajes, sin la intervención de un narrador. Para otros, se trata de una novela dialogada que, de manera realista, parodia la novela sentimental, especialmente Cárcel de amor. Se sitúa en el marco de la comedia humanística: hereda la presentación de los hechos de la época, la acción en distintos lugares, la duración incierta de los acontecimientos, los largos monólogos y el anticlericalismo.
Modalidades del discurso dramático
Presenta tres modalidades:
- Diálogo: Alterna intervenciones largas y retóricas con un intercambio verbal rápido.
- Monólogo: Se incorpora para la expresión en soledad de los personajes y la exposición de sus debilidades, temores e intenciones.
- Aparte: Mecanismo típico de la comedia romana.
Parodia del amor cortés
En el inicio de la obra, Calisto comete la primera transgresión de las reglas del amor cortés al saltarse el período de espera, pues el joven se declara a Melibea la primera vez que la encuentra a solas. Además, no guarda el secreto y le cuenta su aventura amorosa a su criado Sempronio, y sigue el consejo de este recurriendo a una alcahueta. De este modo, rebaja la figura de Melibea.
Magia
Celestina acude a la magia para que Calisto consiga a Melibea. La alcahueta hace uso del philocaptio. Para ello, Celestina conjura al demonio.
Locura amorosa
En La Celestina aparece también la idea del amor como locura. Esa enajenación hará presa en Melibea y la llevará al suicidio.
Amor sexual
En La Celestina el amor es físico. La alcahueta insiste no solo en el placer físico, sino también en el deleite espiritual que ocasiona el acto sexual.
Increpación al amor
Tras la muerte accidental de Calisto, Melibea se suicida. Esto lleva a su padre, Pleberio, a atacar duramente al amor en un bellísimo monólogo al final de la obra.
Personajes
Calisto
Al principio es un personaje más cómico que trágico, ya que representa el amor cortés parodiado y la locura amorosa, pero tras la primera noche de pasión su sentimiento se va transformando en verdadera pasión. Es insensato y egoísta, aunque a veces tiene momentos lúcidos.
Melibea
Es el verdadero personaje trágico de la obra. En Melibea no se observa arrepentimiento, ni siquiera tiene conciencia de pecado al suicidarse; solo lamenta el dolor que ocasionará a sus padres.
Celestina
La alcahueta, cuya dimensión como personaje ha terminado dando nombre a la obra, representa un ataque contra todo lo establecido.
Sempronio y Pármeno
Son los criados de Calisto. Sempronio es el falso sirviente de la comedia romana. Pármeno es un personaje complejo que, harto de los desplantes de Calisto, evoluciona desde la fidelidad a su amo hasta convertirse en criado desleal.
Elicia y Areúsa
Los amores de las prostitutas, amigas de Celestina, con los criados contrastan con la relación de Melibea y su amado, y representan el lado realista y crudo.
Pleberio y Alisa
Pleberio adquiere relevancia en los dos últimos actos, en especial en el planto final. Su mujer, Alisa, permanece en un segundo plano. La obra insiste en su intención moralizadora; prueba de ello es que los personajes mueren sin confesión.