Corrientes Literarias del Siglo de las Luces al Romanticismo Español

El Neoclasicismo: La Razón al Servicio del Arte (Siglo XVIII)

El Neoclasicismo es el movimiento más representativo de la Ilustración. Sus principios fundamentales son:

  • El arte al servicio de la razón, rechazando los sentimientos y la imaginación desbordada.
  • Imitación de los modelos clásicos grecolatinos.
  • La obra debe respetar el principio estético del buen gusto.
  • Credibilidad y verosimilitud en las tramas y personajes.
  • El arte educa y debe elevar la condición moral del público al que va dirigido.

Autores Clave del Neoclasicismo

Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764)

Fue un fraile benedictino y catedrático de Teología. Combatió con espíritu crítico los prejuicios, supersticiones y falsos milagros. Defendió el método experimental y la razón, promoviendo el uso del castellano frente al latín. Sus obras más destacadas son Teatro Crítico Universal y Cartas Eruditas y Curiosas.

Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811)

Uno de los ilustrados más destacados de su tiempo. Sus escritos incluyen Cartas y Diarios. Fue Ministro de Carlos IV, y su afán reformador provocó su destierro y encarcelamiento. Participó en el Gobierno de la Resistencia. Reflejó sus ideas en obras como la Memoria para el arreglo de la policía de espectáculos y el Informe sobre la Ley Agraria.

La Poesía Anacreóntica Neoclásica

Se caracteriza por ser una poesía didáctica, racional y con una clara utilidad social de las artes. Es antisentimental, artificiosa, con versos breves y un tono frívolo, centrado en el deleite de los sentidos. Sus temas recurrentes son los placeres, la música, la danza, la belleza femenina, el amor, la amistad y la naturaleza idealizada. El autor más representativo de esta corriente fue Juan Meléndez Valdés.

El Teatro Neoclásico y la Política

Se implementaron medidas para acabar con el teatro barroco, ya que no se aceptaba su dinamismo de acción (como las comedias de capa y espada) ni el uso excesivo de tramoyas. Se denunciaba que no se ajustaba a la norma neoclásica, no respetaba las reglas aristotélicas y no estaba al servicio de los ideales de la Ilustración.

  • 1765: Prohibición de los autos sacramentales.
  • A partir de 1779: La Junta de Reforma de los Teatros fomentó la difusión de las obras neoclásicas.

Sin embargo, este tipo de teatro no tuvo gran aceptación entre el público.

El Prerromanticismo: La Antesala de la Emoción (Finales del Siglo XVIII)

En el Prerromanticismo, los ideales de libertad triunfan también en las artes, reivindicando los sentimientos. Se abordan temas amorosos y lacrimógenos, así como cuestiones de alcance ético y humanitario.

Un ambiente otoñal, fúnebre y nocturno, junto con la exploración de la soledad y la angustia, anuncian el Romanticismo del siglo XIX. La obra más representativa de este periodo es Noches lúgubres de Cadalso.

Razón vs. Libertad: Una Transición

Es importante destacar la dualidad de la Ilustración: los pensadores que defienden la razón pura son neoclásicos, mientras que aquellos que priorizan la libertad y la emoción son prerrománticos, marcando el camino hacia la siguiente gran corriente literaria.

La Poesía Ético-Filosófica Prerromántica

La poesía prerromántica da un nuevo tratamiento a la naturaleza, presentándola bajo su condición agreste. El poeta le dirige sus lamentos y sobrecogedoras preguntas, reflejando las preocupaciones éticas y humanitarias del Siglo de las Luces. Se utiliza el verso endecasílabo y suelto, e incluso se mezcla el verso con la prosa. Un autor destacado de esta vertiente es Nicasio Álvarez de Cienfuegos.

El Romanticismo: Pasión y Rebeldía (Siglo XIX)

La Novela Histórica: Un Viaje al Pasado

La novela histórica es una narración que se inspira en personajes y acontecimientos del pasado. El autor se documenta previamente, idealizando la forma de vivir de épocas lejanas, pues algunos valores se consideraban perdidos en la sociedad burguesa de ese tiempo. Es una forma de escapar de un presente mediocre. Estas novelas están protagonizadas por héroes rebeldes y solitarios, a menudo envueltos en pasiones amorosas. La acción se desarrolla en la típica escenografía romántica, y el final suele ser trágico, con duelos y venganzas. Destacan obras como El señor de Bembibre de Enrique Gil y Carrasco, y El doncel de don Enrique el Doliente de Mariano José de Larra.

Mariano José de Larra (1809-1837)

Nacido en 1809, tras su exilio en Francia, fundó algunos periódicos y se hizo famoso firmando sus artículos con el seudónimo de «Fígaro». Vivió dos grandes frustraciones que, unidas al pesimismo existencial de los románticos, contribuyeron a su suicidio en 1837:

  • No poder dedicarse a la política debido a la anulación de unas elecciones amañadas.
  • La ruptura con Dolores Armijo.

Su auténtica vocación fue el artículo de costumbres: una descripción realista y breve de costumbres, tipos, oficios o escenas que reflejaban de manera amable el ambiente de España. Larra añadió descripciones, personajes, acción y diálogo, aproximándose al cuento. Adoptó una actitud crítica, con la intención de modificar costumbres anticuadas. Aunque se crio en los valores de la Ilustración, que nunca olvidó, evolucionó hacia el Romanticismo, entendiendo la literatura como una actividad útil para modernizar la sociedad. Denunció la censura, la pena de muerte, el absolutismo, etc., que tanto habían arraigado en España.

El Teatro Romántico: Drama y Emoción

El teatro romántico se caracteriza por ser un drama que mezcla elementos de comedia y tragedia. Rechaza la regla de las tres unidades, lo que le confiere un ritmo dinámico. El tema central es el amor trágico. Sus personajes son héroes y heroínas apasionados, ansiosos de libertad y rebeldía, que finalmente mueren por su enfrentamiento a las normas de la sociedad. Los escenarios suelen ser nocturnos y solitarios. El lenguaje es retórico, con gran variedad en la métrica y en la estrofa, y se mezcla el verso con la prosa. Las obras suelen estar compuestas por cinco actos o jornadas, buscando conmover emocionalmente al público.

Escritoras Ilustradas y Románticas: Voces Femeninas

Las escritoras de la época recibieron los ideales románticos y se rebelaron contra los esquemas sociales establecidos. Aunque Rosalía de Castro tuvo gran importancia y éxito que llega hasta nuestros días, es necesario rescatar a otras voces que no corrieron la misma suerte:

  • Frasquita Larrea: Regentó un salón de tertulia romántico en España. Publicó escritos de carácter político y, junto a su marido, introdujo ideas del Romanticismo alemán a través de la polémica calderoniana.
  • María Josefa Massanés: Poeta romántica y defensora del derecho a la educación, reivindicó el catalán como lengua de expresión literaria.
  • Gertrudis Gómez de Avellaneda: José Zorrilla la introdujo en los círculos literarios, avalando su ingenio e inteligencia. Cultivó diversos géneros.
  • Carolina Coronado: Perteneció a la Hermandad Lírica, una asociación de escritoras que luchó por visibilizar la autoría femenina y defender la libertad de las mujeres. Fue poeta y también autora de prosa.

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