El Siglo XIX: Transformaciones y Contexto Global
Contexto Histórico, Social y Cultural
El siglo XIX fue una época de graves tensiones sociales, de gran agitación política y de profundas transformaciones en todos los ámbitos. La Revolución Francesa había provocado una crisis que supuso la paulatina liquidación del Antiguo Régimen. La vieja sociedad estamental dio paso a una sociedad de clases: la burguesía sustituyó a la nobleza y alcanzó grandes cotas de poder; es la llamada aristocracia del dinero, que corrió pareja a un gran desarrollo industrial y a la aparición del capitalismo.
La expansión demográfica fue también significativa, sobre todo en las ciudades, donde se instalaron las grandes industrias. Las ínfimas condiciones de trabajo dieron lugar a graves convulsiones sociales y a la aparición del proletariado que, más tarde, se enfrentaría a la burguesía para defender sus derechos.
Durante este siglo, las ideas liberales se abrieron paso e imperaron en los gobiernos constitucionales parlamentarios que defendían la soberanía popular (el poder residía en el pueblo y este lo ejercía a través de unos representantes elegidos por sufragio universal) y abogaban por las libertades individuales de pensamiento y expresión. No obstante, las tensiones entre absolutistas y liberales no cesaron en todo el periodo. De hecho, en la segunda mitad del siglo volvieron a aparecer gobiernos más autoritarios apoyados por la clase burguesa, que pretendía, así, defender sus privilegios; como fue el caso de Napoleón III.
Fue también el siglo de los nacionalismos; su desarrollo acrecentó en los pueblos el sentimiento patriótico y la defensa de sus peculiaridades lingüísticas, culturales e históricas.
En el mundo del arte y de la literatura se sucedieron distintos movimientos, como el Romanticismo, entre otros.
En el terreno de las ideas se produjo una crisis del racionalismo ilustrado. Tras la muerte del filósofo alemán Kant, se abrieron nuevos caminos para la filosofía: el idealismo de Schelling y Hegel, que valoraba la fuerza del espíritu y mostraba una gran preocupación por la historia; y el positivismo de Auguste Comte, que concentró su estudio en lo material, en aquellas cualidades que podían observarse científicamente.
Las ciencias conocieron un extraordinario progreso, sobre todo en la física, medicina y biología.
El Siglo XIX en España: Conflictos, Estancamiento y Transformación
Durante este periodo, España vivió fuertes tensiones políticas, además de un estancamiento económico. Los pronunciamientos militares y la falta de adelantos técnicos produjeron un inmovilismo y un claro retraso de nuestro país con respecto a Europa. En la segunda mitad del siglo, se consiguió una cierta mejora en la agricultura, la industria y el transporte.
Durante la contienda en la Guerra de la Independencia contra Napoleón, se redactó la primera Constitución liberal en las Cortes de Cádiz. Pero cuando Fernando VII regresó a España tras su exilio, la derogó e inició un periodo absolutista que duró hasta su muerte. Esta fue una época de retroceso cultural debido al exilio de los intelectuales y al poder de la censura.
A la muerte del rey, España se dividió en dos bandos, lo que provocó una guerra civil: la Guerra Carlista, entre los partidarios de Isabel II y los seguidores de Don Carlos. Isabel II subió al trono tras un periodo de regencias. Después, una revolución popular destronó a la reina y se proclamó una nueva Constitución. La crisis político-social se agudizó y, tras un breve reinado de Amadeo I de Saboya, se proclamó la República. Esta etapa conflictiva se cerró con el periodo de la Restauración, llevada a cabo por el hijo de Isabel II, Alfonso XII. En esta última época, se alternaron pacíficamente en el poder liberales y conservadores.
Durante la Restauración, tuvo lugar una gran transformación de la sociedad española en el terreno ideológico. Frente a las ideas tradicionalistas de Menéndez Pelayo, cobró fuerza un movimiento renovador, el Krausismo, que defendía una moral basada en la idea de la tolerancia. Giner de los Ríos aplicó estas ideas a la pedagogía y creó la Institución Libre de Enseñanza con una ideología progresista que influyó en los escritores del momento.
Culturalmente, España siguió con retraso las novedades europeas. Los intelectuales continuaron enfrentados y divididos en tradicionalistas y progresistas, mientras que el 70% de la población española era analfabeta.
El Romanticismo: Revolución Estética e Ideológica del Siglo XIX
El Romanticismo es un complejo movimiento cultural que se desarrolló en Europa en la primera mitad del siglo XIX y supuso una revolución estética e ideológica. Se inició en Alemania e Inglaterra a finales del siglo XVIII, y entre sus precursores destacan el poeta inglés Young y el alemán Goethe.
Los románticos protestaron contra los valores impuestos y los problemas político-sociales del momento, e hicieron de la libertad su bandera. Es una nueva forma de vivir y de crear que refleja una nueva actitud ante los problemas del hombre. Entre sus características principales destacan:
- Individualismo: El hombre señala sus propios fines. El artista expresa sus emociones con un egocentrismo exacerbado; se cree el centro del mundo, el intermediario entre el arte y los demás hombres.
- Culto a la libertad: El individuo proclama su derecho a expresarse y su libertad individual frente a la sociedad. Se rechazan las reglas sociales y artísticas. Pero esta liberación tiene su precio: un hondo sentimiento de vacío y soledad que lleva al romántico al desasosiego interior, al pesimismo y a la insatisfacción continua.
- Rebeldía y contradicciones: El romántico busca la felicidad imposible y choca inevitablemente con la realidad. La huida se hace necesaria; los románticos miran hacia el pasado legendario, hacia países exóticos o hacia su propio interior.
- Nacionalismo: Frente al universalismo de la Ilustración, el romántico proclama el nacionalismo político; cada país y cada región ensalzan sus costumbres y sus valores tradicionales.
Hacia 1850, el Romanticismo concluyó en casi todos los países europeos. Tras diversas reacciones contra la concepción romántica del mundo, surgieron nuevos movimientos.
El Romanticismo en España: Un Fenómeno Tardío y Breve
El Romanticismo en España es un fenómeno tardío, ya que apareció en la década de los treinta del siglo XIX. Las vías por las que se introdujo la nueva estética en España fueron:
- El periodismo: Los primeros artículos que hablaban del nuevo movimiento fueron publicados por el cónsul alemán Nicolás Böhl de Faber en el periodo absolutista.
- El regreso de los exiliados liberales: A la muerte de Fernando VII, figuras como Martínez de la Rosa o Espronceda regresaron, trayendo consigo las nuevas ideas.
- El estreno de obras clave: La puesta en escena de la obra del Duque de Rivas, Don Álvaro o la fuerza del sino, marcó un hito.
Sin embargo, fue un fenómeno breve como tal. La publicación de la novela La gaviota de Fernán Caballero marcó el final de la etapa romántica, aunque aún quedaron algunos representantes destacados como Bécquer y Rosalía de Castro, denominados posrománticos.
La Literatura Romántica
Temas Literarios del Romanticismo
Los temas más importantes tratados por los autores románticos son:
- El pasado histórico nacional o regional: La inspiración se busca en la Edad Media, en el mundo árabe o en personajes literarios como Don Juan o Don Quijote. Se aprecia un apogeo de la novela histórica, de los romances y leyendas.
- Los sentimientos frente a la razón: La melancolía, el anhelo de una felicidad imposible, la fuerza del destino, el individualismo, la rebeldía ante el mundo y el amor, que rompe fronteras y convencionalismos sociales, pero que a menudo da lugar al desengaño.
- La exaltación del yo y el culto a la libertad: El artista es el héroe, se siente superior al mundo, se aísla y busca una soledad egocéntrica.
- Los conflictos sociales: El romántico se hace eco de las desigualdades, de la conciencia nacionalista y de las teorías del humanitarismo social. Presenta personajes marginados, pero libres: bandoleros, mendigos, víctimas en general de una sociedad clasista y opresora. Los artistas adoptan una postura comprometida.
Estética Romántica: Características y Elementos
Los románticos pretendían una renovación artística basada en el rechazo de las reglas clásicas y en la exaltación de la imaginación. Se proclamó la inspiración y el genio individual por encima de todo, se rechazaron modelos y se mezclaron géneros, tonos y estilos. Otros elementos renovadores son:
- Ambientación: La naturaleza se convierte en confidente del héroe y refleja su estado de ánimo. Es una naturaleza salvaje, turbulenta y pesimista; sus escenarios son el mar bravío, las ruinas, las tormentas, los cementerios, la noche y las ciudades como Salamanca, Granada o Toledo, con sus catedrales, mesones y callejuelas.
- Fantasía: La literatura romántica rompe los límites de la realidad; sus obras están llenas de misterio y de elementos sobrenaturales: personajes de origen desconocido, situaciones límite, milagros, pesadillas y alucinaciones.
- Dramatismo: Se utilizan formas distorsionadas; es una estética basada en la intensidad emocional, no en la elegancia clásica.
- Estilo retórico: El lenguaje es efectista y exagerado; hay una profusión de adjetivos, palabras esdrújulas, signos de interrogación y exclamación, antítesis violentas, comparaciones y metáforas. Por otra parte, los románticos también utilizan un vocabulario castizo y populista en escenas costumbristas llenas de colorido.
La Poesía Romántica: Expresión de Sentimientos y Rebeldía
Es el género más adecuado para expresar la actitud romántica: la rebeldía ante el mundo y la expresión de los sentimientos más íntimos. En ningún otro momento histórico, posiblemente, gozó la poesía de mayor proyección popular.
Los temas poéticos son la libertad, los sentimientos (el amor), lo satánico y sobrenatural, la muerte, lo exótico y legendario. En los aspectos formales, se percibe una clara intención renovadora; aparecen nuevos ritmos acentuales, que confieren gran sentido musical a los poemas, y se alternan estrofas de distintos metros y medidas. Por lo que respecta al lenguaje, es culto y retórico.
Se distinguen dos tipos de poesía:
- Poesía épica o narrativa: De tono heroico, esta poesía recoge sus temas de la tradición, la historia o la leyenda, y rehabilita el romance. Entre sus creadores destacan el Duque de Rivas con su obra El moro expósito, cuyo tema gira en torno a los infantes de Lara, y José Zorrilla, autor de un extenso poema, Granada.
- Poesía lírica: Es la expresión emblemática del Romanticismo porque en ella confluyen los conflictos interiores del poeta. Sobresalen Espronceda, Bécquer y Rosalía de Castro.
José de Espronceda: Poeta Romántico por Excelencia
José de Espronceda es un poeta del Romanticismo español por excelencia. Dentro de su poesía encontramos las dos tendencias anteriormente señaladas:
- Poesía narrativa: El estudiante de Salamanca, historia de ambiente misterioso y nocturno que narra la peripecia de Félix de Montemar, genuino seductor al estilo de Don Juan, está enmarcada en la tendencia narrativa de la poesía romántica, encontrando características de la época en cuanto a ambientación y aspectos formales. También es poesía narrativa El diablo mundo, un extenso poema incompleto en el que Espronceda reflexiona sobre la vida humana.
- Poesía lírica: Sobresalen La canción del pirata y El mendigo, recogidas en su libro Poesías. Especial mención merece el Canto a Teresa, largo y famoso poema (escrito en octavas reales) incluido en El diablo mundo y que el poeta dedica a la muerte de su amada, Teresa Mancha. El desengaño es su tema principal.
Gustavo Adolfo Bécquer: La Cima del Romanticismo Intimista
Nació cuando Europa ya había entrado en decadencia el movimiento romántico, pero representa la culminación del romanticismo intimista español, y no solo eso: Bécquer está considerado el primer poeta moderno y una de las cimas de la poesía española de todos los tiempos.
De su producción en prosa sobresalen Cartas literarias a una mujer y Leyendas, siendo esta última la más importante, donde un conjunto de narraciones breves tienen como tema algún hecho extraordinario o sobrenatural; entre ellas destacan El rayo de la luna, Maese Pérez el organista y Los ojos verdes. Cada una de ellas encierra una reflexión sobre el ser humano.
Su obra poética se reduce a Rimas, cuya primera edición completa fue publicada por los amigos del poeta tras su muerte. Bécquer había recopilado sus poemas en un manuscrito, pero este se quemó en un incendio.
El universo de las Rimas abarca dos aspectos fundamentales: la poesía y el hombre, con la implicación del amor en sus más distintas derivaciones: gozo, exaltación, ruptura y desengaño. En el tema amoroso, funde la experiencia personal con la tradición erótica y el simbolismo.
Bécquer creía en la elaboración formal de los poemas, cuyos rasgos más característicos son intimismo, brevedad y sencillez, estructuras paralelísticas, predominio de la musicalidad, uso de la rima asonante, combinación de versos de arte mayor y de arte menor, y eliminación del retoricismo y de los epítetos innecesarios. Desde el punto de vista gramatical, su poesía presenta un predominio del estilo nominal y del presente en las formas verbales; también es frecuente la forma dialogada.
Rosalía de Castro: Renovación Poética y Sentimiento Gallego
Destaca sobre todo por su producción lírica. Escribe en la misma línea sencilla e intimista que Bécquer. Entre sus obras destacan: en gallego, Cantares gallegos y Follas novas; en castellano, En las orillas del Sar. Armonizó la subjetividad lírica y dolorida con una magistral contemplación de la naturaleza y la vida de las gentes gallegas. Su obra supuso el renacimiento de la poesía en la lengua gallega.