Conceptos Fundamentales: Denotación y Connotación
- Denotación: Es el significado recto y objetivo de una palabra, recogido en el diccionario y conocido por todos los hablantes de la lengua.
- Connotación: Es el significado subjetivo de una palabra, que no figura en el diccionario y que puede variar según el uso y la experiencia de cada hablante.
Autores Destacados del Siglo XVIII y Principios del XIX
Fábulas y Poesía Didáctica
- Félix María de Samaniego (1745-1801): Conocido por sus fábulas, como «La Lechera» y «La Cigarra y la Hormiga».
- Tomás de Iriarte (1750-1791): Obras notables incluyen «La Ardilla y el Caballo» y «El Burro Flautista».
- Juan Meléndez Valdés (1754-1817): Autor de «La Inconstancia» y «Odas Anacreónticas».
Ensayo y Teatro Ilustrado
- Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764): Obras cumbre: «Teatro Crítico Universal» y «Cartas Eruditas y Curiosas».
- Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811): Destacan «Memoria para el arreglo de la policía de espectáculos» y «El Delincuente Honrado».
- José Cadalso (1741-1782): Famoso por «Cartas Marruecas» y «Noches Lúgubres».
- Leandro Fernández de Moratín: El más relevante del teatro del siglo XVIII. Obras principales: «La Comedia Nueva», «El Café» y «El Sí de las Niñas».
- Manuel José Quintana (1772-1857): Poemas como «A la Invención de la Imprenta» y «A la Paz entre España y Francia».
El Siglo XVIII: El Espíritu de la Ilustración
Panorama Literario
Se alimenta durante la primera mitad de la estética y los valores barrocos, pero después entran los ideales ligados al reformismo y al espíritu ilustrado. Por ello, destacan el didactismo, el racionalismo, el cosmopolitismo y la preocupación por el ser humano y su educación.
Géneros Literarios del XVIII
La novela experimenta un retroceso; la poesía adopta un tono cívico y didáctico, y el teatro también se enfoca en lo didáctico.
La Poesía
Se mueve entre la continuidad del estilo barroco y la búsqueda de nuevas formas más acordes con los tiempos.
La Prosa
Se manifestará a través de diversos subgéneros, como los artículos, las memorias, los diarios, las cartas, etc. Dos géneros principales son la Novela y el Ensayo.
La Novela
Entró en una profunda decadencia tras el auge de la picaresca. Los autores del siglo XVIII parecen haberse quedado estancados y sus obras no tienen el valor ni la frescura de las que se están escribiendo en países como Francia o Inglaterra.
El Ensayo
Es un género que se basa en la exposición de ideas y en la argumentación, con temática variada. El siglo XVIII es un momento propicio para el desarrollo de este género, a causa del afán didáctico y pedagógico que mueve a los escritores, impulsados por el espíritu de la Ilustración. Este aportará también una renovación del léxico y del lenguaje, en la que tuvo un papel importante la publicación de los primeros periódicos.
El Teatro
El teatro se ajustará a las formas y temas propios de la Ilustración, y tendrá un marcado tono didáctico. Rescatará las tres unidades clásicas (lugar, acción y tiempo) y volverá a la separación de géneros: la comedia y la tragedia. Se distinguen dos orientaciones: el teatro popular y el teatro neoclásico.
El Siglo XIX: El Auge del Romanticismo
Panorama Literario
Surge en Alemania durante el siglo XVIII a partir de un movimiento que rechaza el imperio de la razón y promueve la presencia de los sentimientos en la literatura. Tardó en llegar a España.
Literatura Romántica
Supone una reacción contra el racionalismo; por ello, tendrá entre sus valores principales la expresión de los sentimientos y del idealismo, aspectos tratados, en general, de forma apasionada.
En España será muy importante el teatro, donde estarán presentes todos los temas románticos y se mostrarán unos personajes atormentados.
Etapas del Romanticismo
Se pueden distinguir tres periodos:
- El Prerromanticismo: A finales del siglo XVIII y principios del XIX, en el que los nuevos planteamientos conviven con la estética neoclásica.
- Plenitud Romántica: Abarca un periodo que va desde 1835 (estreno de Don Álvaro, del Duque de Rivas) hasta 1844 (estreno de Don Juan Tenorio, de José Zorrilla).
- Posromanticismo: Supone una prolongación de la estética romántica hasta el último periodo del siglo, con la obra de Rosalía de Castro (1837-1885) y Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870).
La Poesía
Será el comienzo de la renovación poética que se desarrollará a lo largo de los siglos XIX y XX. Sus rasgos más importantes son la libertad métrica, la polimetría y el tono declamatorio.
La Prosa
La novela, casi siempre de corte histórico, fue un género muy cultivado por los románticos, y destacó sobre todo en Inglaterra. En España podemos mencionar a Enrique Gil, y su obra El señor de Bembibre.
El Teatro
El drama romántico será una de las grandes aportaciones de este periodo a la literatura europea. El teatro reacciona contra todas las normas y se configura como un género anárquico, caracterizado por:
- La temática histórica.
- El rechazo de las unidades clásicas.
- La mezcla de la prosa y el verso.
- La fusión de lo trágico y lo cómico.
- La presencia de personajes muy pasionales, casi siempre marcados por un destino misterioso que los hace más atractivos.
Las dos obras más celebradas son Don Álvaro o la fuerza del sino del Duque de Rivas y Don Juan Tenorio de José Zorrilla.
Representantes Clave del Romanticismo Español
- José de Espronceda: Es el principal representante del Romanticismo liberal exaltado, y su vida lo convierte en un modelo de hombre romántico. Se centró en la poesía: «Canción del Pirata», «El Estudiante de Salamanca», «El Diablo Mundo». Estos poemas reúnen toda la esencia del romanticismo.
- Gustavo Adolfo Bécquer: Será uno de los poetas más influyentes en la poesía posterior. Murió joven por tuberculosis. Su obra fundamental es El libro de los gorriones.
- Mariano José de Larra: Se suicidó a los 28 años. Escribió fundamentalmente artículos de periódico. Obras: El doncel de don Enrique el doliente y Macías.
