Nacimiento y Evolución de la Escena Nacional
En los primeros veinte años del siglo XIX, el teatro nacional experimentó un florecimiento, con obras que trataban las luchas por la independencia. Las persecuciones iniciadas con el gobierno de Rosas tuvieron como consecuencia el exilio de muchos escritores y, por ello, se representaron mayormente óperas italianas y espectáculos circenses.
El Teatro Criollo: Del Circo al Escenario
En 1884, a pedido de los hermanos Podestá, célebre troupe circense, se puso en escena una adaptación del folletín Juan Moreira, de Eduardo Gutiérrez, que significó el origen del teatro nacional. Moreira fue un personaje real que Gutiérrez había convertido en héroe de la literatura gauchesca.
La representación tuvo un éxito notable y los Podestá fueron agregando texto hasta transformarla en un drama gauchesco.
Los Padres del Teatro Argentino
Florencio Sánchez
Compuso dramas que evidencian su preocupación por las problemáticas sociales de su tiempo.
Nació en Montevideo y desarrolló en Buenos Aires toda su carrera como dramaturgo. Era conocida su orientación anarquista, que suele manifestarse en la crítica social presente en sus obras.
Los conflictos individuales y sociales que experimentan sus personajes evidencian la influencia del realismo y el naturalismo en su escritura.
Gregorio de Laferrère
Considerado como el más importante comediógrafo de la época.
Inauguró en Argentina la comedia de costumbres urbana. En sus obras suele presentar de manera satírica las costumbres de los sectores urbanos, en especial los de la clase media.
Su teatro busca el entretenimiento y los hábitos o creencias ridiculizados suelen observarse con una mirada tolerante.
Roberto J. Payró
Algunos críticos señalan que también fue fundamental la figura de Roberto J. Payró. El importante desarrollo que experimentó el teatro durante la primera década del siglo XX en Argentina llevó a la profesionalización de actores y dramaturgos.
Los Orígenes del Sainete
En su origen, el término sainete estuvo ligado a la comida. Además, indicaba aquello que tenía valor o significado de algo. Con el tiempo, su sentido fue cambiando: en el siglo XVI designaba a los intermedios representados en distintos actos de obras más extensas y, tiempo después, se lo empezó a utilizar en relación con toda obra cómica breve que mostrara la vida cotidiana de los sectores populares.
El sainete era considerado un género menor o ‘género chico’; por esa razón, no se tuvo cuidado en conservarlo.
El Sainete Criollo
El surgimiento del sainete criollo responde a la fusión entre la tradición española y la asimilación de tipos, cantos y modismos rioplatenses, posibilitada por la progresiva incorporación de actores nacionales.
En nuestro país, el sainete fue intensificando un tono satírico-político más marcado.
El estudioso del sainete, Tulio Carella, considera que en Argentina el género incorporó un elemento trágico que no existía en el sainete clásico. Los personajes son risibles, pero alcanzan al mismo tiempo la dignidad de la vida.
Inmigración y Sainete
El éxito del sainete criollo está asociado al fenómeno de la inmigración.
La escenografía característica del sainete fue el patio del conventillo, donde se mezclaban las lenguas y las costumbres que aquellos seres traían de sus países de procedencia.
Estos personajes tragicómicos, su comportamiento y sus formas de hablar suscitaban la risa del público, mientras que sus ambiciones y sueños inalcanzables generaban muchas veces un sentimiento de compasión.
Personajes y Temáticas del Sainete Criollo
- El inmigrante: su jerga cocoliche y sus esfuerzos para acriollarse siempre eran un recurso para el humor.
- El guapo: joven valeroso y nostálgico, siempre dispuesto a batirse en un duelo a cuchillo.
- La percanta: muchacha sencilla, romántica que sueña con salir de la pobreza.
- El atorrante: generalmente vago, callejero y aprovechador.
Para Tulio Carella, las temáticas saineteras son: sucesos políticos, la estafa, la broma pesada, el drama amoroso, la soledad, la muerte, el abandono, la promiscuidad, las diferencias sociales, la falta de dinero, los deportes y el juego.
El Teatro de Roberto J. Payró
Mientraiga fue escrita en 1924, pero se estrenó varios años después, luego de la muerte de su autor. En esta obra se observan muchos elementos característicos del género; Payró pone en evidencia los vicios humanos: la avaricia, la mezquindad, el aprovechamiento de la generosidad del prójimo o la gula, con una mirada crítica pero humorística.
El Dinero: Tener o No Tener
El tema central de la obra es el dinero que media en las relaciones entre los personajes.
El título significa “mientras haiga” (mientras haya dinero).
Gaspar es generoso, no solo cuando hay dinero, porque en realidad no lo tiene. Cuando verdaderamente haya dinero, la conducta del personaje cambiaría radicalmente. Para Mientraiga, no tiene sentido ahorrar siendo pobre, pero sí cuando la situación económica mejora.
El Grotesco Criollo
Surgió en Italia a comienzos del siglo XX y presenta simultáneamente situaciones risibles y trágicas en un equilibrio inestable.
En Argentina (1920), las obras teatrales de Armando Discépolo transformaron el grotesco italiano en grotesco criollo. Sus rasgos son:
- El espacio cerrado: su acción se desarrolla en interiores oscuros, ruinosos, opresivos, abarrotados de objetos destruidos y en desorden.
- Los personajes inmigrantes italianos: su forma de expresión, el cocoliche, y su nostalgia por la tierra natal –muestras del desajuste con el entorno porteño– los consolidan como personajes tragicómicos.
- Los conflictos generacionales: se presentan los problemas por los que transita una familia y ya no la interacción de quienes habitan los conventillos.
- El fracaso del sueño de progreso económico: el espectador es testigo de la dureza de la lucha por la vida y por salir de la miseria.
Armando Discépolo
Estrenó su primera obra a sus 18 años. Su carrera como dramaturgo y director teatral fue interrumpida. Entre 1910 y 1934 escribió más de treinta piezas, varias en colaboración. Luego se centró en su labor como director y puso en escena obras de autores nacionales y extranjeros.
Se destacó como escritor de comedias y se identificó con el desarrollo del grotesco criollo.
El Grotesco de Discépolo
Incluyen, en su carácter cómico, serias denuncias sociales y morales.
Grotescos de Mateo:
- El desencuentro generacional.
- Desacuerdo entre Miguel y su hijo.
- Conflicto entre el individuo y la sociedad.