Generación del 900 y Géneros Literarios

Generación del 900

Agrupa a un conjunto de escritores uruguayos que participaron de un mismo clima cultural a finales del siglo XIX y principios del XX en Uruguay. Producen sus obras entre 1895 y 1925. Algunos de los integrantes fueron: Horacio Quiroga, Florencio Sánchez, Julio Herrera y Reissig, Carlos Reyles, Roberto de las Carreras, José Enrique Rodó, María Eugenia Vaz Ferreira, Carlos Delmira Agustini, Javier de Viana. Quiroga en 1900 creó el Consistorio de Gay Saber, una simple habitación donde leían poemas propios y ajenos, se escribían en español y en francés. En 1903, Julio Herrera fundó la Torre de las Panoramas; era un altillo y ahí, además de hacer poemas, tocaban la guitarra, jugaban a las cartas, tomaban mate. Esos eran sus puntos de encuentro, además de los cafés, por ejemplo, Polo Bamba, Café Salandi, Café Moka, Tupi Namba.

Géneros Literarios

Los autores expresan sus sentimientos o inventan historias para compartirlas con los demás. Son las distintas formas de escribir propias de la literatura.

Género Lírico

El poeta expresa sus sentimientos y emociones en verso. Se caracteriza por su expresividad, la musicalidad de la rima y su brevedad. Los temas de este género son traición, amor, pasión, etc.

Ejemplo: Mario Benedetti “Señales” “En las manos te traigo viejas señales son mis manos de ahora no las de antes”

Género Épico o Narrativo

Deriva del término Epos que significa narración. Se escribe en prosa y su temática es diversa, un narrador generalmente en tercera persona narra una o varias acciones reales o inventadas.

Ejemplo: Eduardo Galeano fragmento de “El espejo” “Salía el sol y se lleva los restos de sombra que ha dejado la noche. Los carros de caballo recogen, puerta por puerta, la basura”

Género Dramático

Obras escritas para ser representadas en un escenario mediante personajes que dialogan. La palabra drama deriva del término griego drao que significa acción.

Ejemplo: Roberto Arlt “La isla desierta” Mulato. Allá no hay jóvenes, ni divorcios, ni guardianes de plaza. Todos viven desnudos entre las flores.

Empleada- ¿Y hay todavía islas desiertas?

Comentario del Planteo. Alm.D.P

El cuento tiene un comienzo abrupto, es decir, no presenta antecedentes de los personajes, de su pasado, porque no le interesa saberlo. El cuento comienza afirmando que “Su luna de miel fue un largo escalofrío”. Luna de miel: surgen ideas varias como que es una etapa de celebración, dulce, nueva, única, amorosa, cálida, etc. Y de largo escalofrío: sensación desagradable, producida por miedo o temor. Estas dos expresiones son contradictorias. Se busca crear expectativas, suspenso, etc. Describe a un personaje como “rubia angelical y tímida”. Al darnos adjetivos de su personalidad y una característica física deseo destacar su forma de ser. Por lo que nos dice el narrador, Alicia es: linda, vergonzosa, buena, dulce, inocente, tierna, débil, temerosa de expresar lo que siente, suponemos que es de estatura baja.

Jordan tiene un carácter duro, es severo, rígido, frío, serio, muy callado, alto de estatura, introvertido, incapaz de expresar sentimientos, insensible. Ambos personajes son opuestos entre sí, tanto físico como de personalidad. En esta pareja existe una relación extraña, hay amor entre ellos pero no comunicación, entonces no se demuestra. Alicia trata de demostrarle su amor pero la actitud de Jordan la frena. Mientras él ni siquiera lo intenta. Nos da la ubicación temporal en donde los hechos ocurren entre otoño e invierno “Durando 3 meses…” También indica ubicación espacial donde ocurren los acontecimientos (su casa). El narrador hace una descripción de la casa y del ambiente: tiene altas paredes, es grande, fría, silenciosa, lujosa, como sin vida, carece de calor de hogar. La casa es blanca con columnas y estatuas de mármol, el brillo de las paredes es gélido, parece un palacio embrujado, le produce estremecimientos a Alicia. Hay varias similitudes de la casa con Jordan, él es alto igual que la casa, ambos son fríos y silenciosos. El mármol coincide con su duro carácter. El brillo de las paredes es glacial y el “hiela” las niñerías de Alicia. Ambos le provocan temor a ella.

Rodríguez: C.D.P

Tiene un comienzo abrupto, es decir, no presenta antecedentes de los personajes. No sabe qué hace en el campo a esa hora de la noche ni a dónde se dirige. Al narrador solo le importa lo que va a narrar.

U.T

La acción transcurre en una noche de luna llena tan especial que parece que fuera de día: la luna ilumina tanto que crea un ambiente sobrenatural. Rodríguez se encuentra con el diablo.

U.E

Los hechos suceden en un campo, en un paso del que no se dice el nombre para generalizar. Rodríguez ve al otro que está muy quieto, esperando a que pase, creando suspenso. Cuando Rodríguez ve al otro sigue cabalgando, no retrocede pero tiene la mano sobre el arma por cualquier cosa. De estas actitudes podemos decir que él es desconfiado, precavido, observador, valiente. A lo lejos del otro se ve que viene cabalgando un caballo negro, vistiendo un poncho muy colorado. Los colores se identifican con el diablo, colorado por el infierno, la sangre y negro por la noche. Descripción del “otro”: “desmirriado era el desconocido y muy muy alto”. Tenía una barba en punta, muy negra y largos bigotes los que cuidaba mucho, su semblante es entecado (enfermo, débil, pálido) exagera sus características: crea un personaje desagradable y ridículo.

Comentario del D

¿Va para aquellos lados mozo? 1er intervención del diablo. El modo en que se dirige a Rodríguez es respetuoso, formal, no lo tutea, el tono es meloso, delicado, lo contrario a su apariencia. Al diablo de todas formas no le importa hacia dónde va a ir, porque igual lo va a seguir. Cuando Rodríguez escuchó el tono del otro abandona el arma porque cree que no presenta ningún peligro. 2da inter: “Te vi caer al paso, mirá y simpaticé enseguida”. Acá el modo cambia, lo tutea, es confianzudo, desea caerle bien, agradable. El diablo es falso, engañoso, mentiroso, adulador. A Rodríguez le incomoda que el otro lo tutee y lo mira de reojo, de mala manera. “Le lanzó una mirada que era un cuchillo de punta pero que se contrajo al hallar la del otro (la mirada de Rodríguez) y de golpe quedó cual la (mirada) del cordero”. “Una mirada que era un cuchillo de punta” es una metáfora, y cuando dice “de golpe quedó cual la del cordero” es la comparación que hace entre la mirada de Rodríguez y la del cordero. La mirada del diablo es fría, cortante, filosa, hiriente, penetrante, peligrosa.

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