Generación del 98: Contexto Histórico, Social y Literario en España

La Generación del 98: Contexto General

La obra pertenece a Antonio Machado, enmarcado dentro de la llamada Generación del 98, un grupo de escritores que empiezan a publicar en los años finales del siglo XIX o en los primeros del XX. Viven, al igual que sus coetáneos modernistas, en una profunda crisis de valores éticos y espirituales, rodeados por hombres influyentes que, o bien están convencidos de que la ciencia salvará a la humanidad, o bien creen que la felicidad reside en el materialismo burgués y el culto al dinero.

En España, esta actitud social y cultural se agrava por la crisis política del Desastre del 98, que supuso la pérdida de las últimas colonias de Ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas), y, sobre todo, por el desprecio existente hacia toda innovación cultural y científica. También es propia del contexto social, cultural y literario de la Generación del 98 la preocupación obsesiva por España, que se convierte en tema recurrente en muchas de sus obras.

Contexto Social

Entre 1895 y 1914 (comienzo de la Primera Guerra Mundial) tiene lugar la Segunda Revolución Industrial, caracterizada por la expansión del gran capitalismo, el auge de la alta burguesía y el crecimiento y organización de las masas obreras. Se produce un enfrentamiento ideológico entre un liberalismo en crisis y las corrientes socialistas moderadas y extremas. En España, tras el Desastre del 98 (pérdida de las últimas colonias de Ultramar), los intelectuales proponen ideas modernizadoras y europeizantes. Sin embargo, con las alternancias en el poder durante el reinado de Alfonso XIII, sumadas a las tensiones ideológicas y sociales, el auge de los nacionalismos y, posteriormente, la dictadura de Primo de Rivera y la II República, el periodo anterior a la Guerra Civil es un tiempo de esperanza y, al mismo tiempo, de un gran fracaso colectivo.

Contexto Cultural

El siglo XX nace en plena crisis del Positivismo y del Racionalismo (por ejemplo, avances como la teoría de la relatividad de Einstein ponen en cuestión el optimismo racionalista). Destacan algunas corrientes de pensamiento irracionalistas: el existencialismo de Kierkegaard, el vitalismo de Nietzsche y la voluntad como fuerza irracional de Schopenhauer. Además, la teoría del psicoanálisis de Freud hace aflorar los impulsos reprimidos del subconsciente. Paralelamente, se desarrollan las corrientes materialistas marxistas: todo lo real es materia, por lo que se niega la existencia del espíritu; por lo tanto, la felicidad o la insatisfacción del hombre tienen sus causas en la lucha por la materia. Ante dicho panorama, los escritores también toman partido por unas u otras ideas.

En España, la Generación del 98 surge de la crisis de conciencia burguesa del siglo XIX. Reaccionan contra la vida burguesa y su espíritu materialista y utilitario, buscando un nuevo lenguaje literario y artístico capaz de expresar un mundo más refinado y artístico, o al menos una visión más personal e íntima del mundo existente. Además de las influencias literarias del Posromanticismo, Simbolismo y Parnasianismo, debemos prestar especial atención a dos corrientes técnicas: el Impresionismo (selección parcial de rasgos significativos perceptibles mediante la que se sugiere la realidad total) y el Expresionismo (que muestra la realidad desde una perspectiva deformante), cuyo influjo se extiende a lo largo de todo el siglo XX.

Por último, cabe mencionar las repercusiones del Krausismo y el Regeneracionismo (regeneración de la nación como tarea colectiva a cargo especialmente de la pequeña burguesía, ejemplificada en la Institución Libre de Enseñanza). El Grupo de los Tres (Azorín, Baroja y Maeztu) es de clara raigambre regeneracionista.

Contexto Literario

El término Generación del 98 designa a un grupo de escritores caracterizados por la presencia del tema de España, por sus preocupaciones filosóficas y por un estilo natural y sencillo en el que prima el contenido sobre el aspecto formal. Sus características estilísticas incluyen la sencillez y claridad, la expresión de las emociones que la realidad provoca en la intimidad del autor, la precisión léxica con connotaciones subjetivas que se relacionan con sus sentimientos más íntimos y la preferencia por la oración breve y el párrafo corto.

Entre los miembros de esta generación destacamos los siguientes autores: el denominado Grupo de los Tres (Azorín, Baroja y Maeztu), Antonio Machado, Miguel de Unamuno y Ramón María del Valle-Inclán.

Contexto Histórico-Social en Europa

El periodo histórico comprendido entre finales del siglo XIX y principios del XX en Europa se caracteriza por la inestabilidad y las profundas transformaciones tanto políticas como sociales.

Desde el punto de vista político, asistimos a hechos importantes (Primera Guerra Mundial, Revolución Rusa, etc.) y a cambios sociales que dieron lugar a la crisis de fin de siglo, la cual trajo a su vez una crisis universal de las letras y del espíritu.

La burguesía generó una imagen de paraíso en la Tierra que se sustentaba en la fe en el progreso y en la técnica. Y aunque la técnica avanzó, estas invenciones y transformaciones no acabaron con los problemas del hombre, creando así un sentimiento de falta de fe en la técnica, una ola de desencanto ante los resultados de la industrialización y una actitud de rebeldía contra la estructura social.

En cuanto al pensamiento filosófico, destacan varias corrientes de pensamiento irracionalista (existencialismo, vitalismo, etc.), lo que propicia la crisis del Positivismo y del Racionalismo.

Dentro de esta corriente irracionalista se incluyen tres filósofos que influyeron poderosamente en los artistas de la época: Schopenhauer, Kierkegaard y Nietzsche. Schopenhauer y Kierkegaard nos hablan de la imposibilidad de deshacerse de la angustia y la aceptación de la misma. En cambio, Nietzsche se basaba en la teoría de Schopenhauer, pero aspiraba a vencer el pesimismo dejándose llevar para superar esa angustia. Por otro lado, las teorías evolucionistas de Darwin habían hecho tambalearse los preceptos religiosos. El hombre se siente perdido, incapaz de adaptarse a los nuevos avances tecnológicos y a las nuevas formas de vida.

Contexto Histórico-Social en España

A finales del siglo XIX, la situación de España era desalentadora por varios motivos: era un país atrasado, muy lejos del nivel de industrialización europeo; el sistema político no funcionaba; la tasa de analfabetismo era alta; y en las ciudades dominaba una burguesía que solo se preocupaba por su bienestar. Además, la implantación del sufragio universal en 1890 no supuso que en las elecciones se expresara el sentir mayoritario del pueblo.

Los escritores de la época recogían este panorama, creando desaliento y extendiendo la impresión de crisis social y política. Intelectuales como Joaquín Costa y Ángel Ganivet plantearon la necesidad de regenerar el país y sacarlo de su atraso. La palabra «Regeneración» se convirtió en una palabra clave en la época.

Importante fue también la figura de Francisco Giner de los Ríos, quien fundó en 1876 la Institución Libre de Enseñanza. Gracias a este centro educativo, por cuyas aulas pasaron importantes escritores e intelectuales de la época, se introdujeron en España las teorías pedagógicas y científicas más avanzadas que se estaban desarrollando en Europa.

Un hecho trascendental se añadió a esta penosa situación en la que se encontraba España: el Desastre del 98 y la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, lo cual provocó cuantiosas pérdidas económicas y humanas y supuso el fin definitivo a cuatro siglos de dominio español en América. España había quedado relegada a potencia de segundo orden.

A raíz del Desastre, además, los nacionalismos cobraron nuevos vuelos y los movimientos obreros adquirieron fuerza y protagonismo.

Contexto Cultural y Literario (Síntesis)

En el ámbito cultural, destacan varias corrientes de pensamiento irracionalista (existencialismo, vitalismo, etc.), lo que propicia la crisis del Positivismo y del Racionalismo. Además, la teoría del psicoanálisis de Freud y las corrientes materialistas marxistas cambian la manera de ver la vida de mucha gente.

Ante dicho panorama, los escritores tomaron partido por unas u otras ideas. Los escritores de esta generación reaccionan contra la vida burguesa y su espíritu materialista, buscando un nuevo lenguaje literario capaz de expresar una visión más personal e íntima del mundo existente. Cabe destacar las influencias literarias tales como el Posromanticismo, Simbolismo y Parnasianismo, y las corrientes técnicas del Impresionismo y el Expresionismo.

Por último, cabe mencionar las repercusiones del Krausismo y el Regeneracionismo, entendidos como la regeneración de la nación como tarea colectiva a cargo especialmente de la pequeña burguesía, ejemplificada en la Institución Libre de Enseñanza. El Grupo de los Tres (Azorín, Baroja y Maeztu) es de clara raigambre regeneracionista.

Debate: Modernismo y Generación del 98

En cuanto a literatura se refiere, el Modernismo y la Generación del 98 fueron un tema muy polémico, ya que había quien los incluía en el mismo grupo y había también quien defendía que uno no tenía nada que ver con el otro. En cualquier caso, lo cierto es que dentro de esta generación de fin de siglo existen dos vertientes: una vertiente estética, caracterizada por un intento de encontrar la belleza absoluta al margen de cualquier preocupación social; y la ética, protagonizada por quienes elevaron sus voces para sacar al país de la decadencia en la que se encontraba sumido. Entre estos últimos están los autores que tradicionalmente se han incluido en la Generación del 98: Unamuno, Azorín, Maeztu y Baroja, además de Valle-Inclán por sus amargos esperpentos y Antonio Machado por Campos de Castilla. El término Generación del 98 designa a un grupo de escritores caracterizados por la presencia del tema de España, por sus preocupaciones filosóficas y por un estilo natural y sencillo.

Visión General del Contexto de la Generación del 98

Antonio Machado formó parte de la Generación del 98, un grupo de escritores que vivían en una profunda crisis de valores éticos y espirituales a finales del siglo XIX o principios del XX.

En ese entonces, España sufría la crisis política del Desastre del 98 (pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas) y el desprecio existente hacia toda innovación cultural y científica. También es propia de esta generación la preocupación por España, tema recurrente en muchas de sus obras.

En cuanto al contexto social se refiere, entre 1895 y 1914 tiene lugar la Segunda Revolución Industrial y se produce un enfrentamiento ideológico entre un liberalismo en crisis y las corrientes socialistas moderadas y extremas. Tras el Desastre del 98, los intelectuales proponen ideas modernizadoras y europeizantes. Pero debido a varios problemas (alternancias en el poder, tensiones ideológicas y sociales, etc.), el periodo anterior a la Guerra Civil es un tiempo de esperanza y de un gran fracaso colectivo al mismo tiempo.

En el ámbito cultural, destacan varias corrientes de pensamiento irracionalista (existencialismo, vitalismo, etc.), lo que propicia la crisis del Positivismo y del Racionalismo. Además, la teoría del psicoanálisis de Freud y las corrientes materialistas marxistas cambian la manera de ver la vida de mucha gente.

Ante dicho panorama, los escritores tomaron partido por unas u otras ideas. Los escritores de esta generación reaccionan contra la vida burguesa y su espíritu materialista, buscando un nuevo lenguaje literario capaz de expresar una visión más personal e íntima del mundo existente. Cabe destacar las influencias literarias tales como el Posromanticismo, Simbolismo y Parnasianismo, y las corrientes técnicas del Impresionismo y el Expresionismo.

Por último, cabe mencionar las repercusiones del Krausismo y el Regeneracionismo, entendidos como la regeneración de la nación como tarea colectiva a cargo especialmente de la pequeña burguesía, ejemplificada en la Institución Libre de Enseñanza. El Grupo de los Tres (Azorín, Baroja y Maeztu) es de clara raigambre regeneracionista.

Para acabar, el término Generación del 98 designa a un grupo de escritores caracterizados por la presencia del tema de España, por sus preocupaciones filosóficas y por un estilo natural y sencillo en el que prima el contenido sobre el aspecto formal. Sus características incluyen la sencillez y claridad, la expresión de las emociones que la realidad provoca en la intimidad del autor, la precisión léxica con connotaciones subjetivas que se relacionan con sus sentimientos más íntimos y la preferencia por la oración breve y el párrafo corto. Entre los miembros de esta generación destacamos los siguientes autores: el denominado Grupo de los Tres (Azorín, Baroja y Maeztu), Machado, Unamuno y Valle-Inclán.

Modernismo: Características Esenciales

El Modernismo nace y se desarrolla en un principio en Hispanoamérica de la mano de su precursor Rubén Darío y su obra más representativa, Azul, para después extenderse también por España. Los modernistas están caracterizados por tener una actitud de resignación y decepción frente a la realidad que se les plantea. Por ello, mediante sus obras, recurren a la huida a paisajes exóticos y misteriosos o a épocas y tradiciones clásicas y medievales, así como al adorno excesivo y a la idealización de esa realidad que reflejan. Es por esto que las características más representativas del movimiento serán el escapismo y el uso específico de recursos estilísticos como la sinestesia y la anáfora, ofreciendo como resultado un producto rebosante de musicalidad y con tonos sensoriales y emotivos muy marcados. Sin embargo, dado que la forma precederá al contenido, este será superficial. Como medio transmisor del mensaje, los modernistas optarán por la lírica y la prosa poética renovada.

Generación del 98: Rasgos Distintivos

La Generación del 98 es un movimiento artístico y literario esencialmente castellano, ya que, entre otras cosas, nace y se desarrolla dentro del territorio español. Es un grupo de escritores que vivieron consternados por la situación crítica española y que tratarán, mediante sus obras, de concienciar y hacer reflexionar a la sociedad de la época sobre ello. En sus obras harán una descripción de la situación y reflejarán esos problemas para después criticarlos duramente. Es por esto que estarán marcadas por un tono casi puramente racional. Por ejemplo, dado que el contenido precederá a la forma, el lenguaje usado por los noventayochistas será sencillo, personal y emotivo. Por último, cabe mencionar que el medio de transmisión del lenguaje que escogen estos autores será el ensayo y la novela.

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