Grandes Figuras y Géneros del Romanticismo Español: Poesía, Prosa y Teatro

Rosalía de Castro: Sensibilidad Poética y Compromiso Social

Rosalía de Castro (1837-1885) apenas cursó estudios durante su juventud, por lo que su obra es fruto de su innata sensibilidad poética. Aunque es autora de varias novelas, ha merecido la fama por sus tres libros de poesía más influyentes:

  • Cantares gallegos (en gallego): Repletos de reminiscencias de la antigua lírica galaico-portuguesa, en ellos asoma una autora alegre y optimista.
  • Follas novas (en gallego, «Hojas nuevas»): Refleja su visión subjetiva del mundo y su profunda preocupación por los problemas sociales de sus paisanos.
  • En las orillas del Sar (en castellano): Aborda temas como la tristeza, la religiosidad y una desesperada búsqueda del amor.

Estilo y Temas en la Obra de Rosalía de Castro

En su estilo, predomina el lirismo contenido y la sobriedad. Sus principales temas son:

  • El dolor y la soledad.
  • El rechazo y el encuentro con la muerte.
  • La cuestión social, con especial atención a la emigración.

La Prosa en el Romanticismo Español: Géneros y Autores

En los primeros años del siglo XIX, surgió un nuevo tipo de literatura que se publicaba en los periódicos: relatos, artículos de costumbres, el folletín (novelas por entregas), entre otros. Las dos facetas más importantes de la prosa de la época fueron la novela y la literatura costumbrista.

La Novela Histórica Romántica

Dentro del género novelístico, lo más típicamente romántico fue la novela histórica. En la década de 1820-1830, ejerció una influencia decisiva el escocés Walter Scott, cuyas novelas obedecían a unas reglas básicas:

  • Un héroe ficticio se encuentra implicado en una aventura histórica.
  • Obtiene el amor de una hermosa dama, con la que termina casándose después de muchas peripecias.
  • Aparecen grandes personajes de la historia, lo que da lugar a reconstrucciones bien documentadas.

Este esquema fue adoptado por autores españoles como:

  • Mariano José de Larra con El doncel de don Enrique el Doliente.
  • José de Espronceda en Sancho Saldaña o El castellano de Cuéllar.
  • Y, sobre todo, Enrique Gil y Carrasco con El señor de Bembibre, obra original en cuanto se anticipa al naturalismo al incluir numerosas descripciones de la naturaleza y de las costumbres campesinas de la región.

La Novela de Aventuras

De la novela histórica deriva la de aventuras, en la que la documentación histórica es poco rigurosa y lo esencial es la acumulación de peripecias a través de las cuales el protagonista encuentra su puesto en la sociedad. Sus mejores representantes fueron los franceses Alejandro Dumas y Eugenio Sue. El iniciador de esta variante en España fue Manuel Fernández y González (1821-1888), entre cuyas obras destacan Men Rodríguez de Sanabria y El pastelero de Madrigal.

La Novela Social

Otro subgénero de la época es la novela social, que contribuyó a popularizar las doctrinas del socialismo utópico. Suelen ser textos sentimentales y proclives al maniqueísmo. El autor más destacado es Wenceslao Ayguals de Izco (1801-1873), que alcanzó gran éxito en toda Europa con María, la hija de un jornalero (1845).

El Costumbrismo Romántico

El costumbrismo, género muy en boga durante el Romanticismo, se basa en la observación minuciosa de la vida cotidiana y, en ocasiones, con intención moralizante. El cuadro de costumbres no tiende al desarrollo de una trama ni presenta una estructura cerrada; son «retratos» o «estampas» con personajes que no sufren transformaciones. Gracias a la difusión del periódico, estos cuadros aparecen como pequeños apuntes satírico-descriptivos que enjuician la actualidad política, social y económica o filosofan sobre cuestiones de alcance general.

Hubo periódicos especializados en este género como:

  • El Duende Satírico del Día.
  • El Pobrecito Hablador, de Mariano José de Larra.
  • El Semanario Pintoresco Español, de Ramón de Mesonero Romanos.

Los principales autores costumbristas fueron:

  • Serafín Estébanez Calderón (1796-1867), que escribió numerosos artículos recogidos en un libro titulado Escenas andaluzas (1847).
  • Ramón de Mesonero Romanos (1803-1882), que publicó sus artículos bajo el seudónimo de “El Curioso Parlante”. Su obra más importante es Escenas matritenses (1842).
  • Pero el más destacado costumbrista fue Mariano José de Larra (1809-1837), que publicó muchos de sus artículos con el seudónimo de “Fígaro”. Los concebía como una unidad cerrada, cada uno de ellos con una idea como base que servía para meditar sobre la vida en general. En ellos emplea con gran maestría la parodia. Los recopiló en el libro Colección de artículos dramáticos, literarios, políticos y de costumbres. Los más afamados son:
    • El castellano viejo
    • Vuelva usted mañana
    • En este país
    • El día de difuntos de 1836

El Teatro Romántico Español: Drama y Legado

El drama fue la manifestación teatral más característica del Romanticismo, aunque no se estrenó en España hasta después de la muerte de Fernando VII (1833).

Características del Drama Romántico

  • Su estructura es variada: están divididos en varios actos o jornadas, sin un número fijo.
  • El tema principal es el amor que choca con las normas sociales y que es imposible de alcanzar.
  • El final es trágico, generalmente el suicidio de los protagonistas.
  • El marco histórico en el que se sitúa la acción es el de épocas pasadas.
  • Los escenarios más habituales son los castillos, los monasterios, cementerios, ruinas…
  • Los protagonistas carecen de evolución psicológica; sus dos grandes aspiraciones son la libertad y el amor de una mujer.
  • Se mezclan el verso y la prosa, aunque finalmente triunfa el verso con polimetría.
  • El lenguaje es exaltado.

Obras Dramáticas Románticas Destacadas

Los primeros dramas románticos españoles que triunfaron en escena, ambos de 1834, fueron:

  • La conjuración de Venecia (1834), de Francisco Martínez de la Rosa.
  • Macías (1834), de Mariano José de Larra.

Obtuvieron gran éxito también:

  • Don Álvaro o la fuerza del sino (1835), del Duque de Rivas.
  • El trovador (1836), de Antonio García Gutiérrez.
  • Los amantes de Teruel (1837), de Juan Eugenio Hartzenbusch (Madrid, 1806-1880).

Don Juan Tenorio de José Zorrilla

El drama romántico que más trascendencia ha tenido en la literatura española es Don Juan Tenorio (1844) de José Zorrilla (1817-1893).

Argumento de Don Juan Tenorio

Don Juan lleva una vida disipada de duelos y amoríos. Con el fin de ganar una apuesta a un contrincante, Luis Mejías, rapta a doña Inés, de la que finalmente se enamora. Sin embargo, mata al padre de la joven y debe huir. Cuando regresa, ella ha muerto de amor. En el panteón familiar de los Tenorio, don Juan se encuentra con el fantasma de su amada, que le pide que se arrepienta en un plazo que Dios les ha concedido para que ambos se salven. Don Juan se arrepiente en una escena cargada de elementos fantásticos y sepulcrales.

Estructura de Don Juan Tenorio

La obra se divide en dos partes, separadas por cinco años. La acción de cada una de ellas transcurre en una noche. No hay unidad de lugar, pues la acción transcurre en diversos espacios.

Precedentes de Don Juan Tenorio

La obra tiene como precedentes una de Zamora (autor del siglo XVIII) y, sobre todo, El burlador de Sevilla de Tirso de Molina. En 1849, el autor obtuvo un nuevo éxito con Traidor, inconfeso y mártir.

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