La Celestina: Obra Maestra de Fernando de Rojas y su Legado Literario

La Celestina: Un Clásico Imperecedero de la Literatura Española

La Celestina, una de las obras cumbre de la literatura española, ha cautivado a lectores y estudiosos durante siglos. Su complejidad temática, riqueza de personajes y estilo innovador la convierten en un texto fundamental para comprender la transición entre la Edad Media y el Renacimiento.

Ediciones de La Celestina

La obra se publicó por primera vez en 1499 con el nombre de Comedia de Calisto y Melibea, compuesta por 16 actos. Sin embargo, la versión definitiva, conocida como Tragicomedia de Calisto y Melibea, se publicó hacia 1502, añadiendo cinco actos más para un total de 21 actos. Esta ampliación profundizó en la trama y el desarrollo de los personajes, consolidando su estatus como una obra maestra.

Autoría de La Celestina

El autor del primer acto de La Celestina es desconocido, aunque se especula que pudo ser Rodrigo Cota, un escritor del siglo XV. El resto de la obra es de autoría de Fernando de Rojas (h. 1473-1541), quien en el prólogo afirma haber encontrado el primer acto y, al quedar cautivado por él, decidió completarlo. Fernando de Rojas, natural de La Puebla de Montalbán (Toledo), estudió Derecho y ejerció como jurista en Talavera de la Reina. De origen judío, fue testigo de la persecución de algunos de sus familiares por la Inquisición, incluido su propio padre, una experiencia que pudo influir en la visión pesimista y crítica presente en la obra.

Estructura y Partes de La Celestina

El texto de La Celestina se compone de varias secciones clave que guían al lector a través de su compleja narrativa:

  • Una carta del autor a un amigo, donde Fernando de Rojas relata cómo encontró el primer acto y decidió continuarlo.
  • Unos versos acrósticos que, al ser leídos verticalmente, revelan el nombre de Fernando de Rojas como autor.
  • El argumento general de la obra, que introduce la trama principal.
  • Los 21 actos que conforman la Tragicomedia, donde se desarrolla la historia de Calisto y Melibea.
  • Unos versos finales del corrector, Alonso de Proaza, que cierran la obra.

Argumento Central de La Celestina

La trama de La Celestina se inicia con Calisto, un joven noble, rechazado por Melibea. Siguiendo el consejo de su criado Sempronio, Calisto recurre a Celestina, una astuta alcahueta. Celestina, mediante sus artimañas y conjuros, logra que Melibea acceda a un encuentro amoroso con Calisto. Tras el éxito de su mediación, los criados Sempronio y Pármeno exigen a Celestina su parte del regalo que Calisto le ha hecho (un collar). Ante su negativa, los criados la matan en un forcejeo, por lo que son ajusticiados.

En la versión original de 16 actos, tras su primera cita amorosa, Calisto, al dejar a Melibea, cae de una escalera que había usado para pasar por encima del muro del jardín de la casa de Melibea y muere. A continuación, Melibea se suicida, y su padre, Pleberio, cierra la obra con su desgarrador lamento.

En la edición ampliada (21 actos), los enamorados no mueren inmediatamente después de la primera noche de amor. Su trágico final se pospone a otra noche, cuando Calisto baja a defender a sus criados, quienes son atacados por unos matones contratados por Areúsa y Elicia, pupilas de Celestina, deseosas de vengar la muerte de su mentora.

El Género Literario de La Celestina

El género de La Celestina ha sido objeto de amplio debate. Por un lado, posee características dramáticas al estar construida exclusivamente a través de los diálogos de sus personajes. Sin embargo, su extensión y los frecuentes cambios de espacio y tiempo la hacen inviable como obra teatral para ser representada en su totalidad. Por estas razones, se aproxima más a lo que hoy se entiende por novela, siendo considerada una novela dialogada o comedia humanística.

Fuentes e Influencias de La Celestina

El modelo genérico principal de La Celestina es la comedia humanística, un tipo de obra propia de los ambientes universitarios, escrita sin intención de ser representada y que se difundía mediante la lectura en voz alta. Eran obras de tema amoroso, escritas en latín, a menudo como ejercicio de estilo.

Además de la comedia humanística, Fernando de Rojas se inspiró en diversas fuentes para la construcción de su obra:

  • El libro de Buen Amor: La figura de Trotaconventos, la alcahueta de esta obra medieval, sirvió de inspiración para la creación de Celestina.
  • La poesía cancioneril: De ella toma la ideología del amor cortés que expresa Calisto, así como algunos recursos retóricos.
  • La novela sentimental: Calisto presenta de forma paródica rasgos similares a los del protagonista masculino de este tipo de relatos, subvirtiendo las convenciones del amor idealizado.

El Amor en La Celestina: Un Tema Complejo

El amor es el tema fundamental de La Celestina y se presenta de manera compleja, abarcando diversos aspectos:

  • Amor sexual y deseo físico: El amor en La Celestina está intrínsecamente unido al deseo físico y la pasión carnal, alejándose de idealizaciones platónicas.
  • Parodia del amor cortés: Al principio de la obra, el amor de Calisto aparece como una parodia del amor cortés. Calisto pretende seguir sus reglas (enamoramiento fulminante, sufrimiento por el rechazo de la dama, enfermedad de amor), pero rápidamente las incumple, por ejemplo, al no guardar el secreto de su amor o al recurrir a una alcahueta.
  • El amor como locura: En Melibea, el amor se manifiesta como una fuerza irresistible que se impone a la razón. En la época, algunos moralistas consideraban el amor como una forma de enajenación mental que podía conducir a la muerte, lo cual se cumple trágicamente en el destino de Melibea.
  • El papel de la magia: La alcahueta Celestina hace uso de la philocaptio, una práctica mágica destinada a provocar la pasión amorosa, para lo cual conjura al demonio.
  • La increpación al amor: El lamento final de Pleberio, tras el suicidio de su hija, es una dura increpación al amor, al que considera el origen de todos los males y desgracias.

Personajes Principales de La Celestina

Cada personaje en La Celestina posee una personalidad propia y claramente definida, contribuyendo a la riqueza y profundidad de la obra:

  • Calisto: Al principio, es más cómico que trágico, ya que su pasión se representa como una parodia del amor cortés. Sin embargo, progresivamente se transforma en una verdadera pasión. Aparece como un joven noble impulsivo y caprichoso, que adopta una actitud pasiva ante el rechazo inicial de Melibea.
  • Melibea: Es el personaje trágico de la obra. Melibea es una mujer impulsiva y apasionada. En ella no se observa arrepentimiento, ni siquiera tiene conciencia del pecado que supone el suicidio en la moral de la época.
  • Celestina: Es una anciana astuta que hace negocio con los deseos de los demás, a quienes controla a través del sexo y la manipulación. Es una hechicera inteligente y sabe convencer con la palabra, dominando el arte de la retórica y la persuasión.
  • Sempronio y Pármeno: Sempronio es el criado desleal, quien pone a Calisto en manos de Celestina por interés. Pármeno es un personaje más complejo: inicialmente quiere proteger a su amo, pero acaba actuando contra él a causa de la ingratitud de Calisto y la influencia corruptora de Celestina.
  • Elicia y Areúsa: Son las prostitutas que conforman el mundo en el que se mueve Celestina, quien las utiliza para conseguir sus propios fines y como parte de su red de contactos.
  • Pleberio y Alisa: Solo el padre, Pleberio, adquiere relevancia al final con su conmovedor lamento, en el que increpa al amor y al destino por la pérdida de su hija. Alisa es la madre de Melibea.

Estilo y Lenguaje en La Celestina

Dado que La Celestina es una obra totalmente dialogada, sus características estilísticas se centran en la riqueza y variedad de sus diálogos. Se distinguen tres modalidades principales:

  • Intervenciones largas y retóricas: Con réplicas extensas, a menudo de tono elevado y culto, que contrastan con intervenciones breves, de cortísimas réplicas y contrarréplicas, de tono más coloquial y ágil.
  • Monólogos: Son parlamentos extensos, de tono elevado, donde los personajes exponen sus pensamientos más íntimos y sus intenciones, revelando su psicología.
  • Apartes: Un mecanismo dramático que sirve para mostrar la hipocresía de determinados personajes (especialmente los criados y Celestina) y su verdadero pensamiento, que difiere de lo que expresan en voz alta.

Uno de los rasgos más característicos del estilo de La Celestina, que le confiere una gran sensación de realismo, es que la mayoría de los personajes adecuan su lenguaje a la situación y al personaje con quien hablan. Así, se observa una alternancia entre el lenguaje culto y el popular, el retórico y el coloquial.

En cuanto a los recursos retóricos, abundan —sobre todo cuando se emplea el tono elevado— las anáforas, exclamaciones, repeticiones, antítesis, interrogaciones retóricas, entre otros.

Además, son muy frecuentes:

  • Las sentencias: Frases tomadas de obras de autores importantes sin citarlos, que aportan un tono de sabiduría y autoridad.
  • Los refranes: Reflejo del pensamiento popular y la sabiduría tradicional, que a menudo brindan comicidad y un toque de realismo.

Finalidad y Mensaje de La Celestina

La intención de Fernando de Rojas al escribir La Celestina ha sido objeto de diversas interpretaciones por parte de la crítica:

  1. Intención moralizadora: Para algunos, la obra posee una clara intención didáctica y moral. De acuerdo con lo que el propio Fernando de Rojas expresa en el prólogo, busca advertir contra las alcahuetas y los malos sirvientes, así como contra los «locos enamorados» que pretenden que su dama es su Dios, mostrando las trágicas consecuencias de la pasión desmedida y la transgresión moral.
  2. Visión pesimista del mundo: Otros críticos sostienen que La Celestina muestra una visión desengañada y profundamente pesimista del mundo, en el que el ser humano se halla desamparado e indefenso frente a un destino ineludible y cruel, donde la fortuna y la pasión ciega conducen a la destrucción.

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