Introducción y Contexto Novelístico de Tristana
El presente texto pertenece a **Benito Pérez Galdós**, y corresponde a su novela ***Tristana*** (1892). Esta obra se aproxima notablemente a la nueva etapa novelística de Galdós, configurándose como un heraldo de las llamadas **novelas espiritualistas**. Antes de profundizar en el estudio de dicho texto, es relevante destacar que Galdós tenía 49 años cuando la escribió. Esta obra se desliga de la tradición del folletín.
Para Galdós, en esta época, la realidad se presenta cada vez más oscura y complicada. Frente a obras anteriores como Tormento y Doña Perfecta, Tristana es una obra de **mayor reflexión y menor acción** (los personajes tienden más a hablar que a actuar). En Tristana, la sociedad no importa demasiado; es una novela centrada exclusivamente en la **evolución psicológica de los personajes**. A Galdós le atrae más el personaje que la realidad social circundante.
Podemos apreciar un deseo de contar la realidad de una manera totalmente diferente. Aparecen unos seres dubitativos, vulnerables y descentralizados, lo que los hace profundamente **humanos**. Además, la realidad siempre acaba imponiéndose.
Tristana: El Centro de la Evolución Psicológica
Tristana es el centro de la obra; los acontecimientos externos no son lo primordial. Encontramos, por tanto, una **evolución compleja** de la protagonista. Se afirma que con Tristana se avanza hacia la espiritualización novelesca. La acción es escasa, siendo una obra de pensamiento, más de hablar que de actuar. Podemos observar cómo el personaje se va creando a sí misma, forjando una **identidad propia**, es decir, se reinventa. Para ello, necesita la **lectura**, la **memoria** y una **imaginación desbordante**.
¿Para qué necesita estos elementos? Para escribir y dialogar con Horacio sobre esa nueva Tristana. En cierta manera, ella es la escritora de sí misma. Por tanto, nos encontramos en un proceso de **ficcionalización del personaje**. El proceso de la escritura se metaforiza en Tristana, porque a medida que va creándose la nueva identidad, ella se va transformando. Sabe comunicar sus deseos a través de la escritura, reflejando el proceso que experimenta un escritor. Esto constituye un proceso de **metaforización literaria** en su búsqueda de identidad.
Nos cuestionamos: ¿por qué introduce Galdós el intercambio epistolar en Tristana? Se puede decir que, de ese modo, la heroína tendría su propia voz en este drama.
La Condición Femenina y Don Lope
Tristana se queda huérfana y su tutor es **don Lope**. Jurídicamente, la mujer debía estar a la sombra del hombre, pues de lo contrario no representaba nada en la sociedad. Era habitual que el tutor mantuviera una relación con ella, ya que las mujeres solteras eran deshonradas. Tristana mantiene una relación con don Lope porque era la única solución que le quedaba.
Los **sueños** de Tristana son lo que la salvan de su vida, del vacío. Con don Lope no hay entendimiento, y con Saturna no hay una comunicación profunda. Tristana tiene el afán de lanzarse a la ficción sin mucho esfuerzo.
El Afán de Saber y el Fracaso Existencial
Este afán del saber la llevará al descubrimiento del arte, pues desea ser **artista**. Tristana es un personaje que se salía de lo habitual, con una capacidad de soñar realmente original. Don Lope le sirve de maestro para ello. Tristana es un personaje muy literario, influido por todo lo que va leyendo.
Sufría una metamorfosis: quería ser actriz, luego pintora… Tristana representa un **fracaso existencial** tremendo, pues vemos cómo no llega a ser nada. Tristana tiene preocupaciones intelectuales, pero Galdós, al “cortarle la pierna”, le corta las alas. Galdós empuja a la mujer hacia la independencia, con una filosofía **krausista** (poder ser ella misma), pero finalmente le quita las alas.
El Desenlace y la Resignación
En el desenlace desolador de Tristana, observamos una **pasividad mental** y un destino sin horizontes y gris (un destino en función de lo que el personaje quiere llegar a ser). Llama la atención la **resignada aceptación** de Tristana.
Tanto ella como don Lope, todo lo que rechazaron cuando eran jóvenes desaparece. Es decir, todo lo que habían soñado se esfuma. Ella soñaba con un gran poder de futuro, con grandes horizontes… Se niega a ver la realidad tal y como es. Y ella, para ser feliz, tiene que **olvidar lo que quiso ser**.
El Intercambio Epistolar
Con las cartas, comienza la proyección de sus otros “yoes”. Hay un **pacto de ficción** entre Tristana y Horacio a través de las misivas, lo que genera un doble discurso literario.
Podemos dividir estas cartas de Tristana en dos grupos:
- Breves fragmentos de cartas anteriores a la separación.
- Cartas posteriores a la separación.
Las del primer grupo nunca aparecen completas, y el tono de estos fragmentos es de lo más convencional. Galdós introduce algunas cartas de Horacio al comienzo del intercambio epistolar, pero posteriormente va centrando su atención en la protagonista femenina, dejando que haga de sus cartas la **verdadera novela de sus sentimientos**.
Con su escritura epistolar, Tristana nos muestra también su progresivo **aislamiento** y el olvido paulatino. Una de las evoluciones más claramente documentables mediante las cartas es el estado de **ansiedad y desasosiego interno** de la protagonista.
Horacio y Tristana
[Sección pendiente de desarrollo sobre la relación entre Horacio y Tristana.]
