La Generación del 98: Un Viaje a Través de la Literatura Española

La crítica social

Criticaban el caciquismo, el poder de la iglesia, el subdesarrollo económico y el militarismo.

El tema existencial

La Generación del 98 rechazó la expresión retórica y grandilocuente y retornó a la sencillez y la claridad. Su literatura se caracterizó por el subjetivismo, ya que la percepción de la realidad que tiene el yo es más importante que el mundo exterior, y expresaban las emociones que la realidad provoca en el autor. También se caracterizaron por:

  • La precisión léxica, la elección de la palabra justa, a veces con sabor local o arcaico.
  • La preferencia por la oración breve, el párrafo corto y la expresión natural.

Autores de la Generación del 98

Novela

En 1902, se publicaron cuatro novelas en España que marcaron un cambio en el estilo literario, hacia una mayor introspección y simbolismo. Estas características se veían en la crisis vital y el conflicto de los protagonistas, así como en la reflexión frente al componente narrativo. La novela fragmentaria y desestructurada también fue una característica de este nuevo estilo literario.

Miguel de Unamuno

Es un escritor español que se centró en la filosofía y la existencia. Su obra se basa en la búsqueda de inmortalidad, el conflicto entre la religión y la razón, y la paternidad y maternidad como formas de continuar la vida. En sus novelas, llamadas «nivolas», el autor esquematiza la acción, prescinde de elementos temporales y espaciales, y se centra en la angustia íntima de los personajes.

José Martínez Ruiz, “Azorín”

Fue un escritor español cuyo tema central de narrativa fue el tiempo, la vida como transcurso hacia la muerte. Relacionó el tiempo como repetición de emociones y situaciones a lo largo de la historia, la literatura como fuente de inspiración, sobre todo los clásicos españoles, la reivindicación de los pequeños detalles para eternizar el instante y la ausencia de acción. Azorín escribió novelas con rasgos autobiográficos, tales como «Diario de un enfermo» y «Confesiones de un pequeño filósofo». También escribió una colección de artículos llamada «Castilla», la cual mezcla el ensayo y el cuento, y recrea personajes de obras literarias.

Pío Baroja

Es un escritor español cuyas obras tienen una visión crítica de España y muestran un pesimismo y una lucha continua. Sus personajes están polarizados entre acción y abulia, y la estructura de sus novelas es abierta, como el fluir de la vida. Entre sus obras destacan «Camino de perfección», «La lucha por la vida» y «La raza».

Ramón María del Valle-Inclán

Escribió «Sonatas», «Trilogía de la Guerra Carlista», «Tirano Banderas» y «El Ruedo Ibérico».

Poesía

Antonio Machado y Miguel de Unamuno son dos poetas españoles de la Generación del 98. Machado escribió poesía en el estilo del 98, mientras que Unamuno se centró en temas religiosos y reflexivos.

Ensayo

Desde mediados del siglo XIX, el Regeneracionismo, caracterizado por un espíritu de reformismo y renovación ideológica, intenta reconstruir España.

Ensayistas regeneracionistas

El texto habla de los ensayistas regeneracionistas, que eran personas que intentaban renovar España mediante la enseñanza y la economía. Estos incluían a:

  • Francisco Giner de los Ríos
  • Joaquín Costa
  • Ángel Ganivet
  • Ramiro de Maeztu

Todos ellos eran defensores de la renovación espiritual sobre la tradición nacional.

Ensayistas de la Generación del 98

Miguel de Unamuno trató los temas de la vida y la muerte, así como la idea de la españolización de Europa. José Martínez Ruiz, «Azorín», trató los temas del tiempo, la fugacidad de las cosas y el paisaje de España. Pío Baroja criticó la crueldad, la estupidez y la maldad de la sociedad en sus ensayos. Antonio Machado, por su parte, presentó su visión del mundo a través de personajes ficticios en sus obras en prosa.

Teatro

Azorín escribe teatro irreal y simbólico: «Angelita», tema del tiempo; «Lo invisible», angustia ante la muerte.

Jacinto Grau, en «El señor de Pigmalión», trata el tema del artista, creador de unos muñecos que, anhelantes de vida propia, se rebelan contra él y le matan.

Valle-Inclán, en su primer teatro, se inscribe en el Modernismo decadente con temas de evasión: «Cenizas», «Tragedia de ensueño», «Comedia de ensueño»; después, en el ciclo mítico, con las «Comedias bárbaras», ambientadas en una Galicia arcaica, violenta y cruel, da una visión agria del ser humano y nostalgia por el mundo primitivo, en sintonía con el rechazo de lo burgués; posteriormente, «Farsa italiana de la enamorada del Rey» y «Farsa y licencia de la Reina Castiza».

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