La Ilustración en España: Literatura, Autores y Obras Clave del Siglo XVIII

El Siglo XVIII: Marco Histórico y Cultural

1. Contexto Histórico, Social y Cultural

A nivel político y social, se produce el declive del Antiguo Régimen. Es el tiempo del Despotismo Ilustrado, cuyo lema era: “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”. La Revolución Industrial provoca la extensión del capitalismo y mejora la calidad de vida, mientras que con la Revolución Francesa se produce el paso de una sociedad estamental a una sociedad de clases.

A nivel cultural, en el siglo XVIII se desarrolla la Ilustración, un movimiento cultural e ideológico que supone un cambio de mentalidad. Aparecen científicos, filósofos e intelectuales como Newton, Locke o Voltaire, y en Francia surge la primera enciclopedia, impulsada por Diderot.

Rasgos Fundamentales de la Ilustración

  • Racionalismo: La razón es la base del saber.
  • Empirismo: Para conocer el mundo es necesario experimentar.
  • Criticismo: Sometimiento a crítica del conocimiento anterior.
  • Deseo de conocimiento.
  • Utopismo: La razón conseguirá mejorar la sociedad.
  • Reformismo: Modernizar la sociedad mediante reformas lentas.

2. El Siglo XVIII en España

La casa de Borbón sucede a la de Austria. Tras la muerte de Carlos II se produce una guerra de sucesión, y Felipe V es nombrado rey. La Ilustración entra de forma lenta debido a la oposición de la nobleza y el clero, y a un pueblo llano anclado a la tradición y reacio a las novedades.

3. Tendencias de la Literatura Española en el Siglo XVIII

La literatura se convierte en vehículo de transmisión de las ideas ilustradas y en instrumento de reforma con el lema “enseñar deleitando”. Hay distintas corrientes literarias:

  • El Postbarroco: Continúa con el Barroco. Los poetas imitan a Góngora, sin lograr su creatividad. Aparece un barroco refinado, el Rococó.
  • El Neoclasicismo: Aplica las ideas ilustradas y vuelve a la Antigüedad Clásica. Sus rasgos son: la vuelta al mundo clásico, las obras sometidas a reglas, la utilidad del arte y la literatura, la mayor importancia de la razón frente a los sentimientos y la imitación de la naturaleza.
  • El Prerromanticismo: Anuncia el Romanticismo del siglo XIX y da prioridad a los sentimientos frente a la razón.

El Postbarroco ocupa la primera parte del siglo, mientras que el Neoclasicismo y el Prerromanticismo coexisten en el tiempo y en la obra de algunos autores como José Cadalso.

Géneros Literarios Predominantes

La poesía no es el género más adecuado para transmitir ideas ilustradas. Se crea la prosa moderna y el ensayo (el género más importante). El teatro tiene carácter didáctico y se convierte en uno de los géneros más populares.

4. La Poesía Dieciochesca: Autores y Obras Destacadas

En la primera mitad de siglo se da una poesía postbarroca. Autores de esta tendencia son Torres Villarroel, Gerardo Lobo o Álvarez de Toledo. En la segunda mitad se da una poesía neoclásica, que sigue los principios normativos de la Poética de Luzán y cuyos autores se agrupan en escuelas:

  • Escuela Salmantina: Cadalso, Jovellanos y Meléndez Valdés.
  • Escuela Madrileña: Nicolás y Leandro Fernández de Moratín.
  • Escuela Sevillana: Se acerca al Prerromanticismo.

Los temas de este movimiento son el bucólico o pastoril, la sátira y la fábula.

  • Poesía Anacreóntica, Bucólica o Pastoril: Es de carácter artificioso, canta los placeres del amor y de la fiesta y ensalza la naturaleza. Destaca Juan Meléndez Valdés, autor de una égloga llamada Batido.
  • La Sátira, la Epístola y la Oda: Son de carácter social, tratan temas como la amistad o la convivencia. Destaca Jovellanos, que escribe sátiras como La sátira de Arnesto.
  • La Fábula: Da al lector consejos y enseñanzas morales puestas en boca de animales. Destacan Tomás de Iriarte y Samaniego con Las Fábulas morales.

5. La Prosa: Ensayo y Crítica en la Ilustración

El ensayo es el género más importante, pues es el que mejor permite difundir las ideas ilustradas. En la primera parte de siglo aparecen vidas de santos, libros históricos y narraciones de carácter popular. El autor más destacado es Torres Villarroel con sus obras Visiones y visitas de Torres con don Francisco de Quevedo y Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del doctor Don Diego de Torres Villarroel.

Hacia la mitad de siglo comienza el Neoclasicismo, en el que se destacan dos géneros:

  • El Ensayo: Divulga reflexiones sobre temas diversos. Hay dos tipos: Didácticos y enciclopédicos, y humanísticos y pedagógicos. Los ensayistas más importantes son:
    • Feijoo: Con el Teatro crítico universal y Cartas eruditas y curiosas.
    • Jovellanos: Con Memoria para el arreglo de la policía de espectáculos y diversiones públicas y el Informe sobre el expediente de la ley agraria.
  • La Crítica: Satirizaba vicios y costumbres. Destaca José Cadalso con sus Cartas marruecas.

Por otro lado, el periodismo se desarrolla y tiene finalidad educativa y divulgativa. En la prosa de ficción, menos acogida, destaca el Padre Isla con Historia del famoso Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes. A final de siglo aparece el Prerromanticismo con una prosa más sensible, destacando José Cadalso con Noches lúgubres.

6. El Teatro Ilustrado

Es el género de mayor importancia social, desde el cual se difundieron ideas reformistas y pedagógicas. En la primera mitad de siglo predomina el teatro barroco, mientras que en la segunda mitad aparece el teatro neoclásico, que tiene intención didáctica y está sometido a reglas estrictas:

  • Tiene un argumento verosímil.
  • Guarda el decoro.
  • Respeta las unidades de lugar, tiempo y acción.
  • No mezcla tragedia y comedia.
  • No presenta escenas violentas.
  • No sitúa a más de tres personajes en escena a la vez y no la deja nunca vacía.
  • Elimina el personaje del gracioso y utiliza un lenguaje claro.

Los géneros más representados son la tragedia y la comedia.

  • Tragedia Neoclásica: Toma como modelo a la griega o la francesa. Destaca Vicente García de la Huerta y su obra Raquel.
  • Comedia: Género teatral típicamente ilustrado. Destaca Leandro Fernández de Moratín, con El sí de las niñas.

En esta misma época se desarrolla también un teatro de carácter popular, los sainetes, de Ramón de la Cruz. En cuanto al teatro prerromántico, que se da a final de siglo, destaca Jovellanos con El delincuente honrado.

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