La Literatura Medieval Española: Épica, Clerecía y Prosa Alfonsí

I. La Épica Medieval: Los Cantares de Gesta

5.1 Los Cantares de Gesta

Los cantares de gesta son las primeras manifestaciones de la épica medieval (posteriormente, en la Baja Edad Media, se fragmentan y surgen los romances). Según Menéndez Pidal, tienen su origen en unos cantos que los bárbaros solían entonar antes de las batallas para infundirse ánimos y en los que evocaban las hazañas de sus antepasados. Los visigodos, al asentarse en la Península, conservaron esa costumbre.

La palabra cantar se refiere a relatos de acontecimientos destinados, no a la lectura, sino al canto o a la recitación, y difundidos por los juglares. Estos poemas tienen un carácter informativo y noticiero, del que se deriva una de sus notas características: el realismo.

El término gesta alude a las hazañas protagonizadas por individuos (los héroes épicos) con quienes se identifica toda la colectividad, que proyecta en ellos sus inquietudes, aspiraciones y deseos de autoafirmación frente a otras comunidades vecinas; de esta circunstancia se deduce el carácter nacional de estos relatos en verso. En otras palabras, la épica nace, en la Edad Media, unida al despertar de la conciencia nacional de los pueblos.

II. El Mester de Clerecía

6.4 Primer Período: Siglo XIII. Gonzalo de Berceo

En la sociedad estamental del siglo XIII, en la que prevalecen los ideales religiosos y caballerescos, se difunden temas clásicos (Libro de Aleixandre), novelescos (Libro de Apolonio), épico-nacionales (Poema de Fernán González) y religiosos. Precisamente de carácter religioso son las obras de Gonzalo de Berceo, el primer poeta de nuestra literatura.

Sus obras son de tres clases:

  1. Hagiográficas (sobre vidas de santos): Santo Domingo de Silos y Santa Oria.

  2. Marianas (sobre la Virgen María): Milagros de Nuestra Señora. Es la obra más extensa. Consta de una introducción alegórica y veinticinco relatos en los que se narran otros tantos milagros de la Virgen. El autor no es original, sino que se inspira en textos marianos escritos en latín que circulaban en la Edad Media por Europa.

  3. Litúrgicas (sobre las ceremonias de culto): Del sacrificio de la Misa.

6.5 Segundo Período: Siglo XIV. El Arcipreste de Hita

En la incipiente sociedad burguesa-materialista del siglo XIV, alejada de las preocupaciones religiosas y de los ideales caballerescos del período anterior, y con una visión realista de la vida, el sentido didáctico y moralizador del mester de clerecía se impregna de un tono satírico, jocoso unas veces (Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita).

La obra más importante del mester de clerecía es, sin duda alguna, el Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita. Escrita en la primera mitad del siglo XIV, se trata de una obra de sumo interés, no solo por sus indiscutibles valores artísticos, sino también por constituir un rico mosaico en el que se dan cita los más variados temas y tendencias culturales de la Edad Media española.

6.5.1 Libro de Buen Amor

Tema

El eje temático del libro es el amor, entendido este tanto en su dimensión humana (el loco amor) como en la divina.

Argumento y Estructura

Forman la obra una sucesión de fingidas aventuras amorosas protagonizadas por el propio poeta. Este relato autobiográfico es el núcleo argumental del libro y en él se insertan:

  • Dos episodios alegóricos (la pelea del Arcipreste con don Amor y la batalla entre don Carnal y doña Cuaresma).
  • Una paráfrasis del Pamphilus, comedia latina del siglo XII que narra los amores, con intervención de una alcahueta, del joven Pánfilo con la doncella Galatea (don Melón y doña Endrina en la obra del Arcipreste).
  • Una serie de cuentos y fábulas de diversa procedencia, con intención didáctica.
  • Múltiples disquisiciones didácticas, morales y burlescas.
  • Varias composiciones líricas de carácter religioso (cantigas dedicadas a la Virgen) y profano (las serranas).
Métrica

Juan Ruiz, como poeta perteneciente al movimiento literario del mester de clerecía, emplea la cuaderna vía. Él la desvirtúa.

Propósito

Por lo que se refiere a la intención de la obra, la crítica ha señalado repetidamente su ambigüedad. El mismo nombre de buen amor resulta confuso. Podría referirse al amor humano, entendido unas veces como un arte refinado en el que interviene la seducción, y otras como una pasión desenfrenada, desprovista de espiritualidad (el «loco amor»). Pero, al mismo tiempo, la denominación puede aludir al amor divino y ahí radicaría, precisamente, la intención moralizadora expuesta por el autor en el prólogo y defendida por gran parte de los especialistas.

III. La Prosa Histórica y Científica

7.1 La Prosa Alfonsí

Alfonso X el Sabio (segunda mitad del siglo XIII) es el auténtico creador de la prosa castellana. Su magna obra —de la que no fue autor material, pero sí inspirador e impulsor— comprende amplias ramas del saber. Un extenso equipo de colaboradores, siguiendo sus directrices, procedió a redactar tratados en diversas áreas:

  • Históricos: Crónica General y Grande e general estoria.
  • Jurídicos: Las Partidas.
  • Científicos: Tablas alfonsíes, Libros del saber de astronomía y Lapidario.

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