Estructura de la Obra: El Lazarillo de Tormes
Estructura Externa
Esta obra relata la vida de Lazarillo de Tormes. Es una obra clasificada como novela picaresca, aunque anteriormente se la clasificaba como obra de imaginación.
Estructura Interna: Los Siete Tratados
Esta obra se divide en siete partes o tratados, como se especifica en la obra, los cuales se detallan a continuación:
1º Tratado: El Ciego
El padre de Lazarillo murió cuando él tenía ocho años, ejecutado por la justicia tras confesar un robo. Entonces, él y su madre se fueron a vivir a la ciudad, y allí la madre se echó un novio de raza negra con el cual tuvo un hijo. Pero a su novio lo mataron porque todo lo que traía a casa era producto de robos en su trabajo, y le dieron una paliza. A la madre de Lazarillo le impusieron una pena por la justicia. Ella se puso a trabajar en una posada. Cuando el pequeño ya andaba y Lazarillo era ya casi un hombre, un ciego le pidió a la madre de Lazarillo si él podría servirle de guía. Esta aceptó, sin saber lo mal que lo pasaría su hijo, porque durante el tiempo que estuvo con el ciego, Lazarillo pasó mucha hambre, ya que él casi no le daba de comer y, además, le azotaba. Esto provocó que Lazarillo terminara robándole comida, aprovechándose de su ceguera. Lazarillo se vengó: le hacía pasar por los lugares más difíciles, le cambiaba la longaniza por nabos, entre otras cosas. Un día, Lazarillo no pudo más y huyó, dejando al pobre ciego tirado en el suelo con una herida en la cabeza.
2º Tratado: El Clérigo
A los pocos días, Lázaro llegó a Maqueda, donde encontró a un clérigo al que aceptó servir. Este era otro que tampoco daba de comer a Lázaro, y este, una vez más, tuvo que robar a su amo. El amo tenía la comida guardada en un arca cerrada con llave. Lázaro se las ingenió para conseguir una llave idéntica y cada noche iba a quitarle comida, haciéndole creer al clérigo que había ratas en su casa que se comían su comida. Una noche, el clérigo oyó un silbido que parecía de una serpiente, pero que en realidad era el silbido de Lázaro al tener la llave en su boca. Este le propinó tal garrotazo que Lázaro tuvo que estar unos días recuperándose, y cuando ya pudo andar, el clérigo lo echó de su casa.
3º Tratado: El Escudero
Lazarillo llegó a Toledo pidiendo limosnas amablemente y se encontró con un escudero muy bien vestido, a quien Lazarillo creyó que le proporcionaría abundante comida. Sin embargo, el escudero resultó ser su amo. Al conocerlo, descubrió que, efectivamente, las apariencias engañan y que en realidad era un muerto de hambre. El escudero se iba de buena mañana y no regresaba hasta la noche. Cuando Lázaro terminaba de asear la casa, se iba a pedir limosna para poder comer algo. Cuando las conseguía, le daba de comer a su amo, ya que veía que el pobre escudero no comía nada. Esto duró hasta que se prohibió pedir limosna en la calle y sus vecinas les ayudaron a subsistir. Un día, cuando Lazarillo salió de su casa, vio que traían a un muerto a la casa del escudero y fue corriendo a casa para comunicárselo al escudero. Más tarde, el escudero se marchó, dejando a Lazarillo solo y con todas las deudas. Cuando llegaron con el muerto y lo vieron a él solo, y supieron que era inocente, lo dejaron marchar y Lazarillo abandonó esa casa.
4º Tratado: El Fraile de la Merced
Lazarillo buscó otro amo, y este resultó ser un fraile que caminaba mucho y también le hizo caminar mucho a él. Lazarillo lo abandonó por esa razón y por otras causas que no quiere revelar.
5º Tratado: El Buldero
Lazarillo se encontró con su nuevo amo, un buldero, al cual se le ocurrían mil maneras de vender bulas. Durante un tiempo, el buldero no consiguió vender bulas. Entonces, un alguacil que trabajaba para él, simuló estar poseído por un demonio al hablar mal de esas bulas, demostrando así a la gente que eran bulas divinas y logrando vender más. Al cabo de unos meses, Lazarillo abandonó a ese embustero.
6º Tratado: El Capellán
Lazarillo se encontró con un capellán con el cual ganó una pequeña fortuna que le bastó para comprarse vestimenta nueva. Al final, Lazarillo lo abandonó porque ya no necesitaba de su trabajo.
7º Tratado: El Alguacil y el Arcipreste
Lazarillo se encontró con un alguacil, pero no quiso aceptar que fuera su amo porque le pareció un trabajo un tanto arriesgado. Después se asentó con el arcipreste de San Salvador y terminó casándose con una criada suya. Las malas lenguas decían que su mujer tenía amoríos con otro, pero él no hizo caso y defendió a su mujer a capa y espada. Al final, el Emperador trasladó sus cortes a Toledo, y así prosperó su fortuna.
Caracterización de Personajes en el Lazarillo de Tormes
Caracterización del Protagonista: Lázaro de Tormes
A lo largo de la obra se observa una evolución de nuestro personaje, Lazarillo de Tormes. Cada vez es más cauteloso al elegir un amo y se da cuenta enseguida de las consecuencias que pueden tener sus actos. Lo único que busca Lazarillo es una vida estable, donde pueda comer. Cada vez se va haciendo más fuerte como persona.
Le pusieron Tormes porque nació al lado del río Tormes. Fue criado por su madre, ya que su padre murió. De cada uno de los amos que Lázaro tiene, aprende una lección relacionada con la supervivencia y la obtención de alimento.
Es necio, astuto y aventurero.
Caracterización de Cada Uno de los Amos
El Ciego
Este es importante para Lazarillo, ya que es su primer amo y de quien, podríamos decir, aprende más. Es una persona astuta y sabia, pero trata muy mal a Lazarillo, casi matándolo de hambre. Es una persona avara, mezquina, astuta y egoísta.
El Clérigo
Este personaje es un tanto ingenuo, ya que se cree todo lo que Lázaro le dice sin comprobarlo, a pesar de saber que este se está muriendo de hambre. Pero también se porta mal con Lázaro al dejarlo casi sin comer. Es una persona avara y cruel.
El Escudero
Con este aprende que las apariencias engañan y que se puede disimular el hambre perfectamente. Es una persona que parece no tener mucho carácter y que no quiere dar pena a la gente. También termina portándose muy mal con Lázaro, dejándolo con todas las deudas. Es avaricioso.
El Fraile de la Merced
De este no se sabe mucho, ya que en la obra solo se menciona que es una persona muy andadora. Lazarillo lo abandonó por esa razón y por otras causas que no quiere revelar.
El Buldero
De él aprendió algo que no le gustó demasiado: engañar a las personas para ganarse la vida. El buldero es una persona mentirosa, a la cual no le importa la religión con tal de ganar dinero. Es desvergonzado y desenvuelto.
El Capellán
Este le proporciona un trabajo a Lazarillo, permitiéndole aprender lo que es trabajar. El capellán parece honrado y buena persona, parece tener bondad porque, según la obra, no le dice nada a Lazarillo cuando este se va.
El Arcipreste de San Salvador
Este le enseña lo que es vivir con una mujer. Parece amigo de Lázaro y un hombre de buena fe y sensible.
El libro me ha gustado, dentro de lo que cabe. Ha habido momentos en que resultaba muy aburrido, ya que contenía pocos diálogos y muchas palabras no se entendían. No obstante, la historia es entretenida y está bien.
Vocabulario Clave de la Novela
- TRUHÁN: Bufón, individuo que entretenía a los reyes o nobles con sus burlas.
- SAGAZ: Listo, avispado; un águila: persona perspicaz y de vista penetrante.
- ARTES: Habilidades.
- MEDIA BLANCA: Moneda de muy escaso valor; dos medias blancas equivalían a una blanca, y dos blancas a un maravedí.
- LODO: Barro.
- CLÉRIGO: Sacerdote.
- EXTREMAUNCIÓN: Sacramento dado a los moribundos para prepararles a bien morir.
- DILIGENCIA: Cuidado, interés y prontitud con que se hace algo.
- SOLÍCITO: Cuidadoso, diligente.
- MORAR: Habitar.
- FECHORÍA: Mala acción.
- INSIGNE: Célebre, famosa.
- ESCUDERO: Pertenecían a la baja nobleza y servían en la casa de los grandes señores.
- OFICIOS: La misa u otros actos religiosos, como rezos o cantos.
- LÓBREGA: Oscura, tenebrosa.
- SOBRIO: Moderado.
- CONGOJA: Angustia, pena.
- PREGÓN: Lectura en voz alta y en lugar público de algo que conviene que todos sepan.
- MORADORES: Habitantes.
- PLEBEYO: Persona que no es noble ni hidalga; de alcurnia: de ascendencia noble.
- ARCIPRESTE: El cura de mayor autoridad en una o varias parroquias.
Nota histórica: En la época, no era infrecuente que un clérigo tuviera una amante y la casara con un criado para acallar los rumores de la gente.
