El 13 de agosto de 1521, heroicamente defendido por Cuauhtémoc, cayó Tlatelolco en poder de Hernán Cortés.
No fue triunfo ni derrota,
fue el doloroso y cruel nacimiento
del pueblo mestizo
que es el México de hoy.
(Inscripción de la Plaza de las Tres Culturas, en Ciudad de México)
Peculiaridades de la Literatura Hispanoamericana
Denominamos así a la literatura escrita en lengua española en el continente americano. Sin embargo, los países que hoy forman parte de Hispanoamérica son muy diferentes:
- Países con mayor mestizaje, donde la cultura indígena se ha mezclado con la española (México, Perú, Guatemala, Bolivia, Paraguay, etc.).
- Países donde la población indígena fue rápidamente exterminada y sustituida por esclavos procedentes de África, con la consiguiente influencia africana (República Dominicana, Cuba, la zona caribeña en general).
- Países que, después de la Independencia, fueron colonizados por inmigrantes europeos y prácticamente exterminada la presencia indígena (Argentina, Chile, Uruguay).
- Existen países que tienen un poco las tres características, dependiendo de la región (Colombia).
Es decir, hablamos de realidades e influencias muy diferentes y sociedades muy complejas y fragmentarias. En Hispanoamérica conviven al mismo tiempo las tradiciones indígenas y las vanguardias, lo rural y lo cosmopolita, lo culto y lo tradicional. Los escritores lo plasman en sus obras, y les preocupa el tema de la identidad hispanoamericana. Se preguntan: ¿son más indios, más españoles, o son mestizos?
El Problema del Nombre
El término con el que nos referimos a la literatura escrita en lengua española en el continente americano ya revela el problema de la identidad hispanoamericana. Se han propuesto varios nombres:
- Hispanoamericana: Engloba a toda la América de habla hispana. Parece el término más adecuado, aunque ha sido puesto en duda y rebatido.
- Latinoamericana: El concepto defendido por Francia para anular la influencia de la metrópoli. Hace referencia a la literatura americana escrita en lenguas de origen latino, lo cual incluye a la francesa (Haití, Quebec) y la portuguesa (Brasil).
- Iberoamericana: Incluye la literatura en lengua española y portuguesa.
- Indoamericana: Las vanguardias proponían la búsqueda de lo originario, y algunos autores hispanoamericanos propusieron esta nueva denominación para reivindicar lo indígena. Pero la mayoría lo rechazó, porque anula la influencia española y la influencia indígena es mínima en países como Argentina, Chile, etc., que fueron colonizados por europeos después de su independencia.
- Panamericana: Intenta unir el continente, volver a los tiempos en que no había fronteras entre los países.
Como conclusión, los escritores sienten, por un lado, que escriben en español, una lengua heredada; pero que el mundo prehispánico no se puede revivir, y la sensación de haber perdido sus raíces les provoca un sentimiento de pérdida irremediable; por otro lado, no pueden sustraerse a la influencia española, que también forma parte de su identidad.
Breve Historia de la Literatura Hispanoamericana
Antes de los Movimientos de Independencia
Crónicas de Indias
Son la primera manifestación literaria escrita en español en Hispanoamérica, aunque sus autores son europeos. Se empiezan a escribir casi al mismo tiempo del Descubrimiento y la Conquista, y sus autores son los conquistadores, que trataban de describir un mundo nuevo e inimaginable para la gente de la Península. Las maravillas que encontraron los conquistadores en América superaban su imaginación, y describen la naturaleza americana adoptando palabras autóctonas para hablar de animales y plantas inexistentes en España. Saben que muchas cosas que escriben no serán creídas, pero reivindican la verdad de su experiencia. Aquí encontramos las raíces del realismo mágico, movimiento literario del siglo XX cuyo máximo representante es Gabriel García Márquez con Cien años de soledad.
Barroco
Este movimiento comienza más tarde que en España, y dura hasta el siglo XVIII. Quienes escribían eran colonos, nacidos en tierras americanas, y no tenían conciencia de escribir una literatura diferente a la española. En la lírica barroca hispanoamericana influyen Quevedo, Lope de Vega, Góngora, etc.; sus sonetos se imitaban en certámenes. La representante más importante del barroco hispanoamericano es una mujer, Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695).
Sor Juana Inés de la Cruz
Nacida en el actual México, hija de españoles colonos. Se hizo monja para poder tener acceso a la cultura, y utilizó la vida conventual para desarrollarse intelectualmente; le obsesionaba demostrar que podía ser más brillante intelectualmente que un hombre. La mayor parte de su producción es laica (poemas amorosos, etc.). Admiradora de Góngora, cultivó la literatura de ingenio, conocía bien la tradición, los juegos de palabras, etc. Este es el comienzo de uno de sus poemas más famosos, Hombres necios (una crítica a los hombres que cortejan a las mujeres, reprochándoles que si ellas se niegan, las tildan de frías; y si acceden, las acusan de ser ‘malas mujeres’).
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
Después de la Independencia (Romanticismo y Modernismo)
Romanticismo
Con la Independencia, se reivindicaron las raíces y lo autóctono, frente a la cultura madre. Los escritores quisieron construir una lengua diferencial que los distinguiera de la española (se potenció el léxico autóctono, los indigenismos, etc.). En esta época destacan Ricardo Palma (Tradiciones peruanas, colección de leyendas autóctonas prehispánicas), Jorge Isaacs (María, trágica historia de amor romántico con una exaltación del mundo rural colombiano) y Esteban Echeverría con El Matadero, que es una alegoría de la situación de Argentina tras la independencia y las sucesivas dictaduras. Se recomienda su lectura, ya que es un cuento muy breve y de gran impacto.
Modernismo
El modernismo hispanoamericano nació antes que el español, y de hecho, el español estuvo muy influido por este. Los modernistas, al contrario que los románticos, reivindicaron París y la cultura cosmopolita europea. Lo indígena y lo hispánico les parecía un provincialismo cultural. Fueron criticados por los nacionalistas, que los consideraban traidores. El autor más importante es Rubén Darío, nicaragüense (1867-1916).
Con Azul (1888) reivindicó la nueva estética. Es una obra que contiene cuentos escritos en prosa poética, elegante y preciosista. Buscaba huir de lo vulgar y sumergirse en un mundo estético y refinado. Presenta un nuevo tratamiento del amor y del erotismo, oscilando entre lo angélico y el amor oscuro, bestial.