Literatura Medieval Castellana: Prosa, Mester de Clerecía y Teatro

Los Inicios de la Prosa Castellana

El primer testimonio conservado son las Glosas Emilianenses y las Glosas Silenses (o de Santo Domingo de Silos y San Millán de la Cogolla).

La Escuela Alfonsí

El rey Alfonso X el Sabio reinó desde 1252 hasta 1284. Reunió en su corte a sabios hebreos, árabes y latinistas cristianos para sistematizar y traducir al castellano todo el saber conocido en su época. En el siglo XII, en la Escuela de Traductores de Toledo, ocurría algo muy similar, pero las traducciones no eran al castellano, sino al latín. Como consecuencia, la lengua castellana se amplía y transforma para cumplir su nueva función de lengua oficial, lo que lleva a una secularización de la cultura.

El método de trabajo

La Escuela Alfonsí iniciaba su labor recopilando las fuentes latinas, árabes y hebreas, y las pasaba al castellano. La traducción la llevaban a cabo dos personas: un colaborador que conocía el idioma del libro y el traductor al castellano.

Las obras de Alfonso X

  • El Derecho

    Recopilación completa de las leyes de la época. Constituyen un testimonio de las costumbres de Castilla del siglo XIII. Destacan las Siete Partidas.

  • La Historia

    Pretendía ser un tratado de historia universal y se interesaba por los pueblos de la Antigüedad, especialmente por su mitología. Está inacabada, como gran parte de su obra. Entre ellas, se incluyen referencias a cantares de gesta como el del Cerco de Zamora.

  • La Ciencia

    Los Libros del saber de astronomía y las Tablas Alfonsíes recogen conocimientos sobre los astros. El Lapidario, por su parte, recoge las propiedades mágicas de las piedras.

  • El Entretenimiento

    Destaca el Libro de ajedrez, dados y tablas. Alfonso X sienta las bases para el comienzo de la prosa de ficción en romance, aunque será Don Juan Manuel quien aporte el impulso definitivo.

Don Juan Manuel

Don Juan Manuel es un noble y escritor, el caballero que encarna la unión de las armas y las letras. Sobrino de Alfonso X, su obra tiene una clara intención moral y didáctica. Supo elegir los temas que interesaban a los nobles de su época y dominaba las fuentes orientales. No tenía la necesidad de ser original, pero reelaboraba las fuentes con libertad. Buscaba un estilo propio, claro y conciso, aunque puede resultar repetitivo en algunos pasajes. Su obra más importante es El Conde Lucanor.

El Conde Lucanor

Obra acabada en 1335, está dividida en cinco partes, pero lo realmente interesante son los 51 cuentos que componen la primera de ellas. Estos están enmarcados en las conversaciones entre dos personajes: el Conde Lucanor y su consejero Patronio. Todos los cuentos comparten una misma estructura:

  1. Lucanor expone a Patronio, su ayo, un problema que le tiene preocupado.
  2. Patronio decide que la mejor manera de contestarle es contarle un cuento.
  3. Terminada la narración, Patronio extrae de ella el consejo que le conviene.
  4. Después se dice que el conde aplica el consejo y tiene éxito.
  5. Don Juan Manuel decide incluir el cuento en su libro y lo termina con una moraleja escrita en forma de pareado.

Todos los cuentos tienen intención didáctica, con un estilo sencillo y escueto. Los temas están relacionados con la ideología social y ética de un noble. Las fuentes de las que se nutre son realmente variadas.

El Mester de Clerecía

En esta época surge la primera escuela poética consciente de serlo, cuyas obras aparecen a partir de 1240, con características muy diferentes. Las obras tenían un alto contenido didáctico, trataban temas religiosos y de la historia antigua. Los clérigos manifiestan su respeto por lo escrito. Los escritores utilizan una estrofa que requiere mayor habilidad que los usos irregulares y asonantados del mester de juglaría: se trata de la cuaderna vía, formada por cuatro versos de catorce sílabas y una misma rima consonante (AAAA). Cada verso está dividido en dos mitades o hemistiquios por una pausa llamada cesura. Estos versos también se llaman alejandrinos.

El Mester de Clerecía del siglo XIII

Son narraciones en cuaderna vía de carácter religioso, con finalidad didáctica y doctrinal. Además de las obras de Gonzalo de Berceo, se conservan otros tres poemas anónimos:

  • El Libro de Apolonio

    El más antiguo, narra las peripecias de Apolonio, rey de Tiro, que sufre la separación de su mujer y su hija y tiene que afrontar todo género de aventuras para buscarlas.

  • El Poema de Fernán González

    Sobre este personaje se debió componer un cantar de gesta temprano, cargado de contenido religioso y moralizador. Es una fusión entre un tema propio de los juglares y el estilo de los clérigos.

  • El Libro de Alexandre

    Trata de la vida de Alejandro Magno, que aparece caracterizado como un caballero medieval. Otros anacronismos de la obra no deben atribuirse a la ignorancia, sino que constituyen un recurso didáctico para hacerse entender por un auditorio poco culto. Es un poema muy extenso.

Gonzalo de Berceo

Nació en 1196 en Berceo. Su vida estuvo ligada al Monasterio de San Millán de la Cogolla. Era un clérigo ingenuo y sencillo que escribía con la intención de fomentar la piedad de los fieles y expandir la cultura entre un público iletrado. A pesar de su estilo sencillo, en sus obras apreciamos profundos conocimientos de retórica, de letras latinas e incluso de literaturas romances, sobre todo de Francia. A la intención didáctica se le suma la propagandística, para poder sostener el monasterio. Destacan varias obras de tema mariano, entre ellas Los Milagros de Nuestra Señora.

Los Milagros de Nuestra Señora

Esta es la obra cumbre del Mester de Clerecía. Es una colección de 25 relatos breves en cuaderna vía, precedidos de una introducción alegórica. La práctica de la imitación era frecuente en la Edad Media. Influyen el realismo y la viveza, elementos expresivos como los diminutivos y comentarios personales. Aparecen muchos cultismos en sus obras. Muchos tienen la misma estructura interna:

  1. Presentación de los protagonistas.
  2. Desarrollo del relato.
  3. Desenlace.
  4. Moraleja.

El Mester de Clerecía del siglo XIV

Se observan modificaciones importantes en los cánones literarios del siglo anterior. Se rompe con la uniformidad de la cuaderna vía (versos de 16 sílabas y otras veces deja paso a estrofas juglarescas). Los contenidos religiosos dejan paso a un fuerte realismo.

El Arcipreste de Hita y El Libro de Buen Amor

El primer problema que presenta El Libro de Buen Amor es la ambigüedad en cuanto a su intención: ¿el loco amor mundano, que busca el placer, o el buen amor, que es solo de Dios? Se puede creer en la intención didáctica y moral, pues la mayoría de aventuras amorosas terminan de forma insatisfactoria para el protagonista.

El libro está salpicado con digresiones morales en tono serio, cantigas a la Virgen María y oraciones cuya sinceridad es difícil de dudar. Existe la posibilidad de entender El Libro de Buen Amor como una invitación a gozar de los placeres del amor, o como un tratado didáctico. El autor quiere construir una parodia que pretende hacer reír y entretener a su público. Representa los gustos de un nuevo grupo social, la burguesía, con una mentalidad pragmática e individualista. Se interesa por la realidad tal y como es, por el comportamiento humano y por los placeres terrenales, aunque siga manteniendo sus creencias religiosas. La ideología burguesa abre la puerta a una literatura antiheroica.

Estructura y estilo de El Libro de Buen Amor

Su originalidad y su variedad. El hilo argumental, que a veces resulta difícil de seguir, es una autobiografía amorosa, salpicada de otros materiales que, en general, eran bastante conocidos entre los estudiantes de la época. Los componentes más importantes son:

  1. Las aventuras amorosas del protagonista

    Tras sus primeros fracasos, recibe los consejos de Don Amor, que le dice que elija bien a la mujer amada y busque la ayuda de una intermediaria. Según esto, sigue buscando nuevas conquistas.

  2. Una comedia anónima del siglo XII, Pamphilus de amore

    El protagonista se enamora de la joven viuda Doña Endrina y consigue su amor con engaños. Es la única historia que acaba en boda. Cambia los nombres de la obra latina original, le da mayor realismo y viveza.

  3. La alegórica lucha entre Don Carnal y Doña Cuaresma

    Una parodia de las batallas descritas por la épica. Don Carnal, acompañado de perdices y otros manjares, pelea valientemente con Doña Cuaresma, reforzada por la Iglesia y el deseo de imponer el ayuno. Los primeros que quieren acogerlos resultan clérigos, frailes y monjas.

  4. Numerosas fábulas de animales y cuentos diversos.
  5. Composiciones líricas

    Temas de alabanza a la Virgen.

  6. Digresiones moralizadoras

    La censura contra los pecados capitales, la protesta contra los desastres que causa el amor y las quejas contra la muerte son algunos ejemplos.

  7. Otros materiales más difíciles de clasificar

    El elogio de las mujeres pequeñas, la simpática enumeración de las milagrosas propiedades que tiene el dinero, o el episodio satírico de los clérigos de Talavera.

La asombrosa variedad del léxico también es un estilo característico de Juan Ruiz, que destaca por el uso del lenguaje popular, refranes y frases hechas, diminutivos, juegos de palabras, dobles sentidos y chistes. Uno de sus principales méritos es el realismo y la expresividad de sus diálogos, así como la combinación de lo culto y lo popular.

El Teatro Medieval

La escasez de textos dramáticos en la Edad Media castellana plantea dudas sobre el género teatral. Los misterios eran obras de teatro religiosas. En Castilla solo hay dos obras conservadas:

  • Auto de los Reyes Magos

    Apareció en la Catedral de Toledo. Consta de 147 versos polimétricos y es anónimo. Tiene un tono coloquial e ingenuo. Comienza con tres monólogos, en los que los reyes hablaban de sus dudas. Luego se reúnen los tres y se encuentran con Herodes, que se interesa por su viaje. Finalmente, la obra termina de forma algo abrupta con una conversación entre el rey y otros personajes de la corte.

  • Gómez Manrique, 300 años más tarde, compuso la Representación del Nacimiento de Nuestro Señor y las Lamentaciones hechas para Semana Santa, para que las dramatizasen las monjas del convento de su hermana. También se cree que, al igual que la corriente religiosa, también habría una corriente profana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *