MODERNISMO
El Modernismo es un movimiento cultural y literario que se introdujo en España de la mano de Rubén Darío, quien lo importó desde Latinoamérica, y que supuso una renovación total de la literatura, sobre todo de la poesía. Tuvo una influencia enorme en los autores de principios del siglo XX. La poesía modernista, género que más se adecúa al talante modernista, tiene sus fuentes en:
- La poesía romántica (tono intimista, simbolista y sentimental).
- La poesía francesa, de la que serán de suma importancia las aportaciones del parnasianismo (se busca la perfección formal) y el simbolismo (se hacen presentes los estados de ánimo del autor a través de la interpretación simbólica de la realidad circundante).
Rescatará temas del Romanticismo, como los de línea escapista hacia lugares exóticos y exquisitos, paraísos artificiales y épocas pasadas, pues el descontento con el mundo no les mueve al cambio, sino a la huida. El cosmopolitismo, que concibe al autor como ciudadano del mundo, va unido a la evasión, ya que busca lo diferente. También se aprecia una línea íntima cargada de sensualidad, erotismo, melancolía o hastío, que permite traducir el malestar del poeta con lo que le rodea. Debido a todo lo anterior, se desarrolla un estilo con el fin de conseguir la ansiada belleza mediante la musicalidad y el colorido. Este estilo se caracteriza por:
- Una métrica innovadora con ritmos muy marcados, versos de arte mayor, estrofas nuevas y pies acentuales.
- Un léxico muy rico que evoca lo lujoso, exquisito o exótico para crear sonoridad e imágenes brillantes relacionadas con lo sensorial.
- Abundantes figuras retóricas como las aliteraciones y las sinestesias.
Los poetas fundamentales son: Rubén Darío, con Prosas profanas y Azul, se convierte en el modelo de los poetas de esta época; Antonio Machado, quien seguiría la estela de Darío en su primer libro, Soledades, galerías y otros poemas, donde se reflejan sentimientos universales; o Juan Ramón Jiménez con Arias tristes, obra en la que también se muestran los sentimientos del poeta envueltos en melancolía. En prosa, destacan Las Sonatas de Valle-Inclán. Son cuatro novelas que se caracterizan por una prosa modernista tendente al esteticismo y a la sensualidad, cuyos temas principales son el amor y la muerte. El teatro poético es una forma teatral innovadora que se desarrolla influida por el Modernismo y se caracteriza por sus temas históricos y conservadores. Destacan los hermanos Machado con La Lola se va a los puertos.
GENERACIÓN DEL 98
La Generación del 98 supone una reacción contra el Realismo y el Naturalismo anteriores, que se une a una voluntad de innovación tanto en los temas como en las formas narrativas. Surge como consecuencia de la crisis moral, política y económica en España a finales del siglo XIX y del agotamiento de las formas narrativas decimonónicas. Esto lleva a que el grupo del 98 busque la esencia de España y su destino, así como la reflexión sobre el ser humano. Con raíces comunes más radicales en lo político (izquierdas) y marcados por corrientes filosóficas irracionalistas (la idea de que “Dios ha muerto” de Nietzsche, el dolor y el sufrimiento humano de Kierkegaard y Schopenhauer) y por corrientes existencialistas y metafísicas (el sentido de la vida, la fe, etc.), esta generación ve en la novela el cauce para analizar los problemas de España y aportar soluciones desde una perspectiva idealista.
La novela será, por tanto, el instrumento adecuado para sus propósitos. Se caracterizará por ser una novela abierta (donde se combina la parte narrativa con las reflexiones del autor y sin un final claro, para provocar la reflexión del lector). Se centrará en el tema de España, a la cual consideran que hay que regenerar a partir de sus raíces y de la educación; también en el paisaje de Castilla (donde se busca la esencia y el modelo de España), la intrahistoria (la vida de las personas anónimas) y el tema existencial, que abarca la preocupación por cuestiones relacionadas con el sentido de la vida y la muerte. Debido a estos temas, el estilo narrativo que se desarrollará se caracterizará por:
- La sencillez y la claridad.
- La presencia de un estilo personal por parte de cada autor.
- El alejamiento de la técnica de la etapa realista.
- El empeño por expresar las emociones y opiniones por parte del autor (subjetivismo).
- La omnipresencia del autor mediante el narrador.
- La sobriedad.
- La escasez de recursos.
- Un léxico valorativo.
- La preferencia por relatos cortos con frecuentes finales abiertos.
Entre los autores destacan: Miguel de Unamuno, con obras como Niebla, en la que refleja mejor las características temáticas y formales de sus «nivolas» (como él las llamaba), y San Manuel Bueno, mártir, donde trata el recurrente tema de la fe; Azorín (José Martínez Ruiz), quien en La voluntad sugiere que España comenzaría a recuperarse con un ejercicio de voluntad colectivo; Pío Baroja, que critica la sociedad, a la que achaca una conducta hipócrita, injusta y aburguesada desde un pesimismo y escepticismo en obras de la talla de El árbol de la ciencia y La busca; y Valle-Inclán, con El ruedo ibérico, una trilogía de tema histórico.
El teatro renovador del 98 se logró gracias a la elevación del nivel literario del teatro español, que se convirtió en un teatro comercial, adaptado a los gustos de la mayoría del público, pero que no consiguió dejar grandes obras. Destacan Fedra de Unamuno y Lo invisible de Azorín. Mención aparte merece el esperpento de Valle-Inclán, género creado por el propio autor, basado en la deformación sistemática de personajes y valores, con la que ofrece una denuncia de la sociedad. Este género dejará obras teatrales de gran calidad como Luces de Bohemia. En poesía, sobresale Antonio Machado con Campos de Castilla, obra en la que el autor expresa sus preocupaciones noventayochistas sobre los males de España, inspirado en las tierras y gentes de Castilla.
ROMANTICISMO
El Romanticismo es un amplio movimiento artístico y cultural que nace en las últimas décadas del siglo XVIII. Se difundió desde Alemania a Francia y al resto de los países europeos. Su triunfo coincide con la época de luchas entre liberales y absolutistas que siguió en toda Europa a las guerras napoleónicas.
Características Generales del Romanticismo
La búsqueda de lo singular, lo original y lo único provoca que los héroes o protagonistas tengan personalidades fuertemente destacadas. Esta actitud lleva a la consideración de que el artista creador posee un genio individual. Los románticos defienden la libertad en todos los ámbitos de la vida y del arte; es decir, mantienen una actitud rebelde ante cualquier norma y limitación (innovaciones métricas, por ejemplo). La exaltación y sublimación de los sentimientos, de la sensibilidad y de la imaginación es una consecuencia del individualismo y, a la vez, de la singularidad de la persona. A modo de reacción contra el siglo anterior, es muy característica la lucha contra la razón y la exploración de los estados inconscientes e irracionales del ser humano (el mundo de los sueños y de la locura, todo lo misterioso e inexplicable de la naturaleza humana). Los románticos muestran una actitud inconformista ante la realidad circundante. Esta actitud provoca dos salidas principales: la evasión —bien en el tiempo (Edad Media y, en general, asuntos históricos), bien en el espacio (naturaleza turbulenta, cementerios, ruinas, exotismo, fundamentalmente otras culturas como la India o Arabia)— o el suicidio. Los sentimientos abruptos, exagerados y personales se reflejan en el paisaje, que se caracteriza por la oscuridad, las tormentas, etc.
Etapas del Romanticismo en España
En el movimiento romántico en España pueden distinguirse tres etapas:
Introducción y difusión (1805-1834)
La publicación de artículos teóricos en periódicos, así como la traducción de obras románticas, sobre todo inglesas, son las vías de introducción del Romanticismo en España.
Apogeo (1834-1850)
El primer éxito de la estética romántica fue el estreno del drama La conjuración de Venecia de Francisco Martínez de la Rosa (1834). Hubo unos años de efervescencia, pero a partir de 1850 el impulso romántico decae. Los años de apogeo romántico van desde 1834 o 1835 (estreno de Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas) hasta el de Traidor, inconfeso y mártir, de José Zorrilla, en 1849.
Posromanticismo (de 1850 en adelante)
La influencia romántica continúa. Tardíamente, encontramos dos extraordinarios poetas de sensibilidad romántica: Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.
Características del Teatro Romántico
Como consecuencia del rechazo a las normas, no se respeta la regla de las tres unidades:
- La acción es compleja, a veces paralela, y en ocasiones coexisten hasta tres o cuatro acciones.
- La duración del tiempo interno es excesiva y se producen saltos en el tiempo.
- El lugar: la acción sucede en varios lugares a la vez.
Además, las obras suelen dividirse en cinco actos.
Temas y Personajes
Los temas preferidos son el amor apasionado, el destino adverso, los conflictos del ser humano y el anhelo frustrado de un mundo mejor y más feliz.
Los personajes viven situaciones excepcionales (generalmente lances y desafíos) y suelen ser solitarios y marginados. Están destinados al fracaso, a la decepción o a la muerte y, en ocasiones, están rodeados de fantasmas o espectros.
Escenarios y Estilo
Los escenarios y localizaciones tienden a lo lúgubre y nocturno (cementerios, ruinas, etc.) y, en general, a la recreación medieval.
Formalmente, se mezcla la prosa y el verso, combinando diferentes estrofas y metros; alternan el estilo elevado y el popular, según los personajes; también se produce una alternancia entre lo cómico y lo trágico.
En general, hay un gusto por la exageración y el efectismo, favorecido por los adelantos técnicos. Sobre todo, se busca la catarsis final (conmoción del público) antes que la finalidad didáctica o aleccionadora.
Autores Destacados del Teatro Romántico
El teatro neoclásico no llegó a calar en los gustos españoles; de hecho, a principios del siglo XIX seguían representándose obras del Siglo de Oro. Este hecho favoreció el rápido éxito del teatro romántico.
El teatro romántico llegó a España, como ya se ha dicho, con La conjuración de Venecia (1834) de Francisco Martínez de la Rosa. Pero el triunfo definitivo se debe al estreno en 1835 de Don Álvaro o la fuerza del sino de Ángel Saavedra, duque de Rivas (1791-1865).
Otros autores destacados son Antonio García Gutiérrez y Juan Eugenio de Hartzenbusch.
Antonio García Gutiérrez (1813-1884), con el estreno de El trovador en 1836, propicia el gran éxito del teatro romántico. En esta obra, que resume todas las características del género, presenta una oposición de clases sociales que será vencida por el amor.
Juan Eugenio de Hartzenbusch (1806-1880) estrena en 1837 Los amantes de Teruel, otra glorificación del amor por encima de las barreras sociales, basada en una antigua leyenda.
La máxima figura del teatro romántico es José Zorrilla (1817-1893). Además de escribir poemas narrativos y leyendas, pasó a la posteridad por su producción teatral y, concretamente, por Don Juan Tenorio (1844). Otras obras de Zorrilla son Traidor, inconfeso y mártir (1849) y El puñal del godo.
La Poesía Romántica y Posromántica
Características de la Poesía Romántica
La principal característica de la poesía romántica es que no se oculta la inspiración del poeta, quien expresa todo su sentimiento sin filtrar impurezas, por lo que, en ocasiones, se mezcla el lirismo con lo vulgar.
Los temas generalmente son amorosos, aunque también pueden observarse temas históricos, legendarios o exóticos.
El poeta expresa su rebeldía contra las normas sociales o la vida misma y prefiere valores como la virilidad o la disidencia.
Generalmente, hay un sentimiento de soledad o de marginación, de modo que el pesimismo se refleja en paisajes lúgubres y tempestuosos.
Los ritmos de las poesías son muy marcados (con tendencia a los versos agudos) y oscilan entre la utilización del romance tradicional y la invención de estrofas.
El Posromanticismo (desde 1850)
A partir de 1850, en el Posromanticismo, la poesía declamatoria y enfática dominante en la época anterior da paso a una expresión más conversacional, que funde la influencia alemana (Heinrich Heine, 1797-1856) con la popular.
El poeta se siente indiferente al mundo exterior y se refugia en la propia intimidad y en espacios imaginarios.
La resignación y la renuncia sustituyen a la protesta de los románticos de los años treinta y cuarenta del siglo XIX.
Principales Autores Posrománticos
Los principales autores de esta etapa son Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.
Gustavo Adolfo Bécquer (1837-1870)
La obra más importante de Gustavo Adolfo Bécquer es Rimas, publicada póstumamente en 1871. En ella se trata el amor desde diferentes perspectivas, la soledad, la muerte y la búsqueda de la perfección artística. Sus poemas desarrollan un ciclo completo distribuido en cuatro partes, a modo de biografía amorosa.
Su obra poética se caracteriza por la subjetividad y el intimismo; por la sencillez, la espontaneidad y el estilo conversacional.
Las Rimas presentan una historia amorosa desde su ilusión inicial hasta el fracaso final, su desesperanza y su soledad; sin embargo, más que una autobiografía amorosa, son la expresión de su idea sobre el amor.
Trata temas como:
- La propia poesía, concebida como una emoción íntima identificada con lo femenino, ideal e inalcanzable, que espera que el poeta sepa expresarla, por lo que este lucha por encontrar un lenguaje adecuado al sentimiento.
- El amor, identificado con la mujer (ideal, inaccesible, esquiva), como máxima expresión de la belleza.
- El desengaño amoroso.
- La soledad del yo ante la inmensidad del mundo.
- La muerte como enigma que intensifica el sentimiento de soledad.
- La naturaleza como expresión de los sentimientos del sujeto lírico.
Rosalía de Castro (1837-1885)
Rosalía de Castro presenta como temas predilectos el paso del tiempo, el desengaño y la nostalgia, derivados de su temperamento melancólico debido a una vida llena de penalidades (sobrevivió a todos sus hijos). Estos temas se presentan en tenues atardeceres de paseos solitarios, evitando el exceso verbal.
Su primera obra es Cantares gallegos (1863), escrita en gallego (a lo largo de su producción mantendrá el bilingüismo). En esta obra muestra la añoranza de Galicia al residir en Castilla.
Follas novas (1880), escrita también en gallego, expresa sentimientos de dolor y desengaño.
En las orillas del Sar (1884), escrita en castellano, es una atormentada confesión de su intimidad: mezcla la ensoñación romántica con los temas sociales y cierta protesta existencial.