Molière y el Teatro Clásico Francés: Historia, Características y Obras Clave

Introducción al Teatro Clásico Francés

  • La compañía de Molière, que había hecho su carrera en provincias, se instaló en París en 1658, y en 1660 ocupó el Palacio Real, una magnífica sala construida por Richelieu. En ella destacaban el propio Molière, quien hacía los papeles principales, y su mujer Madeleine Béjart.
  • La Comédie Française se creó en 1680. Es una fundación real, el teatro público más antiguo conocido, creado por Luis XIV.
  • Las salas eran antiguos locales destinados al juego de pelota (Jeu de Paume), de forma rectangular. Constaban de un patio, en el que se ponía de pie el público popular masculino; las mujeres no frecuentaron el teatro hasta 1640, cuando ocuparon palcos y galerías. Los espectadores eran ruidosos y turbulentos, especialmente los del patio. Como en Inglaterra, en el último tercio del siglo XVII se impuso la costumbre de ceder parte del escenario al público noble, lo que redujo grandemente las posibilidades del espectáculo.
  • Los espacios eran tan reducidos que se pensó en la posibilidad del decorado único, en el que se practicaban diversas entradas que representaban convencionalmente los distintos lugares de procedencia expresados en el diálogo de los personajes. Esto, sin embargo, no impedía la confusión entre los espectadores, por lo que se propugnó la unidad de lugar y tiempo.
  • Por su propia tradición y por la influencia italiana, los franceses desarrollaron una decoración fastuosa, servida por maquinarias. El vestuario era el elemento más colorista y ambientador. Los trajes solían ser donados a los actores por grandes señores.

Con Richelieu, los actores empezaron a gozar de tranquilidad económica y una mejor reputación moral, aunque los jansenistas seguían viéndolos con aprensión.

El Teatro Clásico Francés: Molière

Características del Teatro de Molière

  • Constituye una reacción, basada en la razón y el equilibrio, contra los excesos del teatro barroco.
  • Respeta, con algunas excepciones, la regla de las tres unidades: la acción es única y transcurre en un solo decorado durante, a lo sumo, un día.
  • Las piezas responden al criterio del decoro o buen gusto.
  • Los autores buscan la verosimilitud y, por consiguiente, rechazan tanto los argumentos descabellados como los elementos de tipo fantástico o sobrenatural.
  • En general, se observa una nítida distinción genérica entre la tragedia y la comedia, frente a la mezcla de elementos trágicos y cómicos propios de las obras de Shakespeare o del teatro español del Siglo de Oro.
  • El autor más destacado de la tradición clásica francesa es Molière (Jean-Baptiste Poquelin, 1622-1673), cuyas comedias se caracterizan por su intención satírica: critica, por medio del humor, los vicios o defectos de la sociedad de su tiempo.
  • La principal característica de su dramaturgia es la maestría en manejar la caricatura y en saber actualizar todos los recursos de la comedia antigua y de los modelos más recientes.
  • Sus representaciones estaban llenas de los elementos cómicos y los tics de la antigua farsa: disfraces, bofetadas, bastonazos, persecuciones, entradas inoportunas…

La Lengua en las Comedias de Molière

Otro elemento importante es la lengua de los personajes. Para Molière, la palabra en la comedia tiene una doble función:

  1. Explicar y hacer reír por sus contenidos y mensajes.
  2. En su aspecto formal sirve para caricaturizar, tipificar a los personajes y también divertir (usa lenguajes y jergas dialectales que alternan con el francés más correcto o con el latín; construye artificialmente lenguajes hípercultos para burlarse de ‘las preciosas’ de su época).

En sus comedias, cuando el público tenía posturas encontradas, parecía querer contentar a todos buscando una postura intermedia. En La escuela de las mujeres advierte que no se debe dejar a los hijos en la ignorancia, y en Las mujeres sabias previene de una instrucción excesiva.

Obras Destacadas de Molière

En la producción de Molière destacan tres títulos, que comparten la denuncia de la hipocresía:

  • Tartufo: El personaje que da título a la comedia es un impostor que pretende casarse con la hija de Orgón, su anfitrión, y a la vez, seducir a la esposa de este. La obra provocó el descontento de la jerarquía eclesial, pues Tartufo se caracteriza por una extrema y fingida devoción.
  • Don Juan: En esta nueva recreación del mito del conquistador, el personaje justifica su conducta afirmando que «la hipocresía es un vicio de moda» y «todo espíritu sabio debe adaptarse a los vicios de su siglo». Tras engañar a sucesivas mujeres con promesas de matrimonio, muere fulminado por el fuego del infierno, mientras su criado Sganarelle se lamenta: «¡Mi salario, mi salario!».
  • El Misántropo: Alceste, enamorado de Celimene, es un hombre desengañado de la condición humana, que rechaza con intransigencia las convenciones de la vida en sociedad. La obra termina con su definitiva y conmovedora huida del mundo.

Tanto en las obras anteriores como en las que tratan de la condición de la mujer (La escuela de mujeres, Las preciosas ridículas) o de la obsesión por el dinero (El avaro), Molière emplea recursos de comicidad tomados de la commedia dell’arte italiana y de la comedia latina (malentendidos, entradas inoportunas…), que combina con la sutileza y la profundidad psicológica en la creación de caracteres.

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