Panorama del Teatro Español por Décadas

Años 40

En los años posteriores a la Guerra Civil, en el panorama teatral domina la atonía: Valle-Inclán y García Lorca, los grandes innovadores del primer tercio del siglo, han fallecido. Mientras, en el interior se desarrolla un teatro conformista de asuntos intrascendentes, que atraen a un público deseoso de evasión y entretenimiento, que le aparte de la dura realidad en la que vive.

La Comedia Conservadora

El modelo de estos primeros años es la alta comedia de Jacinto Benavente, que sigue estrenando hasta su muerte, en 1954, y que era considerado una leyenda viva de la escena. Se trata de una comedia de salón. Es un teatro formalmente bien construido, con una perfecta dosificación de la intriga y recursos para interesar o conmover al público. Sus autores, de ideología monárquica y conservadora, iniciaron su actividad teatral en tiempos de la República. Citaremos solo a José María Pemán, Juan Ignacio Luca de Tena y Joaquín Calvo Sotelo.

Renovación del Teatro Burgués

Fuera de los modelos anteriores, añaden a su forma teatral dosis de fantasía e ingenio que estilizan la realidad. En esta corriente renovadora figuran, aparte de Casona, ya de vuelta en España:

  • Edgar Neville (1901-1952): Diplomático y hombre de cine que trabajó en Hollywood, es autor de comedias de tono amable y ambiente elegante. Una de sus obras es El baile (1952).
  • Enrique Jardiel Poncela (1901-1952): Su teatro disparatado, plagado de situaciones absurdas y con un humor intelectual, no fue entendido por el público, que gustaba de tramas intrascendentes y previsibles. Una de sus obras fue Cuatro corazones con freno y marcha atrás.
  • Miguel Mihura (1905-1977): Estrena en 1952 Tres sombreros de copa, su obra maestra, escrita sin embargo en 1932, que se anticipaba al teatro europeo del absurdo, con sus situaciones y diálogos disparatados e ilógicos.

No podemos olvidar el nombre de Alejandro Casona (1903-1965), que había sido animador del panorama teatral y autor de algunas obras significativas en tiempos de la República, alcanzando un triunfo teatral de tinte poético fácilmente asumible por la burguesía y accesible al público. Una de las obras más conocidas es La dama del alba (1944).

Años 50

En paralelo con lo que ocurre por entonces en la novela, varios escritores, en permanente conflicto con la censura política y religiosa, desarrollan un drama social. Frente al teatro dominante, de tono costumbrista y evasivo, el drama social echa raíces en la realidad en que nace.

Drama Social

  • Antonio Buero Vallejo (1916-2000): Padeció las terribles consecuencias de la Guerra Civil (su padre fue fusilado y él mismo fue condenado a muerte). En su larga trayectoria, su teatro sufre la natural evolución, pero hay en él principios que le dan unidad y coherencia. Una de sus obras es Historia de una escalera (1949).
  • Alfonso Sastre (1926): Es un autor de formación marxista y actitudes revolucionarias. Ha defendido durante toda la vida un teatro comprometido. Difundió su concepción combativa del arte teatral como medio de agitación y compromiso revolucionario. Su primera obra significativa es el drama antibelicista Escuadra hacia la muerte (1953).

Años 60

En los años sesenta nos encontramos con algunos escritores que lograron éxitos aviniéndose al gusto del público, el teatro comercial. Todo ello se expresa en un lenguaje popular, directo, a veces desgarrado y violento.

Teatro Comercial

Acorde con los gustos del público, con temas actuales y leves toques críticos, con una buena construcción dramática y calidad en los diálogos.

  • Alfonso Paso (1926-1978): Iniciado en el teatro social y comprometido, alcanzó verdadera importancia. Una obra más significativa fue Los pobrecitos (1957).
  • Juan José Alonso Millán (1936): Continúa la tradición del teatro de humor. Una de sus obras más significativas, Mayores con reparos (1965).
  • Antonio Gala (1936): Es uno de los escritores más fecundos y polifacéticos del panorama actual. Obtuvo el Premio Planeta con su novela El manuscrito carmesí.

Autores con Intención Social o Renovadora

Frente a la actitud que en general adoptan los autores que acabamos de examinar, otros, por las mismas fechas, quieren crear un público. Por ello, a veces con méritos extraordinarios, consiguen solo éxitos aislados.

  • Luis Olmo (1922-1994): Es autor de una obra emblemática del realismo social, por ejemplo La camisa (1962).
  • Juan María Rodríguez Méndez (1925): Sostuvo una larga lucha con la censura, que le impidió estrenar o publicar muchas obras. De su primera obra destaca Vagones de madera (1958).
  • José Martín Recuerda (1925): Es un autor granadino de un teatro de protesta. Entre sus obras destacan Como secas cañas del camino (1960), Las salvajes en Puente San Gil (1961) y Las arrecogías del Beaterio de Santa María Egipciaca (1970).

Años 70

Son tiempos de crisis y transformación del panorama teatral. La censura actuó con gran dureza contra el teatro disidente. Al mismo tiempo, el teatro independiente se convirtió en un factor de dinamización cultural y cívica, para ganar parcelas de libertad para el teatro.

Teatro Experimental o Vanguardista

Triunfa un teatro innovador. En él, la crítica social y la lucha contra la dictadura se visten de recursos vanguardistas y experimentales, de formas alegóricas y simbólicas.

  • Manuel Martínez: Jacinta se marchó a la guerra (1967), El último gallinero (1970).
  • Francisco Nieva: Pelo de tormenta (1962), La carroza de plomo candente (1971).
  • Miguel Romero: Pasodoble (1973).
  • Fernando Arrabal: Pic-Nic (1959).

Grupos Independientes

Adaptan los textos o los crean de forma colectiva.

Años 80

Surgen nuevas formas de espectáculo teatral. Los grupos independientes seguían existiendo, pero en menor número, y algunos se han especializado en el teatro de calle, proponen la participación del público o buscan llamar la atención. Otros se dedican a un teatro alternativo.

Finalmente, hay un teatro subvencionado, tratando de suplir las carencias de las compañías privadas, promovido por el Estado y las Comunidades Autónomas.

  • José Sanchis Sinisterra: ¡Ay, Carmela! (1987).
  • José Luis Alonso de Santos: La estanquera de Vallecas (1981), Bajarse al moro (1985).
  • Fermín Cabal: Tú estás loco, Briones (1978).
  • Fernando Fernán Gómez: Las bicicletas son para el verano (1977).

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