Los movimientos de vanguardia en Europa
En el campo de la literatura, los movimientos más importantes son:
Futurismo
Defiende que el arte se debe al futuro y rechaza el pasado. El primer manifiesto futurista fue publicado en 1909 y creado por Marinetti. El futurismo alcanza su mayor relevancia por su aportación teórica. Marinetti propone usar los verbos en infinitivo, abolir los adjetivos y adverbios, suprimir la puntuación; todo ello en función de la pasión por la velocidad y el dinamismo. Su entusiasmo por la guerra y su nacionalismo explican que Marinetti y otros futuristas se identifiquen ideológicamente con el fascismo. El futurismo abre camino a otros movimientos vanguardistas, propone liberar el lenguaje de ataduras y cambia toda una mitología literaria al sustituir los objetos consagrados (como la expresión de la belleza) por cosas extraídas de la vida moderna: máquinas, deportes, etc.
Cubismo
El cubismo literario es consecuencia del cubismo pictórico. Se suele señalar 1913 como fecha del comienzo de este vanguardismo, cuando Apollinaire publica el ensayo Los pintores cubistas. La literatura cubista deberá muchas características a la pintura. Incluyen, al igual que los pintores cubistas, letras, números, etc. Los escritores atienden a los aspectos visuales: tipos de letras, composición de textos… El caso extremo de imbricación entre pintura y literatura lo constituyen los caligramas de Apollinaire, en los que las letras del texto forman un dibujo alusivo a su contenido.
Expresionismo
Se distingue del resto de movimientos de vanguardia por la acentuación de ciertos rasgos ya presentes en el naturalismo e impresionismo. Su radio de acción abarca desde finales del siglo XIX hasta los años treinta. La estética expresionista postula que el arte debe revelar la realidad interior, para lo cual se subrayan hasta la deformación esos aspectos que expresan mejor las características físicas o psicológicas de lo que se describe. Esa búsqueda de la expresividad aparta cada vez más al arte de la realidad, por lo que abundan, entre otras cosas, personajes extraños, la simbología o lo grotesco. La visión atormentada y pesimista de la vida encuentra sus precedentes en Kierkegaard o Nietzsche.
Dadaísmo
Surge en Suiza de la mano de un grupo de emigrados que se han refugiado en la neutral Suiza huyendo de la guerra. El principal animador es Tristan Tzara y el nombre del grupo se asoció al balbuceo de un recién nacido, a la palabra ‘nodriza’ en ruso y al nombre de la cola de la vaca sagrada en la tribu africana de los kru. Todo esto muestra algunas características del dadaísmo: propensión al absurdo, exaltación de lo ilógico y azaroso, regreso a la pureza infantil, búsqueda del primitivismo. Los dadaístas recurren a la incoherencia absurda como modo de repulsa a la situación. Ponen en cuestión los valores tradicionales de forma irreverente, provocadora, agresiva e irónica. Son polémicos, mordaces e inconformistas. Atacan los principios de la razón. El Dadá lo niega todo desde una perspectiva nihilista o anarquista. Estéticamente, se renuncia al significado y se reivindican la espontaneidad, la ocurrencia imprevista… Cualquier cosa puede ser una obra de arte, puesto que lo importante es el acto de crearla. La trayectoria final del dadaísmo incluye a autores que a principios de los años veinte alentarán el nacimiento del surrealismo.
Surrealismo
Nuevo movimiento de vanguardia denominado originariamente en francés y en castellano con el calco gráfico ‘Surrealismo’. Su principal autor fue André Breton, quien en el primer manifiesto de 1924 sentaba ya sus rasgos básicos: el interés por el subconsciente, por los sueños y por los aspectos del pensamiento humano no sometidos a la lógica ni a la razón. Este enfoque relaciona el movimiento con las teorías del psicoanálisis. La obra de arte debe ser el lugar en el que aflore todo lo reprimido que se encuentra oculto en el interior de las conciencias. El surrealismo se presenta como un movimiento emancipador de los seres humanos, a los que pretende librar de las ataduras de la lógica racional, de las convenciones sociales y morales, e incluso del lenguaje. Los principales autores fueron André Breton, Louis Aragon y Antonin Artaud. Lo más destacado de este grupo será la influencia que ejercieron en literatura y en el resto de las artes plásticas (cine, música, pintura…). El surrealismo contribuyó a la rehumanización de las vanguardias; los surrealistas superaron la concepción del arte como puro juego, considerando la rebelión vanguardista parte de una actitud subversiva más general.