Características Comunes de la Generación del 27
Estos autores comparten una serie de experiencias y características comunes, pero a pesar de ello, cada uno dota de su propia personalidad a su obra. Estas características son:
Perfecta síntesis de distintas corrientes poéticas:
- Admiración por la poesía clásica y por Góngora. Son seguidores del ingenio conceptista del autor y de su vocación total a la poesía. Lo consideran antecedente de las vanguardias por sus imágenes y metáforas, al tiempo que van a imitar sus formas métricas tradicionales (romance). Otros clásicos contarían con su fervor. Aparte las huellas que dejan en su obra (temas, versos, estrofas), señalemos que, como profesores y críticos, algunos de los miembros del grupo nos han dejado magistrales estudios de Manrique, Garcilaso, Fray Luis, San Juan de la Cruz y Quevedo. Especial interés suscitó Lope de Vega, sobre todo por sus poemillas de corte popular.
- Influencia de los poetas del XIX: Bécquer fue el que más les interesó. Cernuda elegirá un verso suyo para un poema: Donde habite el olvido.
- Poesía pura. Es el ideal poético en boga en sus primeros años de creación. Se basa en la depuración formal, en el alejamiento de la anécdota en un proceso de intelectualización. Se ven muy influidos por autores como Juan Ramón Jiménez.
- Poesía popular. Van a promover una corriente de neopopularismo, siguiendo el ejemplo de Juan Ramón. Van a imitar las formas y los ritmos tradicionales (romances, villancicos, estribillos), así como sus recursos estilísticos (repeticiones, diminutivos). Esta moda conecta con los ideales de perfección estética de la poesía pura por su singularidad y capacidad de sugerencia.
- Vanguardias. Les van a influir varias al principio de su producción, pero no van a pertenecer de forma activa a ninguna; son un ingrediente más de su poesía. Las más influyentes son: surrealismo, futurismo y creacionismo. Van a resaltar la importancia de la metáfora y la imagen. A pesar de sus inicios en la poesía pura, rápidamente van a sufrir un proceso de rehumanización de su producción por influencia tanto del surrealismo como de la situación histórica.
Búsqueda de equilibrio entre la tradición y la vanguardia.
Lo podemos observar en la mezcla de estrofas clásicas con el verso libre. Estilísticamente, fundamentan la creación poética en la asociación de elementos inéditos, incluso ilógicos, cuya técnica han aprendido de Góngora, de la greguería ramoniana, de los creacionistas y surrealistas. Mezclan metros tradicionales con el verso libre, el versículo y la disposición tipográfica.
Etapas de la Generación del 27
Aunque cada autor tiene su propia individualidad, podemos distinguir una serie de etapas que, de forma general, van a seguir la mayoría de ellos:
Primera etapa: aproximadamente hasta 1928.
Influencia de la lírica popular y de la poesía tradicional de cancioneros y romanceros, así como del lenguaje artístico de Góngora; influencia de la poesía pura, en la que querían eliminar los sentimientos humanos (deshumanización de la poesía, en la línea de la poesía desnuda de Juan Ramón Jiménez).
Segunda etapa: de 1928 a la Guerra Civil.
Proceso de rehumanización y neorromanticismo, volviendo a tratar temas humanos y existenciales; adopción de técnicas y temas del Surrealismo (especialmente, las metáforas surrealistas); algunos poetas recogieron en sus poemas cuestiones políticas del momento. La influencia del poeta chileno Pablo Neruda fue relevante para el cambio de actitud de esta generación. En su revista Caballo verde para la poesía apoyó una estética de denuncia que alejará al 27 de la poesía pura.
Tercera etapa: después de la guerra. El exilio.
Pasa la Guerra Civil, Lorca ha muerto en 1936, los demás –salvo Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego—parten a un largo exilio. El grupo se ha dispersado. Cada cual sigue su rumbo, pero ninguno abandonará ya los caminos de una poesía entrañablemente humana. En el exilio, la nota dominante en ellos será la nostalgia de la patria perdida.
En España, la poesía deriva hacia un humanismo angustiado, de tonos existenciales, cuya muestra más intensa es Hijos de la ira de Dámaso Alonso, de 1944.
Corrientes Poéticas Relevantes en la Generación del 27
Los primeros años de esta generación vienen marcados por el deseo de crear un arte nuevo, interesándose por la perfección técnica, los experimentalismos y la pureza formal y temática; predomina, pues, la deshumanización.
Poesía Pura
La influencia de la «poesía pura» se debe a Juan Ramón Jiménez como referente inmediatamente anterior a la Generación del 27. Esta tendencia poética aparece en la segunda etapa de la obra de Juan Ramón Jiménez, que él mismo bautiza como etapa intelectual.
Este tipo de poesía busca alcanzar la esencia de las cosas y que permanezca eterno e inmutable. Jorge Guillén lo explicó diciendo que «poesía pura es todo lo que permanece en el poema, después de haber eliminado todo lo que no es poesía».
Las características más importantes de esta corriente podrían ser las siguientes:
- Supresión de la anécdota, de lo descriptivo y de lo sentimental.
- Gusto por la palabra exacta, desnuda y limpia, sin acumulación de adjetivos ni adornos retóricos.
- Tendencia a la abstracción y a lo intelectual.
- Predominio del sustantivo y ausencia de verbos, que cuando aparecen van en presente.
Esta línea poética se manifiesta con mayor intensidad en dos poetas del 27: Pedro Salinas y Jorge Guillén.
La segunda etapa poética de Pedro Salinas es la más cercana a la poesía pura con sus dos obras maestras La voz a ti debida y Razón de amor. La voz a ti debida (1933), nombre tomado de un verso de Garcilaso, es una reflexión permanente sobre el amor, que aparece como fuente de conocimiento, vehículo de comunicación y factor que da plenitud y sentido a la vida.
De Jorge Guillén destacamos su libro Cántico como más representativo de esta tendencia. Es un canto a la vida y el mundo: el gozo de sentirse en un mundo «bien hecho». Completan su obra otros títulos como Clamor y Homenaje.
Poesía Vanguardista
La influencia de la estética de vanguardia se constata en todos los poetas del 27, aunque es más notoria en algunas obras de Gerardo Diego y Pedro Salinas. La huella del Futurismo se observa en numerosos poemas de Fábula y signo de Pedro Salinas. Encontramos poemas a la máquina de escribir, la bombilla eléctrica, el mundo del cine, etc.
Son considerados Ultraístas y Creacionistas los libros de Gerardo Diego titulados Imagen y Manual de espumas.
Poesía Neopopular
La poesía tradicional y el folclore popular sirvieron de fuentes de inspiración para algunos poetas del 27. Las características de esta poesía neopopular que podemos ver reflejadas en sus poemas son las siguientes:
- Empleo de formas métricas tradicionales: romances, villancicos, canciones.
- Preferencia por la rima asonante.
- Utilización de recursos expresivos propios de la lírica tradicional: repeticiones, paralelismos que refuerzan el ritmo y el sentido del poema.
Los poetas que más cultivaron esta tendencia fueron:
- Rafael Alberti en su libro Marinero en tierra.
- Federico García Lorca en toda la poesía de su primera etapa:
- Canciones
- Poema del cante jondo
Poesía Clasicista
El clasicismo se refleja en estos poetas en el deseo de perfección formal (uso de metros y estrofas clásicas) y en la influencia de los clásicos (Manrique, Garcilaso, Fray Luis, San Juan de la Cruz, Quevedo, Lope de Vega), y en especial Góngora por su técnica metafórica, que crea una realidad poética fundamentada en valores estéticos.
De inspiración clásica destaca el libro de Gerardo Diego, Versos humanos, libro que incluye el famoso soneto dedicado al ciprés de Silos, Ángeles de Compostela y Alondra de verdad. Este último, su obra cumbre, está formado por 42 sonetos que ejercerán gran influencia entre los poetas de posguerra.
Cal y canto, de Rafael Alberti, pertenece a la línea de poesía neogongorina, caracterizada por el empleo de formas métricas clásicas.
