La Novela Española del Siglo XX: La Posguerra
La Novela de los Años 40: La Novela Existencial
Acabada la Guerra Civil (1936-1939), comienza una dura posguerra en los años 40. Se había impuesto un régimen político dictatorial con censura. España estaba arruinada económicamente por la política autárquica del gobierno y desorientada culturalmente por la muerte, prisión y exilio. En la novela de posguerra se distinguen obras creadas por autores exiliados y por novelistas que quedaron en el país.
- Novela realista: Ramón J. Sender, con obras dedicadas a la España anterior a la guerra (ej. Crónica del alba).
- Novela intelectual: Rosa Chacel.
La crítica señala dos fechas de resurgimiento de la novela realista de posguerra: la de 1942 con La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela y la novela Nada de Carmen Laforet.
Obras Clave de los Años 40
La familia de Pascual Duarte: Cuenta la vida de un campesino extremeño llamado Pascual Duarte, condenado a muerte en la cárcel por el asesinato de su madre, quien escribe su desgraciada vida.
Nada: Ganadora del Premio Nadal, es una obra triste que presenta a Andrea, una muchacha que va a estudiar una carrera a Barcelona. Es sencilla técnicamente, con una estructura temporal lineal.
Destaca también La sombra del ciprés es alargada, la primera novela de Miguel Delibes, que ganó el Premio Nadal.
Los grandes temas de la novela de posguerra son la soledad, la muerte y el reflejo amargo de la vida cotidiana. Abundan los personajes desarraigados. Son pocas las novelas de la época que tienen una gran calidad literaria. Predomina la pobreza creadora.
El Realismo Social en la Novela de los Años 50
La Novela Social: Temas y Características
La novela existencial de los años 40 evoluciona hacia la novela social de los años 50, comprometida con la sociedad. Denuncia miserias e injusticias sociales. Tiene una ideología socialista y es disconforme con el régimen franquista.
Temas Recurrentes
- La dura vida del campo: Los bravos, de Jesús Fernández Santos.
- El mundo urbano: La resaca de Juan Goytisolo.
- El mundo del trabajo: La mina de Armando López Salinas.
- La burguesía insolidaria: Juegos de manos de Juan Goytisolo.
- El recuerdo de la Guerra Civil: Duelo en el Paraíso de Juan Goytisolo.
La estructura temporal es lineal y la acción transcurre en un corto espacio de tiempo. Hay pocas descripciones. Los diálogos reflejan el habla de los distintos sectores sociales: campesinos y obreros.
Obras Representativas
La colmena de Camilo José Cela: Fue prohibida por la censura y se publicó en Buenos Aires. Su tema es la incertidumbre del destino y la alienación de los personajes. Son seis capítulos y un epílogo, formados por varias secuencias separadas por un espacio en blanco. Cada secuencia se centra en uno o varios personajes relacionados. La novela tiene una estructura abierta, sin argumento ni desenlace, por lo que no se sabe el futuro de los personajes. El libro es colectivo, con casi 300 personajes. La obra refleja la dura posguerra madrileña de 1942, caracterizada por el hambre, la miseria sexual y la represión. Los seis capítulos transcurren en tres días y el epílogo, tres o cuatro días después. Hay pocos espacios, y uno de ellos es el café citado. Aparecen todos los registros lingüísticos, pero más el coloquial y vulgar.
El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio: Es el mejor ejemplo de objetivismo en la novela social. El narrador se mantiene al margen y refleja el mundo externo. Un domingo, unos jóvenes de clase baja se van a las orillas de este río madrileño. Charlan, se divierten, comen y se aburren. Al final, una joven muere ahogada. Las escenas donde intervienen alternan con las que protagonizan los parroquianos de la taberna de Mauricio. Lo que pasa en el río y en la taberna es simultáneo. La obra refleja el vacío de unos seres con una vida cotidiana pobre de la que intentan escapar durante el domingo. Domina el diálogo que refleja el habla coloquial.
La Renovación de la Novela en los Años 60: La Novela Experimental
Características y Autores Destacados
Los críticos están cansados del realismo social y acusan a los novelistas de su despreocupación por las técnicas y el lenguaje. La novela de los años 60 denuncia injusticias sociales, pero busca nuevos temas y un nuevo lenguaje. Los novelistas aprenden nuevos temas, técnicas narrativas y estilos.
Innovaciones Técnicas y Estilísticas
- La estructura narrativa se complica con el desorden cronológico, el flash-back, el flash-forward y la ausencia de desenlace.
- Se usa la técnica del contrapunto, que alterna varias historias a la vez.
- La novela admite cambios en las formas de narración, descripción y diálogo.
- Hay digresiones del autor sobre diversos temas.
- Los capítulos se sustituyen por secuencias separadas por espacios en blanco.
- El estilo se complica por oraciones largas y complicadas, una disposición especial de las líneas y la incorporación de informes.
Autores Relevantes
- Luis Martín-Santos: Nació en Marruecos en 1924. Estudió Medicina en Salamanca. Dirigió tres años el manicomio de Ciudad Real. Murió en 1964 por un accidente de coche. Escribía para cambiar el país. La primera novela de impacto por seguir las novedades literarias fue Tiempo de silencio, que transcurre en Madrid en 1949. Pedro es un médico que investiga el cáncer en un laboratorio. Vive en una pensión donde se hace novio de Dorita. Necesita ratones para sus experimentos y va a ver a Muecas, que vive en un barrio de chabolas. Aquí se ve implicado en el aborto de Florita, hija de Muecas, la cual muere. El aborto es resultado de un incesto entre padre e hija. Cartucho, novio de Florita, para vengar su muerte, mata a Dorita de un navajazo. Pedro pierde su beca y es expulsado del laboratorio; se va de Madrid para ejercer de médico en un pueblo. Lo más importante es la técnica, el estilo y el fondo social. La obra denuncia las distintas clases sociales. Critica el pasado y el presente del país. Los personajes tienen un significado existencial. Con ello quería enriquecer el lenguaje. La obra se divide en secuencias separadas por espacios en blanco y el argumento se desarrolla de forma cronológica lineal, pero no continua. Llena de monólogos interiores para caracterizar a los personajes. Es difícil de leer para un lector no preparado.
Juan Goytisolo: Nace en Barcelona en 1931. Empieza Derecho y lo abandona. Es comunista y antifranquista. Fue uno de los intelectuales españoles más influyentes en el extranjero. Era defensor del realismo crítico y el primero que buscó nuevas técnicas narrativas. Su primera novela, Juegos de manos, ofrece una visión despiadada de la juventud burguesa. Una trilogía protagonizada por Álvaro Mendiola dio un giro a su obra. Señas de identidad está orientada a una búsqueda de su identidad personal y una revisión del pasado nacional español. Aquí aparecen recursos como monólogos interiores, saltos en el tiempo y digresiones. Las otras dos novelas son Reivindicación del conde don Julián, que es una crítica de la cultura española, y Juan sin tierra, que rompe con la cultura occidental. Sus últimas novelas se caracterizan por el autobiografismo y la exaltación de la cultura islámica.
Juan Marsé: Nace en Barcelona en 1933. Trabaja de ayudante de laboratorio. Compagina estas actividades con la creación literaria. Su primera novela, Encerrados con un solo juguete, es intimista y autobiográfica. El tema es el enfrentamiento entre padres e hijos de una burguesía en decadencia en los años 60. Habla de los hijos de los perdedores de la Guerra Civil. Su novela, Últimas tardes con Teresa, narra la historia de los amores frustrados entre Manolo, un murciano ladrón de motos que vive en un suburbio y se acerca a los ricos para aprovecharse, y Teresa, una estudiante de la alta burguesía catalana que quiere conocer el proletariado y se siente atraída por Manolo. El interés de él y la curiosidad de ella dan lugar a una relación profunda que fracasará por los condicionamientos sociales. La obra está escrita con las nuevas técnicas citadas. La oscura historia de la prima Montse cuenta la relación entre Montse, una señorita de la alta burguesía dedicada al apostolado. Hay ironía en esta obra, escrita para criticar a la alta burguesía católica y catalanista. Si te dicen que caí trata de la corrupción en la Barcelona de posguerra y de la represión de los vencidos en la Guerra Civil. Es compleja.
Miguel Delibes: Visión Crítica, Espacios y Estilo
Biografía
Miguel Delibes nace en Valladolid en 1920. Trabajó en el periódico El Norte de Castilla, ganó por oposición la cátedra de Derecho Mercantil, destinada a la Escuela de Comercio de Valladolid. La muerte de su mujer en 1974 fue un duro golpe para él. Recibió muchos premios. Murió de cáncer de colon en 2010.
Evolución Novelística: De La sombra del ciprés es alargada a El hereje
Aunque sus obras presentan una continuidad, Sánchez Pérez propone esta clasificación:
Época de Iniciación
El autor sigue formas decimonónicas y no domina la técnica ni el lenguaje. No ha sabido encontrar un punto de vista propio. La sombra del ciprés es alargada toca el tema de la angustia ante la muerte. La muerte de un amigo y la filosofía de renuncia de su maestro le marcan desde la infancia. Por ello piensa que el secreto de la felicidad es la capacidad de desasirse de las cosas.
Época de Formación
El autor forja un lenguaje personal y perfecciona la técnica narrativa. Le interesa la influencia de la sociedad sobre el individuo. El camino cuenta los recuerdos de Daniel, el Mochuelo, un chico de once años a quien su padre obliga a ir a la ciudad para estudiar el bachillerato y convertirse en un hombre de provecho. Se toca el tema del progreso. Hay humor e ironía. Abunda el estilo indirecto libre y el lenguaje coloquial. En Diario de un cazador, el protagonista es un bedel de instituto. Por su diario se conocen sus peripecias profesionales y amorosas. Escribe con un lenguaje coloquial urbano y un léxico rico sobre la caza. También de esta época es Las ratas.
Época de Madurez
Llega la plenitud de los aspectos citados. Hay un dominio del simbolismo. Experimenta técnicas como el monólogo interior. Cinco horas con Mario inicia la experimentación en su narrativa. Es un monólogo interior de Carmen Sotillo, la protagonista, una mujer de clase media que está velando el cadáver de Mario, su esposo. El contraste entre un catedrático de instituto, abierto y progresista, y ella, cerrada y conservadora, es fuerte. El profesor es un intelectual católico, seguidor del Concilio Vaticano II. Ambos representan las dos caras del catolicismo español de los años 60. Ella se siente frustrada sentimental y sexualmente. Es una pobre mujer defraudada en sus expectativas vitales. El prólogo y el epílogo describen la hipocresía de las visitas que acuden al domicilio del fallecido. La segunda parte es un monólogo interior donde ella hace balance de su pasada vida matrimonial, retratándose por medio del lenguaje coloquial. Dicho monólogo lo forman 27 capítulos que comienzan con un pasaje bíblico. La viuda aplica el sentido de la cita a su situación personal y va recordando acontecimientos en desorden cronológico. El disputado voto del señor Cayo presenta dos formas de vida: la de los habitantes de la ciudad, representados por unos militantes de izquierda, y la del señor Cayo, habitante de un pueblo donde solo viven tres personas, que no necesita que nadie venga de fuera para mejorar sus condiciones de vida. Las gentes del campo no son ignorantes y las de la ciudad no están más civilizadas. Los santos inocentes es una novela muy dura y entrañable, que muestra el sufrimiento de los desvalidos. Acentúa su crítica social. Retrata las terribles condiciones de vida de campesinos extremeños sometidos a un régimen semifeudal al servicio de terratenientes. Lo esencial es la visión de las penalidades cotidianas. Se acumulan episodios denigrantes con los que el autor quiere que el lector reaccione emotivamente ante un mundo cruel. El representante de la clase opresora es el señorito Iván. Azarías, mentalmente disminuido pero perfectamente fundido con la naturaleza, asesinará a Iván cuando este mate a su milana. La novela es experimental. El narrador no es un personaje de la novela. Hay muchas repeticiones de palabras, sintagmas y estructuras paralelísticas para conseguir emociones. Escribió cuatro obras menos importantes: El hereje se centra en la figura ficticia de Cipriano Salcedo para hablar del proceso inquisitorial y el auto de fe de que fueron víctimas varios miembros del círculo protestante de Valladolid liderado por el doctor Agustín de Cazalla. Está muy documentada. Delibes defiende la libertad de conciencia, el derecho a la intimidad y denuncia los males que genera el fanatismo religioso.
La Visión Crítica de la Realidad
La finalidad de las novelas de Delibes es la de criticar todo lo que puede ser mejorado. Como el tema principal de su narrativa es el hombre y sus relaciones con el entorno político, social y natural, el autor critica estos tres aspectos.
Crítica Política
En relación a la crítica política, no aparece de modo explícito por la censura, pero se sobrentiende. Critica la Dictadura de Franco. Por eso la Guerra Civil está presente en casi todas sus novelas. Le ha preocupado la discordia política entre españoles.
Crítica Social
Denuncia costumbres, modas y la mentalidad de la sociedad. Rechaza injusticias sociales, diferencias entre ricos y pobres. Critica la mezquindad de la clase media urbana de provincias y la opresión a la que los terratenientes someten a las gentes, como en Los santos inocentes.
Crítica Ecológica
Defiende el equilibrio entre la naturaleza y el progreso urbano. La naturaleza humaniza al ser humano y la ciudad deshumaniza. Se preocupa por su Castilla natal y le duele el abandono de su tierra y la pobreza. Critica la agresión del hombre al medio natural por tener una ideología.
El Espacio Rural y Otros Espacios
A Delibes le interesan los espacios rurales y urbanos, la tierra de cultivo, el monte donde se caza y el río en que se pesca. Aquí la vida es difícil. Frente al espacio rural, donde no sirven los valores del mundo natural. En la ciudad, la naturaleza es dominada por el hombre porque el hombre urbano es desarraigado, deshumanizado, alienado por el triunfo de una sociedad mecanizada que destruye la libertad; por ello, la ciudad es un espacio de progreso, pero se olvida de la naturaleza y solo busca su explotación. El autor no rechaza el progreso en general, pero le preocupa que termine con el modo de vida de Castilla, lo que significaría la desaparición de una civilización centenaria.
El Estilo
Se caracteriza por evolucionar de un lenguaje literario a una adecuación exacta entre el registro lingüístico y el personaje. Ha ido cediendo la palabra a los personajes para que cada uno encuentre su propia voz. Es un maestro al plasmar el habla rural de los campesinos. Su léxico referido al campo, la caza y la pesca es muy rico y preciso. Es un experto en la plasmación. Otras veces usa rasgos del registro vulgar. El lenguaje es instrumento de comunicación con el lector. Por eso su prosa se caracteriza por su sencillez y precisión. En cuanto a las técnicas narrativas, hay una evolución desde una técnica descriptiva a otra en la que suprime las descripciones y que se basa en la expresión de los personajes, jugando con la forma de transcribir el discurso mediante los signos ortográficos, especialmente en sus novelas más experimentales.
Los santos inocentes: Denuncia Social, Personajes y Estructura
Argumento General
La novela retrata las precarias condiciones de vida de una familia de campesinos extremeños en los años sesenta, una familia aplastada por la miseria que imponían sus señores. En medio de un entorno de humillación, destaca la figura de un retrasado mental, Azarías, un «santo inocente» que vive para su milana, a la que quiere. La vida rutinaria del cortijo, basada en estrictas normas de vasallaje casi feudal y soportada por los servidores con resignación, se verá perturbada por una cadena de sucesos que conducirán a la tragedia final: el asesinato del señorito Iván por parte de Azarías durante una cacería de palomas como venganza por haber matado aquel a su milana.
La Denuncia Social
La novela denuncia las injusticias de la España rural. El tema principal es la situación de injusticia social que sufren unos sirvientes por sus señores. Los primeros son humildes y pobres que acatan con total sumisión los abusos que ejercen los caciques. Para ello se ha elegido como marco un cortijo extremeño de los años 60. Los hombres son propiedad heredada, como los animales o la tierra. Cada uno acepta el lugar que le corresponde en el orden social. En la novela la jerarquía está representada de arriba abajo por el señorito Iván, don Pedro, el Périto, y Paco. Pero los hijos de Paco son la esperanza de un cambio social. La finalidad de Los santos inocentes es denunciar los abusos de los caciques frente a los campesinos. Lo que critica es la falta de solidaridad y respeto hacia el prójimo por parte de los ricos. El autor arremete contra la falsa religiosidad de los ricos como Iván y la Marquesa, que ejerce la caridad pero no la justicia. La novela critica la convivencia entre la Iglesia y el Estado. Se alude al desarrollo económico de España en los años 60, producto de los gobiernos tecnócratas. Se ríe del progreso cultural del país con esa parodia de alfabetización que Iván muestra ante el francés. En consecuencia, Los santos inocentes se puede encuadrar dentro de la novela social.
Los Personajes
Azarías
Es un retrasado mental de 61 años que siente una profunda necesidad de afecto, especialmente de darlo. Es un «inocente» que se comporta de modo ingenuo y natural, sin malicia. Es una de las figuras más completas de toda la obra de Delibes. Su retraso le supone una vida marcada por la rutina y su marginación en ambos cortijos, sobre todo por su falta de higiene.
Paco, el Bajo
Es el personaje más humillado y, al mismo tiempo, de los más admirados por el señorito Iván en las cacerías. Tiene aptitudes que son muestra de sabiduría e ingenio y detalles de indudable calidad humana.
El Señorito Iván
Es el antagonista de Azarías. Es autoritario, caprichoso, cruel y egoísta. Su pasión incontrolada por la caza supone un gran desprecio por la naturaleza. Destaca su conducta cínica, especialmente en sus amoríos con doña Pura, con la que se relaciona de forma natural.
Régula
Es la mujer de Paco, el Bajo. Quiere que su hija Nieves vaya a la escuela. Su principal tarea es abrir el portón para que los coches no tengan que detenerse.
Nieves
Es la hija de Paco, el Bajo. Con 14 años tiene un gran sentido común y una inteligencia práctica. Acaba siendo criada en casa de doña Pura. Descubre a Iván y Pura besándose con pasión, pero no los delata porque a ella no le incumbe la vida de los señoritos.
El Quirce y el Rogelio
Son los dos hijos varones de Paco, el Bajo. Representan posturas distintas ante la vida. Quirce es símbolo de la rebeldía. Rogelio está más integrado en la vida del cortijo y en el trabajo.
La Niña Chica
La hija con discapacidad profunda de Paco, el Bajo. La llaman así porque abulta poco. Es la mayor de los cuatro hijos. Es la otra «inocente» de la familia. Azarías la quiere como quiere a sus milanas.
La Marquesa
Aparece puntualmente. Es la madre del señorito Iván y de Miriam. Piensa que los pobres son una casta inferior, pero se muestra bondadosa y generosa ante ellos.
Miriam
Es la hija de la Marquesa y la hermana de Iván. Tiene caridad cristiana y la ingenuidad propia de la juventud. Es más tolerante que su madre y su hermano.
Don Pedro, el Périto
Es un personaje de la clase media. Está casado con doña Pura, la cual le es infiel con Iván. Es muy celoso porque su mujer le da motivos. Gobierna la finca en nombre de la Marquesa.
Doña Pura
Es la mujer de don Pedro, el Périto. Ha salido de la pobreza por su hermosura y tiene cierto estatus social por su matrimonio. Es la querida de Iván.
El Espacio y el Tiempo
El Espacio
El espacio que presenta refleja la realidad del latifundio. Según estudiosos, la acción transcurre en Castilla, ya que desde Salamanca hasta Huelva existen latifundios como los del relato. Lo que le importa a Delibes es denunciar la injusta organización social del latifundio entre amos y siervos. Si el espacio geográfico no está claro, sí se describen con precisión los cortijos y casas de la novela. Los dos cortijos que aparecen, el de La Jara y el de El Pilón, están minuciosamente descritos. Hay tres casas en el cortijo de la Marquesa. El paisaje tiene una gran importancia porque expresa una doble actitud del hombre ante la naturaleza: los inocentes se hallan integrados en él, mientras que los señoritos lo degradan con sus abusos.
El Tiempo
En cuanto al tiempo histórico, no existe en la novela ninguna fecha explícita del año en que transcurre. Hay en el libro segundo una referencia al Concilio Vaticano II, convocado por el Papa Juan XXIII en 1959, pero cuyas sesiones se celebraron en Roma. Otro detalle puede ser el uso del tractor en las labores agrícolas, inicio de la mecanización del campo, que se produjo al inicio de los años sesenta. También se alude a la masiva emigración de las gentes del campo a las ciudades. En los cuatro primeros libros se rompe la linealidad temporal del relato y se mantiene un constante juego con el tiempo mediante la reiteración de sucesos y la aparición de anécdotas. En consecuencia, el ritmo narrativo es lento y pausado. En cambio, los hechos se relatan cronológicamente en los libros quinto y sexto, por lo que el ritmo narrativo se acelera.
Las Técnicas Narrativas
Para Delibes es básico el modo de narrar, el enfoque o punto de vista desde el que el narrador cuenta la historia. En Los santos inocentes hay que distinguir entre la voz del narrador y las voces de los personajes:
El Narrador
El narrador, omnisciente, cuenta la historia en tercera persona. Domina totalmente la narración, sabe lo que ocurrió en el pasado, lo que sucede en el presente y lo que ocurrirá en el futuro. Además, conoce la intimidad de los personajes, lo que piensan y sienten en cada momento. Algunas veces se muestra muy objetivo al contar los hechos de los personajes. Simpatiza con los personajes humildes o desfavorecidos. Demuestra una gran cercanía al mundo que narra y describe.
Las Voces de los Personajes
Las voces de los personajes expresan no tanto la realidad, sino su vivencia de ella. A Delibes se le planteó en esta novela un problema técnico al tratar de transcribir el discurso de los personajes en estilo directo. Este problema trató de resolverlo mediante una especial disposición tipográfica del texto, que no respeta las reglas usuales de puntuación. Para distinguir ambos discursos, introdujo cada uno en una línea distinta. De esta forma, el discurso del narrador queda en el margen izquierdo de cada línea y el discurso de cada personaje aparece en la línea siguiente, más a la derecha. Todo esto afectó a la puntuación: se suprimieron todos los puntos de los seis libros y se sustituyeron por comas. Esta ausencia de puntos y seguido, puntos y aparte, y dos puntos produce en el lector la sensación de que está ante un largo poema de versículos, donde la narración, la descripción y el diálogo parecen distribuirse con un ritmo ordenado. Al desaparecer los guiones iniciales, los verbos introductorios y las comillas de los diálogos, aumenta la sensación de vivacidad, naturalidad, espontaneidad y autenticidad de dichos diálogos. Los diálogos suelen ser breves porque tratan de plasmar con la mayor fidelidad posible el habla coloquial de unos personajes que solo utilizan el registro lingüístico.
La Estructura
Estructura Externa
Los santos inocentes es una novela que presenta el esquema tradicional de toda narración: planteamiento, nudo y desenlace. La obra consta de seis largas secuencias, a las que Delibes denomina «libros». Cada uno tiene un argumento independiente, pero adquiere significado pleno como parte de la totalidad de la novela. Dan cohesión a la novela el tiempo y el espacio. Los libros pueden dividirse en tres grupos:
- En los tres primeros libros se presentan los personajes humildes, sobre todo los dos principales, Azarías y Paco, el Bajo.
- El cuarto libro se sitúa en lo contrario de los personajes humildes. Iván, que sería el antagonista de la novela, representa la tiranía, la arrogancia y el paternalismo egoísta y campechano. En este libro aparecen las claves del conflicto que provocará el desenlace trágico más tarde.
- Los dos últimos libros vuelven a tratar asuntos ya contados. En ellos toma especial relevancia el enfrentamiento entre la pasión irracional por la caza de Iván y el amor infinito que Azarías siente por la vida de su milana, que desembocará en la tragedia con que concluye el último capítulo.
Estructura Interna
El discurso se organiza en torno a los tres elementos imprescindibles en una novela, según Delibes: el hombre, el paisaje y las pasiones.
El Hombre
Azarías es el eje sobre el que gira el relato. Pero el autor también muestra el perfil humano de Paco, el Bajo, y del señorito Iván, a los que también cabe considerar como personajes principales.
El Paisaje
El marco en el que se sitúan los hechos es el cortijo. Es un paisaje rico en matices que revela una estructura social semifeudal. El paisaje es distinto para cada personaje. El cortijo pone de relieve una situación injusta.
Las Pasiones
Delibes enfrenta en la novela dos concepciones del mundo: la de los señoritos, basada en el desprecio a la naturaleza y a los hombres; y la de los humildes, basada en la integración en el medio en que viven y en la nobleza de sus actitudes.
