Contexto Narrativo y la Radicalización de la Literatura Española (1930-1975)
En los años 30 asistimos a la radicalización de la literatura. El objetivo era crear una literatura social y revolucionaria. En algunos casos, la literatura se subordinaba a la política y se convertía en panfletos, con un esquematismo claro entre «los buenos» y «los malos».
La Literatura del Exilio Tras la Guerra Civil
Al acabar la Guerra Civil, muchos españoles se vieron obligados a abandonar España para evitar la muerte o la cárcel. Las obras de los novelistas exiliados no fueron conocidas en España, y solo algunos regresaron tardíamente.
Se pueden establecer dos grupos según su tendencia literaria:
- Escritores de tendencia realista social.
- Escritores de tendencia más intelectual y lírica.
Tendencia Realista Social: Ramón J. Sender
Dentro de la tendencia social encontramos a Ramón J. Sender. Su obra es muy extensa y de extraordinaria calidad. Antes de su exilio ya había publicado novelas como Imán y Mr. Witt en el Cantón. Ya desde el exilio destacan Crónicas del alba (formada por nueve novelas de tipo autobiográfico) y Réquiem por un campesino español, en la que muestra su vertiente más absurda de la Guerra Civil.
Tendencia Intelectual y Lírica
Enmarcados en una tendencia más intelectual sobresalen Francisco Ayala (Muertes de perro), Max Aub (Juego de cartas) y Rosa Chacel (La sin razón).
Evolución de la Novela en España (1940-1975)
Dentro de España, en los difíciles años 40, la novela resurgió por la vía del realismo gracias a una serie de autores llamados la Generación del 36. Son, por ejemplo, Cela, Torrente o Gironella, tratando un realismo existencial.
A partir de los años 50 se impone el realismo social. Los autores empiezan a contemplar lo que ocurre en la calle e intentan presentar con objetividad la vida colectiva española, llegando incluso a adquirir tonos de denuncia o protesta.
La Guerra Civil y la posguerra están presentes en la mayor parte de las novelas de los años 40, 50 y 60, ya sea como marco histórico o como tema central (como en Réquiem por un campesino español).
A partir de 1975 aparecen diferentes tendencias que podemos denominar en general neorrealismo. Los novelistas intentan recuperar el argumento y el placer de contar historias con personajes.
Periodización de la Obra de Ramón J. Sender
Las obras de Sender se pueden clasificar en tres periodos:
- Hasta 1939.
- Hasta 1965.
- Desde 1965 hasta su muerte.
Réquiem por un campesino español se clasifica en el segundo periodo y, dentro de él, en las novelas sobre la Guerra Civil española.
Temas Centrales de Réquiem por un Campesino Español
El tema principal de Réquiem… es el conflicto social. Una línea temática vinculada con elementos trascendentes sirve de soporte a la novela. Algunos de los temas clave son:
- El sentido de la justicia.
- La búsqueda de la dignidad.
- La culpa y su expiación.
- La expresión de la esencia del ser humano y su relación con las circunstancias.
Aparecen tres niveles temáticos principales:
1. Nivel Político-Social: La España Rural y el Conflicto
Este nivel aborda la relación ricos-pobres y presenta una síntesis de los conflictos sociales de la España rural, caracterizada por la miseria, el hambre, la falta de seguridad social y el analfabetismo. Aún predominaba el régimen señorial; ni los terratenientes, ni las fuerzas del orden público, ni la Iglesia querían cambios en el sistema.
Ante esta situación, aparece la impotencia del campesinado. Sin embargo, cuando los republicanos ganan las elecciones, aprovechan para liberarse del yugo del pago de los arrendamientos. Los terratenientes buscan recuperar su estatus a través del levantamiento militar, y en apenas dos semanas, en el pueblo de Paco, se devolvieron los derechos a los terratenientes, nombraron alcalde a don Valeriano y mataron a los adeptos a la República.
2. Nivel Religioso-Moral: Paco y Mosén Millán
Este nivel representa a las fuerzas que se enfrentaron en la Guerra Civil.
Paco, el del Molino
Paco, el del Molino, representa al pueblo español, respetuoso con las tradiciones, pero que no se somete al poder arbitrario del duque ni de los acomodados, como la Iglesia, representada por Mosén Millán. Paco se rige por su sentido de la justicia y de la injusticia, y por eso muere.
Mosén Millán y la Culpa
Mosén Millán tiene una personalidad más compleja. En toda la obra se siente culpable y angustiado por haber traicionado a Paco, pero al mismo tiempo considera que las cosas son inamovibles, aunque sean injustas. El estallido de la Guerra Civil le hace tomar partido, lo que le convierte en culpable ante los ojos del pueblo. Traicionó a Paco desvelando su paradero.
La relación entre Paco y Mosén evoluciona a lo largo de la novela, desde el bautismo hasta la confesión final; Millán siempre está presente en la vida de Paco. El paso por las cuevas es determinante en el cambio de la relación, ya que Paco comienza a distanciarse de la Iglesia.
3. Nivel Antropológico: Orden vs. Mundo Ancestral
Desde este punto de vista, la relación de Mosén Millán con la Jerónima es interesante. El cura representa el orden y el respeto por lo establecido, mientras que la Jerónima es el modo de vivir ancestral y primitivo. Ya cuando Paco fue bautizado tuvieron la primera discusión. Cada uno tiene su parcela de poder, que nunca se juntan.
Existen diferencias claras entre los dos mundos:
- La Iglesia: Presidida por Millán, regida por hombres, situada en el centro del pueblo. Símbolo del poder establecido, débil durante la República.
- El Carasol: Presidido por la Jerónima, un mundo de mujeres en las afueras del pueblo. Refugio de los humildes que cobra fuerza con la República, pero que es ametrallado por los falangistas.
