Contexto y Ruptura de la Lírica Española Tras la Guerra Civil
Tras la Guerra Civil, la sociedad española queda dividida en dos bandos: vencedores y vencidos. El exilio exterior de buena parte de los escritores vivos afines a la República, el asesinato de Federico García Lorca y el encarcelamiento del joven Miguel Hernández dejarán apenas sin modelos a las nuevas generaciones poéticas. La producción lírica de aquellos que se quedan en el llamado exilio interior deberá esquivar la fuerte presión de la censura.
Años Cuarenta: Poesía del Exilio y la Cárcel
Poesía del Exilio
Son muchos los poetas que marchan al exilio. Sus temas principales son España, la Guerra Civil, sus ideales y la derrota, tratados con un tono amargo. Entre los poetas exiliados se encuentran:
- Antonio Machado, con poesías de guerra.
- Juan Ramón Jiménez, con El otro costado.
- La mayoría del Grupo Poético del Veintisiete, como:
- Emilio Prados, con Jardín cerrado.
- Luis Cernuda, con Vivir sin estar viviendo.
- Rafael Alberti, con Poemas del destierro y de la espera.
Poesía en la Cárcel: Miguel Hernández
Miguel Hernández evoluciona ideológicamente desde el cristianismo a una progresiva radicalización. Su poesía se caracteriza por su humana sinceridad y su perfección técnica, utilizando la metáfora. Su último libro, Cancionero y romancero de ausencias, fue compuesto en la cárcel entre 1938 y 1941. Miguel Hernández se rebela contra la injusticia y la cárcel e intenta remontar su desesperación cantando al amor por su esposa y su hijo. Destaca el libro dedicado a su hijo, Nanas de la cebolla.
Poesía de Posguerra en España: Arraigada y Desarraigada
Los escritores que permanecieron en España se diferenciaron en dos tendencias poéticas principales:
Poesía Arraigada
Se genera en torno a revistas como Escorial o Garcilaso. Sus poetas simpatizan con el nuevo régimen y son conocidos por el nombre de ‘garcilasistas’ por ser su modelo Garcilaso de la Vega. Sus temas son el amor, la familia, la fe católica, la contemplación del paisaje castellano, el régimen militar o los valores imperiales asociados a la historia de España. Buscan la belleza y la perfección formal.
Poesía Desarraigada
Sus temas son la búsqueda del sentido de la existencia humana, lo religioso (que también era un tema frecuente pero conflictivo), la desesperación y el sufrimiento humano. La poesía desarraigada aparece hacia 1944 con Hijos de la ira de Dámaso Alonso y con la revista Espadaña. Dámaso Alonso emplea el versículo y ofrece una visión monstruosa del mundo. Se manifiesta la concepción angustiosa de la vida en la que el hombre aparece como una figura perdida y acosada por el odio y la injusticia.
Evolución Poética por Décadas
Años Cincuenta: Poesía Social
Se trata de una poesía de denuncia. Sus temas son España, su injusticia social, su miseria, su alienación, los anhelos de libertad y de un mundo mejor. Los poetas emplean un lenguaje sencillo y comprensible, expresiones coloquiales y, con frecuencia, el verso libre. En 1955 se publicaron dos grandes libros que son testimonio de la realidad y recogen los problemas del ser humano en su entorno:
- Pido la paz y la palabra de Blas de Otero.
- Cantos íberos de Gabriel Celaya.
Años Sesenta: Poesía del Conocimiento
La poesía es concebida como conocimiento. Sus temas son la intimidad y lo amoroso, la persona (el Yo), el fluir del tiempo, la evocación nostálgica de la infancia perdida, la amistad, las experiencias eróticas y la vida cotidiana. Autores destacados incluyen:
- José Agustín Goytisolo, con Palabras para Julia.
- Ángel González, con Tratado de urbanismo.
Años Setenta: Generación de los Novísimos (1970)
José María Castellet editó una antología poética sin duda clave en la evolución de nuestra lírica: Nueve novísimos poetas españoles, que sacó a la luz las preferencias y tendencias de la nueva poesía que se estaba gestando. Entre ellos se encuentran Pere Gimferrer (La muerte en Beverly Hills), Leopoldo María Panero y Manuel Vázquez Montalbán (Una educación sentimental).
Se caracterizan por:
- El rechazo del realismo social.
- La integración de influencias culturales.
- El enorme interés por el surrealismo.
- La admiración por los motivos culturales extranjeros y la mitología.
- El lenguaje se caracteriza por su experimentación radical, volviendo a utilizar procedimientos surrealistas como la escritura automática, el collage o el verso libre.
Poesía Última (Años 80 y 90): Pluralidad de Tendencias
Se aprecia cierto cansancio con respecto a la lírica de los Novísimos y comienzan a aparecer una pluralidad de tendencias y líneas creativas, unas continuistas y otras recuperadoras del pasado.
Poesía de la Experiencia
Reivindica una vuelta a la expresión de la sentimentalidad. Un ejemplo es el libro de Luis García Montero, El jardín extranjero.
Poesía Neopurista
Plantea temas como la preocupación por la muerte o el afán del Absoluto. Figura central de este grupo es Andrés Sánchez Robayna.
Poesía Neosurrealista
Irrumpe tras la publicación en 1980 del libro de Blanca Andreu, De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagal. Predominan las imágenes oníricas, las asociaciones irracionales y la oscuridad verbal.
La Nueva Épica
Se forma en autores que indagan en los problemas de la colectividad desde una óptica realista y crítica. Se adscribe a esta tendencia Roger Wolfe con Días perdidos en los transportes públicos.
El Neoerotismo
También a partir de los años 80 cobra auge la poesía escrita por mujeres. Ana Rossetti (Devocionario) abre una línea del erotismo que será seguida por otras poetas.
