Temas y Métrica en la Poesía Española Contemporánea: Comentario de Poemas Clave

Temas y Estilos en la Poesía Española Contemporánea

A continuación, se presenta una selección comentada de poemas clave de la antología, clasificados según su temática principal o su estructura métrica.

1. Poemas de Metapoesía (Reflexión Poética)

La metapoesía (la reflexión sobre el propio acto poético) es uno de los temas más abundantes en la antología. Se comentan a continuación varios ejemplos:

«A la inmensa mayoría», de Blas de Otero: Este poema marca el cambio del autor de la poesía existencial a la poesía social y comprometida con el hombre. Otero declara: “entonces comprendió: y rompió todos sus versos”. Tras describir escenas de guerra, suavizadas con metáforas (“ángeles atroces”: bombarderos; “peces de metal”: navíos de guerra…) y referencias directas a muertos, sangre, odio, el poema termina pidiendo paz, por la que sacrificaría toda su obra: “yo doy todos mis versos por un hombre en paz.”
«La poesía es un arma cargada de futuro», de Gabriel Celaya: Este poema también aborda el tema metapoético, concibiendo la poesía como una herramienta de transformación política y social, necesaria como el pan de cada día, como el aire que respiramos. Este poema se convirtió en un himno generacional, popularizado por la interpretación de Paco Ibáñez.
«El oficio de poeta», de José Agustín Goytisolo: La poesía surge de la propia experiencia del poeta y del inconformismo colectivo. El trabajo del poeta es devolver al pueblo su voz.
«El juego de hacer versos», de Jaime Gil de Biedma: El autor declara su poética: “mucha vocación / y un poco de trabajo. / Aprender a pensar / en renglones contados / – y no en los sentimientos / con que nos exaltábamos”. Destaca la vocación, el trabajo, el dominio de la técnica y la necesidad de no dejarse llevar solo por los sentimientos.
«El porqué de las palabras», de Francisco Brines: Trata sobre las palabras, la materia con que se construye el poema, y el desamor que le producen, la carencia de utilidad, la nada que representan. Muestra su desengaño de la labor poética.
«Como si nunca hubiera sido mía», de Claudio Rodríguez: La voz del poeta ha de entregarse a todos: “dad al aire mi voz y que en el aire / sea de todos y la sepan todos”, lamentándose de no “poder ser hostia para darse.” El poeta ansía pertenecer a todos como el aire, la luz, el canto de las aves, las flores.

2. Poemas de Reivindicación Feminista

«Canto a la madre de familia», de Ángela Figuera: Aborda el compromiso social feminista, describiendo la dura situación de las sacrificadas amas de casa durante la dictadura, confinadas al hogar y con pocas oportunidades de realización personal.
«Soy solo una mujer», de Gloria Fuertes: Ya desde el título se centra en la mujer, reivindicando su papel: “Soy solo una mujer, y ya es bastante”. Además, cita diversas profesiones que no ha podido ejercer por ser consideradas propias de hombres: delineante, capitán, astronauta.
«Palabras para Julia», de José Agustín Goytisolo: Podría ser considerado feminista, pues los consejos que da a su hija serían aplicables a ambos géneros: “un hombre solo, una mujer / así”, transmitiendo valores que muchas veces se han asociado tradicionalmente a la hombría: no rendirse, luchar.

3. Poemas de Crítica Social

«Palabras para Julia», de José Agustín Goytisolo: Contiene crítica social al señalar que la vida es dura, pero, sobre todo, es un canto a la unión: un hombre, una mujer […] tomados de uno en uno no son nada, proclamando la unión para hacer frente a la injusticia.
«Alto jornal», de Claudio Rodríguez: Canto al humilde trabajador, a la importancia de su labor. Es una dignificación del obrero.
«No quiero», de Ángela Figuera: Es una crítica social directa. Rechaza lacras sociales como la pobreza y el hambre (“que haya frío en las casas”); la violencia de la guerra (“que haya miedo en las calles / que haya rabia en los ojos”); la ausencia de esperanza para el trabajador (“no quiero que el labriego trabaje sin agua”); los ejércitos y el poder (“no quiero que mi hijo desfile”, “no quiero que me manden Fulano y Mengano”); y la carencia de libertad de expresión (censura): “no quiero que me tapen la boca / cuando digo no quiero”.
«Inventario de lugares propicios al amor», de Ángel González: Es una crítica a una sociedad puritana que pone obstáculos al amor, propiciando el odio.

4. Poemas de Problemas Existenciales

«Hombre», de Blas de Otero: Es un poema metafísico o existencial. El hombre busca respuesta a sus dudas existenciales y a cambio solo recibe el silencio de Dios, que le sume en la desesperación, debatiéndose entre su condición humana y su ansia de divinidad.
«Para que yo me llame Ángel González», de Ángel González: Reflexiona sobre el trabajo de siglos y generaciones para obtener un resultado tan humilde como el autor: “un escombro tenaz […] el éxito de todos los fracasos”.
«No volveré a ser joven», de Jaime Gil de Biedma: Aborda el paso del tiempo, tema propio de esta generación. Muestra nostalgia de la juventud y desengaño de las ilusiones juveniles.

Métrica y Estilo

5. Poemas de Métrica Tradicional

Se presentan ejemplos de poemas que utilizan estructuras métricas clásicas o tradicionales, aunque adaptadas:

«Hombre», de Blas de Otero: Es un soneto clásico (endecasílabos, dos cuartetos y dos tercetos).
«Soy solo una mujer», de Gloria Fuertes: Es una silva (combinación de versos endecasílabos y heptasílabos). Rima consonante (con la excepción de: sensitiva – perdida, que es asonante).
«El juego de hacer versos», de Jaime Gil de Biedma: Es una endecha: variante del romance con versos heptasílabos (en lugar de octosílabos) y rima asonante en los versos pares: á-o.
«La poesía», de José Ángel Valente: Trece versos pentasílabos; los versos pares y el último comparten rima asonante á-e.
«Alto jornal», de Claudio Rodríguez: Endecasílabos con rima asonante en los pares (romance heroico).

6. Poemas de Métrica Moderna (Verso Libre)

«Inventario de lugares propicios al amor», de Ángel González: Compuesta en verso libre con predominio de endecasílabos y heptasílabos.
«No quiero», de Ángela Figuera: Verso libre, con predominio de versos decasílabos.
«A veces me figuro que estoy enamorado», de Gabriel Celaya: Verso libre, sin rima (aunque puntualmente rimen los 2 primeros y los 2 últimos versos). En cuanto a la medida, siendo libre, se limita a versos de 7, 13 y 14 sílabas.
Otros ejemplos: «El porqué de las palabras», de Francisco Brines; «Serán ceniza…», de José Ángel Valente.

7. Poemas con Predominio del Lenguaje Coloquial

«A veces me figuro que estoy enamorado», de Gabriel Celaya: El léxico es sencillo y directo (“estúpido”, “bonita”).
«Ya ves qué tontería», de Gloria Fuertes: Tono conversacional.
«Canto a la madre de familia», de Ángela Figuera: Lenguaje sencillo, con abundantes expresiones coloquiales.