Pío Baroja, Juan Ramón Jiménez y la Evolución Literaria de España (1900-1936)

La Generación del 98: Decadencia y Pesimismo en Pío Baroja

El Árbol de la Ciencia: Estructura y Temas Centrales

El árbol de la ciencia es una novela publicada en 1914 por Pío Baroja, autor perteneciente a la Generación del 98, a comienzos del siglo XX. En ella se refleja la decadencia de la sociedad española, marcada por la crisis del 98 tras la pérdida de las últimas colonias. Este tono pesimista se proyecta en la obra a través de su protagonista, Andrés Hurtado.

Estructura Narrativa y Trayectoria de Andrés Hurtado

La novela se estructura en siete partes:

  • En la primera, se relata la vida de Andrés Hurtado, estudiante de Medicina en Madrid, y el desarrollo de su etapa universitaria, junto con sus relaciones familiares, amistosas y amorosas.
  • En la segunda parte, Andrés se traslada a Alcolea para trabajar como médico, donde manifiesta su rechazo hacia la vida rural, que percibe como atrasada e ignorante.
  • Tras su breve estancia en el pueblo, marcada por experiencias desagradables, regresa a Madrid, donde conoce a Lulú, quien se convierte en su esposa y ejerce una influencia positiva sobre él, aportándole una visión más esperanzadora del mundo.

Sin embargo, esa etapa de serenidad termina trágicamente con la muerte de Lulú y del hijo que ambos esperaban, dolor que conduce a Andrés al suicidio.

Componente Autobiográfico y Estilo Barojiano

La obra posee un componente autobiográfico, ya que Baroja proyecta parte de su vida y de su pensamiento en la figura de Andrés Hurtado. Su visión pesimista de la existencia se manifiesta especialmente en los diálogos con su tío, el doctor Iturrioz, donde se exponen las reflexiones filosóficas del autor. Los sentimientos de Baroja se expresan mediante un personaje incomprendido y frustrado, que se siente prisionero de una sociedad inmóvil a la que no consigue cambiar pese a su esfuerzo.

El ritmo narrativo de la obra es ágil, con un estilo claro y sencillo. Su lectura resulta fluida y entretenida, en gran parte por la variedad de personajes secundarios, casi siempre retratados de forma crítica por el protagonista. Dichos personajes sirven para representar la sociedad burguesa y proletaria de finales de siglo y para mostrar la complejidad de ideas y opiniones que caracterizan la narrativa de Baroja.

El Novecentismo o Generación del 14: Racionalismo e Intelectualismo

El Novecentismo o Generación del 14 surge en la segunda década del siglo XX, en un contexto de crisis nacional tras el 98 y de renovación artística europea impulsada por las vanguardias. Esta generación defiende un arte intelectual, puro y sereno, inspirado en el clasicismo griego, alejándose del modernismo y del sentimentalismo noventayochista, y apostando por:

  • El racionalismo y la europeización.
  • El intelectualismo.
  • El cuidado del lenguaje.

La Poesía Novecentista: Juan Ramón Jiménez

El poeta más representativo fue Juan Ramón Jiménez, cuya obra evoluciona del modernismo a una poesía intelectual y pura. Su trayectoria se divide en tres etapas:

  1. Etapa Modernista: Marcada por su viaje a EE. UU. y su matrimonio con Zenobia Camprubí. Destacan Ninfeas y Diario de un poeta recién casado (1916).
  2. Etapa Intelectual (1916-1936): Caracterizada por la desnudez formal y la presencia del mar. Aborda temas como el paso del tiempo o la soledad. Sobresalen Eternidades y Piedra y cielo.
  3. Etapa Suficiente o Verdadera (1937-1958): Escrita en el exilio. Trata la muerte, la eternidad y el misticismo poético en obras como Espacio y La estación total.

La Novela Novecentista: Pérez de Ayala y Miró

La novela novecentista adopta un tono intelectual, con prosa precisa, pulcra y rica en recursos expresivos, combinada con una actitud crítica.

Ramón Pérez de Ayala: Evolución Temática

Ramón Pérez de Ayala pasó de escritos autobiográficos de estética noventayochista a la novela intelectual. Su evolución se refleja en tres etapas:

  1. La Realista: Con visión amarga de la vida (ej. Tinieblas en las cumbres).
  2. La Intelectual: Donde desaparece lo autobiográfico y predominan las ideas, con “novelas poemáticas de la vida española” (ej. Prometeo).
  3. La de Armonía: En la que la acción disminuye y se busca una armonía de un universo de contrarios (ej. Belarmino y Apolonio).

Gabriel Miró: El Dominio Descriptivo

Las novelas de Gabriel Miró se distinguen por el dominio del lenguaje y su rico estilo descriptivo, con una evolución desde la etapa decadentista de estética modernista (ej. Las cerezas del cementerio) hasta la etapa novecentista, de espíritu crítico y preocupación por el paso del tiempo y la angustia existencial (ej. El obispo leproso).

El Ensayo Pre-Guerra Civil: Ortega y Gasset y D’Ors

El ensayo anterior a la Guerra Civil alcanzó gran desarrollo tanto en calidad como en variedad temática e ideológica.

José Ortega y Gasset: Filosofía y Vanguardias

Destacó Ortega y Gasset, quien puso al día la filosofía española y escribió numerosos artículos en prensa (ej. El Sol). Su estilo claro y elegante, con uso de metáforas, se refleja en La deshumanización del arte, donde analiza las vanguardias y defiende un arte “impopular” destinado a una minoría capaz de comprenderlo.

Eugenio D’Ors: La Glosa

Otro destacado ensayista fue Eugenio D’Ors, que cultivó la glosa: breves artículos ingeniosos sobre filosofía, sociedad y cultura con actitud crítica. Al igual que Ortega, valoró la razón para entender el mundo, defendió la vuelta al clasicismo y el afán de modernidad, con obras como Tres horas en el Museo del Prado y Glosario.

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