Ramón Pérez de Ayala (1880-1962): Trayectoria y Estilo

Ramón Pérez de Ayala (Oviedo, 1880 – Madrid, 1962) inició la carrera de Derecho y posteriormente se trasladó a Madrid, donde entró en contacto con la Institución Libre de Enseñanza. En 1903 fundó la revista Helios y desde 1904 colaboró con medios como El Imparcial y ABC. Galardonado con el Premio Nacional de Literatura, fue elegido miembro de la Real Academia Española. En 1931 firmó junto a Ortega y Gasset y Gregorio Marañón el manifiesto “Al servicio de la República”. Embajador en Londres durante el gobierno de la República, dimitió de su cargo en 1936 y, al estallar la Guerra Civil, se exilió en Francia. Vivió en París, Biarritz y Buenos Aires hasta su regreso definitivo a Madrid en 1954.

Las novelas de Pérez de Ayala poseen un marcado carácter ensayístico e intelectual, y en ellas destacan sus continuas digresiones sobre diversos temas y su tendencia a la experimentación formal. Dentro de su trayectoria novelística se distinguen tres etapas:

Etapas de la Obra Novelística

• Etapa Autobiográfica: Se inspira en sus propias vivencias para escribir novelas en las que refleja una visión crítica de la realidad de su tiempo. Critica al Modernismo y la Generación del 98. Destacan obras como Tinieblas en las cumbres (1907), La pata de la raposa (1912), A.M.G.D. (1910) y Troteras y danzaderas (1913).
• Etapa de Transición: Evoluciona hacia una novela más intelectual, alejada del realismo de los primeros textos. Investiga las posibilidades del lenguaje narrativo. En 1916 publica sus “Tres novelas poemáticas de la vida española”, formada por Prometeo, Luz de domingo y La caída de los limones.
• Etapa de los Grandes Temas (Novela-Ensayo): Presenta temas universales y filosóficos. A menudo reciben el nombre de novela intelectual o novela-ensayo por el contenido filosófico y las continuas digresiones. Ayala aplica técnicas experimentales que preconizan la vanguardia, como el perspectivismo (presentación de la realidad desde más de un punto de vista) o el estudio del subconsciente de sus personajes (planteamientos que recuerdan a los del psicoanálisis). En ellas también se aprecia un profundo vitalismo del autor, así como el sentido del humor con el que deforma la realidad con espíritu crítico y juega con las técnicas literarias y la expectativa del lector. Destacan obras como Belarmino y Apolonio (1921), Luna de miel, luna de hiel (1923), y Tigre Juan y el curandero de su honra (1926).

El Novecentismo y la Generación del 14

Los autores de la Generación del 14, en su afán de innovación, intentaron alejarse tanto de los excesos frívolos del Modernismo como del interés por el paisaje y el mundo castellanos propios del 98.

Rasgos Característicos de la Literatura Novecentista

Entre los rasgos que caracterizan la literatura novecentista destacan:

• Racionalismo: Se defiende la razón como instrumento que debe guiar al ser humano.
• Vitalismo.
• Europeísmo: Persiguen la modernización del país y para ello es necesario adoptar reformas que aproximen España a Europa.
• Intelectualismo: Evitan lo sentimental y lo anecdótico, persiguiendo el Arte Puro (el arte por el arte).
• Elitismo: El arte se considera minoritario.
• Clasicismo: Se vuelve la mirada al mundo clásico y se busca una depuración del lenguaje literario.

Estudio de la Novela: Tigre Juan y el Curandero de su Honra (1926)

Contexto y Significado

Esta novela, publicada en 1926, aparece dividida en dos tomos, con título independiente cada uno, pero se trata en realidad de una única novela. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura y en 1929 se estrenó una adaptación teatral de la misma.

Es la última novela larga de Pérez de Ayala, escrita cuando contaba 45 años, y por tanto, en plena madurez. Como novela de la segunda época, tiene la coherencia interna de un tratado filosófico y se trata de una novela “redonda, clásica”.

En su trayectoria como escritor, Pérez de Ayala se propuso una exaltación poética del intelecto y de la realidad. Ni uno ni otro elemento, independientes, sino engarzados, fundiéndose de un modo violento y único. Él mismo lo afirma en su libro de ensayos Hermann encadenado, donde Tigre Juan y el curandero de su honra dibujan los niveles artísticos más depurados de su arte.

Otros aspectos de importancia en la novela los determina, sin lugar a dudas, la ironía. Una ironía muy personal se interpola gradualmente en el tratamiento de los significados de lo femenino, lo varonil, el honor, la virtud y Don Juan, capaz de crear ambigüedades o de mantener al lector en vilo frente a un conjunto de variaciones imprevistas. Pero, igualmente, a través de la ironía, el lector conoce cuál es el ambiente y quiénes son los personajes.

Ubicación y Simbolismo Geográfico

Algunas obras nacen unidas a un lugar sin el que no se entienden. Esto ocurre con Tigre Juan, que se desarrolla en Pilares y la Plaza del Mercado, es decir, en Oviedo y El Fontán.

Ya en las primeras líneas de la novela tenemos la descripción del lugar: crea El Fontán, lugar en el que Ayala había nacido y se había criado. Sin embargo, no se limita a hacer costumbrismo: un rincón de su ciudad le sirve para su creación poética.

Sobre el nombre de “Pilares” se ha querido ver un cierto simbolismo (similar a Vetusta), representando este “los pilares de la tradición, de las viejas costumbres”. Por otro lado, se puede interpretar incluso como los pilares del antiguo acueducto que pasaba por Oviedo. Pilares es el ámbito imaginario de la mayoría de sus novelas: ciudad ideal, mundo literario, simbólica capital de provincia, recuerdos de infancia… Es el centro narrativo de Pérez de Ayala.

Personajes y Fundamento Real

Los personajes que aparecen en la obra parecen tener fundamento real. Han sido creados en base a experiencias vividas por el autor. Cuando a este se le preguntó si Tigre Juan existía, él respondió que “solo por fuera”. El personaje de Doña Iluminada no tendría origen real. El resto de personajes están basados en tradiciones locales.

Temas Centrales: Donjuanismo y Honor

En esta obra encontramos dos temas base: el donjuanismo y el honor (vinculado al amor). Honor matrimonial y donjuanismo son dos temas universales que Ayala ya había explotado en otras obras. En Tigre Juan se ataca la concepción social del honor de Calderón (el honor reside en la opinión de los demás y no en la virtud; es un bien social que afecta a la familia). Se hace depender de la virginidad de la mujer soltera o de la fidelidad de la casada. La honra perdida se lava con sangre, y esta recuperación debe estar en la familia deshonrada.

Tigre Juan es un típico español obsesionado con el honor y el adulterio. Tiene un gran complejo antifemenino, es misógino porque no acepta la realidad. Coloca a la mujer en un altar o la desprecia. No cree en su capacidad intelectual y le niega la libertad para el amor. Concibe el amor como posesión y tiene una concepción mítica de la virilidad. Cuando pierde su “honra” actúa como un “curandero” de la misma (y no como el médico de Calderón). Terminará comprendiendo que él es el culpable de la huida de su mujer.

En relación con el amor existen tres nociones típicas en Pérez de Ayala:

1. La importancia de la educación para el amor.
2. Los personajes son desgraciados que actúan de forma inadecuada por prejuicios erróneos de la sociedad, aunque con sufrimiento lo comprenden y cambian.
3. El honor calderoniano es un caso de inautenticidad vital. El autor está en contra de las actitudes que supeditan el instinto natural a cualquier clase de convencionalismo social.

Se trata de una obra que, en definitiva, critica el donjuanismo y el honor calderoniano.

Características Estructurales y Estilísticas

Los mitos, la educación para el amor, la reforma de la sensibilidad española… son plasmados en una historia que no pretende análisis muy amplios. Sobre ella podemos resaltar las siguientes características:

• El narrador es omnisciente: conoce y nos informa de los sentimientos íntimos de los personajes antes de que él mismo sea consciente de ellos.
• El tiempo interno de la obra es alrededor de 1890 y transcurren dos años dentro de ella.
• Todos los nombres de los personajes son significativos.
• Introduce diálogos teatrales con mención de los interlocutores y acotaciones.
• El relato finaliza con un poema que expone los sentimientos de Tigre Juan después de haber nacido su hijo.
• Lenguaje y estilo: Arcaizante, casticista, culto (lo que supone un obstáculo para los lectores), riqueza y complejidad del lenguaje con aparición de cultismos, arcaísmos librescos, vulgarismos, dialectalismos asturianos. Cada personaje tiene su propio estilo a la hora de hablar.
• Utiliza el monólogo interior de frases cortas y muchas exclamaciones para expresar vivencias.
• Los momentos clave están contados con objetividad narrativa.
• Los personajes, con sus peculiaridades psicológicas, son “muy humanos” y representan fuerzas e ideas que actúan en contraposición.
• La novela está dividida en dos tomos: el primero (con dos partes) y el segundo (con 4 partes). Cada una de las partes lleva un título musical.
• Hay un rasgo técnico llamativo: la división de páginas en dos columnas en el Adagio del Volumen II para mostrar lo que les ocurre a ambos esposos por separado y a la vez mostrar la unidad de ambos.
• La separación de Juan y Herminia tiene lugar en la noche de San Juan, de gran simbolismo.
• Se trata de una novela educativa y moralizante.

El Premio Literario Tigre Juan

El Premio Tigre Juan es un galardón literario fundado en 1977 en honor a la novela Tigre Juan. El curandero de su honra del escritor ovetense. Se concede a la mejor obra narrativa en español publicada en los anteriores doce meses a la convocatoria del certamen. Ha tenido diferentes patrocinadores: los fundadores, la Librería Cervantes, el Centro Asturiano, el Ayuntamiento de Oviedo (1986-2009) y Tribuna Ciudadana.

El premio nació con el objetivo de premiar la mejor novela corta inédita —independientemente de si el autor era novel o consagrado— gracias a destacadas personalidades de la vida cultural de Oviedo como Emilio Alarcos Llorach, Juan Cueto, José María Martínez Cachero, Belarmino Álvarez Otero, todos pertenecientes a la futura asociación cultural ovetense Tribuna Ciudadana, instituida tres años más tarde.

El galardón se entregó por primera vez en el pub Tigre Juan, ubicado en calle Mon nº 16, del Oviedo Antiguo, conocido local de encuentro de artistas en la zona vieja de Oviedo que era propiedad de Álvarez Otero, el primer patrocinador del premio.

Evolución y Modalidades del Premio

En 1986, la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento tuteló este premio, ampliando su importe económico y dotándolo de una infraestructura organizativa con el objeto de conseguir una mayor proyección nacional. Cuatro años más tarde se modifican las bases del certamen con el objeto de premiar la mejor primera obra publicada de narrativa, lo que convirtió al galardón en el primero que apoyaba, además de al autor, al editor que apostaba por la ópera prima de un escritor, generalmente joven (aunque en la 26ª edición lo ganase a los 74 años de edad el cineasta y escritor novel José Luis Borau).

Esta segunda etapa, la más brillante del galardón, duró hasta 2003. Un nuevo cambio en las bases hizo que se premiaran desde 2004 a 2007 novelas inéditas de autores generalmente consagrados o conocidos (3ª etapa), pero tras cuatro años, en 2008 se volvió a retomar la modalidad de premiar a la mejor primera obra narrativa en castellano (4ª etapa).

Si la primera dotación de este galardón fue de 100.000 pesetas, la de 2009 era de 54.000 € (40.000 para el autor y el resto para que la editorial que publica la obra la promocione). El premio se fallaba en enero y se entregaba en mayo del siguiente año durante la Feria del Libro de Oviedo. En noviembre de 2009, aduciendo como motivo la crisis económica, el ayuntamiento anunció que suspendía su financiación. Ahora el premio —una estatuilla inspirada en un grabado del artista asturiano Jaime Herrero y que representa al personaje Tigre Juan— se falla en otoño y no tiene dotación económica.

Los ganadores de 2017 fueron:

• Ganador: Pedro Mairal por La uruguaya.
• Finalista: Juan Gómez Bárcena por Kanada.