Federico García Lorca y la Tragedia Rural
El objeto de esta valoración es Bodas de sangre, obra teatral de Federico García Lorca. Este autor es uno de los más famosos poetas de la Generación del 27, grupo literario que se desarrolla en el primer tercio del siglo XX y que tiene como máximos representantes a Lorca, Alberti, Cernuda o Jorge Guillén, entre otros. En cuanto a la obra Bodas de sangre, podemos decir que, junto con Yerma y La casa de Bernarda Alba, conforma una trilogía teatral basada en la situación real contemporánea al escritor en los pueblos andaluces, focalizándose principalmente en la condición sociocultural de la mujer.
Escrita en 1932 y publicada en 1933, se estrenó el 8 de marzo de este último año, en el Teatro Beatriz de Madrid. El título de la misma hace referencia a los acontecimientos que se suceden el día en que los novios, protagonistas, van a contraer matrimonio y terminan viviendo una singular tragedia debido a las pasiones prohibidas e irrefrenables que los envuelven.
El Resurgimiento de la Tragedia en el Siglo XX
El género no es un detalle menor, ya que desde el Renacimiento la tragedia no experimenta un impulso significativo en el teatro occidental, especialmente en el español. Esto cambiará con el escritor granadino, que en una entrevista de 1933 dijo: **«Hay que volver a la tragedia […]. Tiempo habrá de hacer comedias farsas. Mientras tanto, yo quiero dar al teatro tragedias»**.
Con el empleo de este género, Lorca aúna, como es habitual en su producción, la tradición literaria más arraigada y convencional con la vanguardia y la innovación, ya que introduce elementos estructurales y temáticos que no se habían explotado previamente en la tragedia española.
Temas Centrales y Simbología Lorquiana
El tema esencial en las obras de Lorca es el **destino trágico** como consecuencia de la exaltación del deseo de libertad y de la frustración ante la realidad sociocultural implacable. Los protagonistas reaccionan con pasión y fiereza a la opresión de los convencionalismos sociales y religiosos, y esta rebeldía les conduce, irrevocablemente, al ostracismo absoluto y a la muerte como única salida posible. Lorca introduce al lector en un mundo sombrío de amores y desamores, que derivan en los celos, la persecución y, como trágico final, la muerte.
La fuente sobre la que se desarrolla la obra es una historia real de amor trágica, y en ella aparecerán recurrentemente los símbolos típicamente lorquianos que constituyen ya un rasgo inequívoco del autor:
- El **caballo desbocado**: Símbolo de la virilidad, la pasión y la muerte.
- Las **navajas y cuchillos**: Medio de desahogo de las pasiones exacerbadas, violencia y aniquilación de la vida.
- La **luna** y el color **verde**: Asociados a la muerte.
- El **río**, el **bosque** y el **olivar**: Símbolos del erotismo y de la naturaleza salvaje e irracional del encuentro sexual.
- El color **blanco**: Símbolo de feminidad y de libertad.
Estructura Dramática de Bodas de sangre
Centrándonos ahora en la estructura, podemos decir que la obra se divide en **tres actos y siete cuadros**; el primer acto contiene tres cuadros y el segundo y el tercero contienen dos cuadros cada uno.
Acto I: El Planteamiento
Ocurre en tres casas diferentes: la de la madre, la de Leonardo y la de la novia. Estas localizaciones, siempre en el hogar y en el entorno familiar e íntimo, simbolizan el mundo de convencionalismos sociales y reglas preestablecidas en el que se inserta la historia.
Acto II: El Nudo y la Ruptura
Ya relacionado con el nudo, nos presenta la historia anterior y posterior a la boda, por lo que supone un punto álgido en el respeto y sometimiento a las normas religiosas y culturales y la consiguiente ruptura del orden establecido con la huida de la novia.
Acto III: Desenlace Trágico y Libertad
Se centra en el trágico desenlace y en la violencia y la muerte, pero también puede considerarse un canto a la libertad y a la aceptación del erotismo como vía de placer, de rebeldía y de culminación del autoconocimiento.
Estilo y Lenguaje: Fusión de Tradición y Vanguardia
En cuanto al estilo, Lorca aúna magistralmente elementos cultos, como el uso del verso, y elementos populares, como el predominio de frases hechas, del mismo modo que recurre simultáneamente a la tradición y a la vanguardia más inesperada. Todo ello le permite configurar una obra con un estilo cuidado y personal, con un lenguaje metafórico y al mismo tiempo popular (como vemos en las canciones que le cantan al niño de Leonardo), que serán la base de la renovación teatral de Lorca.
Las **metáforas inusuales** («dentro de los ojos/ un puñal de plata»), las imágenes y la pluralidad simbólica (en la que, a veces, un mismo elemento puede simbolizar ideas opuestas en distintos contextos, como el caso del verde, que a veces será la muerte y otras, la vida) son los recursos estilísticos más empleados.
Podemos observar, centrándonos en el lenguaje, el uso continuo del futuro simple, los versos octosílabos y la rima asonante en el encuentro último amoroso entre Leonardo y la novia, donde tiene lugar la exaltación máxima del sentimiento amoroso y de las pasiones desbocadas. Se recurre, asimismo, al diálogo fluido e intenso, a las exclamaciones apasionadas, a las frases coloquiales que imitan el habla popular andaluza y al tono premonitorio y devastador, en un intento de impregnar la totalidad del drama del realismo y del sentido estético que Lorca busca en toda su producción literaria.
Conclusión: El Triunfo de la Pasión sobre la Norma
En conclusión, puede afirmarse que Bodas de sangre es un drama rural en el que las fuerzas de la pasión arrebatadora y la rebeldía imparable suponen una constante tanto para el desarrollo de la historia como para la consecución de la simbología de la obra. De este modo, Lorca consigue crear un mundo alegórico en el que los símbolos utilizados gozan de tanta libertad como los personajes protagonistas de la historia y en el que la muerte, a pesar de sus connotaciones trágicas, adquiere un tinte estético y de culminación de un logro, ya que es la prueba última del triunfo de la rebeldía y del amor. El lenguaje, plagado de metáforas e hipérboles, será un mecanismo más en la creación de este mundo lorquiano en el que el amor siempre se sitúa por encima de las normas sociales.
