De la Generación del 98 a Lorca: Claves de la Literatura Española del Siglo XX

La Edad de Plata: Modernismo y Generación del 98

En un contexto de crisis espiritual, política y artística, y tras el fracaso del ideal de progreso burgués del siglo XIX, aparecen dos movimientos fundamentales: el Modernismo y la Generación del 98. Ambos se caracterizan por la insatisfacción con la realidad, la rebeldía contra las normas establecidas y una profunda evolución ideológica y artística. Esta época fue denominada la Edad de Plata de la literatura española.

El Modernismo: La Búsqueda de la Belleza

El Modernismo nació en Hispanoamérica hacia 1880 como una reacción contra el imperialismo y la rigidez de la tradición española, con el poeta nicaragüense Rubén Darío como su máxima figura. Su libro Azul… (1888) marca el inicio del movimiento, y Prosas profanas lo consolida.

Este movimiento, centrado principalmente en la poesía, recibió la influencia de la poesía francesa, en particular del parnasianismo y el simbolismo. Los modernistas buscaban la belleza y la expresión sensorial a través de un lenguaje rico, lleno de cultismos y metáforas audaces.

Características y Temas del Modernismo

  • Temas principales: El amor, el erotismo, la melancolía y la evasión de la realidad.
  • Cosmopolitismo: Fue un movimiento cosmopolita, con París como ciudad símbolo del arte y la bohemia.
  • Evolución de Rubén Darío: Tuvo una primera etapa de esplendor formal y una segunda más íntima y reflexiva, con obras como Cantos de vida y esperanza (1905).

Autores Destacados

  • Poesía: Antonio Machado (Soledades, galerías y otros poemas) y Juan Ramón Jiménez (Arias tristes, Pastorales), ambos con un tono introspectivo.
  • Prosa: Valle-Inclán (Sonatas) y Juan Ramón Jiménez (Platero y yo), quienes imponen un estilo poético y refinado.

La Generación del 98: La Preocupación por España

La Generación del 98 surgió tras el desastre colonial de 1898 y la profunda crisis nacional que este provocó. Fue un grupo de escritores comprometidos con el regeneracionismo y una necesaria renovación cultural, social y política del país.

Su literatura, que rechaza la retórica vacía y pone énfasis en las ideas, trata dos temas principales:

  • El existencialismo: Una visión pesimista sobre la vida, el destino y la fe.
  • El problema de España: Una visión del país marcada por una mezcla de amor y dolor. Los autores buscan la esencia de España en Castilla, exaltando su paisaje y su tradición literaria (Cervantes, Manrique).

Su estilo es antirretórico y subjetivo, con una adjetivación y metáforas muy expresivas. Renovaron géneros como la novela, introduciendo la reflexión filosófica y un ritmo narrativo propio.

Autores Destacados

  • Miguel de Unamuno: El autor más destacado (Niebla, San Manuel Bueno, mártir), quien explora la fe agónica.
  • Otros autores importantes: Pío Baroja (La busca), Azorín (Castilla), Valle-Inclán (Luces de bohemia), Antonio Machado (Campos de Castilla) y Ramiro de Maeztu (Defensa de la Hispanidad).
  • Mujeres de la época: También destacaron escritoras como Concha Espina y Carmen de Burgos («Colombine»).

El Teatro Español Anterior a 1936

A diferencia de Europa, donde se vivió una gran renovación teatral con figuras como Chéjov, el teatro español de comienzos del siglo XX se dividió entre una corriente principalmente comercial y otra más innovadora.

Teatro Comercial

Esta vertiente, orientada al gusto del público burgués, se dividía en:

  • La comedia burguesa: Liderada por Jacinto Benavente, con obras como Los intereses creados.
  • El teatro cómico: Con la comedia costumbrista de los hermanos Álvarez Quintero (El patio).

Teatro Innovador

Aunque no tuvo tanto éxito comercial, esta corriente renovadora estuvo representada magistralmente por Ramón María del Valle-Inclán. En su ciclo mítico gallego escribió Comedias bárbaras y Divinas palabras. Posteriormente, creó el esperpento para criticar la realidad española, deformándola al mezclar lo cómico y lo trágico, como se ve en su obra cumbre, Luces de bohemia.

Bodas de Sangre de Federico García Lorca

Bodas de sangre, de Federico García Lorca, fue publicada en 1933, durante la Segunda República, una época de gran tensión social. Lorca, perteneciente a la Generación del 27, buscaba reflejar un mundo trágico en tiempos trágicos, mostrando los conflictos entre la tradición rural y las pasiones humanas. Esta obra es la primera de su ‘trilogía rural’, a la que le siguen Yerma y La casa de Bernarda Alba.

Argumento y Temas

Bodas de sangre narra la historia de la Novia, que el día de su boda escapa con Leonardo, su amante de la juventud. Esta huida provoca una tragedia marcada por los celos y la pasión, que culmina en la muerte. El tema central es el enfrentamiento entre el código de honor familiar y la libertad individual. Como subtemas destacan el amor prohibido y la muerte.

Personajes y Simbolismo

  • La Novia: Representa la libertad y el deseo frente a las convenciones sociales.
  • El Novio: Encarna la tradición, la obediencia y la estabilidad.
  • Leonardo: Simboliza la pasión y una libertad que conduce a la tragedia. Es el único personaje con nombre propio en la obra.

La obra refleja la sociedad tradicional y rural de Andalucía. Lorca se inspiró tanto en su contexto personal como en la represión de los deseos individuales frente a las normas sociales. Para ello, combina el verso y la prosa y utiliza un lenguaje poético y altamente simbólico.

Estructura y Estilo

La estructura de Bodas de sangre se compone de tres actos y siete cuadros, desarrollados en espacios rurales de Andalucía, incluyendo bosques que crean un ambiente oscuro y opresivo. Con la intención de criticar a esta sociedad, Lorca hace un uso intensivo de símbolos relacionados con la muerte, como la sangre, el cuchillo y la luna, para realzar la dimensión trágica de la historia.

Legado e Impacto

Bodas de sangre ha evolucionado desde ser una obra innovadora en su tiempo hasta convertirse en un clásico universal, constantemente reinterpretado y con un gran impacto social. La obra sigue teniendo repercusión en la actualidad porque representa conflictos inherentes al ser humano que, a pesar de los cambios sociales, permanecen vigentes en cualquier tiempo y lugar: el deseo, la muerte y la lucha por la libertad.

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