Glosario de Términos Literarios y Lingüísticos
Conceptos de Métrica y Poesía
Hemistiquio
Mitad de un verso, especialmente cada una de las dos partes de un verso separadas o determinadas por una cesura.
Cesura
En la poesía, corte o pausa que se hace en el verso compuesto, dividiéndolo en dos hemistiquios.
Oda
Composición poética del género lírico, que admite asuntos muy diversos y muy diferentes tonos y formas, y se divide frecuentemente en estrofas o partes iguales.
Sinalefa
Enlace de sílabas por el cual se forma una sola de la última de un vocablo y de la primera del siguiente, cuando aquel acaba en vocal y este empieza con vocal, precedida o no de h muda.
Sinéresis
Reducción a una sola sílaba, en una misma palabra, de vocales que normalmente se pronuncian en sílabas distintas; por ejemplo, aho-ra por a-ho-ra. La sinéresis en el verso es considerada como licencia poética por la preceptiva tradicional.
Figuras Retóricas y Recursos Estilísticos
Epanadiplosis
Figura que consiste en repetir al fin de una cláusula o frase el mismo vocablo con que empieza.
Hipérbaton
Figura de construcción, consistente en invertir el orden que en el discurso tienen habitualmente las palabras.
Epíteto
Adjetivo o participio cuyo fin principal no es determinar o especificar el nombre, sino caracterizarlo.
Pleonasmo
Figura de construcción que consiste en emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho; por ejemplo, lo vi con mis propios ojos.
Metonimia
Tropo que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada, etc.; por ejemplo, las canas por la vejez; leer a Virgilio, por leer las obras de Virgilio; el laurel por la gloria, etc.
Hipérbole
Figura que consiste en aumentar o disminuir excesivamente aquello de que se habla.
Metáfora
Es un tropo que se basa en la relación de semejanza que origina la comparación, pero esta semejanza no se indica explícitamente mediante enlaces (como, parece, cual, etc.), sino que se formula unas veces como identificación entre el término real y el término imaginado (metáfora impura) y otras como sustitución del término real por el imaginado (metáfora pura). Es la figura literaria de mayor valor artístico y fuerza expresiva.
Sinestesia
Es una figura literaria que consiste en la fusión de sensaciones pertenecientes a distintos sentidos o el cruce de un sentido corporal con un estado psíquico.
Géneros y Formas Literarias
Égloga
Composición poética del género bucólico, caracterizada generalmente por una visión idealizada del campo, y en la que suelen aparecer pastores que dialogan acerca de sus afectos y de la vida campestre.
Jarcha
Canción tradicional, muchas veces en romance, con que cerraban las moaxajas los poetas andalusíes árabes o hebreos.
Entremés
Pieza dramática jocosa y de un solo acto, que solía representarse entre una y otra jornada de la comedia, y primitivamente alguna vez en medio de una jornada.
Tragedia
Obra dramática cuya acción presenta conflictos de apariencia fatal que mueven a compasión y espanto, con el fin de purificar estas pasiones en el espectador y llevarle a considerar el enigma del destino humano, y en la cual la pugna entre libertad y necesidad termina generalmente en un desenlace funesto.
Sátira
Composición poética u otro escrito cuyo objeto es censurar acremente o poner en ridículo a alguien o algo.
Sainete
Obra teatral frecuentemente cómica, aunque puede tener carácter serio, de ambiente y personajes populares, en uno o más actos, que se representa como función independiente.
Conceptos Culturales y Gramaticales
Teocentrismo
El teocentrismo supone la presencia de Dios y de la religión en todos los asuntos del ser humano. La cultura, las costumbres, la política, etc., están supeditadas a la idea de Dios.
Perífrasis verbales
- Infinitivo:
- Obligación: haber que, tener que, deber, haber de.
- Incoativas: ir a, empezar a, echarse a, romper a.
- Duda: deber de, venir a.
- Reiteración: volver a, soler.
- Perfectivas: acabar de, llegar a.
- Gerundio: estar, andar, ir, venir, seguir.
- Participio: tener, llevar, dejar.
Tablas de Análisis Verbal
Tabla de Análisis 1
| Forma verbal | Persona | Número | Tiempo | Modo | Aspecto | Regular o Irregular |
|---|---|---|---|---|---|---|
| quisieras | 2ª | Singular | Pretérito imperfecto | Subjuntivo | Imperfectivo | Irregular |
| tendríais | 2ª | Plural | Condicional simple | Indicativo | Imperfectivo | Irregular |
| busca | 2ª | Singular | Presente | Imperativo | Imperfectivo | Regular |
| dirá | 3ª | Singular | Futuro simple | Indicativo | Imperfectivo | Irregular |
| vayamos | 1ª | Plural | Presente | Subjuntivo | Imperfectivo | Irregular |
| tuvo | 3ª | Singular | Pretérito perfecto simple | Indicativo | Perfectivo | Irregular |
| ha dicho | 3ª | Singular | Pretérito perfecto compuesto | Indicativo | Perfectivo | Irregular |
| erais | 2ª | Plural | Pretérito imperfecto | Indicativo | Imperfectivo | Irregular |
| valdría | 1ª/3ª | Singular | Condicional simple | Indicativo | Imperfectivo | Irregular |
| escribieron | 3ª | Plural | Pretérito perfecto simple | Indicativo | Perfectivo | Regular |
| temimos | 1ª | Plural | Pretérito perfecto simple | Indicativo | Perfectivo | Regular |
| habían ido | 3ª | Plural | Pretérito pluscuamperfecto | Indicativo | Perfectivo | Irregular |
| sabéis | 2ª | Plural | Presente | Indicativo | Imperfectivo | Irregular |
| sean | 3ª | Plural | Presente | Subjuntivo | Imperfectivo | Irregular |
| saliendo | Gerundio | – | Imperfectivo | Irregular | ||
Tabla de Análisis 2
| Forma verbal | Persona | Número | Tiempo | Modo | Aspecto | Regular o Irregular |
|---|---|---|---|---|---|---|
| quisieras | 2ª | Singular | Pretérito imperfecto | Subjuntivo | Imperfectivo | Irregular |
| hablaba | 1ª/3ª | Singular | Pretérito imperfecto | Indicativo | Imperfectivo | Regular |
| encontró | 3ª | Singular | Pretérito perfecto simple | Indicativo | Perfectivo | Irregular |
| dirá | 3ª | Singular | Futuro simple | Indicativo | Imperfectivo | Irregular |
| hiciese | 1ª/3ª | Singular | Pretérito imperfecto | Subjuntivo | Imperfectivo | Irregular |
| tuvieron | 3ª | Plural | Pretérito perfecto simple | Indicativo | Perfectivo | Irregular |
| ha dicho | 3ª | Singular | Pretérito perfecto compuesto | Indicativo | Perfectivo | Irregular |
| hacía | 1ª/3ª | Singular | Pretérito imperfecto | Indicativo | Imperfectivo | Irregular |
| valdría | 1ª/3ª | Singular | Condicional simple | Indicativo | Imperfectivo | Irregular |
| salgan | 3ª | Plural | Presente | Subjuntivo | Imperfectivo | Irregular |
| vinimos | 1ª | Plural | Pretérito perfecto simple | Indicativo | Perfectivo | Irregular |
| habían venido | 3ª | Plural | Pretérito pluscuamperfecto | Indicativo | Perfectivo | Irregular |
| tenéis | 2ª | Plural | Presente | Indicativo | Imperfectivo | Irregular |
| eran | 3ª | Plural | Pretérito imperfecto | Indicativo | Imperfectivo | Irregular |
| entendiendo | Gerundio | – | Imperfectivo | Irregular | ||
Estudio de Obras y Autores Medievales
El Conde Lucanor de Don Juan Manuel
Texto de referencia: El conde Lucanor: De lo que aconteció a un hombre que cazaba perdices. Hablaba otra vez el conde Lucanor con Patronio, su consejero, y le dijo:
1. Introducción sobre el autor y su obra
Don Juan Manuel nació en Escalona (Toledo) en 1282. Fue nieto de Fernando III el Santo y sobrino de Alfonso X el Sabio. Fue un gran magnate, poseía grandes propiedades, luchó en contiendas políticas a favor y en contra del rey, según le convenía. Le interesaban temas como la guerra, la caza, la caballería, la literatura, la historia y la poesía religiosa. Entre sus principales obras se encuentran: Libro del Conde Lucanor, Libro de los Estados, Libro de las Armas y Libro de la Caza. Es el primer escritor castellano que tiene un estilo propio en prosa, dando calidad artística a la lengua de su tío, el Rey Sabio; insiste en ser claro y breve. Aparece frecuentemente en sus propias obras, con prólogos en los que habla de su persona y sus propósitos, citándose a sí mismo o haciendo de algunos personajes un trasunto de su autor, como se puede ver en El Conde Lucanor. Se preocupa de la transmisión de sus obras y deposita una copia en el monasterio de Peñafiel, corregida por él mismo. Esa copia se perdió, y las que tenemos hoy están llenas de alteraciones por los copistas que don Juan Manuel quiso evitar. El Conde Lucanor es un conjunto de 51 cuentos en los que el conde Lucanor pide consejo a Patronio, y este le responde con un cuento. Se trata de una estructura muy rígida, y todos los cuentos la comparten.
2. Análisis del contenido (Tema, resumen y estructura)
El tema central es la precaución que se debe tener ante las personas que nos hacen daño, pero aparentan sufrir con ello, porque supuestamente no lo hacen por su voluntad. El conde Lucanor muestra a Patronio su desconfianza hacia algunos conocidos que le dan problemas y le pide consejo para actuar ante ellos. Patronio le relata el cuento del hombre que cazaba perdices. Este abarca desde: «Señor conde Lucanor —dijo Patronio—, esto que me decís…» hasta: «…y me da a entender que le pesa mi daño». El consejo práctico comienza en: «Vos, señor conde Lucanor,…» y termina en: «…y encontróse por ello bien». La relación entre ambas partes es evidente: al igual que la perdiz desconfía de quien llora mientras mata perdices, el conde debe desconfiar de quien le causa daños y aparenta lamentarlo. No obstante, Patronio hace una salvedad: si alguien causa daño, pero es una persona de quien en otras ocasiones se han recibido ayudas, cabe no tomar medidas, siempre que no continúe haciendo daño. El cuento termina con los versos de don Juan Manuel, en los que se resume la enseñanza transmitida.
3. Análisis de la forma (Tipo de texto y recursos lingüísticos y literarios)
Se trata de un texto narrativo, un apólogo, con intención didáctica o moralizadora. En el texto hay dos narradores: el externo, que relata la conversación entre Lucanor y Patronio; y un segundo narrador —el propio Patronio—, que cuenta la fábula del hombre que cazaba perdices. Los diálogos se introducen en estilo directo, es decir, reproducen las palabras de los personajes tal y como son. Lo mismo ocurre dentro de la fábula de las perdices. El tono dominante es grave y sentencioso, elaborado y culto en los diálogos entre el conde y su criado, pero en la narración de este se observa un estilo más ágil y vivo. El léxico no es muy escogido, aunque es coherente con el tono del texto. Predominan sustantivos concretos referidos al campo semántico de la caza (cazaba perdices, redes, caer en la red, hacer mal, matar, etc.) o al de la amistad (amiga, mucho agradezco a Dios porque me guardó, y ruego a Dios que me guarde a mí y a todas mis amigas…) y sustantivos abstractos (daño ni deshonra, y el perjuicio…, servicio o ayuda, con queja o con necesidad, daño y vergüenza…). En las partes narrativas se emplea el pretérito perfecto simple (aconteció, dijo, rogó, preparó, llegó, etc.). En las partes narrativo-descriptivas se emplea el pretérito imperfecto (cazaba, hablaba, iba cogiendo, mataba, sacaba, daba, hacía llorar, estaba viva, etc.) para indicar acciones en curso no acabadas. En los diálogos en estilo directo se utiliza el presente (son, me hacen, están, dan a entender, pesa, ruego, etc.). El modo subjuntivo se usa en las oraciones subordinadas, sobre todo las condicionales. Los periodos oracionales son extensos y predomina la subordinación. No existen muchos recursos estilísticos, aunque todo el texto, en general, tiene una voluntad de estilo literario y elaborado. Se observan los siguientes recursos:
- Repeticiones: cazaba, perdices, etc.
- Bimembraciones: con gran necesidad, con mucha pena; quiere matar y hacer mal; daño y vergüenza; vuestra hacienda y vuestra honra.
- Polisíndeton: (Repetición intencional de la conjunción y) «Patronio, algunos hombres de alta condición, y otros que no lo son tanto, me hacen a veces enojos y daños en mi hacienda y en mis gentes, y cuando están ante mí, dan a entender que les pesa mucho porque lo tuvieron que hacer, y que no lo hicieron sino con gran necesidad, con mucha pena y sin poder evitarlo».
- Parábola o ejemplo: El cuento de las perdices para aconsejar al conde.
- Personificación: Las perdices hablan y piensan como los humanos.
- Derivación: perjuicio, perjudica, perjudicase.
Conclusión: El tono exhortativo, el final didáctico y el polisíndeton constante conforman un estilo un poco pesado, aunque busca la expresión clara y precisa relacionada con los fines de don Juan Manuel. El texto acaba con un pareado final de corte popular, que es la generalización del consejo y en donde reside su didactismo.
El Libro de Buen Amor de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita
1. Introducción sobre el autor y su obra
Sabemos poco de su vida: se llama Juan Ruiz, nació en Alcalá de Henares y es Arcipreste de Hita (provincia de Guadalajara). Parece que acaba su obra en 1343, ya viejo y encarcelado en Toledo por orden del cardenal Gil de Albornoz. El Libro de Buen Amor es una sátira de los clérigos de vida poco ejemplar y de la sociedad entera del siglo XIV. Con la irrupción de la burguesía en la vida de las ciudades, han entrado en crisis los ideales guerreros y religiosos de los siglos anteriores. La corrupción de las costumbres es general y en la época debía de ser relativamente abundante un tipo de clérigo como el que, en primera persona, nos cuenta sus andanzas amorosas. Se ha discutido mucho sobre cuál es la verdadera postura de Juan Ruiz ante su obra. ¿Ha trazado su autorretrato con la figura de ese Arcipreste jovial que, solo o por medio de terceros, se dedica a galantear viudas y moras, monjas y serranas? El talante popular del autor y su conocimiento directo de los ambientes y personajes que describe son evidentes. Y, sin embargo, parece que es sincero en su devoción religiosa y en los propósitos moralizadores que atribuye a su obra, compuesta para advertir de los peligros del loco amor (el amor carnal) y para mover las almas al buen amor (el amor a Dios). Este texto corresponde a un fragmento de los consejos que da don Amor al arcipreste para conquistar a las mujeres.
2. Análisis del contenido (Tema, resumen y estructura)
Tema: Don Amor aconseja al Arcipreste que, si quiere conseguir amar a las mujeres, debe escoger acertadamente el tipo de mujer más deseable.
Resumen del contenido: Según don Amor, la mujer deseable ha de ser bella, de altura mediana, de buena condición social, y su cabeza y rostro han de presentar unas características que son descritas con mayor detalle.
Estructura: La organización de la descripción es como sigue: el tamaño de la cabeza (pequeña), los cabellos, las cejas; salta después a las caderas, regresa a los ojos, pestañas, orejas, cuello, nariz, dientes, encías, labios, boca, piel del rostro y talla del cuerpo.
3. Análisis de la forma (Tipo de texto y recursos lingüísticos y literarios)
Es un texto literario, por tanto, predomina la función estética o poética. Está en verso y la estrofa que emplea es la cuaderna vía, característica del mester de clerecía. Es una estrofa compuesta por cuatro versos alejandrinos (14 sílabas) que riman todos con rima consonante. Los versos se dividen por una pausa o cesura en dos mitades (hemistiquios regulares). La pausa impide la sinalefa. Al segundo hemistiquio de cada verso se le añade una sílaba por ser agudo. Veamos el esquema métrico, como ejemplo, de la primera estrofa:
Si quisieres amar dueñas // o a cualquier otra mujer, (7 + 7 = 14 A)
muchas cosas habrás // primero de aprender; (7 + 7 = 14 A)
para que ella te quiera // en amor acoger, (7 + 7 = 14 A)
sabe primeramente // la mujer escoger. (7 + 7 = 14 A)
La primera estrofa tiene un tono sentencioso que contrasta con el contenido hedonista (hedonismo: doctrina que proclama el placer como fin supremo de la vida) del consejo. El texto es una prosopografía, descripción de los rasgos físicos de una persona. En la primera estrofa los verbos están en subjuntivo porque corresponden a una oración condicional y otra final, pero en el resto del poema los verbos están en segunda persona del imperativo, como corresponde al tono exhortativo del poema (Busca, ten…). Después, se advierte el regocijo del autor al realizar la descripción, cuyo estilo predominante es la enumeración de adjetivos que califican a los distintos sustantivos que se refieren a las diferentes partes de la mujer: Ojos grandes, someros, pintados, relucientes, etc. La riqueza y variedad es notable. Pueden advertirse los siguientes recursos:
- Construcción bimembre de algunos versos (las encías bermejas, los dientes agudillos).
- El final de la estrofa que resume o apoya las afirmaciones (esta es talla de dueña; así gusta a las gentes, Esto aguisa…).
- Comparaciones (es como baüsana).
- Hipérbaton (sabe primeramente la mujer escoger).
- Paralelismos sintácticos.
- Anáfora (busca… busca).
- Pleonasmo: los labios de la boca.
- Uso de diminutivos con valor afectivo (menudillos, apartadillos,… pequeñita).
Conclusión: El texto tiene un tono humorístico e irónico. En estos consejos, don Amor anticipa los rasgos que constituyen el canon de belleza femenina que veremos en La Celestina y en el Renacimiento.
Contexto Histórico y Cultural de la Literatura Medieval Española
Sociedad y Cultura en la Península Ibérica
Con la Reconquista, iniciada por los cristianos para recuperar los territorios invadidos por los árabes, se obtuvieron grandes resultados. La rapidez de las conquistas supuso un problema de repoblación, por lo que se acogía a todo tipo de gentes, con lo que surge la convivencia y el mestizaje cultural. La mayor parte de la población era rural y el régimen, feudal. Las clases sociales, jerarquizadas e impermeables, eran:
- La nobleza: Poseían grandes patrimonios heredados. La más influyente era la alta nobleza, que estaba vinculada al rey y obligada a servirle en la guerra y a asistirle en las cortes. Poseían muchos privilegios, como poder ser juzgados solo por la corte real, no pagar impuestos y gobernar sus dominios de modo autónomo, organizando sus propios ejércitos.
- El clero: Poseían privilegios similares a los de la nobleza. Los obispos y los abades tenían un poder similar o superior al de los nobles, pero el bajo clero vivía en condiciones precarias. La Iglesia se convierte en el refugio de la cultura. En los monasterios se conservan y transmiten los conocimientos de la época, en manuscritos laboriosamente copiados por los monjes. La Iglesia propicia también el nacimiento de las universidades.
- El pueblo llano: Lo formaba la mayor parte de la población. Se dedicaban a la ganadería, la agricultura, etc. Dependían de los señores y debían obedecer sus órdenes; carecían de derechos políticos y de algunos derechos civiles.
- Los burgueses: Eran comerciantes, artesanos, etc., y forman una clase de hombres libres que iría aumentando en número e influencia. Esto provocó luchas contra la nobleza, que se negaba a perder sus privilegios. Su ascenso y visión del mundo influyó en el desarrollo de un arte basado en visiones realistas y placenteras.
La Situación Lingüística en España
Nacen las lenguas romances en los antiguos dominios del Imperio romano. En la Península Ibérica se formarán: el gallego, el asturleonés, el castellano, el navarroaragonés y el catalán. El castellano acabó extendiéndose por un amplio territorio. Portugal separó el portugués del gallego. El catalán terminó por extenderse por el este de la península y por las islas Baleares. El asturleonés y el navarroaragonés se quedaron en reducidos núcleos locales. En la zona dominada por los árabes se habló el mozárabe, que desapareció junto con el poder musulmán. Los primeros textos castellanos son las Glosas Emilianenses y las Glosas Silenses. Desde ese momento, el castellano comienza su proceso de implantación cultural y literaria, al igual que las demás lenguas romances peninsulares.
Corrientes y Obras Fundamentales de la Edad Media
El Mester de Juglaría y los Cantares de Gesta: El Cantar de Mío Cid
Entre los siglos XII y XIV se compusieron poemas épicos de gran extensión cuya difusión la realizaban los juglares, que los recitaban y cantaban en las plazas de los pueblos y ciudades. Esos poemas son los cantares de gesta. Eran empleados con fines propagandísticos para exaltar determinados sentimientos nacionalistas, sociales o religiosos. El único que se ha conservado casi íntegro es el Cantar de Mío Cid. Los poemas se agrupan en tres ciclos:
- Ciclo francés: Procede de la Chanson de Roland y trata sobre el emperador Carlomagno y sobre el héroe Roldán, que murió luchando en los Pirineos. Destacan el Cantar de Roncesvalles y dos poemas perdidos: el Mainete y Bernardo del Carpio.
- Ciclo de los condes de Castilla: Trata de los orígenes del reino castellano y de cómo logró su independencia del reino de León. Incluye Los siete infantes de Lara, La condesa traidora y el Cantar de Fernán González.
- Ciclo del Cid: Habla sobre Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como el Cid Campeador, que fue un héroe que ganó gran fama en su lucha contra los moros.
La Prosa Castellana hasta el Siglo XIV: Alfonso X el Sabio y Don Juan Manuel
El rey Alfonso X el Sabio fue el impulsor de la prosa castellana, permitiendo elevar el castellano al rango de lengua oficial. Fue el director y supervisor de obras realizadas por sabios y traductores, en las que se pretendía recoger todo el saber de su tiempo. Planeó la Estoria de España y la General Estoria. Impulsó el Libro de las siete partidas, que regulaba jurídicamente la vida en el reino. La supervisión de las obras por parte del rey puso atención a la corrección del lenguaje. Con ello, creó una prosa más compleja, precisa y elaborada. Compuso en gallego las Cantigas de Santa María, una colección de poemas y canciones con elogios a la Virgen y relatos de sus milagros.
