Antonio Machado y el Contexto Literario: Generaciones del 98 y 27

Antonio Machado

Sevillano de nacimiento, se traslada con su familia a Madrid e ingresa en la Institución Libre de Enseñanza. Vivirá junto a su hermano Manuel Machado en París. En 1907 consigue la cátedra de francés en Soria. En 1909 se casa con Leonor Izquierdo, de 16 años. Cuando esta fallece, se va a Baeza, después a Segovia.

Con el estallido de la Guerra Civil, como defensor de la causa republicana, tendrá que exiliarse, falleciendo finalmente en Colliure, Francia, en 1939.

Etapas en la obra de Antonio Machado

Primera etapa: Simbolista

Representada por su libro Soledades, galerías y otros poemas (1903, 1907). Esta obra contiene muchos rasgos propios de un modernismo intimista y refleja una serie de sentimientos universales que conciernen, ante todo, a estos tres temas: el tiempo, la muerte y el ansia de Dios. Otros temas presentes en el libro son el amor, la nostalgia de la infancia, los recuerdos, los sueños, la identificación del paisaje con el estado de ánimo.

Será característico el empleo de símbolos como:

  • El camino (símbolo del vivir).
  • El agua (vida, cuando brota; fugacidad, cuando corre; y muerte, cuando está quieta).
  • El jardín (la intimidad), como el laberinto, la cripta o el espejo.
  • La tarde (melancolía y premonición de la muerte).

Segunda etapa: Noventayochista

En 1912, Antonio Machado publica Campos de Castilla. Lo novedoso de este libro son los poemas que responden a la preocupación patriótica de Machado y los que reflejan su amor hacia la naturaleza. Machado no se limita a reproducir objetivamente la realidad exterior (gentes, paisaje), sino que proyecta sus sentimientos íntimos sobre el paisaje.

En poemas añadidos en posteriores ediciones de la obra, Machado profundiza en la crítica social.

Tercera etapa

Nuevas canciones (1924) es su tercer libro, que tardará en publicar 12 años. Lo más característico son sus «Proverbios y cantares», un centenar de poemas brevísimos de carácter filosófico.

En los años posteriores a 1924, su producción poética es muy escasa. En ella destaca Canciones a Guiomar, testimonio de un amor nuevo y tardío. Cuando estalla la contienda, querrá ser un poeta cívico y surgen una veintena de poemas recogidos en Poesías de guerra.

La Generación del 98

El concepto de Generación del 98 agrupa a una serie de autores preocupados por la desgraciada marcha que España había tomado desde la pérdida de las últimas colonias (Cuba, Filipinas, Puerto Rico).

Características y temas de la Generación del 98

Su amor a España los llevó a analizar las causas de tanto declive a través de tres temas fundamentales:

  • El paisaje (especialmente el de Castilla, como representación de toda España).
  • La historia (la historia del pueblo, la de los hechos cotidianos que Unamuno llamó Intrahistoria).
  • La literatura.

Otros dos asuntos recurrentes en estos autores son las preocupaciones existenciales (vida/muerte, el paso del tiempo, la muerte) y la religión. El principal representante de la poesía del 98 es Antonio Machado.

Generación del 27

Con el término de Generación del 27 se designa a un grupo de autores que se dio a conocer por su reunión en el Ateneo de Sevilla, en 1927, para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora.

Entre su nómina de autores destacan: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Es importante también recordar a las llamadas “Sinsombrero”: grupo de mujeres que escribieron en aquella época; mujeres que en el Lyceum Club Femenino formaron un grupo paralelo, con la intención de reclamar un espacio en la sociedad. Como autoras destacadas podemos citar a Margarita Manso, Maruja Mallo, Ángeles Santos, Concha Méndez, Marga Gil Roesset, María Zambrano, María Teresa León, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín y Josefina de la Torre.

Características principales de la Generación del 27

  • Respeto y valoración de la literatura clásica con admiración por autores como: Góngora, Bécquer, Antonio Machado, J.R. Jiménez…
  • Alternancia entre lo culto y lo popular para llegar a todo tipo de público.
  • Interés por todo tipo de vanguardias.
  • Equilibrio poético entre los sentimientos y la razón.

Etapas de la Generación del 27

1ª etapa: hasta 1929, aproximadamente.

Hay una formación del grupo. Sus influencias serán:

  • Bécquer.
  • Movimientos vanguardistas europeos (futurismo, dadaísmo, cubismo y surrealismo). Hay que destacar en este momento el Creacionismo y el Futurismo.

Con obras como Imagen y Manual de espumas.

El Futurismo aparece, por su parte, en las primeras obras de Pedro Salinas (Presagios, Seguro azar y Fábula y signo).

Destaca en esta primera época el influjo de la poesía pura, caracterizada por prestar mayor atención a la forma que a la expresión de lo humano. El gran instrumento de este arte puro es la metáfora.

Sigue también manteniéndose el interés por la literatura tradicional con el neopopularismo: muestra de ello es la obra lorquiana del Romancero gitano.

2ª etapa: de 1929 a la Guerra Civil (aproximadamente 1935).

A partir de esta fecha se produce una rehumanización que coincide con la irrupción del Surrealismo en el grupo poético, que supuso una vuelta a una «poesía sin pureza». La influencia surrealista es evidente en algún momento de la obra de Alberti (Sobre los ángeles), Lorca (Poeta en Nueva York), Cernuda (Un río, un amor y Los placeres prohibidos) y Aleixandre (Pasión de la tierra; La destrucción o el amor…).

3ª etapa: después de la Guerra Civil.

En el exilio, el rasgo dominante va a ser la nostalgia de la patria perdida, aunque también están presentes los problemas existenciales e incluso se sigue cultivando esa «poesía civil», como es el caso de Alberti. En este poeta, la añoranza de España se manifiesta en obras como Retornos de lo vivo lejano y Baladas y canciones del Paraná, y su poesía civil en Coplas de Juan Panadero. En España, los poetas del 27 derivarán hacia un humanismo angustiado, de tonos existenciales, dando lugar a lo que Dámaso Alonso llama «poesía desarraigada».

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