Claves de la Literatura Española: Novecentismo, Vanguardias y G27

Novecentismo

La novela

Los narradores novecentistas abandonan la novela realista y buscan nuevas tendencias. Gabriel Miró se decantó por una novela sensual (El obispo leproso); Wenceslao Fernández Flórez inició la narrativa humorística, y Ramón Pérez de Ayala creó la novela intelectual (Tigre Juan).

La poesía

Rechaza lo romántico y sentimental, y aspira a una perfección que sea fruto de la inteligencia. Destaca Juan Ramón Jiménez.

Juan Ramón Jiménez (1881-1958)

Su obra es un continuo diálogo con la belleza. A la minoría, siempre, o A la inmensa minoría, muestran el anhelo de una perfección que solo puede ser apreciada por las élites cultivadas. Su obra constituye una revolución estética porque acaba con cualquier influencia anterior y crea un nuevo lenguaje poético. Combina el esteticismo y el ansia de eternidad, de ahí el tono exaltado de sus poemas.

Trayectoria

Su evolución refleja una creciente dificultad que culmina con la poesía pura, denominada poesía hermética.

Etapa sensitiva o modernista

Arias tristes refleja la influencia de Bécquer y de los simbolistas por el intimismo, la sencillez, la suave musicalidad y el tono melancólico.

Etapa intelectual o de poesía pura

Su objetivo es desnudar el lenguaje de ornamentos y plasmar lo esencial. Abandona el sentimentalismo y pasa a emplear un lenguaje estándar y moderno, junto con el verso libre. Es una poesía abstracta y metafísica. Diario de un poeta recién casado.

Etapa última o verdadera

Escrita en el exilio a partir de 1936. Destaca En el otro costado.

Prosa

En prosa, su libro más famoso es Platero y yo.

Vanguardias

Se iniciaron en Europa en torno a la Primera Guerra Mundial y triunfaron en los «felices años veinte». Son corrientes experimentales que rompen de forma violenta con la estética anterior y proponen un arte antisentimental y deshumanizado.

Principales vanguardias europeas

  • El futurismo: Aparece en Italia y es una vanguardia antirromanticista que defiende un arte que rompa con todas las reglas y que cante el mundo moderno. En cuanto a la forma, se emplea arbitrariamente la tipografía, la puntuación y la sintaxis.
  • El cubismo literario: Su estética se plasma en la narrativa con la técnica del contrapunto. En poesía se utiliza el caligrama, que crea imágenes a partir de la disposición espacial de las palabras, y el collage, que mezcla materiales diversos.
  • El dadaísmo: Reivindica el mundo infantil anterior a toda lógica: espontáneo, divertido, imaginativo…, al margen de preocupaciones sociales o morales. Propone liberar la fantasía y recuperar el lenguaje incoherente.
  • El surrealismo: Se forma en París y se basa en las teorías de Freud. Según este movimiento, el objetivo del arte es explorar el subconsciente, libre del control de la razón, que se logra mediante la escritura automática y la abolición de la conciencia artística. Enriqueció el lenguaje y recuperó la emoción.

Movimientos vanguardistas en España

En conjunto, en el vanguardismo español se distinguen dos períodos:

Nacimiento y auge del vanguardismo (1908-1925): Las primeras manifestaciones vanguardistas aparecieron hacia 1908, con Ramón Gómez de la Serna. En los años de ebullición vanguardista proliferaron tertulias, como la del Café Pombo, y revistas como La Gaceta Literaria, atentas a toda novedad. Triunfaron el ultraísmo y el creacionismo.

  • Creacionismo: Lo difundió el poeta chileno Vicente Huidobro. Defiende la capacidad creadora de las imágenes, pues la poesía es creación y cada poema es un mundo creado mediante imágenes yuxtapuestas.
  • Ultraísmo: Su literatura se manifiesta en la metáfora, pues pretende captar la realidad mediante percepciones fragmentarias y con imágenes ilógicas. Mezcla influencias cubistas, dadaístas y futuristas.

Surrealismo: Fue el movimiento más influyente en la Generación del 27. Su huella se refleja en la libertad imaginativa y formal y, sobre todo, en las nuevas imágenes irracionales, asociaciones sin significado lógico pero de enorme carga emotiva.

La Generación del 27

Afinidades estéticas

Cada uno se revela con distinta pluma, pero se podrían establecer una serie de afinidades estéticas. Frente a los poetas vanguardistas, se aprecia en los poetas del 27 una tendencia al equilibrio: tienden a la síntesis entre polos opuestos:

  • Entre lo intelectual y lo sentimental: Algunos críticos los acusaron de intelectualismo. El intelectualismo consiste en la exclusión de la emoción humana al buscar el poeta resortes cerebrales y no sentimentales para sus poemas. La emoción será refrenada, pero se pueden apreciar en muchos de sus poemas emociones estranguladas.
  • Entre una concepción casi mística de la poesía y una lucidez rigurosa en la elaboración del poema: Abunda la idea de la poesía como algo inexplicable, trascendente, pero, por otra parte, destaca igualmente la exigencia de creación lúcida, de rigor técnico, de trabajo bien hecho.
  • Entre la pureza estética y la autenticidad humana: En sus comienzos, estos poetas ponen la Belleza por encima de todo, pero la preocupación por la autenticidad humana irá en aumento en los años, aunque nunca se abandonará la exigencia estética.
  • Entre lo minoritario y la «inmensa compañía»: En sus poemas alternan hermetismo y claridad. La oscuridad viene debido a que estos poetas hablaban por imágenes; en la prepotencia metafórica se reúnen todos los hilos.
  • Entre lo universal y lo español: La poesía del 27, aunque abierta a muchos influjos exteriores, está profundamente arraigada en la entraña nacional y literaria española.

Evolución conjunta

Distinguimos tres grandes etapas, aunque no todos los poetas las cumplen en la misma medida ni al mismo tiempo:

  • 1ª etapa: hasta 1927. Al principio, sus poemas tienen tonos becquerianos y modernistas, pero pronto se deja sentir el influjo de las primeras vanguardias. El magisterio de Juan Ramón Jiménez los orienta hacia la «poesía pura», renunciar a todo tipo de emoción que no fuera estrictamente artística, nacida de la perfección formal. El gran instrumento de este arte puro es la metáfora y es natural que en una poesía que aspiraba a deformar la realidad, a eludirla, la metáfora dejara de ser un componente, entre otros, del poema, para convertirse en su espina dorsal, en su misma razón de ser.
  • 2ª etapa: de 1927 a la guerra civil. Los poetas, llegados a su madurez, comienzan a sentirse cansados. Se inicia así el proceso de rehumanización de su lírica, que será más rápido en unos que en otros. Pero en todos se percibe el deseo de comunicación más íntima y cordial con el mundo y con el lector. Es entonces cuando irrumpe el surrealismo, dirección opuesta a la poesía «pura». Nos encontramos ante una poesía humana y apasionada. Pasan a primer término los eternos sentimientos del hombre.
  • 3ª etapa: después de la guerra. Lorca ha muerto; los demás, salvo Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego, parten para un largo exilio. Cada cual sigue su rumbo poético, pero ninguno abandonará ya los caminos de una poesía humana, cada vez más humana. Pero pasados unos años, la nota será la nostalgia de una patria perdida, el desarraigo. En España, la poesía deriva hacia un humanismo angustiado, de tonos existenciales, cuya manifestación más intensa es Hijos de la ira de Dámaso Alonso.

Principales autores y obras

  • Federico García Lorca: Romancero gitano, Poeta en Nueva York.
  • Vicente Aleixandre: Sombra del paraíso, Espadas como labios e Historia del corazón.
  • Jorge Guillén: Cántico y Clamor.
  • Gerardo Diego: Versos humanos.
  • Pedro Salinas: La voz a ti debida.
  • Dámaso Alonso: Hijos de la ira.
  • Luis Cernuda: La realidad y el deseo.
  • Rafael Alberti: Marinero en tierra.

Las Sinsombrero

Eran compañeras escritoras de la Generación del 27, injustamente silenciadas. Trabajaron codo con codo en el Lyceum Club Femenino, primera asociación femenina española que desarrollaba iniciativas artísticas, científicas y literarias. Están en este grupo:

  • Josefina de la Torre (Poemas de la isla)
  • Ernestina de Champourcín (Poesía a través del tiempo)
  • Concha Méndez (Inquietudes)
  • Carmen Conde (Brocal)

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