Corrientes Literarias en España: Rococó, Neoclasicismo, Romanticismo y Realismo

Literatura Española del Siglo XVIII

En la literatura española dieciochesca convivieron tres tendencias muy diferentes entre sí: el rococó o posbarroco, el Neoclasicismo y el prerromanticismo. Los escritores de la época no pueden ser adscritos, en la mayoría de los casos, a una única corriente, sino que por lo general crearon obras de diverso signo.

El Rococó o Posbarroco

La estética rococó suponía una continuación del Barroco. Llevaron al extremo su gusto por la ornamentación, pequeños detalles y elementos figurativos. Continuó teniendo éxito, pero no dio lugar a obras de especial importancia. Debido a sus características, la lírica fue el género más desarrollado, dando origen a una lírica de tipo galante.

  • Poesía

    Destaca la anacreóntica, poemas sensuales y amorosos que suelen estar ambientados en entornos naturales idílicos. Los mayores representantes son Juan Meléndez Valdés y José Iglesias de la Casa.

  • Prosa

    Destaca Vida (1743), de Diego de Torres Villarroel, mezcla de autobiografía e invención que parte del modelo de la novela picaresca del siglo XVII.

  • Teatro

    El teatro rococó siguió gozando del aprecio del público, para disgusto de los Ilustrados e intelectuales de la época, quienes habían propuesto un modelo dramático basado en las normas neoclásicas, que no tuvo éxito.

El Neoclasicismo

Sus rasgos esenciales son el didactismo (la literatura debe enseñar y deleitar a la vez) y la verosimilitud (se fomenta la creación de obras que resulten creíbles y ajustadas a la realidad). Para conseguir estos objetivos, los autores neoclásicos se atienen a las normas clásicas.

  • Poesía

    Los subgéneros más desarrollados:

    • Poemas encomiásticos: textos en los que se exalta el progreso.
    • Sátiras: composiciones que critican vicios sociales.
    • Fábulas: resurgen y se convierten en el subgénero lírico por excelencia. Se trata de poemas narrativos cuyo objetivo es transmitir una enseñanza moral que se extrae de historias protagonizadas por animales. Fueron cultivadas especialmente por Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego.
  • Prosa

    El afán crítico y divulgativo de los ilustrados impulsó la prosa de ideas. Sin embargo, en lo referente a la prosa de ficción, encontramos Fray Gerundio de Campazas (1758), novela satírica del padre Isla, en la que se critica la actitud contraria al progreso de los predicadores de la época.

    El género por excelencia de la prosa ilustrada es el ensayo. Los máximos representantes de la prosa son:

    • Benito Jerónimo Feijoo: su obra más destacable es Teatro crítico universal, ocho tomos en los que se reflexiona sobre cuestiones científicas y culturales. Sus obras tuvieron éxito entre la minoría ilustrada, pero sus ideas suscitaron el odio de los conservadores, y fue sometido a duras críticas por ello.
    • Gaspar Melchor de Jovellanos: destaca Informe sobre la ley agraria, ensayo sobre el atraso agrícola en España. Las dos características más señaladas son su intención reformista y capacidad analítica.
    • José Cadalso: en su obra Cartas marruecas, Gazel, un joven marroquí, viaja por España y cuenta por carta sus impresiones a su maestro Ben-Beley. Noche Lúgubre es una precursora del prerromanticismo.
  • Teatro

    El teatro neoclásico siguió una serie de reglas:

    • Respeto de las tres unidades (de tiempo, acción y lugar): la acción ha de suceder en el plazo de un día, un único lugar y tener una sola trama.
    • Decoro verbal: los personajes deben hablar según su clase social.
    • Didactismo: las obras tienen que transmitir una enseñanza al espectador.
    • Verosimilitud: se deben salvaguardar la realidad histórica y las leyes de la lógica.
    • Separación de géneros: la tragedia y la comedia no se mezclan nunca.

    Leandro Fernández de Moratín es el más importante dramaturgo neoclásico. En su producción (exclusivamente cómica) destacan dos títulos:

    • La comedia nueva o El café. El autor propone, con la excusa del estreno de la obra de un joven autor, una reflexión ácida y crítica sobre el teatro posbarroco. Moratín defiende la necesidad de un nuevo estilo dramático que devuelva la dignidad al oficio de dramaturgo.
    • El sí de las niñas. Se presenta un posible matrimonio desigual entre la joven Paquita y el anciano don Diego, y el triángulo amoroso que se forma con el sobrino de este último. Así, se critica severamente la educación de las niñas, se destaca la razón y la nobleza (encarnadas por don Diego), se defiende el diálogo…

    En lo referente a tragedias, encontramos Raquel de Vicente García de la Huerta.

El Prerromanticismo

Las obras prerrománticas son textos escritos por autores de sensibilidad ilustrada en los que, sin embargo, se anuncian muchos de los rasgos del futuro movimiento romántico, cuya época de mayor esplendor en toda Europa coincidirá con el primer tercio del siglo XIX.

  • Poesía

    Sus mayores representantes son Manuel José Quintana y Juan Meléndez Valdés.

  • Prosa

    El título que destaca es Noches lúgubres, de José Cadalso, un diálogo entre Tediato, que desea desenterrar el cuerpo de su amada muerta, y Lorenzo, el sepulturero. Aparecen símbolos como la noche, el cementerio o la cárcel, y los sentimientos de Tediato se expresan de modo exacerbado.

  • Teatro

    La comedia lacrimosa es el género prerromántico por excelencia. Se trata de obras que, pese a su planteamiento y desarrollo trágicos, se resuelve con un final feliz inesperado. Una de las piezas más representativas es El delincuente honrado, de Jovellanos.

El Romanticismo

El Romanticismo es un movimiento cultural nacido en Alemania e Inglaterra que defiende la libertad del artista y la importancia de la fantasía frente a la exaltación de la razón propia de la cultura dieciochesca. En España empieza tardíamente, en 1833, a la muerte del rey Fernando VII, lo que permite el retorno de los intelectuales, ya impregnados de esta tendencia.

Características del Movimiento Romántico

Los principales rasgos del Romanticismo son:

  • La rebeldía. Se rechaza la Ilustración, de signo burgués. Los artistas románticos persiguen un ideal cuyo carácter inalcanzable los conduce a la frustración y al desengaño. Rechazan el optimismo; no son conformistas.
  • El afán de evasión. El rechazo de la sociedad en que viven provoca en los artistas un deseo de huida. Por eso mismo tienden al exotismo, situando sus obras en lugares lejanos y evocadores. Del mismo modo, se vuelve la mirada hacia la Edad Media, que se presenta de manera idealizada.
  • El individualismo. Se defiende la originalidad. La sensación de soledad que experimenta el yo frente a su entorno lo lleva a aproximarse a personajes marginales (piratas, mendigos, condenados a muerte…): el antihéroe romántico sustituye al héroe de la literatura anterior.
  • La proyección en la naturaleza. Los autores reflejan sus emociones en el paisaje, y todo lo que los rodea se convierte en expresión. Destacan tópicos como las tempestades, los mares embravecidos, las noches de luna llena, bosques impenetrables, las ruinas y cementerios…
  • El gusto por la fantasía. El arte se adentra en lo oculto y lo desconocido; todo tipo de criaturas irreales irrumpen en los textos, dando así lugar al desarrollo de la literatura fantástica y de terror.
  • El nacionalismo. Los románticos se sienten atraídos por el arte y las costumbres de su propio país. Ese sentimiento fomenta el interés hacia el folclore y las tradiciones, que motiva que se rescaten y reescriban numerosos cuentos y leyendas de origen popular.

Poesía Romántica

Clasificación

  • Poesía lírica. El yo poético manifiesta sus emociones a través de los tópicos habituales en la estética romántica.
  • Poesía narrativa. Se cuenta una historia extraída de la tradición. Esto propició el resurgimiento de formas métricas como el romance. Podemos dividirla en poemas breves (como los romances de Zorrilla, donde se retoman temas propios de la historia de España) y poemas extensos (como El estudiante de Salamanca, de Espronceda).

Motivos y Temas

  • El amor. El yo poético es víctima de una pasión que oscila entre la exaltación del sentimiento amoroso y el dolor provocado por la traición de la amada. La búsqueda del amor ideal conduce a un estado de continua frustración.
  • La creación poética. La poesía se convierte en el mejor vehículo para reflexionar sobre la propia actividad literaria.
  • La rebeldía. La voluntad transgresora de los autores se encarna en personajes marginales. Se pueden distinguir dos vertientes: la vertiente conservadora, apegada a las tradiciones, y la vertiente liberal o revolucionaria, defensora de las libertades.
  • La muerte. La decepción del poeta romántico ante su entorno lo empuja a un profundo pesimismo que impregna el poema de motivos fúnebres.

Lenguaje y Métrica

Se recupera y cultiva el romance y se impone la polimetría, es decir, la combinación de versos de diferente medida dentro de un mismo texto.

En cuanto al lenguaje, está marcado por los siguientes rasgos:

  • Retoricismo: se emplean numerosos epítetos, símiles, onomatopeyas, recursos de repetición y aliteraciones.
  • Uso de arcaísmos y términos exóticos, en consonancia con el ansia de evasión espacial y temporal.
  • Expresividad intensa, con abundancia de exclamaciones e interrogaciones retóricas.
  • Tono hiperbólico: la manifestación de los sentimientos tiende a la exageración.
  • Presencia de imágenes recurrentes: las metáforas románticas se repiten en la mayoría de los autores (naturaleza, muerte, propia actividad artística…).

José de Espronceda

José de Espronceda fue un firme defensor de ideas liberales, al que su posición política lo llevó a ser encarcelado e incluso desterrado. Sus obras incluyen Canto a Teresa y El diablo mundo.

  • En El estudiante de Salamanca se cuenta la historia de don Félix de Montemar. Inspirado en la figura de don Juan, este hombre seduce y abandona a doña Elvira, quien muere de dolor. El protagonista acaba persiguiendo a una dama de blanco, fascinado por su misterio, sin saber que se trata del esqueleto de su amada, que lo conduce al infierno.
  • El diablo mundo es un poema inacabado en el que intenta dar su visión del mundo a través de Adán.

La Poesía Posromántica

Predomina la poesía lírica de temática intimista (propias vivencias, propios sentimientos…). Los autores tienen un estilo más moderno y más aparentemente descuidado, pero está mucho más reflexionado. Se siente la gran influencia del carácter popular.

  • Gustavo Adolfo Bécquer

    La poesía de Bécquer está recogida en sus Rimas, publicadas completas por primera vez en 1871, de manera póstuma. Al morir Bécquer, no había publicado más que un pequeño número de rimas en la prensa de la época. Al año de su muerte, 1871, sus amigos recopilaron y publicaron sus obras en dos tomos, prosa y verso, respectivamente. Ésta es la edición princeps.

    Los poemas incluidos en esta primera edición son, en general, los mismos que aparecen escritos de propia mano del poeta en un grueso cuaderno. Fue bautizado por el poeta como Libro de los Gorriones. En este libro, además de otros trabajos literarios, reconstruyó las Rimas que había entregado en otro manuscrito a su amigo y protector el ministro González Bravo, para su publicación. Este primer manuscrito había desaparecido al asaltar las turbas la casa del ministro cuando cayó su gobierno.

    En la edición de los amigos del poeta, éstos alteraron por completo el orden en que aparecen las Rimas en el Libro de los Gorriones para agruparlas por temas, y las numeraron en romanos.

    En los poemas de Bécquer destacan la sencillez estilística, la musicalidad, el empleo de recursos de repetición y el uso de imágenes con valor simbólico.

  • Rosalía de Castro

    Rosalía de Castro cultivó la poesía en gallego (Cantares Gallegos, Follas Novas) y en castellano (En las orillas del Sar). El tema más recurrente es el intimista, marcado por una profunda melancolía y tristeza.

Prosa Romántica

  • Las Leyendas de Bécquer

    Constituyen un conjunto de relatos fantásticos que presentan las siguientes características:

    • Ambientación medieval.
    • En muchos casos, la fuente del texto es un relato folclórico perteneciente a la tradición.
    • Presencia de personajes irreales: gnomos, fantasmas, hadas…
    • Final sorprendente, que busca provocar en el lector una emoción intensa.
    • Empleo de un lenguaje poético y a la vez sencillo.
  • Los Artículos de Mariano José de Larra

    La prosa de Larra se distingue por su ironía y sentido crítico. Se retratan situaciones de la sociedad de la época, pero el autor pretende ofrecernos un cuadro humano de valor general. Tiene un estilo muy moderno, muy claro, sencillo, con frases cortas.

    Según su tema, podemos clasificar los artículos de Larra en tres grupos:

    • Artículos de costumbres: se hace hincapié en la necesidad de modernizar la sociedad española.
    • Artículos políticos: se defienden las ideas progresistas.
    • Artículos literarios: se opina sobre la literatura de la época.

Teatro Romántico

El subgénero teatral de este período por excelencia es el drama romántico.

Características del Drama Romántico

  • Ruptura de las unidades de tiempo, acción y lugar.
  • Preferencia por los espacios abruptos y, a menudo, exóticos.
  • Polimetría. Las estrofas combinan metros y estrofas diferentes, además de conciliar la prosa con el verso.
  • Temas románticos. El amor imposible, el destino inexorable, la transgresión de las normas, la seducción…
  • Mezcla de elementos trágicos y cómicos.
Subgéneros y Obras destacadas del Romanticismo
Prosa de ficción
  • Novela histórica: El señor de Bembibre, de Enrique Gil y Carrasco.
  • Novela breve: Leyendas, de Gustavo Adolfo Bécquer.
Prosa no ficcional
  • Cuadro de costumbres: Escenas matritenses, de Ramón Mesonero Romanos.
  • Artículo periodístico: Artículos, de Mariano José de Larra.

El Realismo y Naturalismo

El Realismo y Naturalismo son dos corrientes literarias íntimamente vinculadas entre sí que se caracterizan por el afán de sus autores de presentar una visión objetiva de la realidad de su tiempo. La lírica fue el género que menos se desarrolló, frente al auge de la novela y del teatro en toda Europa. Sin embargo, sí que se vivió una época dorada de la narrativa.

Características de la Novela Realista

La novela, el gran género del Realismo, se caracterizó por estos rasgos:

  • Búsqueda de la objetividad: El autor intenta reproducir la realidad objetivamente y, a la vez, con sentido crítico, pero evitando impregnar el texto de lecciones morales que resulten evidentes. Predomina el empleo del narrador omnisciente en tercera persona.
  • Empleo del diálogo con afán verista: Se persigue reproducir el habla real de los personajes, cuyas intervenciones poseen un doble objetivo: por un lado, contribuyen a construir su psicología, y por otro, hacen avanzar la acción. Entre las técnicas empleadas están el estilo directo, el monólogo interior y el estilo indirecto libre.
  • Introducción de descripciones detalladas y exhaustivas: El entorno juega un papel esencial en la novela realista, de modo que los ambientes y los personajes se describen con detenimiento.
  • Interés por los temas contemporáneos: Su trama se convierte en un reflejo de cuanto sucede en la vida cotidiana. El novelista se preocupa, sobre todo, por las relaciones entre los diferentes grupos sociales, muy especialmente por aquellas que afectan a la burguesía. Destacan motivos como las diferencias sociales, las aspiraciones personales y, de modo muy particular, el adulterio, presente en muchos de los grandes títulos de la novela europea. La importancia concedida a este tema se explica por el simbolismo que adquiere la infidelidad como expresión de la frustración del individuo en una sociedad mediocre.

Rasgos Particulares del Naturalismo

  • El interés por la dimensión biológica y fisiológica de los personajes: los protagonistas se definen por la influencia del medio social en el que viven, las condiciones físicas del entorno, por su carácter y por su herencia genética.
  • El análisis de las condiciones de vida de las clases más desfavorecidas: la situación del proletariado y los grupos marginales se describe con crudeza, sin ahorrar los detalles más sórdidos.

Etapas de la Novela Realista y Naturalista

El Prerrealismo

Es la etapa de transición entre el Realismo y el Romanticismo. Predomina el gusto por lo pintoresco y lo costumbrista. Los personajes carecen de profundidad y el tono general es moralizante. Destacan dos autores:

  • Cecilia Böhl de Faber, conocida por el pseudónimo de «Fernán Caballero». Su obra principal es La Gaviota.
  • Pedro Antonio de Alarcón, creador de El sombrero de tres picos.

El Realismo

La etapa realista comienza en 1870 con la publicación de La Fontana de Oro, de Pérez Galdós. Los siguientes autores son sus representantes más destacados:

  • Benito Pérez Galdós, autor de Fortunata y Jacinta, Tormento y Misericordia.
  • Leopoldo Alas, «Clarín», autor de La Regenta.
  • José María de Pereda, autor de Sotileza.
  • Juan Valera, autor de Pepita Jiménez.

El Naturalismo

Fue iniciado por Émile Zola, y llegó a España, fundamentalmente, a la labor de Emilia Pardo Bazán, autora de Los pazos de Ulloa y La madre naturaleza, y Vicente Blasco Ibáñez, autor de La horda.

Autores Destacados del Realismo y Naturalismo

Benito Pérez Galdós

La obra narrativa de Galdós constituye la cima del Realismo español. En su trayectoria como novelista se distinguen cuatro grandes etapas:

Grupo de obras: Episodios Nacionales

Rasgos y principales novelas: Es un conjunto de cuarenta y seis novelas en las que se relata la historia de España desde 1805 hasta 1875. Las novelas se agrupan en cinco series de diez volúmenes. De todas ellas, la más conocida es la primera: Trafalgar.

Otras obras destacadas

Fortunata y Jacinta, Tormento, Misericordia.

Leopoldo Alas, «Clarín»

Clarín es el creador de La Regenta. En la narrativa de Clarín se aprecia la influencia de las tesis naturalistas. Cultivó los siguientes géneros:

  • Novela: escribió únicamente dos: La Regenta y Su único hijo (obra en la que el autor aborda la crisis ideológica de su tiempo a partir de la obsesión del protagonista por llegar a ser padre).
  • Relatos breves: el autor muestra la capacidad que tiene para atrapar distintos aspectos de la realidad a partir de una anécdota. Entre sus títulos destaca Pipa.

Emilia Pardo Bazán

Su defensa del Naturalismo resultaba sorprendente, pues se consideraba un movimiento contrario a la religión cristiana y, por lo tanto, herético. Pardo Bazán respaldó esta corriente estética en una serie de artículos publicados bajo el título de La cuestión palpitante, en los que sostenía la validez de los principios naturalistas.

En la obra de Pardo Bazán destacan dos títulos: Los pazos de Ulloa y su continuación, La madre naturaleza, dos novelas ambientadas en su Galicia natal.

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