Dominando los Géneros de Diálogo y Debate en Medios Audiovisuales

Géneros Coloquiales y de Debate en Medios Audiovisuales

Generalidades

Idóneos para abordar información que genera polémica y opiniones diversas. Ofrecen el valor añadido de opiniones expresadas personalmente. Presentan la información acompañada de opiniones, por lo que para su correcta comprensión requieren que la información pertinente haya sido previamente difundida (suelen abordar temas de actualidad en los informativos). Suelen ser programas de larga duración (con excepciones).

Son géneros que propician el enfrentamiento dialéctico, moderado por un conductor (moderador). Por lo general, los invitados son personas con una posición cualificada, firme y de conocimiento público sobre el tema. Al seleccionarlos, se deben considerar sus conocimientos sobre el tema y su capacidad de expresión. Son géneros propicios para la participación de la audiencia (redes sociales, SMS, teléfono, etc.).

Aunque se basan en la palabra, especialmente en televisión, es muy recomendable incluir piezas de vídeo que contextualicen y dinamicen el programa.

Funciones del Moderador

  • Documentación y preparación previa.
  • Especial cuidado en la distribución de tiempos.
  • Asegurar la correcta comprensión por parte de la audiencia.

Estructura

Presentación

El moderador introduce el tema y a los participantes. Se ofrece una primera ronda de posicionamiento individual.

Desarrollo

Confrontación de ideas, datos y opiniones (con posibilidad de incluir opiniones del público y de dinamizar con la intervención de periodistas).

Cierre

Síntesis de las posiciones y argumentos esgrimidos (si el tiempo lo permite, suele haber una última ronda de intervenciones para fijar posturas finales).

Estilo Audiovisual (Realización)

Reparto equitativo de tiempos en presencia en imagen. Dinamizar, en lo posible, con los cambios de plano (es un formato audiovisualmente denso, muy basado en la palabra). Algunas posibilidades:

  • Reforzar lo argumentado con planos de escucha (tan importante es ver al que habla como estudiar las reacciones de los que escuchan).
  • Planos con presencia de dos interlocutores a la vez.
  • Realización que refuerce la combatividad dialéctica (sin amarillismos).
  • Empleo de imágenes alusivas (colas) mientras los participantes hablan (dobles pantallas, monitores de fondo, pantalla completa, etc.).

La Mesa Redonda

Congrega en torno a un tema a expertos (4-8) para que aporten sus conocimientos y puntos de vista, y los contrasten con los de otros, todos dirigidos por un moderador. Idónea para temas de actualidad informativa que, por su novedad o gravedad, merecen un conocimiento más amplio. Del contraste surge una ampliación de conocimientos sobre el tema para el espectador. Suma y relaciona visiones para que la audiencia obtenga una perspectiva más global.

El Debate

Se caracteriza por la confrontación ideológica. Busca a dos o más personas enfrentadas por sus ideas o por el mantenimiento de formas de acción diferentes. Importa la diferencia de posiciones. Presenta pensamientos y concepciones antagónicas sobre la vida y la sociedad. Es un género muy propicio para crear espectáculo.

Además de distribuir los tiempos y servir de puente con la audiencia (asegurándose de que se entienden los argumentos expuestos), el moderador debe estar alerta ante una hipotética aproximación de posturas (siempre que esta sea artificial).

Modalidades

  • Debate interpersonal: Prototipo de programas “cara a cara”.
  • Debate de grupos: Varias personas se alinean en dos (o más) frentes.

La Tertulia

Es un repaso comentado de las noticias difundidas con anterioridad para perfilar los diversos puntos de vista que encierran. Se mezcla la información con la interpretación y la opinión. Por lo general, cuenta con participantes fijos (con posibilidad de añadir algún experto ocasional).

Características de los Participantes

  • Están bien informados.
  • Manejan fuentes directas.
  • Mantienen contactos asiduos con políticos y personalidades del país (importantes por la repercusión de sus decisiones).

Por lo general, giran en torno a la política nacional, orientados a la crítica dura contra quienes ejercen el poder. La libertad de expresión debe combinarse con la responsabilidad del medio, incluso con la flexibilidad que otorga el tratamiento algo más informal de los temas. La tertulia se diferencia del género debate por su informalidad en la organización de la polémica.

Libertad estructural: Permite saltos permanentes de unos temas a otros. El enfrentamiento dialéctico del debate se convierte en una acumulación de comentarios, opiniones e informaciones; las discrepancias suelen ser suavizadas.

Su calidad depende del tema, de los invitados y del rigor informativo con que se trate: pueden abordarse desde temas de alto contenido cultural, científico o de política nacional hasta temas frívolos de prensa rosa; y manejarse desde el respeto a los principios básicos del periodismo hasta la exposición improvisada del tema con argumentaciones poco sólidas o improvisadas.

Es un formato muy propicio para la participación de la audiencia (redes sociales, teléfono, etc.), permitiendo el reconocimiento de voz por parte del espectador (“líderes cotidianos”). Suele mantener un lenguaje coloquial culto, entremezclado con frecuencia con ciertos vulgarismos y frases populares. Por encima de todo, resalta la brillantez conversacional y expositiva de cada contertulio. Es interesante en aquellos casos de actualidad permanente o desenlaces prolongados. La figura del moderador se diluye en un participante más, aunque sigue controlando los tiempos, los cambios de tema y la comprensión de la audiencia.

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