La Mentalidad Barroca
La mentalidad barroca surge como consecuencia de una profunda crisis social y existencial del siglo XVII. El rasgo más destacado de esta época es el desengaño, una actitud de desilusión ante el mundo, que desemboca en una depreciación de la realidad. Esta visión pesimista se refleja en temas recurrentes de la literatura y el pensamiento barrocos, como la dialéctica entre ser y parecer, donde lo que aparenta ser no siempre es la verdad, como sucede en Don Quijote. Aparece también el tema de la locura como ruptura con la razón, y la vida como sueño o teatro, donde la existencia se percibe como un engaño, una representación efímera, tal como lo reflejan obras como La vida es sueño o El gran teatro del mundo. La presencia constante del engaño y el disfraz, muy común en la comedia barroca, refuerza esta idea de falsedad y apariencia.
Manifestaciones Artísticas de la Depreciación de la Realidad
Este espíritu de desengaño también se refleja en las artes plásticas. En la pintura barroca, es común encontrar la composición desplazada, donde el tema central se sitúa en un rincón del lienzo. Se emplean con frecuencia naturalezas muertas o bodegones, que simbolizan la fugacidad de la vida. El uso del trampantojo y los juegos ópticos, así como las perspectivas complejas (como en Las Meninas de Velázquez), generan un efecto de engaño visual. El exceso decorativo, especialmente en la arquitectura (ej. los retablos de Churriguera), contribuye a ocultar más que a mostrar. También destaca la presencia continua de la muerte como tema, y el uso dramático del claroscuro, característico de artistas como Ribera y Caravaggio.
La Lengua Literaria: Conceptismo y Culteranismo
El conceptismo, representado por autores como Quevedo y Gracián, se caracteriza por su brevedad, agudeza y profundidad. Se basa en establecer relaciones ingeniosas entre ideas aparentemente inconexas. Un ejemplo célebre es la comparación de una nariz con una alquitara, que condensa múltiples significados en un solo verso.
Por su parte, el culteranismo, cuya figura central es Luis de Góngora, persigue la belleza formal y el ornamento estilístico. Se sirve de cultismos, metáforas audaces, hipérbatos complejos y abundantes referencias mitológicas.
Ambos estilos comparten el gusto por el ingenio y el juego intelectual. Aunque se suelen presentar como opuestos, no lo son de forma estricta, ya que incluso Góngora es citado por Gracián como modelo de agudeza conceptual.
Poesía Amorosa de Carácter Petrarquista
Esta poesía sigue la línea marcada por Petrarca y continuada en España por Garcilaso de la Vega, Juan Boscán, Francisco de Aldana y Fernando de Herrera. En ella se canta al amor idealizado hacia una dama inalcanzable, con un lenguaje equilibrado y brillante, lleno de antítesis y metáforas. Los tópicos renacentistas como descriptio puellae, collige, virgo, rosas o carpe diem están muy presentes.
Entre sus principales cultivadores se encuentran Lope de Vega (especialmente en sus Rimas de 1602), el Góngora juvenil y los primeros poemas de Quevedo.
Lope de Vega: Poesía
Además de su papel como creador del teatro nacional, Lope de Vega fue un poeta destacado, con un estilo vitalista, emotivo y apasionado. Su poesía nace de su propia vida y experiencias amorosas, a menudo bajo seudónimos como Belardo o Tomé de Burguillos, y con nombres poéticos para sus amadas como Filis o Marcia Leonarda. Cultivó tanto la poesía tradicional como la italianizante, y abordó temas diversos: el amor humano y divino, la fe religiosa, el patriotismo y el humor burlesco. Su estilo, cercano al Renacimiento, se vuelve más complejo hacia el final de su vida, con cierta influencia de Góngora.
Lírica Culta de Lope de Vega
Dentro de su poesía culta, Lope cultivó la lírica petrarquista en su juventud, además de la poesía religiosa y la didáctica, como demuestra su Arte nuevo de hacer comedias (1609), donde expone su teoría teatral. La publicación de su poesía culta responde al deseo de que su obra perdurara en el tiempo.
Obras Destacadas
- Rimas: recoge sus mejores sonetos amorosos, de raíz petrarquista.
- Rimas sacras: expresan su crisis espiritual tras la muerte de su esposa e hijo, escritas después de su ordenación sacerdotal.
- Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos: obra burlesca y crítica, escrita bajo un alter ego cómico y ridículo.
La Poesía de Luis de Góngora
1. Distancia entre Vida y Obra
A diferencia de Lope, Góngora no refleja su vida personal en sus versos. Desde muy temprano rompe con el petrarquismo y busca crear una lengua poética propia, lo que lo convierte en el fundador del culteranismo.
2. Etapas de su Poesía
Tradicionalmente se distinguen dos etapas: una primera, más cercana al petrarquismo, con versos de arte menor, y una segunda de pleno culteranismo, con un lenguaje oscuro y elaborado. No obstante, los recursos del culteranismo ya aparecen, aunque de forma moderada, en su primera etapa.
3. Fábula de Polifemo y Galatea (1613)
Escrita en 63 octavas reales, esta obra representa la cima del culteranismo. En ella se contraponen valores del Renacimiento y el Barroco, como la belleza frente a la monstruosidad, o la fecundidad frente a la destrucción. Góngora despliega un estilo lleno de cultismos, hipérbatos complejos, hipérboles extremas y metáforas osadas.
La Poesía de Francisco de Quevedo
1. Estilo General
La poesía de Quevedo es profundamente barroca, marcada por fuertes contrastes: lo sublime y lo grotesco, la elevación moral y la sátira cruel, el amor ideal y la misoginia. Su obra circuló de forma dispersa en manuscritos, y se recopiló póstumamente en El Parnaso español (1648).
2. Clasificación Temática
La lírica quevediana se divide en tres grandes grupos:
Poemas Metafísicos, Morales y Religiosos
Abordan la condición humana, con un tono de pesimismo y desengaño. Se denuncia la apariencia y vanidad del mundo, con advertencias morales y críticas a la decadencia de España. En lo religioso, destaca su arrepentimiento sincero.
Poemas Amorosos
Pese a su conocida misoginia, Quevedo es autor del último gran cancionero petrarquista, los poemas a Lisi, donde conjuga amor, dolor y muerte. Se distinguen:
- Poemas que definen el amor mediante antítesis y paradojas.
- Poemas galantes con un lenguaje ingenioso y ornamentado.
- Poemas a Lisi, donde aparecen dos motivos clave: el amor más allá de la muerte y la ceniza enamorada, como en el célebre soneto “Cerrar podrá mis ojos…”.
Poemas Satíricos y Burlescos
Con un tono crítico y mordaz, Quevedo ridiculiza personajes, costumbres y defectos sociales, usando un lenguaje directo, a veces vulgar, cargado de ironía y agudeza.
La Comedia Nueva de Lope de Vega
1. Tragicomedia
Lope rompe con la división clásica entre tragedia y comedia, creando la comedia nueva, un modelo tragicómico que mezcla lo serio con lo cómico. Para él, la variedad es clave para agradar al público, como explica en Arte nuevo de hacer comedias.
2. Verosimilitud y Decoro
A pesar de su innovación, Lope sigue los principios de Aristóteles y Horacio en cuanto al decoro poético: el lenguaje, gestos y carácter de cada personaje deben adecuarse a su condición:
- Los reyes deben hablar con gravedad.
- Los viejos o pobres, con modestia sentenciosa.
- Los amantes o soliloquios, con tono lírico.
3. Polimetría y Adecuación Métrico-Temática
Toda la obra dramática se compone en verso, y Lope adapta la estrofa al contenido:
- Redondillas para diálogos rápidos.
- Romances para narraciones.
- Sonetos para momentos solemnes.
Lope de Vega: Su Obra Dramática
Capacidad Creativa y Volumen de Obra
Lope de Vega fue célebre por su inagotable capacidad creativa, motivo por el que se ganó los apelativos de “Fénix de los ingenios” y “Monstruo de la naturaleza”. Se le atribuyen más de 1.500 comedias, aunque en realidad se conservan alrededor de 400, muchas con versiones modificadas por editores y actores de la época. Su teatro fue enormemente popular y marcó el inicio de una nueva forma de hacer comedia en España.
Características Generales
La producción dramática de Lope se distingue por la mezcla de elementos cultos y populares, y por una gran variedad temática. Escribió comedias religiosas, mitológicas, históricas, épicas, de capa y espada y tragedias. Buscaba argumentos en múltiples fuentes: crónicas, leyendas, la Biblia, vidas de santos, romances y refranes populares, lo que demuestra su capacidad para adaptar cualquier historia al lenguaje teatral.
Comedias de Amor y Enredo
Este grupo incluye las llamadas comedias de enredo, costumbristas, de capa y espada y palatinas. El eje central de estas obras es el amor, que tras superar diversos obstáculos, siempre triunfa. El protagonismo recae en la pareja amorosa, y el desenlace feliz es una convención dramática.
Obras Destacadas
- El perro del hortelano
- La dama boba
- Los melindres de Belisa
- La discreta enamorada
- Las bizarrías de Belisa (última obra firmada por Lope)