El Modernismo
El Modernismo: movimiento literario nacido en Hispanoamérica en el último cuarto del siglo XIX y difundido en España por Rubén Darío con la publicación de su libro Prosas profanas (1896). El modernismo supuso una renovación total.
Consecuencias del Modernismo en la Literatura Española
Se dan a conocer movimientos literarios franceses: parnasianismo (poesía fundamentalmente descriptiva, que pretende reproducir la belleza de todas las manifestaciones artísticas, Paul Verlaine) y simbolismo (poesía que pretende transmitir los sentimientos por medio de la evocación que producen los símbolos y busca efectos sonoros y visuales, Charles Baudelaire). Rubén Darío consiguió una síntesis de estas influencias. El parnasianismo es más representativo del modernismo, mientras que el simbolismo tendrá unas repercusiones más duraderas en la literatura española, por ejemplo, en Antonio Machado. La literatura adquiere un talante aristocrático, entendiendo aristocracia en su sentido etimológico: el poder de los mejores, en el sentido de los más cultos y los que más se distinguen de la ramplonería del arte realista. Los modernistas desprecian lo vulgar y se consagran a la belleza. El escritor acepta el estilo de vida de la bohemia, fuera de las normas y convenciones sociales.
Características del Modernismo
- Temática escapista: El poeta se refugia en épocas antiguas, como el siglo XVII francés. Los poemas representan caballeros nobles, princesas tristes, cisnes (símbolo de belleza), ninfas, sátiros, centauros y otros seres mitológicos.
- Temática intimista: El poeta expresa su malestar con una realidad que no le satisface. El amor y el mundo son vistos con melancolía y tristeza. Paisajes otoñales, crepúsculos o solitarios jardines representan una naturaleza encerrada. Su objetivo es conseguir la belleza.
- Musicalidad del verso: Persigue la musicalidad del verso que se ajusta a los temas. Los ritmos marcados se emplean para narrar las hazañas de un guerrero o describir una tormenta. Los poemas se titulan como piezas musicales: sonatas, arias, nocturnos o sinfonías.
- Preferencia por el verso: Alejandrino, dodecasílabo o eneasílabo.
Los Poetas Modernistas
Los poetas españoles más destacados, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez, evolucionarán hacia tendencias distintas y alejadas del modernismo, como el novecentismo, movimiento literario de principios del siglo XX que apuesta por una creación artística que excluye el sentimentalismo y las referencias biográficas.
Rubén Darío (1867-1916)
Nació en Metapa, hoy Ciudad Darío (Nicaragua). Creador, impulsor y máximo exponente del modernismo, publicó su primer libro, Azul, en 1888, mezclando poesía y prosa. Prosas profanas (1896) es el libro que estableció un modelo de poesía que sería imitado en Hispanoamérica y España. Otras obras incluyen Cantos de vida y esperanza (1905) y El canto errante (1907). Sus composiciones abarcan otros temas y estilos, incluyendo poemas políticos y preocupaciones existenciales. Viajó por Europa, EE. UU. y España como corresponsal. En 1910, abandonó su vida anterior.
Antonio Machado (1875-1939)
Nació en Sevilla y estudió en Madrid. Su primera obra, Soledades (1903), incluía poemas modernistas. Una nueva edición en 1907 (Soledades, galerías y otros poemas) suprimió algunos de ellos. Su poesía está llena de ambientes quietos y silenciosos, jardines y parques. El intimismo, el tono triste y melancólico, y el simbolismo son algunas características de estos poemas. Su obra más conocida es Campos de Castilla (1912).
Juan Ramón Jiménez (1881-1959)
Su dedicación total a la poesía y búsqueda de la belleza se manifiestan en tres etapas: sensitiva, hasta 1915, incluye libros de inspiración modernista con suave musicalidad y ambientación de paisajes y jardines, como Arias tristes (1903); intelectual, con Diario de un poeta recién casado (1916), que abre el camino a la poesía pura, pretendiendo reflejar la belleza y mezclando prosa y verso; y suficiente, que desarrolla en el exilio, con poesía hermética y personal, como en La estación total (1946).
La Generación del 98
La Generación del 98 tiene su origen en la reacción a la crisis política, económica y moral de España durante la Restauración Borbónica. Los autores coetáneos a los modernistas prefieren la prosa, la novela y el ensayo, mostrando mayor preocupación por los problemas sociales y políticos del país. Integrantes del grupo incluyen a Azorín, Unamuno y Baroja, así como la obra de madurez de Antonio Machado y la última etapa de la obra de Valle-Inclán.
Temas de la Generación del 98
La búsqueda de un estilo personal es un tema fundamental. Cada autor denuncia las circunstancias que no le gustan y propone las reformas necesarias. Se centran en la búsqueda del alma española por tres vías: paisaje, historia y literatura. Los autores describieron con minuciosidad los paisajes de las distintas regiones españolas. En el paisaje castellano, veían el reflejo de la austeridad de sus habitantes y el germen de la nación española.
Concepción y Estilo de la Novela
La intención renovadora se manifiesta tanto en la concepción de la novela como en el estilo empleado. Se pretende alejarse de los modelos realistas. Las novelas tienden a la brevedad, con un estilo preciso y una búsqueda de la palabra exacta.
Autores de la Generación del 98
Miguel de Unamuno (1864-1936)
Nació en Bilbao y sufrió destierros por diferentes enfrentamientos con Alfonso XIII, Primo de Rivera y Franco. Se le ha considerado el líder del grupo. Buscó la novedad y utilizó sus obras como vehículos para exponer sus opiniones políticas, reflexiones religiosas y concepciones filosóficas. Denominó nivolas a sus creaciones (con contenido filosófico y ausencia de referencias a la realidad exterior de los personajes). Su obra más destacada es Paz en la guerra (1897).
José Martínez Ruiz, Azorín (1873-1967)
Nació en Monóvar, Alicante. Trabajó activamente en política y prensa, escribiendo ensayos, artículos y novelas. Destaca por la observación y descripción minuciosa y detallista de la realidad, preocupado por el paso del tiempo y alcanzar lo esencial y lírico de la realidad. Su concepto de novela es muy libre, siendo La voluntad (1902) una de sus obras más representativas.
Pío Baroja (1879-1956)
Nació en San Sebastián y estudió medicina en Madrid. Su carácter huraño y opinión negativa del hombre y de la sociedad se reflejan en sus novelas, que están llenas de pesimismo y sinceridad. Atacan las hipocresías morales y políticas de la sociedad. Sus novelas se dividen en dos categorías: pensamiento (donde expone sus ideas filosóficas, su visión del ser humano y de la sociedad, como en Camino de perfección, 1902) y acción (que satisfacen su gusto por los personajes aventureros, como en Zalacaín el aventurero, 1909).
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)
Nació en Villanueva de Arosa y interrumpió sus estudios de derecho para trabajar de periodista en México. Es el autor más inclasificable y original de este periodo, destacando en todos los géneros. Fue modernista y satirizó amargamente la sociedad española de su época. Sus obras más importantes incluyen las Cuatro Sonatas (de otoño, de estío, de primavera y de invierno, 1902-1905) y Tirano Banderas (1926).