Orígenes y Principios Fundamentales

En la segunda mitad del siglo XVIII, en Alemania, un grupo de escritores tiene un lema: «Tempestad y empuje» (Sturm und Drang). Creen que la literatura tiene que expresar las pasiones humanas, los deseos, los sueños… Y que todas esas tempestades que empujan dentro de nuestra alma no tienen que contenerlas ninguna barrera. Estos escritores son los primeros románticos y esta manera de ver la vida y el arte se extenderá por toda Europa en la primera mitad del siglo XIX.

Temas Principales del Romanticismo

Al hablar de los principales temas del Romanticismo, comenzaremos resaltando el sentimentalismo. El culto a la razón se sustituye por el culto a los sentimientos, que arrastran al individuo, unas veces al entusiasmo, otras a la desesperación y melancolía. Durante este periodo se defiende la libertad individual. El romántico se opone a las normas sociales y morales y a los preceptos de la literatura anterior. En la literatura, el sentimiento ha de fluir sin someterse a la razón ni a normas: se mezcla lo trágico con lo cómico, lo bello y lo feo, el lenguaje culto y la expresión popular.

Domina la exaltación del «yo» cuyos ideales y aspiraciones chocan con la realidad, llevando al romántico a un desengaño que se traduce en una visión rebelde, pesimista y angustiada de la existencia. El choque con la realidad provoca la huida de esta, en tres posibles dimensiones:

• En el espacio, hacia lugares lejanos y exóticos (Oriente, Grecia…).
• En el tiempo, la imaginación vuela al pasado, especialmente a la Edad Media.
• Hacia el interior de sí mismo, para refugiarse en los sueños, la fantasía…

El resultado puede ser la desesperación y el fracaso. Entonces, se buscará el modo más extremo de evasión, la muerte.

Se busca la identificación con la naturaleza, la proyección de su estado de ánimo. La naturaleza es exuberante, solitaria, casi siempre nocturna; es un escenario melancólico, presidido por las brumas, la luna, las ruinas; otras veces aparatoso, con tormentas, cementerios, apariciones fantasmales…

La mujer es otro gran tema, a veces se trata de una criatura angelical, otras de un ser destructivo y malvado. En esta literatura se plasman las preocupaciones filosóficas, el destino, el sentido de la vida, la muerte….

Durante este periodo se produce una exaltación del nacionalismo, del sentimiento patriótico (la descripción de paisajes, la conservación de las costumbres nacionales, la defensa de la lengua propia…).

Géneros Literarios en el Romanticismo

La Poesía Romántica

La poesía romántica es el género predilecto para la expresión de las pasiones, el sufrimiento… La gran novedad reside en la reflexión y teorización sobre la labor creativa. Los poetas piensan que la poesía existe en la realidad, pero solo los genios pueden percibirla y luchar con el lenguaje para comunicarla. Cabe advertir una doble tonalidad:

• Por un lado encontramos una poesía exaltada, radical y revolucionaria. Predomina el gusto por lo extraordinario. Refleja ambientes tétricos, nocturnos; se recrea en tipos marginales, fantasmagóricos; utiliza un lenguaje desbordado, sonoro… Destacan autores como Lord Byron, Victor Hugo, Espronceda…
• Podemos hablar también de una poesía intimista, de tintes melancólicos, reflejo de los distintos estados del alma, con un tono contenido. Destacan Hölderlin, Heine, Keats, Leopardi, Bécquer; y poetas como Blake, Coleridge, Lamartine…

El Drama Romántico

En el drama romántico predominan los temas históricos, pero con un tono legendario y caballeresco, en el que domina la invención y la fantasía. Sus protagonistas son personajes singulares, arrastrados por fuerzas irracionales que les llevan a la desesperación, el dolor y la muerte. Se desprecia la regla de las tres unidades: acción, lugar y tiempo. Se mezcla todo, lo trágico y lo cómico, lo noble y lo bajo, el lenguaje culto y las expresiones populares. Se utilizan versos y estrofas variadas, incluso mezcla de prosa y verso. Hablaremos de la ausencia de fin moralizador. Las obras pretenden arrebatar y conmover al espectador. Destacaremos obras como Fausto (Goethe), o en España Don Álvaro (Duque de Rivas), Don Juan Tenorio (Zorrilla).

La Prosa Romántica

En la prosa romántica destacan dos géneros, la novela y el cuento.

La Novela

• La novela sentimental: son obras protagonizadas por mujeres de la clase media. El tema principal es el conflicto entre los sentimientos y la razón, entre el deseo y la realidad, resuelto con el triunfo de la sensatez sobre las pasiones. Destaca Jane Austen.
• La novela intimista: pretende relatar las tensiones producidas en el alma del protagonista a raíz de una historia amorosa. Es la novela del **«yo»**. Comienza con Las penas del joven Werther de Goethe.
• La novela gótica: muestra lo raro, la fantasía, lo inexplicable, la violencia. Explora el sentimiento del terror y las tensiones espirituales, reflejando las pasiones en una escenografía nocturna, tormentosa, mortuoria… (*Frankenstein* de M. Shelley).
• La novela histórica: la acción se sitúa en un tiempo pasado, especialmente la Edad Media. Los protagonistas son personajes ficticios, pero junto a ellos aparecen personajes reales que permiten situar la acción en el tiempo y dotarla de verosimilitud. Destacan Walter Scott, Victor Hugo, Manzoni…
• La novela social: refleja las duras condiciones de vida de las clases populares (*Los miserables*, de Victor Hugo).
• Podemos referirnos también a la novela por entregas (*Los tres mosqueteros* y *El conde de Montecristo*, de Alejandro Dumas padre) y a la novela de costumbres (*Carmen*, de Mérimée).

El Cuento

• Podemos destacar el relato fantástico, cultivado especialmente por el alemán E. T. A. Hoffmann. La intención es reflejar cómo en la vida real se esconde lo fantástico, dando lugar al misterio o al horror. Destacaremos a Poe, Bécquer…
• Se desarrolla asimismo el cuento popular, destacando los hermanos Grimm y Andersen, que se dedicaron a rescatar elementos tradicionales que poco a poco iban desapareciendo.

Conclusión

Como conclusión, podemos decir que el Romanticismo es uno de los periodos de nuestra literatura donde más y mejor sentimos vibrar al escritor, al hombre.