La Ilustración, movimiento ideológico desarrollado en Francia durante el siglo XVIII, desembocó en la Revolución Francesa (1789). Este periodo, conocido como el Siglo de las Luces, se caracterizó por la defensa de la razón y la confianza en la ciencia y la educación.
Características de la Ilustración
- Humanitarismo: El fin de toda acción humana es la felicidad de las personas.
- Racionalismo: El uso de la razón como medio para alcanzar el bienestar general.
- Reformismo: El progreso humano se basa en la mejora de las condiciones materiales de vida y la educación del pueblo.
Principios de la Ilustración
Concepción del Hombre
Confianza en la humanidad y en la capacidad del hombre para entender y organizar el mundo sin recurrir a Dios. Los ilustrados fueron los primeros en pensar que los hombres nacen libres e iguales y defender que su dignidad debe respetarse por encima de todo.
Racionalismo y Progreso
La razón permite al hombre conocer el mundo, luchar contra la superstición y someter a crítica los conocimientos anteriores. Aplicada a la ciencia, favorece un importante desarrollo científico que contribuye a la mejora de la sociedad. El progreso material y espiritual se constituye en el ideal ilustrado.
Deseo de Conocimiento y Didactismo
Los ilustrados persiguen el conocimiento del mundo y su divulgación. Obras como la Enciclopedia francesa (1751-1766) pretendían reunir todos los saberes de la época. La educación se convierte en un motor de progreso.
Reformismo
Proponen reformas concretas en distintos campos (educativo, agrario, etc.). Su ejecución por parte de algunos gobiernos europeos formó parte del llamado despotismo ilustrado, que pretendía impulsar el progreso del pueblo al margen de su voluntad, bajo el lema “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.
Concepción de la Literatura
La literatura es útil a la sociedad como vehículo de divulgación de ideas y de enseñanza. La escritura debe guiarse por unas normas que eliminan los extremos emotivos barrocos. La búsqueda de la sorpresa y la originalidad deja paso al buen gusto, manifestado en la moderación expresiva y en la equilibrada construcción formal de las obras. Esta tendencia estética se conoce como neoclasicismo.
Características del Neoclasicismo
- Didactismo: Educar al pueblo. Las obras literarias, además de entretener, deben difundir ideas provechosas.
- Claridad: La obra debe estar escrita en un estilo claro y comprensible.
- Espíritu crítico: Debe ser un reflejo de la realidad y manifestar un espíritu crítico ante el mundo.
- Cánones clásicos: Los autores debían imitar a los escritores grecolatinos.
El género literario que más se adaptó al Neoclasicismo fue la prosa didáctica. La poesía, la novela y el teatro no ofrecieron resultados tan brillantes.
Poesía
De acuerdo con la función didáctica de la literatura, la poesía introdujo temas cívicos, además del amor y el goce de la vida. Se renunció a las figuras poéticas complicadas, lo que produjo una poesía cercana a la prosa. En 1757 se publicó la Poética de Ignacio de Luzán, que criticaba los excesos barrocos y propugnaba una poesía regida por el orden, la claridad y la armonía, con la finalidad de enseñar deleitando.
Tendencias Poéticas
- Poesía rococó: Imita a los clásicos e incluye referencias mitológicas y asuntos relacionados con los placeres. Principal representante: Meléndez Valdés.
- Poesía ilustrada: Difunde, con finalidad didáctica, las ideas ilustradas. Cultivadores destacados: Alberto Lista, Gaspar Melchor de Jovellanos y José Quintana.
- Fábulas: Narraciones en verso, protagonizadas habitualmente por animales, que encarnan defectos o cualidades humanas y contienen una enseñanza. Fabulistas españoles más notables: Tomás de Iriarte y Félix María Samaniego.
- Poesía prerromántica: Poesía cercana al Romanticismo. Se da cabida al sentimiento y se rompe el equilibrio expresivo. Poetas más representativos: José Cadalso y Nicasio Álvarez Cienfuegos.
Prosa
La prosa fue el vehículo más adecuado para la transmisión del pensamiento ilustrado. En el siglo XVIII decayó la actividad narrativa en favor de la prosa didáctica. Para la transmisión de ideas, se recurrió a libros de viajes, cartas, informes y, sobre todo, al ensayo.
Máximos Representantes de la Prosa
- Benito Jerónimo Feijoo: Centró su interés en desterrar las ideas erróneas, en especial la superstición en la práctica religiosa. Criticó las costumbres de la sociedad española y trató de divulgar el conocimiento. Obras: Cartas eruditas y curiosas y Teatro crítico universal.
- Gaspar Melchor de Jovellanos: En sus ensayos propone medidas para promover el desarrollo económico, reformar la educación y mejorar las costumbres. Obras: Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas, Informe sobre la Ley Agraria y Memoria sobre educación pública.
- José Cadalso: Su obra más importante es Cartas Marruecas, un ensayo pesimista sobre las costumbres de los españoles. Aborda asuntos diversos como las costumbres del siglo XVIII, la reflexión sobre el comportamiento humano y la historia de la nación.