El Teatro Español de Posguerra (1940-1975)
El Teatro de los Años 40: Comedia Burguesa y Teatro Cómico
Al finalizar la Guerra Civil Española, nuestro teatro se encuentra con tres graves problemas:
- Crisis económica y censura: La crisis económica hace que solamente los más poderosos puedan asistir a las representaciones, y la censura impide todo contenido político crítico en las obras.
- Ruptura con la tradición anterior: Se produce un corte muy profundo con respecto a lo que había sido el teatro con anterioridad a la Guerra, debido a la muerte de algunos de los grandes maestros (Valle-Inclán, Unamuno y García Lorca) o al exilio de otros (Max Aub, Alejandro Casona, Rafael Alberti). Esta ruptura se produce, sobre todo, con las tendencias más innovadoras, mientras que el teatro comercial continúa en su misma línea, ya que no supone un peligro para nadie.
- Inicio de una crisis teatral: Se habla del inicio de una crisis del teatro que puede explicarse por varias razones:
- Al no quedar grandes autores españoles (muerte y exilio), los empresarios recurren a traducciones de obras de autores extranjeros, con lo que los jóvenes dramaturgos españoles se van a encontrar con más dificultades a la hora de estrenar sus obras.
- El cine se convierte en el gran espectáculo de masas y desplaza al teatro en los gustos del público.
Los escritores exiliados
Los escritores exiliados pueden adoptar tres posturas:
- Seguir cultivando un drama de tema español (Max Aub: San Juan; Rafael Alberti: Noche de guerra en el Museo del Prado).
- Escribir dramas intemporales para satisfacer las demandas del nuevo público no español (Alejandro Casona: La dama del alba, La casa de los siete balcones).
- Cultivar un teatro destinado a ese nuevo público (José María Camps: Cacería de un hombre).
La Comedia Burguesa
En los años 40 se continúa escribiendo comedia burguesa denominada neobenaventina, heredera del teatro de Benavente. Se trata de un teatro halagador de los gustos del público, con ambientes de la burguesía, que es la que asiste al teatro. Sus características son:
- Exaltación de la familia.
- División en tres actos.
- Afirmación de la división en clases de la sociedad como algo inherente del orden natural.
- Alusiones a la Guerra Civil con muestras de desprecio al vencido.
- Buen nivel literario.
Los autores más destacados son José María Pemán (Por la Virgen Capitana), Joaquín Calvo Sotelo (La muralla) y Edgar Neville (El baile).
El Teatro Cómico
En estos años también cobra importancia el teatro cómico, un teatro evasivo que solo se preocupa por la diversión del espectador. Autores destacados:
- Enrique Jardiel Poncela: Une lo inverosímil (vanguardista) con el humor, presenta tramas caóticas que rozan el sinsentido. Obras: Eloísa está debajo de un almendro, Los ladrones somos gente honrada.
- Miguel Mihura: En su teatro presenta el choque del individuo con la sociedad; este conflicto se materializa entre personajes burgueses y marginados: las convenciones sociales no le permiten al hombre ser feliz. Obras: Tres sombreros de copa, Melocotón en almíbar.
El Realismo Social de los Años 50: Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre
A partir del año 1955 se puede decir que aparece el teatro social en España, aunque ya había habido manifestaciones anteriores. La aparición de estas obras de contenido crítico y denunciador es posible gracias a tres razones:
- La necesidad de que el teatro exprese los problemas del momento. Esta necesidad fue general para todos los autores españoles del momento, independientemente del género literario que cultivaran.
- Aparición de un nuevo tipo de público —joven y universitario— que pide un nuevo concepto de teatro, crítico con la situación histórica que vive España.
- Relajación de la censura, que permite el estreno de estas obras políticamente comprometidas.
Los temas principales de este período serán dos: la denuncia de la injusticia y la desigualdad social, y la alienación de los seres humanos en el nuevo orden social.
El cambio y el inicio del realismo lo lograría Antonio Buero Vallejo en 1949 con Historia de una escalera. Recibió por ella el Premio Lope de Vega y pudo ser estrenada en el Teatro Español pese a que su autor era un preso de posguerra.
Autores Destacados del Realismo Social
- Antonio Buero Vallejo: Su temática gira en torno al anhelo de realización humana y sus dolorosas limitaciones: la busca de la felicidad, de la verdad y de la libertad se ve frustrada por el mundo en el que vivimos. Su trayectoria se puede dividir en etapas:
- 1949-1955: Domina el enfoque existencial (medita sobre el sentido de la vida): Historia de una escalera, Madrugada.
- 1955-1970: Domina el enfoque social (denuncia de injusticias): El tragaluz, Las Meninas.
- A partir de 1970: Los contenidos sociales y políticos se hacen más explícitos: La fundación, Las trampas del azar.
- Alfonso Sastre: Intentó un teatro que sirviese para reformar la sociedad. Sus obras han ido evolucionando desde planteamientos existenciales a sociales y revolucionarios, por ello tuvo que enfrentarse en muchas ocasiones a la censura. Obras: Ha sonado la muerte, Escuadra hacia la muerte, La taberna fantástica.
El Teatro desde los Años 60 hasta 1975: Teatro Comercial, Social y Experimental
El teatro en las décadas de los 60 y 70 distingue tres vertientes:
1. Teatro Comercial
La comedia burguesa sigue en su línea: intriga, diálogos ingeniosos, finales felices, suave crítica e ideología conservadora. Surgen autores como Alfonso Paso o Juan José Alonso Millán.
2. Teatro Social
Aquí podemos destacar la segunda etapa de Buero Vallejo. Ahora predominan las cuestiones sociales, casi siempre situadas en el pasado (así elude mejor la censura), aunque las conclusiones puedan trasladarse al presente, dando a los conflictos una dimensión atemporal. Títulos destacados son: Las Meninas (sobre Velázquez) y El tragaluz (dos investigadores provenientes del futuro muestran escenas de un tiempo anterior, en las que se expone el drama de una familia marcada por la marcha de uno de sus hijos, Vicente, que se llevó en un tren las provisiones familiares al terminar la Guerra Civil).
Dentro de esta vertiente podríamos incluir a la llamada “generación realista”: este grupo se opone al teatro evasivo y por ello no consigue ni el favor del público ni el de los empresarios. Con el paso del tiempo, este teatro realista se cargará de denuncia política y social. Sus temas son: la injusticia social, la explotación laboral, etc. Utilizan un lenguaje no poético, directo, a veces con rasgos expresionistas o esperpénticos. Autores: Lauro Olmo (La Camisa); José Martín Recuerda (Los salvajes en Puente San Gil); José María Rodríguez Méndez (Los inocentes de la Moncloa); Carlos Muñiz (El tintero).
3. Teatro Experimental
A mediados de la década de los 60 surge un movimiento de renovación teatral caracterizado por un acercamiento al teatro extranjero (Artaud, Brecht) y una mayor valoración del teatro “independiente” frente al comercial, en busca de nuevas técnicas y formas de expresión. Este teatro resultó de gran dificultad para el público, que le dio la espalda. Rasgos:
- El personaje es más un signo que una conciencia individual.
- Carácter parabólico de la acción y de los personajes.
- El espacio escénico se llena de elementos simbólicos.
- Revalorización del teatro como una labor de conjunto.
- Consideración del texto como un “apoyo” del espectáculo.
En lo referente a los temas, debemos decir que seguirán siendo, básicamente, los mismos del período anterior: la injusticia, la falta de libertades, la crítica de la dictadura, la denuncia de la pobreza, etc.
En esta labor de renovación de nuestro teatro fueron importantes algunos autores (José Ruibal, El hombre y la mosca; Antonio Martínez Ballesteros, Retablo en tiempo presente; Luis Matilla, Funeral; Luis Riaza, Las jaulas), pero sobre todo lo fueron los grupos de teatro independientes como Los Goliardos o Tábano (Madrid), La Cuadra (Sevilla) o Els Joglars (Cataluña).
Figuras Clave del Teatro Experimental
- Francisco Nieva: Importante escenógrafo que representa en España las obras de los grandes autores europeos. Inicia su obra creativa a finales de la década de los 50, pero no estrena hasta décadas más tarde. Su producción teatral se divide en: teatro de farsa (La señora Tártara) y teatro furioso (dramas cercanos al esperpento como Pelo de tormenta).
- Fernando Arrabal: Escribe su obra más importante en el exilio, redactando tanto en castellano como en francés. En su trayectoria va desde el “teatro de lo absurdo” y la práctica del “nuevo esperpento” hasta el llamado “teatro pánico” (del dios Pan), desenfrenado y provocador. Recoge la herencia del 27 y se dedica a ligar el surrealismo con la tradición barroca española. Obras destacadas de los años 60: La aurora roja y negra; de los 70: La guerra de mil años. Ha seguido escribiendo en décadas posteriores.