Teatro Español Anterior a 1939
1. Panorama General del Teatro Pre-Guerra Civil
En el primer tercio del siglo XX, hay dos grandes tendencias en los escenarios españoles:
- Teatro comercial: Responde a los gustos del público burgués y sigue las formas tradicionales de los últimos años del siglo XIX. Son tres los géneros que triunfan:
- Teatro poético: Defensor de los ideales nobiliarios, en la línea del tradicionalismo.
- Teatro cómico: De signo costumbrista, heredero del «género chico».
- Comedia burguesa: Amable crítica a las costumbres, pero identificada con los valores burgueses.
1.1. Teatro Poético: Resurgimiento y Características
Resurge en la primera mitad del siglo XX en verso. Frente al problema nacional, este teatro se refugia en nuestro pasado histórico, tratando de ensalzar las gestas de heroicos personajes de la España medieval e imperial, que constituían los valores supremos de la raza española. Es un teatro de evasión y de falta de compromiso con la compleja realidad de aquellos años. Su figura más representativa es Eduardo Marquina, con obras como Las hijas del Cid y El Gran Capitán. También destaca Francisco Villaespesa con El alcázar de las perlas.
1.2. Teatro Cómico: Sainete, Tragicomedia Grotesca y Astracán
Lo integran el sainete, la tragicomedia grotesca y el astracán.
- Sainete: Continuador del género chico, es una pieza breve que nos ofrece una visión amable de la sociedad, superficial y ajena a toda intención crítica. Destacan: Carlos Arniches (El santo de la Isidra, La fiesta de San Antón) y los hermanos Álvarez Quintero (El patio, El genio alegre).
- Tragicomedia Grotesca: La comicidad surge de situaciones dramáticas y personajes ridículos que producen risa y lástima a la vez. Conlleva una denuncia de las lacras de la sociedad, que encierra en el fondo una actitud moralizadora. Destaca Carlos Arniches (La señorita de Trevélez, Los caciques).
- Astracán: Alcanzó gran éxito en los escenarios madrileños y fue creado por el dramaturgo gaditano Pedro Muñoz Seca. Son obras cómicas descabelladas cuyo único fin es provocar la carcajada, recurriendo al chiste fácil. Ejemplos: La venganza de Don Mendo, Los extremeños se tocan.
1.3. Comedia Burguesa
Nuevo teatro realista en el que lo esencial es la exposición de los comportamientos y costumbres de la burguesía a través de unos personajes exquisitamente refinados y cultos. El dramaturgo censura, aunque sin excesiva acritud, los vicios de la clase dominante. Pero el tono crítico no rebasa los límites de lo razonable, limitándose al ejercicio de la fina ironía, sin cuestionar nunca los cimientos ideológicos y morales del sistema. Los remedios para esas leves afecciones serán el espíritu de sacrificio y el amor.
La figura más destacada de este teatro es Jacinto Benavente, premio Nobel de Literatura en 1922. En sus comienzos participa en la renovación modernista con obras como El nido ajeno. Los intereses creados, una farsa considerada su obra maestra, se sirve de personajes extraídos de una comedia italiana. Al género del drama rural pertenecen Señora Ama y La Malquerida.
2. El Teatro Innovador y de Vanguardia
Al mismo tiempo y al margen de las salas comerciales, surgen voces no conformes con la vulgaridad y el provincianismo que aquejaba a la escena española de la época, explorando nuevas formas de expresión dramática.
2.1. La Generación del 98 en el Teatro
Destacan Miguel de Unamuno y Azorín.
- Miguel de Unamuno: Su experiencia como dramaturgo resultó un fracaso en la época porque no cedió a las demandas del público, ni de los empresarios, ni de los actores y actrices. Tenía una concepción del teatro como poesía dramática, prescindía de la ornamentación escénica y de todos los elementos que no fueran esenciales para el desarrollo de la acción. El resultado fue la creación de dramas esquemáticos: se reduce la intriga a la mínima expresión. Ejemplos: Fedra, El otro, El hermano Juan o el mundo es teatro.
- José Martínez Ruiz, Azorín: Partidario de una profunda renovación de la escena española, se aleja de la estética naturalista y aboga por un teatro antirrealista que incorpora el mundo interior, lo subconsciente y lo maravilloso. En sus primeras obras, el esquema dramático se asienta en el enfrentamiento entre dos principios o valores: Old Spain, Brandy, mucho brandy. En Lo invisible trata el misterio de la muerte; en Angelita, el tema de la obsesión por el tiempo.
2.2. El Teatro Vanguardista: Jacinto Grau y Ramón Gómez de la Serna
- Jacinto Grau: Escritor catalán, muestra su disconformidad con el teatro de su tiempo, al que acusa de comercial y falto de originalidad. Cultivó la tragedia y la farsa. Obras destacadas: El señor de Pigmalión, El caballero Varona, La señora guapa.
- Ramón Gómez de la Serna: El interés de su teatro reside en sus intentos de romper con las fórmulas asentadas en los escenarios de la época. Los temas de sus primeras obras son el erotismo y la crítica de los convencionalismos sociales. Ejemplos: El drama del palacio deshabitado, Los medios seres.
2.3. Valle-Inclán y la Creación del Esperpento
Ramón María del Valle-Inclán rechaza el realismo burgués y propone una total renovación de la escena española.
2.3.1. Ciclo Mítico: Crítica del Mundo Rural
Crítica del mundo rural en la que conviven lo sobrenatural, lo misterioso y la muerte; las pasiones se mezclan en un mundo de miseria y crueldad.
2.3.2. Ciclo de la Farsa: Sentimiento y Grotesco
Contrapone lo sentimental y lo grotesco para afrontar de otra manera la realidad y desmitificar la sociedad tradicional. Ejemplo: La marquesa Rosalinda.
2.3.3. Ciclo del Esperpento: Deformación Sistemática de la Realidad
El esperpento nace de una determinada situación histórica. Trata de deformar sistemáticamente la realidad para ofrecer una imagen grotesca, una nueva visión del mundo desde una posición crítica que coincide con un movimiento estético de protesta contra la sociedad burguesa. También hace una deformación idiomática mezclando la forma discreta y refinada con las expresiones más vulgares y de jerga castiza, usando además la ironía y el sarcasmo. Obras representativas: Luces de bohemia, Martes de carnaval.
2.4. La Generación del 27 y Federico García Lorca
La Generación del 27 contribuyó decisivamente a la reforma de la escena española. Destacan Pedro Salinas (El dictador), Rafael Alberti (El hombre deshabitado) y Miguel Hernández (Quien te ha visto y quien te ve).
García Lorca alcanzó unos niveles inigualables de calidad artística. Su obra se divide en tres etapas:
- 1. Teatro modernista en verso: Su incursión en el género dramático se produce muy pronto con dos obras de influencia modernista: El maleficio de la mariposa, Mariana Pineda.
- 2. Búsqueda de nuevas formas: Cultiva la farsa, con la que pretende la exhibición grotesca de ciertas pasiones humanas.
- Farsas para guiñol: Clara influencia del esperpento de Valle-Inclán.
- Farsas para personas: Abordan el tema del matrimonio entre un viejo y una joven, como en La zapatera prodigiosa.
- 3. Obras de madurez: Se trata de un teatro más desnudo y esencialmente humano. Lo conforman dos tragedias rurales y dos dramas, en ellas denuncia la opresión de la mujer en la sociedad: Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera, La casa de Bernarda Alba.
Poesía Española Posterior a 1939
1. Contexto Histórico y Social de la Poesía de Posguerra
En el segundo periodo del siglo XX en España se distinguen dos etapas.
1.1. La Dictadura del General Franco (1939-1975)
Al terminar la Guerra Civil se impone en España la dictadura del general Francisco Franco. La represión asola la España de la posguerra, en un ambiente general de desolación y pobreza. Se produce una ruptura con la cultura anterior, pobreza intelectual, aislamiento cultural, censura gubernamental y autocensura; muerte, encarcelamiento y exilio de la mayoría de los intelectuales de la época anterior.
En los años 60 se inicia una cierta recuperación económica y el aumento de las clases medias. Se favorece la industria turística. La censura se relaja, los artistas viajan al extranjero y la influencia europea y americana se siente en la cultura española.
1.2. La Transición a la Democracia (Desde 1975)
La muerte de Franco da paso a un cambio político pacífico, hacia una monarquía, coronando al rey Juan Carlos I. Se legalizan los partidos políticos, se celebran unas elecciones democráticas, se proclama una Constitución y se inicia una recuperación de los derechos y libertades individuales.
2. Poesía de la Inmediata Posguerra (1939-1950s)
Situación de desolación, falta de libertad política, sociedad en miseria y hambre. Surgen dos estilos: la poesía arraigada y la poesía desarraigada.
2.1. La Poesía Arraigada: Tradición y Optimismo
Cultivada por autores complacientes con el régimen de Franco, con una forma clasicista. Se alejan de la innovación formal, ofreciendo una visión épica de la realidad y un optimismo que contrasta con la pobreza y la desilusión. Es una poesía intimista que canta al amor, al paisaje, la belleza de la tierra y al sentimiento religioso. Los poetas escriben en revistas. Destacan: Luis Rosales (Abril, La casa encendida) y Leopoldo Panero (La estancia vacía).
2.2. La Poesía Desarraigada: Angustia Existencial
Refleja la vivencia individual del ser humano en tiempos de angustia y dolor y de falta de fe en el futuro. Estos poetas suelen escribir en la revista Espadaña. Abordan temas como la muerte, la tristeza, la soledad y la desesperación. Rechazan el afán formalista, aunque tienen gusto por el soneto y utilizan imágenes tremendistas y un tono apasionado. Los existencialistas muestran el desajuste entre el individuo y la sociedad en la que viven. Ejemplos: Miguel Hernández (Romancero y cancionero de ausencias) y Dámaso Alonso (Hijos de la ira: visión angustiada de la realidad, imágenes que recuerdan al surrealismo, pero con un léxico coloquial).
2.3. Poesía en el Exilio: Nostalgia y Memoria
Autores que marcharon al exilio tras la Guerra Civil, como algunos de los poetas de la Generación del 27, entre otros. Abordan algunos temas comunes como la patria perdida, la nostalgia, el recuerdo de la infancia o el deseo de regresar. Destaca: León Felipe (España del éxodo y del llanto, Ganarás la luz).
3. La Poesía Social: Compromiso y Denuncia (Años 50-60)
Hacia mediados de siglo nace el realismo social. Los escritores salen de su angustia interior y contemplan lo que sucede en la calle. Intentan plasmar objetivamente la vida colectiva española y sus conflictos. Exigen un cambio en la sociedad y creen que la literatura puede ser el motor de esa transformación. Los temas tratados son la denuncia de la marginación o la falta de libertad política y social, también el tema de España. Emplean un lenguaje transparente, a veces coloquial, con predilección por el verso libre, rupturas rítmicas y construcciones sintácticas simples o yuxtapuestas.
3.1. Principales Poetas de la Lírica Social
Los mismos poetas existenciales derivan hacia la poesía social.
- Victoriano Crémer: Funda con Eugenio de Nora la revista Espadaña.
- Poesía existencialista: Nuevos cantos de vida y esperanza.
- Poesía social: La espada y la pared, Con la paz al hombro.
- Eugenio de Nora:
- Existencialista: Cantos al destino.
- Social: Pueblo cautivo, España, pasión de vida.
- José Hierro:
- Existencialista: Tierra sin nosotros.
- Social: Quinta del 42, Libro de las alucinaciones.
- José Luis Hidalgo:
- Obra existencialista: Raíz, Los animales.
- Gabriel Celaya:
- Existencialista: Tranquilamente hablando.
- Social: Cantos Iberos.
- Blas de Otero: El gran poeta de la época, su obra resume la evolución de la poesía española desde 1939 hasta su muerte. Tres etapas:
- 1. Existencialista: Ángel fieramente humano, Redoble de conciencia.
- 2. Poesía social: Pido la paz y la palabra, Que trata de España.
- 3. Cercana al experimentalismo: Hojas de Madrid.
4. La Generación del 50: Renovación Poética y Humanismo
Grupo de poetas que empieza a publicar a finales de la década de 1950 y marca el camino de la renovación poética de la época siguiente. Ofrecen una visión crítica de la realidad, una actitud humanista y preocupación por los problemas del ser humano. Pretenden dignificar el lenguaje poético, creen que los problemas sociales deben ser tratados de un modo menos explícito, sin limitarse a copiar la realidad. Los contenidos son el paso del tiempo, la evocación de la niñez, la familia, el amor, la amistad, la soledad y la muerte. Muestran gran rigor expresivo y formal, un lenguaje poético personal, con uso de ironía y humor distanciador, y cierta tendencia hacia la narratividad. Predomina el verso libre, aunque también utilizan estrofas clásicas, mostrando un mayor esmero en el cuidado del lenguaje y de las formas poéticas.
4.1. Autores Destacados de la Generación del 50
- Ángel González: Áspero mundo, Tratado de urbanismo, Palabra sobre palabra.
- José Ángel Valente: A modo de esperanza, Poemas a Lázaro, La memoria y los signos, El fulgor.
- Jaime Gil de Biedma: Compañeros de viaje, Moralidades, Las personas del verbo.
- Claudio Rodríguez: Don de la ebriedad a los diecinueve años, Conjuros, Casi una leyenda.
- Francisco Brines: Palabras a la oscuridad, El otoño de las rosas.
- José Agustín Goytisolo: Palabras para Julia y otras canciones.
- Antonio Gamoneda: Descripción de la mentira, Libro de frío, Arden las pérdidas.
5. Poesía Experimental y Novísimos: Ruptura y Formalismo
Movimiento de ruptura vanguardista con la poesía social e indagador de un nuevo lenguaje que llega al experimentalismo formal. Los nuevos autores no creen que la poesía pueda cambiar la realidad, adoptando una actitud formalista. Sus características son:
- a. Todos han nacido después de la Guerra Civil y son críticos con la sociedad de consumo.
- b. Tienen una rica formación literaria.
- c. En su formación influyen los medios de comunicación de masas.
- d. Se despreocupan de las normas preceptivas y proclaman la libertad creativa absoluta.
- e. Creen en la autonomía del arte y la autosuficiencia del poema.
Utilizan la mitología frívola y vuelven a temas como el arte y la música, también temas de contenido político. Recogen aspectos de las vanguardias del siglo XX, en especial del surrealismo, utilizan el versículo en la poesía e insertan mensajes de otros géneros como el cine. Algunos autores mantienen el tono coloquial de los poetas del 50.
- Culturistas y Surrealistas: Pere Gimferrer (Arde el mar).
- Tendencia más coloquial: Manuel Vázquez Montalbán (Una educación sentimental).
