Evolución de la Novela Española Tras la Guerra Civil: Décadas Clave y Autores Fundamentales

La novela española en las tres décadas posteriores a la Guerra Civil

1. Los primeros años de posguerra: Década de los 40

Hasta 1945, hay una serie de narradores que cultivan una novela histórica de exaltación al régimen. Realmente, la historia de la novela española de posguerra se inicia con La familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela, que inaugura el tremendismo, y con Nada (1945) de Carmen Laforet, que inaugura la novela existencial.

Las características de estas novelas son:

  • Reflejan la vida de posguerra de forma pesimista y existencial.
  • Los temas giran en torno a la amargura de la vida cotidiana.
  • Presentan personajes desorientados y frustrados.
  • Carecen de crítica y denuncia social explícita.
  • Técnicamente, destacan por su sencillez y tradicionalidad.

2. Década de los 50: La novela social

Con la publicación de La Colmena (1951) de Cela, se abre un nuevo rumbo: el Realismo social, movimiento literario que se desarrolló a lo largo de esta década. Es una literatura realista, atenta a los acontecimientos histórico-sociales del individuo, que en 1956, con la aparición de El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio, queda consolidada.

Sus características son:

  • Estructura aparentemente sencilla y preferencia por la narración lineal.
  • Relato basado en técnicas cinematográficas.
  • Elevado número de personajes y preferencia por el protagonista colectivo.
  • Concentración espacio-temporal.
  • Predominio del diálogo y fidelidad al recoger el habla de distintas clases sociales.
  • La temática testimonia la situación social del momento que vive el autor.

3. Década de los 60: La novela experimental

Los autores de este momento abandonan el realismo social anterior y tienden a considerar las nuevas aportaciones de grandes novelistas extranjeros. En 1962 se publica Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos, considerada la obra inaugural de esta nueva narrativa. A lo largo de esta década se sucederán otras obras que consolidarán esta línea renovada, como Cinco horas con Mario de Miguel Delibes o Últimas tardes con Teresa de Joan Marsé.

Algunas novedades que aporta esta corriente novelística son:

  • Perspectivismo: narrar un mismo hecho desde el punto de vista de distintos personajes.
  • Desorden temporal: flash-back, flash-forward, técnica del contrapunto (mostrar varias historias a la vez).
  • Incorporación de elementos heterogéneos como informes, expedientes, textos periodísticos, etc.
  • Imitación e inclusión de géneros menores en la novela: folletín, novela policíaca, novela de aventuras. Pastiche.
  • Nuevas técnicas para reflejar los pensamientos de los personajes: el monólogo interior.

Miguel Delibes

Su obra muestra un compromiso con la dignidad del ser humano, que combina con el amor a la naturaleza y el rechazo a la deshumanización, al materialismo y al consumismo. En ella abundan los seres indefensos y los ambientes humildes: los niños, los ancianos, la vida en el campo, la pobreza de los pueblos, el paisaje castellano. Pero también se fija en la vida en las ciudades de provincias y en la pequeña burguesía. Su estilo se mantiene siempre dentro de la sencillez, lo que no le impide, a lo largo de su carrera, experimentar nuevas técnicas narrativas.

Etapas y obras destacadas de Miguel Delibes

  1. Su obra se inicia con La sombra del ciprés es alargada, donde el autor se centra en la Castilla rural y en la mentalidad de sus habitantes, a menudo personas humildes y marginadas.
  2. En 1950 publica El camino, novela sobre el despertar a la vida de un niño, Daniel el Mochuelo, y la vida de un pueblo y sus gentes vista a través de los ojos de este niño. Una de sus obras más significativas del Realismo social es Las ratas, que denuncia las condiciones de vida y las desigualdades sociales en un pueblo agrícola.
  3. En 1966, Cinco horas con Mario —considerada su obra maestra— presenta un diálogo-monólogo interior de Carmen, una mujer de clase media que vela el cadáver de su marido. El contraste entre Mario, profesor solidario y progresista, y Carmen, de mentalidad cerrada y conservadora, refleja la dicotomía entre la España progresista y la tradicional.
  4. Otras novelas destacadas incluyen El disputado voto del señor Cayo, Los santos inocentes y El hereje (su única novela histórica, un canto a la tolerancia y la libertad).

Camilo José Cela (Premio Nobel de Literatura en 1989)

Aunque su obra es muy variada, se aprecian en ella temas recurrentes: la Guerra Civil y sus consecuencias, y la sociedad española en su conjunto, a la que satiriza de forma grotesca. Toda su narrativa refleja un profundo pesimismo. Su actitud es la de un espectador distanciado y burlón, con un humor negro, amargo y cruel. Sin embargo, a veces, manifiesta ternura por algunos seres desvalidos y adopta un tono lírico. En general, ofrece una visión deformadora del mundo, cercana al esperpento de Valle-Inclán. Su estilo se caracteriza por la riqueza expresiva en la descripción de tipos y ambientes.

Etapas en la obra de Camilo José Cela

  1. Primera etapa: Años cuarenta. A esta etapa corresponden La familia de Pascual Duarte y Pabellón de reposo. En la primera, se narra la historia de un campesino extremeño quien, condenado a muerte, recoge por escrito su sórdida vida, llena de acontecimientos truculentos, asesinatos, violencia y horrores diversos. Se advierten en ella variadas influencias: la novela picaresca, la novela naturalista, entre otras. Todo ello da como resultado una obra que, al seleccionar los aspectos más desagradables de la realidad e incluso recrearse en ellos, inaugura una nueva estética denominada tremendismo.
  2. Segunda etapa: Años cincuenta. Introduce el Realismo social con La Colmena, considerada la obra maestra de Cela. Su rasgo más destacable es la aparente falta de argumento. El autor ofrece, mediante una acción que transcurre en poco más de dos días de invierno, un panorama colectivo de la vida en el Madrid de la inmediata posguerra, en un ambiente de pobreza donde un gran número de personajes (más de trescientos), fracasados y relacionados entre sí, intentan sobrevivir.
  3. Tercera etapa: Desde los años sesenta. Se deja influir por la corriente experimental. A esta época pertenecen novelas como San Camilo, 1936 (que refleja los primeros días de la guerra en Madrid) y Mazurca para dos muertos (ambientada en la Galicia rural de los años 30).

Carmen Laforet

Con solo 23 años, ganó la primera edición del Premio Nadal con su novela Nada, que obtuvo un enorme éxito de público y crítica. La novela sigue a la joven Andrea, quien, recién terminada la Guerra Civil española, se traslada a Barcelona, cargada de ilusiones y dispuesta a emprender sus estudios universitarios. Sus ansias juveniles y sus expectativas chocan con un mundo gris y opresivo, cargado de violencia, representado por la familia que la acoge: su abuela y sus tíos. Sin embargo, en la universidad conoce a Ena, quien desempeñará un papel importante en su vida, ya que con ella aprenderá lo que el mundo puede ofrecer. Posteriormente, en 1950 publicó La isla y los demonios; en 1955, La mujer nueva, obra que refleja sus propias experiencias religiosas y cuyo tema central es la fe de la protagonista. En 1963 publicó La insolación, primer volumen de la trilogía Tres pasos fuera del tiempo, de la cual no llegó a publicar los otros dos volúmenes.

Luis Martín-Santos

Su sólida formación en las corrientes filosóficas modernas y su conocimiento de las innovaciones narrativas lo llevaron a replantearse el papel de la novela española y a apostar por una renovación del género, que incluía la experimentación estructural de las obras. Su obra Tiempo de silencio es considerada el inicio de la narrativa experimental en España. El argumento de la obra tiene mucho de folletín, con rasgos de novela negra. Lo original es el tratamiento que el autor da a estos temas: Pedro, un joven científico, se ve envuelto en un aborto clandestino que acaba en muerte en un suburbio madrileño de chabolas. La policía lo detiene y, al demostrarse su inocencia, queda en libertad. Poco después, sufre la venganza de un chabolista, quien mata a la novia de Pedro. Pedro abandona Madrid y se hace médico rural. La gran novedad de la obra reside en su forma, que supone una ruptura radical y definitiva con el realismo convencional: se explota el monólogo interior, cuya función principal es caracterizar a los personajes; hay un cambio constante de narrador (primera, segunda y tercera persona) y se utilizan diferentes registros lingüísticos.

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