Literatura Española a Principios del Siglo XX
La literatura de principios del siglo XX se ve profundamente influenciada por el desarrollo de importantes corrientes de pensamiento que moldearon la forma de vivir de las personas. Entre ellas, destacan:
- El irracionalismo de Arthur Schopenhauer, que concibe la vida basada en el dolor y el sufrimiento.
- La filosofía que expone la angustia del ser humano ante una existencia conducida a la muerte.
- Friedrich Nietzsche, quien plantea el predominio de los impulsos vitales sobre la razón, así como la negación del conocimiento metafísico, lo que le llevará a afirmar la «muerte de Dios».
- El existencialismo.
- El marxismo de Karl Marx, que buscaba una revolución social.
- El psicoanálisis de Sigmund Freud.
El Modernismo: Renovación Estética y Temática
En la poesía de este periodo de transición, destacan el Simbolismo y el Parnasianismo, movimientos que buscan la renovación formal y temática. En la literatura española, se produce una transformación estética que afectará sobre todo a la poesía y que se manifiesta a través del Modernismo, un movimiento literario basado en el esteticismo y el inconformismo que se desarrolló fundamentalmente en la poesía y tuvo mucha repercusión.
Rubén Darío inició el Modernismo en América, el cual tuvo tres grandes etapas representadas en sus obras: Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza. Por otro lado, el Modernismo español adapta una temática más intimista y destacan, entre otros, Manuel Machado y Francisco Villaespesa.
La Generación del 98: Identidad y Regeneración Nacional
A causa de la crisis ideológica de finales del siglo XIX, surge un nuevo grupo de escritores conocidos como la Generación del 98. En las obras de estos autores se presentan preocupaciones comunes sobre la identidad española y la necesidad de una regeneración nacional. Sus temas y características más importantes eran España, Castilla y su paisaje, la envidia y las preocupaciones existenciales.
La Generación del 98 se divide en tres etapas:
La Etapa de Juventud
Marcada por el espíritu de rebeldía y el carácter revolucionario de Ramiro de Maeztu; la pertenencia al PSOE de Miguel de Unamuno, un destacable ensayista con obras importantes como Niebla, Vida de don Quijote y Sancho y San Manuel Bueno, mártir. También el anarquismo de José Martínez Ruiz, conocido como Azorín, otro gran ensayista y novelista; y por último, Pío Baroja.
El Grupo de los Tres
Formada por Azorín, Maeztu y Baroja, esta etapa pretendía contribuir a la creación de un «nuevo Estado social en España».
La Madurez del 98
Donde abandonan el radicalismo juvenil y adoptan posturas individuales con tendencias comunes al idealismo.
Aparte de todos ellos, más tarde también se unen a la Generación del 98 Antonio Machado, un gran poeta con tres etapas:
- Una modernista: Ciclos de Soledades.
- Una segunda, noventayochista: Campos de Castilla.
- Y la última, continuista: Nuevas canciones.
También se une Ramón del Valle-Inclán, un gran dramaturgo.
Realismo y Naturalismo Persistentes
A pesar de todos los cambios, siguen perviviendo autores fieles al realismo y al naturalismo. Entre ellos, los más destacados son Benito Pérez Galdós y Vicente Blasco Ibáñez, con obras como Sangre y Arena.
En el panorama teatral, destacan dos tendencias:
- El teatro de consumo, comercial y burgués.
- El teatro innovador.
Novecentismo y Vanguardias
El periodo comprendido entre 1914 y 1925 engloba a todos aquellos autores posteriores a la Generación del 98 que se distancian de estos al querer renovar por completo la literatura. Esta nueva literatura supone una ruptura total con el pasado y pasa a ser más intelectual y menos subjetiva. Defiende un arte puro alejado de sentimientos personales, tiene un punto de vista más elitista ya que está pensado para minorías, y el estilo busca el equilibrio y el gusto por la metáfora.
El Novecentismo o Generación del 14
El Novecentismo, o Generación del 14, es un grupo de intelectuales de todos los ámbitos de la cultura, ciencia y política, liderado por José Ortega y Gasset. Sus componentes tienen una gran formación, piensan que deben guiar a las demás personas y buscan el arte puro, eliminando sentimientos del autor y elementos religiosos o políticos. Ven además en Europa el modelo para mejorar España desde un posicionamiento de reformas concretas y realistas. Se busca un estilo sereno y equilibrado. Por esto, el primer género que se cultivó fue el ensayo.
Se manifiesta el liderazgo de Ortega y Gasset con su libro La deshumanización del arte, en el que propone un alejamiento de los temas humanos. En otra de sus obras, La rebelión de las masas, defiende el elitismo de una minoría selecta. Gregorio Marañón y Eugenio d’Ors, con Tres horas en el Museo del Prado, también formaron parte de este género.
En cuanto al género novelístico, defiende las características del Novecentismo, dejando la trama en un segundo plano. Abandona lo sentimental y las intenciones políticas, y se esmera en el estilo pulcro que caracteriza esta Generación. Gabriel Miró, con El obispo leproso, intenta despertar un mundo lleno de percepciones sensoriales, utilizando la acción como elemento descriptivo y el estilo elaborado y lírico. Ramón Pérez de Ayala, con un estilo de gran elegancia, escribe una serie de novelas en las que aprovecha para añadir continuas digresiones sobre temas variados.
El Teatro Novecentista
El Teatro Novecentista sigue siendo comercial y tan solo unos pocos autores tratan de introducir las ideas estéticas Novecentistas, como Jacinto Grau.
Juan Ramón Jiménez: La Poesía Pura
Juan Ramón Jiménez es de gran consideración, ya que tiene una especial influencia en el actual y posterior modelo poético. Su poesía pura se aleja de los ropajes modernistas y de la carga sentimental y social para buscar un tipo de poesía sencilla con la que nombrar la esencia de las cosas. Su obra estaba siempre en marcha, ya que siempre buscaba aún más perfección en ella. Una de sus obras importantes es Diario de un poeta recién casado.
Las Vanguardias: Movimientos Innovadores del Siglo XX
Las Vanguardias son los distintos movimientos artísticos sorprendentes y provocadores que se extienden por Europa en sucesivas oleadas durante el primer tercio del siglo XX. Se las conoce también como «ismos«. Coinciden con el Novecentismo en la deshumanización y en el sentimiento de renovación. Surgen y desaparecen con rapidez debido a su carácter innovador. La que más perduró fue el Surrealismo.
Las principales Vanguardias fueron:
- El Expresionismo: Consiste en deformar y exagerar los rasgos para conseguir expresividad.
- El Futurismo: Sustituye el pasado por otros valores u objetos más modernos.
- El Cubismo: Defiende la disposición artística en diferentes planos. En poesía se utilizan los caligramas, donde las palabras del poeta dibujan el contenido.
- El Dadaísmo: Propone la espontaneidad y la desaparición de todas las normas.
- El Surrealismo: Indaga en el subconsciente de las personas para encontrar la verdadera realidad, y para ello, el autor se desinhibe para producir su obra.
Vanguardias Españolas
Surgen dos Vanguardias españolas:
- El Creacionismo: Corriente literaria que da importancia al poema en sí y no a los sentimientos del autor.
- El Ultraísmo: No se ajusta a un tema ni un mensaje determinado, emplea constantemente la metáfora con un sentido irracional y tiene verso libre. Destaca Guillermo de la Torre.