Características de la Poesía Barroca y su Expresión Temática
En el texto analizado, se observan diversas características propias de la poesía barroca. La palabra Amor se personifica y se le dota de un comportamiento humano. Sin embargo, no es una representación del sentimiento de manera general, sino que representa a la mujer; es decir, la amada es quien rechazará al amante.
Por otra parte, se equipara el goce del amor humano al goce experimentado por los dioses (divinización de la mujer). Disfrutar de los besos y caricias de la amada es equiparable a los goces de los dioses: «a no envidiar aquel licor sagrado que a Júpiter ministra el Garzón de Ida».
Observamos varias referencias mitológicas, como la comentada anteriormente, y la referencia a Tántalo. Estas menciones son propias del Barroco y, especialmente, de Góngora.
La poesía es un exhorto o advertencia contra los males derivados del enamoramiento. El poeta aconseja no confiar en el amor por las siguientes razones:
- No se será correspondido (pesimismo propio del momento).
- Los placeres sensuales pasan pronto (fugacidad del tiempo).
- El ser amado se convertirá en un enemigo (homo homini lupus).
La advertencia de que el amor es engañoso es una actitud propia del Barroco.
Las dificultades de comprensión son notables no solo por los hipérbatos (desorden sintáctico extremo, a imitación de la sintaxis latina; por ejemplo, el orden de la primera oración), sino también por las referencias mitológicas ya mencionadas. Hay que tener en cuenta que mucha poesía barroca estaba dirigida a la élite que detentaba el poder o a gente próxima a él, como el círculo de escritores de la corte (Lope de Vega, Quevedo, Calderón de la Barca, Cervantes).
Estudio de un Soneto Barroco sobre la Precaución en el Amor
Tema
- Prevención contra el amor.
- Recomendaciones del poeta para no enamorarse.
Resumen
El atractivo de la boca y los labios de la amada incitan al deseo y al beso, pero el poeta recomienda no hacerlo porque no es lo que parece: esos besos y la boca serán después motivo de desprecio (como un veneno). Lo mismo ocurre con la piel tersa y rosácea de la joven amada, a la que recomienda no acariciar, pues del mismo modo que se presenta voluptuosa, después de un tiempo huirá cuando se intente gozar de ella.
Estructura Externa
Se trata de un soneto formado por dos cuartetos y dos tercetos. Los versos son endecasílabos y riman en consonante de la siguiente manera: ABBA, ABBA, CDE, DCE. El poema describe la boca, los labios y la piel de una mujer, y recomienda no entregarse a la pasión amorosa porque al final producirá dolor en los amantes. Por tanto, el poeta intenta convencer mediante la argumentación.
Estructura Interna
Según el contenido, se distinguen dos partes en las que el poeta exhorta a no dejarse llevar por la belleza de una mujer:
- En los dos primeros cuartetos, el poeta recomienda no besar los labios de la amada, a pesar de su atractivo.
- En los dos tercetos, exhorta a lo mismo: no dejarse llevar por el atractivo de la piel o el cutis de la amada, porque en ambos casos, después del goce y pasado cierto tiempo, solo quedará la amargura de esa experiencia.
El Soneto «Amor constante más allá de la muerte» de Quevedo
Características Métricas y Formales
Se trata de un soneto, formado por catorce versos endecasílabos, agrupados en dos cuartetos y dos tercetos, cuyo esquema métrico es ABBA ABBA CDC DCD. La rima es consonante.
El soneto es un poema estrófico de procedencia italiana, introducido en España inicialmente por el Marqués de Santillana en su obra Sonetos fechos al itálico modo, sin demasiado éxito. Fueron los poetas renacentistas Juan Boscán y Garcilaso de la Vega quienes finalmente lograron aclimatarlo a las características del castellano.
Tema Central del Soneto
El poema se clasifica dentro de la producción lírica amorosa de Quevedo y argumenta la posibilidad de que el amor trascienda la muerte. Su tema central es, por tanto, la supremacía del amor sobre la muerte. El autor, partiendo de la idea de la inevitable llegada de la muerte, muestra la convicción de que su alma, por haber amado, será inmortal y el amor pervivirá eternamente.
Estructura Interna del Soneto
Los sonetos son poemas fuertemente estructurados debido a su distribución estrófica: dos cuartetos y dos tercetos. En este poema, se pueden diferenciar dos partes que coinciden la primera con los dos cuartetos y la segunda con los dos tercetos.
En la primera parte (vv. 1-8), se plantea la inevitabilidad de la muerte y, a su vez, la contraargumentación de que el amor la superará.
En la segunda parte (vv. 9-14), se enfatiza la idea principal contraponiendo vida y muerte, y se cierra con una sentencia final que resume el tema: «polvo serán, mas polvo enamorado».
Relación entre Tercetos y Gradación Temática
Mientras el primer cuarteto se ha centrado en el plano de la muerte y el segundo ha desarrollado el plano del amor, los tercetos muestran una condensación temática de ambos planos mediante una elaborada estructura que evidencia la victoria final del amor sobre la muerte. Cada uno de los versos del primer terceto se relaciona semántica y sintácticamente con los versos del segundo terceto (el 1º con el 4º; el 2º con el 5º y el 3º con el 6º), de modo que deben interpretarse así:
«Alma a quien todo un dios prisión ha sido / su cuerpo dejará, no su cuidado»
«venas que humor a tanto fuego han dado / serán ceniza, mas tendrán sentido»
«medulas que han gloriosamente ardido / polvo serán, mas polvo enamorado.»
De este modo, se produce una gradación: el alma abandonará el cuerpo, pero no abandonará el amor; el cuerpo, representado en las venas por las que corre la sangre y las médulas del interior de los huesos, será consumido por la muerte, pero incluso los últimos vestigios del cuerpo seguirán enamorados.
Conclusión y Relevancia Barroca
Quevedo expone en el poema la angustia existencial ante la fugacidad de la vida y presenta el amor como salvación. El poeta ofrece la esperanza del amor frente a la visión amarga del mundo y la actitud pesimista ante la aceptación de la muerte. Lo logra empleando una sintaxis inusual y compleja que otorga fuerza y viveza al soneto, impulsando así un sentimiento positivo ante la adversidad.
Este soneto es un claro ejemplo de la literatura barroca, pues refleja gran parte de sus características: los temas del amor y la muerte, la sintaxis compleja y el empleo de figuras literarias como la metáfora, el hipérbaton y el asíndeton.