Explorando la Generación del 27: Características, Influencias y Figuras Clave

La Generación del 27: Origen y Características Fundamentales

El término Generación del 27 se utiliza para denominar a un grupo de autores, especialmente poetas, que compartieron rasgos comunes y que empezaron a escribir en los años veinte, coincidiendo con las vanguardias. Destacaron porque sus obras supusieron un florecimiento excepcional de la poesía, ejemplificado en el hecho de que en 1927 participaran en el homenaje a Góngora con motivo del tercer centenario de su muerte.

Rasgos Cohesionadores del Grupo

A pesar de la fuerte personalidad de cada poeta, desde el principio mostraron inquietudes y gustos comunes, y rasgos cohesionantes en diferentes ámbitos:

  • Homogeneidad generacional: Todos ellos eran de edades similares y poseían una gran cultura y amplia formación literaria, a diferencia del autodidactismo de la Generación del 98.
  • Actitud política: En conjunto, mantuvieron actitudes liberales en política y, salvo Gerardo Diego, durante la Guerra Civil apoyaron la República, lo que provocó el exilio de la mayoría tras la guerra.
  • Vínculos personales e intelectuales: Trabaron amistad entre ellos, sobre todo en Madrid, en la célebre Residencia de Estudiantes, vinculada a la Institución Libre de Enseñanza. Participaron en acontecimientos culturales comunes y colaboraron en las mismas revistas, como la Revista de Occidente, fundada por Ortega y Gasset.
  • Renovación poética: Deseaban modernizar la poesía, si bien compartían su admiración por lo clásico y lo moderno, y crearon un lenguaje generacional, a pesar de las variantes personales, con un importante cultivo sistemático de la metáfora (sobre todo la surrealista).

Síntesis de Tradición y Vanguardia: El Estilo del 27

El rasgo de estilo más caracterizador del grupo es la síntesis de tradición y vanguardia, pues sumaron lo tradicional y lo renovador, el gusto por lo popular y lo culto, el interés por la cultura hispánica y por las literaturas europeas.

  • Influencia de la tradición española:
    • Clásicos cultos: Valoraron a autores como Jorge Manrique, Garcilaso de la Vega, Fray Luis de León y San Juan de la Cruz, Quevedo, Lope de Vega y, sobre todo, a Góngora.
    • Tradición popular: Valoraron, sobre todo, el cancionero, el Romancero y las cancioncillas al modo tradicional (de aquí surge el llamado neopopularismo de algunos poetas del 27).
  • Influencia de la poesía cercana: Se interesaron por Bécquer, Rubén Darío y, sobre todo, por Juan Ramón Jiménez y su concepto de poesía pura.
  • Aportaciones de las vanguardias: De las vanguardias tomaron lo novedoso, lo original, el juego de ingenio, la ruptura humorística: la libertad creadora.

Coincidencias con el «Arte Nuevo» de Ortega

Si revisamos las características del arte nuevo de Ortega, observamos importantes coincidencias en estos poetas del 27:

  • Afán de originalidad en temas, lenguaje y formas (con fuerte influjo del futurismo).
  • Hermetismo o dificultad en los textos.
  • Autosuficiencia e intrascendencia del arte.
  • Antirrealismo y antirromanticismo.

También la atomización o fragmentarismo, propia de las vanguardias (es decir, el desorden, la incoherencia del mensaje), se trasladó a la obra poética de varios de estos autores, en los que se siente especialmente el peso del surrealismo y sus imágenes visionarias, que rehumanizan la poesía. Esta tomaría forma tanto de estructuras métricas clásicas como de verso libre o versículo.

Etapas Evolutivas de la Generación del 27

Partiendo de la base de que no resulta fácil someter a este grupo de autores a una descripción común, se pueden diferenciar tres periodos:

  1. Etapa inicial (hasta 1927): Con las influencias más tempranas y la vanguardista deshumanizadora.
  2. Etapa de rehumanización (hasta la Guerra Civil): Se inicia el proceso de rehumanización con influencia surrealista y un mayor compromiso social.
  3. Etapa de dispersión (tras la Guerra Civil): Tras el asesinato de Lorca y la huida al exilio de la mayor parte de los poetas, se consideró roto el grupo.

Autores Clave de la Generación del 27

La nómina de autores de la Generación del 27 es muy amplia, pero podemos detenernos en algunos de los más representativos.

Pedro Salinas

Pedro Salinas es el gran poeta del amor de su generación, profesor (como otros autores de la época) de literatura en la Universidad de Sevilla. Es uno de los autores que más practicó la poesía de carácter intelectual, al estilo de la poesía pura de Juan Ramón Jiménez, con un estilo antirretórico. Aunque pasó por una conocida etapa futurista, fueron sus grandes poemarios conceptuales sobre el amor como fuerza prodigiosa que da sentido al mundo los que le hicieron especialmente conocido:

  • La voz a ti debida
  • Razón de amor
  • Largo lamento

Jorge Guillén

Cierto parecido a la poesía de Salinas tiene la de su amigo Jorge Guillén, máximo representante de la poesía pura en el 27 y famoso por sus décimas. Cántico, su obra más conocida, es el mayor exponente de esa poesía deshumanizada e intelectual de sus inicios, con una actitud vitalista, de celebración de la propia existencia, que se fue humanizando hacia un estilo menos abstracto y más comprometido con la sociedad y la realidad más adelante en obras como Clamor.

Gerardo Diego

Desde muy pronto atraído por el creacionismo, Gerardo Diego es el autor de la famosa antología del Grupo del 27 y Premio Nacional de Literatura. En él coexisten alternativamente lo vanguardista (Manual de espumas) y lo clásico (Versos humanos), lo culto y lo popular, incluido el tema religioso, poco habitual.

Federico García Lorca

Federico García Lorca es uno de los grandes poetas del siglo XX y, por tanto, uno de los más importantes de esta generación. Estuvo en la Residencia de Estudiantes y fue director del proyecto universitario La Barraca, defensor de la República y, por ello, entre otras cosas, fusilado al principio de la guerra. La obra de Lorca es muy variada, pero presenta unos temas constantes: el amor y el deseo imposible, la frustración y el destino trágico.

  • Primera etapa (hasta 1928): Fundió lo popular y lo culto, la tradición andaluza y la modernidad (ej. Romancero gitano).
  • Segunda etapa (influencia surrealista): Poeta en Nueva York (1929) representa la influencia surrealista de su segunda etapa que le llevó a una de las cimas de su poesía, junto con Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de la misma época.

La muerte le llegó demasiado pronto y dejó obras mayúsculas como los Sonetos del amor oscuro sin concluir.

Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso

Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso son dos de los pocos poetas que permanecieron en España tras la Guerra Civil en ese exilio interior que dio lugar a la llamada “poesía desarraigada”. El primero fue además Premio Nacional de Poesía por La destrucción o el amor y Nobel de Literatura en 1977. Alonso fue un celebrado profesor y teórico de la literatura, y su obra poética bascula entre la poesía neopopular y la desarraigada.

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