Figuras Clave de la Literatura Catalana: Rodoreda, Monzó y Calders

Mercè Rodoreda

Se dio a conocer en los años treinta. Después de la guerra, marchó al exilio y estuvo muchos años sin escribir. En los años cincuenta, retomó la escritura con la publicación de la recopilación Veintidós cuentos (1958), a la que siguieron durante los años sesenta y setenta varias novelas y volúmenes de cuentos que la consagraron como una de las autoras más importantes de la literatura catalana de todos los tiempos. Su obra novelística no se puede clasificar dentro de una única corriente literaria, sino que la autora se sirve de diversas tradiciones para lograr un mundo narrativo propio, original, de gran belleza y calidad literarias. Sus novelas son realistas, psicológicas, simbólicas y poéticas.

  • Realismo: La acción transcurre en un espacio geográfico concreto (Barcelona) y en un marco histórico (II República, guerra y posguerra) que a menudo condiciona la vida de los personajes. Presencia de la realidad cotidiana.
  • Psicologismo: Los acontecimientos no interesan por sí mismos, sino por su repercusión en la conciencia de los personajes. Potencia el análisis del mundo interior de los personajes y la exploración de su punto de vista hacia los hechos en que participan.
  • Simbolismo: A lo largo de la novela aparecen una serie de motivos recurrentes con valor simbólico relacionados con el personaje protagonista.
  • Lirismo: Uso de la técnica narrativa de la escritura hablada. Importancia de los recuerdos en la vida de los personajes.
  • Protagonistas: Suelen ser mujeres que viven un conflicto con el mundo y que experimentan dolor, desencanto e infelicidad ante la vida. Buscan la salvación en el recuerdo de un pasado feliz.
  • Temas y motivos principales: Las dificultades en las relaciones humanas y la consiguiente infelicidad que se deriva; la visión negativa del hombre, caracterizado por el egoísmo, y el uso del sexo como forma de dominio sobre la mujer. La memoria y el recuerdo como recursos para combatir el paso del tiempo.

La plaza del Diamante

Una de las mejores obras de Rodoreda, nos cuenta la vida de una mujer sencilla del barrio barcelonés de Gracia en el marco histórico de los años 30, la guerra y la posguerra.

  • Argumento: Natalia se casa con Quimet, el cual le cambiará el nombre por el de Colometa. Después vendrá el nacimiento de los hijos, la guerra, la muerte del marido. Para salir de la miseria, se casa con un tendero del barrio, que la tratará con respeto, recuperando su nombre y ganas de vivir, haciendo las paces con el pasado que no la dejaba ser feliz.
  • Escritura hablada: La historia es explicada por ella misma. Rodoreda emplea la técnica de la escritura hablada.

Quim Monzó

Es el autor de la narrativa breve contemporánea. Los rasgos principales que caracterizan su mundo narrativo son:

  • Ambientación urbana: No es una ciudad concreta, sino la ciudad en abstracto, a partir de cuyo retrato emergen los rasgos distintivos que caracterizan la vida y el pensamiento contemporáneos.
  • Personajes esquemáticos y anónimos: Están caracterizados por una manía o obsesión que los inhabilita para llevar una existencia normal y para comunicarse con los demás. No tienen profundidad psicológica y representan una idea o una actitud.
  • Humor e ironía: Recurso para dejar al descubierto lo absurdo de costumbres y conductas o los falsos mitos y clichés sobre los que funciona el mundo moderno.
  • Elementos absurdos y fantásticos: Recursos para deformar y desmitificar la realidad y hacernos verla con nuevos ojos. Muchos de los cuentos de Monzó no tienen un argumento con planteamiento, nudo y desenlace. La narración se constituye sobre una idea básica que se amplía de forma circular o excéntrica, hasta llegar a un final sorprendente, humorístico y a menudo absurdo.

Pere Calders

Nació en Barcelona en 1912, uno de los escritores representativos de la intelectualidad catalana exiliada en México, donde permaneció 23 años. Allí, participó en las iniciativas culturales y literarias de los exiliados catalanes y retomó su carrera como escritor. El exilio le provocó una visión peculiar de la condición humana, determinada por el desarraigo.

En cuanto a las influencias, destacamos el realismo mágico, una combinación de elementos reales pasados por el filtro de la imaginación que permite la inclusión del elemento fantástico, y el grupo de Sabadell por el hecho de poner el humor y la ironía como crítica social, además de dar un tratamiento cuidadoso al registro utilizado.

Aspectos de su narrativa:

  • El valor de las palabras: Preocupación por encontrar un valor justo a las palabras. Es en el cultivo del cuento donde quedan más patentes la originalidad y la calidad de la propuesta narrativa y las grandes virtudes de Calders como narrador: capacidad imaginativa, lingüística, humor sutil e inteligente.
  • Conflicto realidad y fantasía: La realidad se modifica con elementos ficticios que dan pie a situaciones insólitas que ponen a prueba la capacidad de los personajes para asumir esta nueva realidad. El objetivo es descubrir los puntos débiles de la sociedad y sus individuos. La narrativa de Calders sigue un esquema habitual: un individuo, que responde al cliché del enamorado, el tímido, el escéptico, sufre un hecho sorprendente que le impide volver a la normalidad, por lo que debe resignarse ante la nueva situación.
  • Función crítica del humor: Sirve para mostrar la estupidez del hombre, aferrado a convenciones y prejuicios que le impiden ver las cosas tal como son.
  • El humor como salvavidas literario: Aparece como producto de un contraste entre fondo y forma: desajuste entre los hechos y la manera como se explican; inadecuación entre el comportamiento o la manera de hablar de los personajes y la situación en que se encuentran. El humor de Calders encuentra apoyo en la imaginación y el ingenio desbordante del autor y en el trabajo de lengua y los recursos del lenguaje, que lleva a cabo con gran sabiduría.

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