Generación del 27: Claves de su Poesía, Autores y Evolución Histórica

Introducción a la Generación del 27

En la década de 1920 se instaura en España la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), apoyada por Alfonso XIII, lo que provocó un estado de opinión en contra del monarca que propició el advenimiento de la Segunda República en 1931, cuando el dictador dimitió.

Definición y Miembros

La mayoría de los intelectuales mostraron una clara inclinación y compromiso hacia la República, incluidos los miembros de la Generación del 27, una de las generaciones poéticas más brillantes de nuestra poesía. Está formada por Federico García Lorca, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti y Luis Cernuda; a esta lista habrá que añadir posteriormente a Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Todos ellos nacen entre 1892 y 1906, y alcanzan su plena madurez y prestigio en los años de la Segunda República en España. El compañerismo y la amistad que se profesaron, la influencia y el intercambio entre ellos hicieron que Dámaso Alonso difundiera el término “Generación del 27” para hacer referencia a este grupo de autores (pese a no cumplir todos los requisitos de generación literaria formulados por Julius Petersen). La generación fue llamada “del 27” por haber celebrado en dicho año el tercer centenario de la muerte de Góngora, enfrentándose públicamente por primera vez con la crítica social y académica, que había ignorado —cuando no atacado— al Góngora de los grandes poemas barrocos. Con este acto, los autores no solo ponen de manifiesto su admiración por la poesía del Barroco, sino que también rechazan la tradición decimonónica y Modernista.

Influencias Destacadas

Los autores de la Generación del 27 se consideran también deudores de Ortega y Gasset, que influyó en su concepción del arte: deshumanización y autonomía de la obra artística, arte de minorías, intrascendencia, juego, ironía y predominio de la metáfora; de Ramón Gómez de la Serna, el vanguardista que les introdujo en las novedades europeas; y de Juan Ramón Jiménez, el poeta por excelencia que abrió el camino de la poesía pura, desnuda, esencial.

Consolidación del Grupo: El Acto de Sevilla

Ese mismo año (1927) que da nombre a la Generación del 27 tiene lugar otra aparición pública de sus miembros en el Ateneo de Sevilla, por iniciativa de Ignacio Sánchez Mejías, el gran torero andaluz amigo de los poetas, quien los invitó a que ofrecieran una lectura de poemas en su tribuna. A esta cita sevillana acudieron Dámaso Alonso, García Lorca, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Jorge Guillén y Luis Cernuda. Era la primera vez que los poetas del 27 leían públicamente sus versos.

Características Generales de la Generación del 27

Aunque no sería exacto afirmar que los autores del 27 poseen un estilo común, sí podemos observar en ellos tendencias y afirmaciones estéticas compartidas. Se aprecia en todos una clara tendencia al equilibrio, a la síntesis entre polos opuestos —entre los que había oscilado la poesía anterior—, incluso dentro de un mismo autor:

  • Entre lo intelectual y lo sentimental: La emoción tiende a ser refrenada por el intelecto. Prefieren inteligencia, sentimiento y sensibilidad a intelectualismo, sentimentalismo y sensiblería (Bergamín). Se observa muy bien en Salinas.
  • Entre una concepción romántica del arte (arrebato, inspiración) y una concepción clásica (esfuerzo riguroso, disciplina, perfección): Lorca decía que si era poeta «por la gracia de Dios (o del demonio)», no lo era menos «por la gracia de la técnica y del esfuerzo».
  • Entre la pureza estética y la autenticidad humana: Entre la poesía pura (arte por el arte; deseo de belleza) y la poesía auténtica, humana, preocupada por los problemas del hombre (más habitual tras la guerra: Guillén, Aleixandre…).
  • Entre el arte para minorías y mayorías: Alternan el hermetismo y la claridad, lo culto y lo popular (Lorca, Alberti, Diego). Se advierte un paso del «yo» al «nosotros». «El poeta canta por todos», diría Aleixandre.
  • Entre lo universal y lo español: Entre los influjos de la poesía europea del momento (Surrealismo) y de la mejor poesía española de siempre. Sienten gran atracción por la poesía popular española: cancioneros, romanceros…
  • Entre tradición y renovación: Se sienten próximos a las Vanguardias (Lorca, Alberti, Aleixandre y Cernuda poseen libros surrealistas; Gerardo Diego, creacionistas); próximos a la generación anterior (admiran a Juan Ramón Jiménez, Ramón Gómez de la Serna, Unamuno, los Machado, Rubén Darío…); admiran del siglo XIX a Bécquer (Alberti: Homenaje a Bécquer; Cernuda: Donde habite el olvido…); sienten auténtico fervor por los clásicos: Manrique, Garcilaso, San Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Quevedo, Lope de Vega y, sobre todos, Góngora.

Temas Centrales en su Poesía

En esta generación de escritores aparecen grandes temas recurrentes:

  • Ciudad: Incluyen en su poesía la idea de progreso representada en los nuevos inventos, los transportes, las transformaciones… Nueva York y Moscú se convierten en símbolos.
  • Naturaleza: Retomaron el concepto, pero acercándolo a la ciudad y al mundo cotidiano, que se une a su propia visión del mundo.
  • Amor: Recurren a este sentimiento, ligado a la idea de la naturaleza humana y al individuo.
  • Compromiso: Se comprometen con su tiempo. Antes de la Guerra Civil, prácticamente no abordaron la poesía de temática social; sin embargo, durante la guerra y después de ella, muchos escritores afrontaron el tema desde diferentes perspectivas.

Estilo y Forma Expresiva

En cuanto a la forma expresiva, emplean recursos como la imagen y la imagen visionaria, que consiste en relacionar los objetos no por su parecido, sino por la emoción que despiertan. Combinan formas métricas tradicionales con el verso libre o versículo, que responde a una concepción del ritmo basado en la reiteración de ideas, de estructuras sintácticas… (paralelismos, anáforas…).

Evolución Poética de la Generación del 27

En líneas generales, la obra de los autores de la Generación del 27 puede dividirse en las siguientes etapas:

  • Primera etapa (hasta 1927 aproximadamente): Influencia de las Vanguardias y de Góngora, afán renovador y búsqueda de la perfección formal.
  • Segunda etapa (de 1927 a la Guerra Civil): Recuperación de los contenidos humanos, sociales y políticos. Técnicas del Surrealismo.
  • Tercera etapa (después de la Guerra Civil): La mayoría se posicionó a favor de la República (exiliados, muertos o encarcelados). Cada uno siguió su propia evolución.

Conclusión: Vínculos y Trascendencia

Para concluir, es importante destacar que todos ellos, de una u otra forma, estuvieron muy vinculados a la Residencia de Estudiantes de Madrid y en continuo contacto con grandes personalidades como Salvador Dalí, Luis Buñuel e incluso Albert Einstein o Ígor Stravinsky.

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